QUE NO LE DIGAN, QUE NO LE CUENTEN
Doña Ana María y el negocio del magnesio[1]
Juan José Morales
A mi celular llegó hace poco la transcripción de una entrevista hecha a una licenciada en química, española, de nombre Ana María Lajusticia, sobre las maravillosas propiedades del magnesio, del cual asegura dicha señora que la curó totalmente de la severa artrosis que padecía y «”¡oh, maravilla!»”, incluso hizo que se le regeneraran los cartílagos, cosa que hasta ahora ningún procedimiento médico ha logrado.
Lo que no se dice en la entrevista, es que la señora en cuestión es dueña en España de un floreciente negocio de venta de suplementos dietéticos que lleva su nombre y que entre otros productos ofrece «”ya habrá usted adivinado»” Lactato de magnesio, Carbonato de magnesio, Cloruro de magnesio, Colágeno con magnesio sabor fresa, Magnesio total y otros por el estilo.
Estos son algunos de los productos a base de magnesio a los que se atribuyen maravillosas propiedades contra un sinfín de padecimientos y a los que se hace publicidad disfrazada de consejos sobre salud. Como se trata de simples complementos alimenticios, las autoridades no pueden exigir que se compruebe su eficacia.
La entrevista «”en la que, repetimos, doña Ana María no dice una palabra sobre su negocio»” no es otra cosa que ese tipo de publicidad disfrazada con el ropaje de bienintencionados consejos sobre salud que circula por las redes sociales y muchos ingenuos se tragan sin sospechar su origen.
La realidad es que, si bien el magnesio es un microelemento mineral indispensable en una buena alimentación «”al igual que el hierro o el calcio»” y que interviene en muchas funciones orgánicas, la pequeñísima cantidad que se requiere «”unos 350 miligramos al día»” puede obtenerse sin problema alguno, y hasta en mayor cantidad, en los alimentos de consumo regular en una dieta balanceada, pues está presente en frutas y verduras y otros vegetales, así como en carnes rojas, pescado y pollo.
Sólo en casos muy especiales, como el de personas con trastornos orgánicos debidos al alcoholismo o víctimas de quemaduras, se requieren cantidades adicionales de magnesio. Una persona sana, con una buena alimentación, no las necesita. Si toma suplementos alimenticios a base de magnesio, el exceso de este mineral simplemente será eliminado a través de la orina.
En cuanto a que sirve para prevenir o curar la artrosis, no hay ninguna evidencia científica de que así sea. Nunca se han hecho pruebas clínicas sobre el particular. Lo único que hay son las afirmaciones de doña Ana María, en el sentido de que a ella le fue de maravilla al tomarlo.
En cuanto a la supuesta regeneración de cartílagos por obra y gracia del magnesio, tampoco hay ninguna evidencia científica. De hecho, no existe hasta la fecha ningún procedimiento que permita regenerar los cartílagos dañados por la edad o por cualquier otra causa.
En cuanto a la señora Lajusticia, es licenciada en química, no doctora en medicina. En una época trabajó en cuestiones agrícolas y en alimentación animal, no humana. Trabajó también un tiempo en una empresa minera dedicada a la extracción de fluorita. Nunca ha hecho investigaciones sobre salud humana o nutrición. Eso no fue impedimento, sin embargo, para que hace unos 40 años escribiera un libro titulado «La alimentación equilibrada en la vida moderna», en el cual expone sus ideas sobre el particular. Posteriormente creó esa marca de suplementos dietéticos a base de magnesio, que resultó un buen negocio, sobre todo porque está asociada a su figura de anciana, actualmente de 91 años pero en muy buen estado de salud, cosa que muchos atribuyen al magnesio.
De modo, pues, que no le digan, que no le cuenten. Si no es usted un alcohólico ni ha sufrido quemaduras, y tiene una alimentación balanceada, no se preocupe por tomar magnesio suplementario. Literalmente hablando, estará tirando su dinero al excusado, porque ese magnesio extra terminará yéndose en la orina.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán Y Quintana Roo. Jueves 26 de enero de 2017