IMPACTO AMBIENTAL
Trump y el cambio climático[1]
Juan José Morales
En estos días, hablar sobre Donald Trump, es casi obligado. Y una de las razones para ello es que «”aunque parezca extraño y suene apocalíptico»” su llegada al poder pone en grave peligro el futuro de la raza humana.
En efecto, como señalamos hace poco en esta columna, Trump «” en su total ignorancia científica»” se mofa de las advertencias de los expertos acerca del calentamiento global y el cambio climático, dice burlonamente que eso es un invento de los chinos para obligar a Estados Unidos a reducir su crecimiento industrial, y ha prometido que, una vez en la presidencia, «cancelará» el acuerdo de París de 2015 mediante el cual 195 naciones, entre ellas Estados Unidos, se comprometieron a reducir las emisiones de gases causantes del incremento de la temperatura media anual de la Tierra.
Cancelar el acuerdo, no puede Trump. Eso sería, en todo caso, decisión de los gobiernos que lo firmaron. Y aquí cabe subrayar que ya fue ratificado por Estados Unidos y por China, los dos mayores productores de gases de efecto invernadero. Otros países ya lo habían hecho y el convenio entró en vigor hace poco más de una semana, el 4 de noviembre.
Lo que sin duda hará Trump, es sabotearlo o incumplirlo. Y en ello estriba la gravedad de la cuestión. De hecho, otra de sus promesas «”o amenazas, si así se prefiere llamarlas»” es que bloqueará el llamado Plan de Energía Limpia, un programa mediante el cual se pretende instalar sistemas para retener el dióxido de carbono de las centrales termoeléctricas y otras fuentes de emisión, impidiendo que escape a la atmósfera.
Una de las caricaturas sobre la negativa de Trump a aceptar la realidad del cambio climático. Un grupo de 375 afamados científicos advirtió antes de su elección en una carta abierta publicada en el sitio web ResponsibleScientists. Org, sobre las graves consecuencias que para el mundo traería que Estados Unidos se excluya del Acuerdo de París.
Ese plan es justamente uno de los principales compromisos del gobierno norteamericano para cumplir lo estipulado en el Acuerdo de París.
No parece que las de Trump sean meras bravuconadas. Un indicio de que está dispuesto a cumplirlas, es el hecho de que acaba de nombrar a Myron Ebell para encabezar el equipo de transición que recibirá la Agencia de Protección Ambiental (EPA por su sigla en inglés) de manos del gobierno de Obama. Ebell es conocido por su escepticismo respecto al cambio climático y el calentamiento global, de los cuales afirma que son exageraciones de los científicos. El hecho de que Trump lo haya puesto al frente de la entidad gubernamental encargada de tales cuestiones, no augura nada bueno.
Mediante el acuerdo de París «”vale la pena recordarlo»” los gobiernos se comprometieron a adoptar una serie de medidas para mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2° C sobre los niveles anteriores a la Revolución Industrial y limitar el aumento a 1.5 °C,. Con ello se espera reducir considerablemente los riesgos y el impacto del cambio climático.
Para ello, empero, es fundamental que las emisiones globales alcancen su nivel máximo cuanto antes. Si Estados Unidos, el principal causante del calentamiento global, no pone su parte para ello, será muy difícil evitar una catástrofe mundial. Y no estamos exagerando. Recientes estudios hacen temer que, si no se actúa oportunamente, la Tierra puede entrar en un proceso irreversible que lo convertiría en un planeta inhabitable.
Pero como el espacio se ha agotado, tendremos que dejar para el lunes venidero los comentarios sobre este punto.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Sábado 12 de noviembre de 2016