JAMES S. RIGBERG: EL OVNI FOTOGRAFIADO EN NUEVA YORK EN 1955
Kevin D. Randle en su libro The UFO Dossier: 100 Years of Government Secrets, Conspiracies, and Cover-Ups [1], se refiere al caso de las fotografías de Warren Siegmond. Este es un buen ejemplo de manipulación y «cover-up» de la información, pero no por parte del Gobierno o la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, sino por el ufólogo.
Randle comienza por describir al «malo» (muy malo y requeté malo, porque no cree en los ovnis) de esta historia: el Capitán Charles Hardin, en ese entonces jefe del Proyecto Libro Azul. Según Randle, la consigna de Hardin era explicar todos los casos ovni o, por lo menos, reducir los casos no explicados. Leemos lo siguiente en el libro de Randle:
Mayo 15, 1955: New York City
El caso fue etiquetado como «engaño» por los oficiales del Proyecto Libro Azul, pero podría ser más un factor del momento que de cualquier cosa que se supiera sobre las fotografías. El jefe del Proyecto Libro Azul en ese momento era el Capitán Charles Hardin, quien asumió el puesto en marzo de 1954. Fue durante este tiempo que el 4602avo Escuadrón de Servicio de Inteligencia Aérea comenzó a asumir más el papel de investigación relativo a los ovnis. Según J. Allen Hynek en The Edge of Reality, en un memorándum que escribió Ed Ruppelt, «Él (Hardin) definitivamente no cree en los ovnis»¦ de hecho, el piensa que cualquiera que incluso esté interesado está loco»¦»
La situación comenzó a ponerse peor en febrero de 1955, cuando ATIC le dijo al comandante del Escuadrón de Servicio de Inteligencia Aérea (AISS) que el propósito de la investigación era reducir el número de casos no identificados. Jerome Clark, en su UFO Encyclopedia, escribió, «Para lograr eso, de acuerdo con (David) Jacobs, «˜la Fuerza Aérea ahora amplió la categoría no identificado para incluir probable y posible. Estas subcategorías vagas permitieron a los investigadores identificar un informe basados en su estimación de la probabilidad de que el avistamiento fuera un fenómeno conocido. Si los investigadores no identificaban definitivamente un avistamiento ellos podrían resolver el problema, y el caso, colocándolo en una de estas dos amplias categorías. En comunicados de prensa y en las estadísticas de evaluación final del Libro Azul, desaparecieron las subcategorías probable y posible»¦»™»
Esto se puede estirar aún más reconociendo la subcategoría que era conocida como «datos insuficientes para análisis científico». En estos casos, y de estos hay miles[2] en los archivos del Libro Azul, los avistamientos no eran resueltos, pero no eran puestos en la categoría no identificado porque había una especie de «solución» adjunta. No era identificado y no era explicado, pero entonces, no era etiquetado como «no identificado», y eso era todo el propósito.
Esta es la situación en la que el testigo, cuyo nombre fue censurado[3] de los archivos del Proyecto Libro Azul, pero quien era Warren Siegmond, se encontró cuando informó que él no sólo había visto, sino fotografiado, un ovni. Según la declaración que dio a la Fuerza Aérea, y como se informa en una forma del Air Intelligence Information Report, fechada el 30 de junio de 1955, la fuente (Siegmond) dijo:
El Sr. (censurado pero es Siegmond)»¦ estaba en el techo de la casa de apartamentos preparándose para tomar fotos de la señorita (nombre censurado pero es Jeannine Bouiller) con una cámara que él había rentado para la ocasión. Mientras él ajustaba la cámara la señorita (censurado pero claramente es Jeannine Bouiller) jadeo y señaló a algo en el cielo. El Sr. (censurado pero es Siegmond) giró para observar. Él declara que vio un objeto aéreo grande, opaco hacia el Oeste a una elevación de 45 (grados). El objeto flotó momentáneamente, luego se movió muy rápido hacia el Norte en un rebote. Regresó a su posición original con el mismo movimiento de rebote, y el proceso se repitió una segunda vez. Entonces desapareció en el cielo del Norte. Cuando fue observado por primera vez, el objeto era opaco, haciéndose casi translúcido mientras se movía hacia el Norte. Destelló en la luz del Sol como si fuera metálico. En ningún momento en el 1″ minutos del avistamiento hubo un sonido o estela de escape visible. El Sr. (censurado pero es Siegmond) utilizó la cámara rentada para tomar fotografías del objeto en vuelo.
