IMPACTO AMBIENTAL
El calentamiento y el futuro de la Tierra[1]
Juan José Morales
Decíamos el viernes pasado que, según las sombrías advertencias de los expertos, si el calentamiento global continúa incrementándose como hasta ahora, la Tierra corre riesgo de convertirse en un planeta inhabitable. A esa conclusión llegó un estudio recientemente publicado en la revista Science Advances, según el cual el fenómeno sería semejante al ocurrido en Venus, donde en tiempos remotos hubo agua, una atmósfera respirable y temperaturas propicias para la vida tal como la conocemos. Pero el cambio climático lo transformó en un infierno carente de agua, con temperaturas superiores a 460 grados y una atmósfera cargada de ácido sulfúrico y otros gases tóxicos.
Representación artística de la atmósfera de Venus. Es 90 veces más densa que la de la Tierra, está compuesta en 95% por dióxido de carbono, contiene grandes cantidades de ácido sulfúrico y por su temperatura, superior a 460 grados, metales como el plomo y el estaño no pueden existir en estado sólido. Se supone que en una época remota Venus fue semejante a nuestro planeta, pero intenso un proceso de calentamiento global lo hizo perder su agua y convertirse en un infierno.
Ya el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (PICC) ha venido advirtiendo que, si no se detiene el incremento de gases de efecto invernadero en la atmósfera y la temperatura media de la Tierra llegara a ser dos grados mayor que en la época anterior a la Revolución Industrial, las consecuencias serían devastadoras.
El estudio a que nos referimos, en el cual se examinaron los cambios de clima registrados durante los últimos 784 mil años, fue encabezado por el Dr. Tobias Friedrich, del Centro Internacional de Investigaciones del Pacífico de la Universidad de Hawai y en él participaron científicos de diversas naciones. Su conclusión fue que se están conjugando dos factores que contribuyen a acentuar el cambio climático: uno es el hecho de que actualmente la Tierra se encuentra en lo que los geofísicos conocen como un interglacial; es decir, un período en el que su temperatura es más cálida que en los períodos glaciales o edades de hielo. Esto, dicho sea de paso, ha sido muy afortunado, pues creó condiciones ambientales propicias para el desarrollo de la civilización. El otro factor es la actividad humana, que inyecta en la atmósfera grandes cantidades de dióxido de carbono y otros gases de los llamados de efecto invernadero, que contribuyen a retener el calor solar y por ende a elevar la temperatura media.
El problema «”dicen los autores del estudio»” es que la atmósfera terrestre es especialmente sensible a las concentraciones de CO2 y en consecuencia al cambio climático, cuando se encuentra en una etapa cálida. En tales circunstancias, el aumento de temperatura se acelera, y una vez rebasado cierto límite, se cae en una especie de círculo vicioso y se vuelve irreversible.
A su juicio, de aquí a 2100, la temperatura media de la atmósfera llegará a ser entre 2.6 y 4.8 grados mayor que en la etapa preindustrial. Ese incremento es mucho mayor que lo pronosticado por el PICC, y podría desatar esa cadena de sucesos que transformarían la atmósfera terrestre y volverían inhabitable nuestro planeta.
Ciertamente, esto puede sonar catastrofista, y hay científicos que no están del todo convencidos de la exactitud de las previsiones de Friedrich y sus colegas, pero hay hechos que indican que el calentamiento va en serio; muy en serio. Por ejemplo, que de los últimos 12 meses, 11 han sido «”a escala mundial»” los más calurosos de que se tiene registro, y 2016 va en camino de ser el tercer año consecutivo en que la temperatura media supera a las de todos los años precedentes. Es también alarmante la disminución en la superficie del llamado «hielo viejo» del Ãrtico; es decir, el hielo que se conserva todo el año, incluso en verano.
En fin, ahí está la advertencia. Es cuestión de que los gobiernos la tomen en serio.
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[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 14 de noviembre de 2016