Modelo Jeannine Bouillier era el objeto de la cámara de Siegmond cuando en su lugar vio el ovni.
El documento fue firmado por el Mayor William C. van Horn, quien era el oficial a cargo del Departamento 3, 4602avo AISS. Los investigadores fueron el Capitán John A. Quinn y el Staff Sergeant Sylvester E. Castillo. El informe fue aprobado por el Coronel John M. White Jr.
Hay una sección en el informe que discute la confiabilidad de los testigos. Se dice que Siegmond era un técnico en televisiones, que estuvo dos años en la universidad y había sido un artillero antiaéreo en el teatro europeo durante la Segunda Guerra Mundial. Bajo confiabilidad, dice:
«(Siegmond) fue extremadamente cooperativo, incluso profuso en responder preguntas y recontar los eventos que rodearon el avistamiento. De alguna forma él se había decepcionado de que la Fuerza Aérea aparentemente había abandonado hacer más investigaciones dentro de los «Platillos Voladores» y expresó satisfacción y entusiasmo de que la investigación había sido restituida. Declara que tan pronto fueron revelados los negativos del «Platillo», él los llevó a las oficinas de la revista «Life» y al New York Journal American. Ambas organizaciones declinaron publicarlas, la última insistió en que algún tipo de vapor en los lentes de la cámara había causado el efecto «platillo». Finalmente, el New York World Telegram acordó publicar las fotografías junto con un artículo, él recibió muchas solicitudes de impresiones de la fotografía del «Platillo»y que realmente había cumplido esas solicitudes bajo sus expensas. En el curso de la conversación, la Fuente mencionó que él había estado interesado en el «Fenómeno Platillo» por algún tiempo antes del avistamiento actual. Ahora está participando más activamente, atendiendo a reuniones del «Saucer Club», etc. Continuando en esta línea, la Fuente demostró más que un conocimiento superficial de la terminología y los nombres más notorios de la literatura «Platillo Volador», e. d., Adamski, Keyhoe, Vaeth. A través de las entrevista fue notorio que la Fuente disfrutaba la publicidad y especulación causada por su avistamiento. En vista de lo anterior, y considerando lo que podría denominarse una susceptibilidad neurótica para dar crédito a los «Platillos Voladores», la Fuente es considerada de confiabilidad extremadamente dudosa».
Las razones para rechazar a Siegmond como fuente parecen ser simplemente que él había estado interesado en los ovnis[4] y él llevó sus fotografías a varios puntos de venta, probablemente en un intento de venderlas. Esta no parece una acción no razonable para alguien que había tomado fotografías de algo que pensó que era un platillo[5]. Life había, después de todo, publicado fotografías de ovnis en el pasado y también había publicado artículos sobre ellos. Que Siegmond pensara que los medios de noticias estarían interesados no parece ser indignante.
La investigación continúa en el mismo sentido. Los investigadores informaron que Bouiller era empleada en la Oficina de Turismo del Gobierno Francés, pero fueron incapaces de saber más sobre eso. Bajo confiabilidad, ellos escribieron:
«La Fuente aparentemente ocupa el mismo apartamento que el Sr. Siegmond. Ella estaba presente durante la entrevista con el anterior. Ella permaneció callada durante la conversación y voluntariamente no dio ninguna información adicional, original, del avistamiento. Aunque ella aparentó estar en calma y confiable, la Fuente consultó con el Sr. Siegmond antes de aventurarse a responder las preguntas hechas por los investigadores[6]. Ella indicó reluctancia a discutir su ocupación, etc, y los esfuerzos en esa dirección no se presionaron. Su descripción del avistamiento coincide idénticamente con la del Sr. Siegmond. En vista de su obvia «conformidad» con las opiniones del Sr. Siegmond la Fuente es considerada no confiable».
Lo cual, dada la actitud del momento y los investigadores de la Fuerza Aérea, no es sorprendente que ellos la encontraran no confiable. De nuevo, no había evidencia de que ellos estuvieran participando en un engaño[7], y si el avistamiento había sido hecho como se describió, entonces sus recuerdos de él coincidirían[8].
El informe continúa, con la nota, «Enviados los negativos del avistamiento proporcionados por el Sr. Siegmond al M/Sgt Busch, Stewart AFB Photo Lab, para inspección y evaluación. La cámara se adjudico ser de menor calidad. Los negativos no mostraron evidencia de retoque. Se piensa que la ausencia de claridad y definición en los negativos fue causada por el movimiento de la cámara así como una exposición imperfecta».
Profundizando en el informe, finalmente hay un análisis de las fotografías. El investigador escribió:
«Sin tener en cuenta el ligero efecto de desenfoque producido por el movimiento de la cámara, todos los edificios mostrados en los negativos están en foco. La torre de agua mostrada en el negativo #2 no está a más de 300 pies de la lente de la cámara. Está claramente delineada. El objeto nunca está en foco, ni su forma puede ser determinada con ningún grado de certidumbre. La Fuente (Siegmond) declara que las exposiciones se hicieron en el rango de elementos de la cámara colocada al infinito. Los objetos a una distancia mayor a 15 pies o 20 pies deberían estar en foco. Por lo tanto, se puede postular que el objeto estaba a menos de 15 pies del lente de la cámara[9]«.
Eso podría sugerir, entonces, que las fotografías fueron de un modelo pequeño. Sin embargo, Siegmond había descrito el objeto como moviéndose, así que es posible que el desenfoque que preocupó grandemente a los investigadores de la Fuerza Aérea fuera causado por el movimiento del objeto en lugar de que estuviera cerca de los lentes de la cámara[10]. De hecho, una copia de un teletipo de cable de noticias de la historia dice, «Un oficial de la Fuerza Aérea a quien se le mostraron las fotografías dijo, «˜Sea lo que sea, se estaba moviendo»™»[11].
Hay un segundo punto en este aspecto. Siegmond había tomado diez fotografías del ovni, pero, de acuerdo con el «farmacéutico» que había revelado la película, sólo habían salido cinco. Eso significa que cinco de las fotos no eran buenas[12].
La Fuerza Aérea pareció no perseguir una investigación «real». Ellos contactaron tanto al Servicio Meteorológico de los EE.UU. como a los expertos meteorólogos de la Fuerza Aérea, quienes dijeron que el objeto no era una especie de nube o «actividad de nubes»[13].
Ellos eliminaron otras fuentes para el objeto. Era un domingo, así que sugirieron que el humo y vapor se eliminaban porque la gente no estaría en sus trabajos. Ellos no encontraron vuelos en la zona en ese momento, lo que elimina la mayoría de las aeronaves.
Sin embargo la conclusión fue: «El hecho de que la Fuente es un «˜saucer fan»™ y estaba particularmente interesado en la publicidad parece substanciar la posibilidad de un engaño».
Aunque la tarjeta del Proyecto sugiere que la razón de la evaluación del engaño fue explicada en el Air Intelligence Information Report, las razones resultan estar basadas no en ninguna evidencia real[14] sino en la reacción de los testigos al avistamiento. Hay muy poca evidencia real de que las fotografías fueran falsificadas pero dada la actitud de la Fuerza Aérea en este punto de la investigación, no es de sorprender que ellos etiquetaran este caso como engaño. Mientras que se puede argumentar que no hay evidencia que soporte el avistamiento, más que las fotografías, y ningún otro testigo[15], al final del día, la etiqueta no es justa. Insuficiente para un Análisis Científico podría haber sido una etiqueta justa.
Warren Siegmond publicó su historia en uno de los primeros números de la Flying Saucer Review[16]:
Platillo Volador sobre Nueva York
De Warren Siegmond
El domingo 15 de mayo de 1955, vi por un periodo de alrededor de un minuto y medio un objeto volador no identificado sobre Union Square, New York City. Fue un día particularmente hermoso. Había rentado una pequeña cámara tipo réflex y estaba tomando algunas fotografías de la señorita Jeannine Bouillier[17], de la Oficina de Turismo del Gobierno Francés. Fue una semana antes del Armed Forces Day, y había muchos jets en el cielo haciendo algunas celebraciones avanzadas[18]. Fue de forma que después de un tiempo no ves demasiado. La señorita Bouillier estaba mirando hacia el Sol, y a través del vidrio esmerilado podía ver que estaba sonriendo. Repentinamente la sonrisa se congeló y una mirada de horror ocupó su lugar.
Warren Siegmond hizo cinco exposiciones. Esta, la segunda, muestra las propiedades luminosas del ovni.
Ella señaló al cielo y dijo: «Â¡Rápido, mira eso!» Ella había avistado algo sobre mi hombro, y yo me giré y vi que ella tenía una buena razón para estar emocionada. Ya que ahí justo a la derecha del Sol estaba una inmensa bola de fuego, resplandeciente y radiante como un arco de soldador[19]. Nunca había visto nada tan fantástico en mi vida. Debió haber tenido una tamaño tremendo, como una Luna llena[20] que apareció de ninguna parte. Era extraño, aterrador, fascinante. No sabía qué hacer. ¿Era esto lo que llaman un platillo volador? Me pude sentir completamente tenso, pero sabía que debía observar esta cosa, sea lo que fuera. No podía ser un espejismo, ¡no tan grande! De nuevo miré en mi vidrio esmerilado y esta vez tomé una fotografía.
Esta cosa parecía tener un poder desconocido que le daba un destello y sólo estaba colgada en el cielo. Apreté el obturador de nuevo y enrollé la película. ¡No quería hacer dobles exposiciones en este rollo!
En esta, la tercera exposición, el platillo sigue brillando, y sus contornos son muy borrosos.
El objeto parecía ser el maestro de la situación. Podías sentir un poder, de hacer cualquier cosa que quisieras hacer. Entonces, como si pudiera leer cada uno de mis pensamientos, dio una demostración de ese poder. Se hizo gris oscuro y osciló perezosamente a la derecha y se paró en su trayecto, sólo flotando. Disparé tan rápido como podía.
Para la cuarta se había transformado en una «dona» gris oscuro, parecida a metal, aparentemente reflejando el Sol.
Entonces noté otro aspecto extraño de la cosa. Incluso cuando sólo estaba descansando en el espacio, su contorno era muy borroso, indicando un movimiento tremendo. Tenía un gran tamaño. Pero, ¿quién podría decir qué tan grande era? No lo podrías decir porque no sabías qué tan lejos estaba. Era una distancia desconocida, con nada en el cielo para compararla. Los jets se habían ido, los aviones de líneas aéreas se habían ido. Nadie más estaba en la azotea, y nadie parecía ver esta cosa. Estábamos solos. Pero ¿qué podía ser? ¿Cómo alguien podría estar solo en una ciudad de ocho millones de personas?
Aquí está el quinto disparo «“ el mejor de los cinco «“ que muestra claramente la forma de «dona» y el gris oscuro al que viró el objeto.
Entonces se movió de nuevo, esta vez de izquierda a más o menos su posición original. Ahora era como una graciosa pelota de ping pong. Hizo una gran barrido y se asentó en un ángulo de cuarenta y cinco grados. El sentimiento de pavor se acrecentó más que nunca. La señorita Bouillier estaba congelada, de la forma en que lo hace la gente como cuando observan una hermosa serpiente balanceándose hacia atrás y hacia adelante. Esta cosa no tenía alas, cola, insignia o marcas. No dejó estela de vapor y sobre todo, no hizo sonido. Sabíamos eso porque los aviones se habían ido. Disparé a un 75avo de segundo con mi pequeña apertura con una película Pan. Mantuve los lentes al infinito. Supuse que si la cosa se acercaba más que eso de todos modos no iba a necesitar una cámara, así que qué diablos. Me mantuve disparando.
El objeto hizo otro balanceo a la derecha. Parecía que no sabía lo que era la gravedad. Si lo sabía, ciertamente no la estaba respetando. Entonces tan repentinamente como apareció el platillo, hizo un pequeño gira y simplemente desapareció[21].
La señorita Bouillier pensó que era parte del Armed Forces Day. Yo tenía ideas diferentes. Esto era algo de Flash Gordon. Fuimos privilegiados de ver un cierto algo que ha sido visto sobre cada gran ciudad en el mundo desde los días de Cristo. Esta cosa se movía como si tuviera inteligencia. No había nada de agua sobre mis lentes. Esto no era histeria de masas o individual; no era una ilusión o espejismo o inversión de luz o lo que digas. Creo que las fotografías prueban eso. El World Telegram publicó la noticia con una gran historia de portada. La revista Life estaba interesada en las fotografías[22], y el Telephoto Service de la United Press envió las fotos a cada parte del mundo. Se hizo un informe de la Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Ellos examinaron los negativos y concordaron que yo había visto algo[23].
Civilian saucer Intelligence of New York
También la revista de platos voladores de James S. Rigberg publicó un artículo sobre las fotos de Siegmond:
CIVILIAN SAUCER INTELLIGENCE OF NEW YORK
Reunión junio 3, 1955
113 West 57 Street, New York
La reunión fue abierta por el Secretario del Tesoro, Marty Meyerson, quien pidió a los miembros que se iban de vacaciones dejaran saber a Ted Bloecher, de la Sección de Investigación, si estaban dispuestos a revisar avistamientos platillos en la zona de sus vacaciones. Él también sugirió que sería agradable hacer donaciones para una suscripción a un servicio de recortes de periódicos para los meses de verano, como se había hecho en 1954. El Sr. Bloecher habló brevemente por la Sección de Investigación, reconociendo haber recibido informes de avistamientos de los miembros, y recordándoles de la Lista de Verificación que está disponible para usarla para hacer los informes.
Entonces el Sr. Bloecher presentó a Warren Siegmond, quien había tomado fotografías el 15 de mayo de un ovni visto desde la azotea del 7 West 15 Street, Manhattan; dos de estas fotografías habían sido publicadas en el World-Telegram and Sun del 23 de mayo. La señorita Jeanina Bouiller (sic), la otra testigo del avistamiento, también estuvo presente en la reunión.
El Sr. Siegmond dijo que había hecho un informe completo del avistamiento al Air Intelligence, y que había recibido cartas sobre el avistamiento de varias personas. Una fue un profesor de química en el Brooklyn College, y otra de un profesor de física en Defiance College, Defiance, Ohio, el Dr. Charles A. Maney. Añadió que los servicios de cable habían llevado la historia a Sudamérica, y que las fotografías también habían sido tomadas por la U.P. en este país. Él había mostrado sus fotografías a la revista LIFE, quien las encontró «muy interesantes», y a los editores del New York Journal-American, quienes le dijeron, «Usted tiene una mancha de agua en sus lentes». En aproximadamente un minuto y medio de tiempo, el Sr. Siegmond había tomado 10 exposiciones. Desafortunadamente, cinco de los negativos se perdieron «“ no se regresaron por la compañía que reveló la película «“ incluyendo varias que él cree que mostraban el objeto más cerca de él que las fotografías que tiene.
Con respecto al propio avistamiento, fue la señorita Bouiller quien vio primero el objeto, mientras que el Sr. Siegmond estaba tomándole fotografías. Ella lo vio primero como una luz muy brillante en el cielo del Oeste. Ella llamó la atención del Sr. Siegmond y ambos lo observaron atenuarse un tanto, y tomar la forma de un ovalo brillante que se muestra en la primera fotografía de la secuencia. No fue posible un estimado de tamaño, pero el objeto ciertamente no era pequeño. (El Sr. Siegmond fue un artillero antiaéreo durante la guerra y estaba familiarizado con los requisitos para observar aeronaves convencionales).
El objeto no tenía tren de aterrizaje o claraboyas. Permaneció flotando por varios segundos a una altura de alrededor de 45° (sic9 en el cielo ONO. Él estimó su distancia como 7,000 a 8,000 pies pero añadió que esto era, por supuesto, sólo una suposición.
Luego el objeto se movió hacia el Norte en un arco elegante (descrito como un «rebote de una bola de pingpong») y permaneció estático en el cielo del Norte a una elevación de 45°. Durante este primer movimiento el objeto perdió su brillo y se comenzó a hacer oscuro, mostrando claramente una distintiva forma de disco. Las fotografías parecen mostrar tanto un centro hueco en el lado inferior del objeto o posiblemente una fuente de luz dentro del lado inferior; los observadores, sin embargo, no vieron este detalle durante el verdadero avistamiento.
El objeto permaneció estacionario en el cielo del Norte por unos segundos más y entonces arqueó de regreso a su posición original. Repitió el movimiento una vez más, regresando a su posición previa en el cielo del Norte, aparentemente directamente sobre el edificio Empire State (que puede verse en una de las fotografías). Desde esa posición entonces pareció moverse hacia arriba y alejarse hacia el Norte. En ningún momento durante el avistamiento el objeto pareció estar más bajo de una elevación de 45°; y más tarde se estimó que el objeto se movió a través de 35° de azimut en 3 a 4 segundos.
Discutiendo la ausencia de cualquier informe confirmado de este objeto, el Sr. Siegmond señaló que no hay una oficina central a la cual hacer informes de ovnis; por lo tanto si otros vieron el objeto, podrían haberlo reportado a los aeropuertos, a los Ground Observer Corps, a la oficina meteorológica, al Planetario, etc. (Nota: Se hizo una revisión posterior hecha en varias de estas agencias, pero no se encontraron informes adicionales. Sin embargo, se debe recordar que el avistamiento fue de corta duración, que el objeto era silente, y que muy poca gente en la ciudad parece mirar el cielo).
Un ufólogo de una página que no encuentro en este momento escribió sobre estas fotografías:
El autor de la página pensó que era una buena foto de un dispensador de cinta adhesiva. Pero con una inspección adicional (y la disponibilidad de una segunda foto), lo identificó como un banderín agitándose «congelada» por la cámara.
[1] Randle D. Kevin, The UFO Dossier: 100 Years of Government Secrets, Conspiracies, and Cover-Ups, Visible Ink Press, Canton, Michigan, 2015, 432 pages.
[2] El total de casos en los archivos del Libro Azul son 12,618, de esos aparecen 701 como no identificados. Decir que existen «miles» de casos dentro de la clasificación de información insuficiente para ser evaluado es, por lo menos, una exageración. De hecho varios de los 701 caso No identificados se deben justo a que no hay información suficiente para su evaluación.
[3] Esos militares son muy malos y censuran todo. En realidad se debía a una política que protegía la identidad de los testigos, muy parecida a la actual protección de datos personales. El nombre del fotógrafo fue dado a conocer en los periódicos de la época y en las revistas de platos voladores el nombre del fotógrafo.
[4] A Kevin Randle le parece que esto es algo que no se debe tomar en cuenta al analizar un caso ovni, lo cual resulta altamente preocupante.
[5] En esto estoy de acuerdo con Randle. Los falsificadores y fanáticos de los ovnis crean sus «pruebas», entre otras cosas, para obtener algún beneficio. En este caso particular, un beneficio económico.
[6] Que esto no sea sospechoso para Randle me da una idea del porqué sigue creyendo que el caso Roswell es real.
[7] ¡Claro que había evidencia! Si Randle no la quiere ver es otro tema.
[8] Pero aquí no hay ninguna concordancia de recuerdos. Bouillier consultaba todo con Siegmond antes de dar una respuesta a los investigadores de la Fuerza Aérea.
[9] Randle, hábilmente, elimina la siguiente parte del comentario de los investigadores del Libro Azul: «Consecuentemente, el objeto era relativamente diminuto, probablemente menos de seis pulgadas de ancho». Y esto es una parte fundamental para entender el por qué se llegó a la conclusión de que fue un engaño.
[10] Si el objeto hubiese estado a la distancia y no cerca de la cámara, como ésta estaba puesta al infinito, no se hubiera encontrado tal desenfoque. La única forma de obtener este fuera de foco es, como lo indicaron los investigadores del Libro Azul, fotografiando un modelo pequeño a corta distancia.
[11] Opinión que nada tiene que ver con que la foto haya sido falsificada. Además de que, podemos suponer sin temor a equivocarnos, que ese oficial de la Fuerza Aérea no era fotógrafo.
[12] No obstante la Fuerza Aérea publicó todas las fotografías. Lo que no menciona Kevin Randle.
[13] ¿En una investigación «real» no es necesario contactar con los servicios meteorológicos para que nos indiquen si algún fenómeno de este tipo estaba involucrado?
[14] La evidencia real fue el análisis de las fotografías.
[15] El mismo informe del Libro Azul señala lo altamente sospechoso que es que en un día de asueto (domingo), en el que una gran proporción de los habitantes de Nueva York está fuera de sus casas y trabajos, sólo una pareja de neoyorkinos haya sido capaz de observar los movimientos de un ovni en la ciudad más poblada del mundo.
[16] Siegmond Warren, Flying Saucer Over New York, Flying Saucer Review, England, Vol. 1, No. 3, July-August 1955.
[17] En las entrevistas que dio a los periódicos de los Estados Unidos, Siegmond afirmó que iba a comenzar a fotografiar a la señorita Bouillier cuando esta última le señaló el ovni en el cielo.
[18] Al Libro Azul le aseguró que no había visto ni escuchado ningún avión.
[19] Esta descripción no aparece ni en el informe del Libro Azul ni en los periódicos americanos.
[20] A pesar de su enorme brillo y tamaño inmenso nadie la pudo notar en una ciudad habitada por millones de seres humanos.
[21] La forma de desaparición tampoco coincide con lo que relató a los periódicos y las revistas de platos voladores, ni a los investigadores del Libro Azul.
[22] En realidad no. Fue el propio Siegmond quien se las ofreció, pero no las aceptaron.
[23] Tampoco es cierto. La Fuerza Aérea concluyó que las fotos eran falsificaciones.