Pseudo-Psicoterapia: Ovnis, Cloudbusters, Conspiraciones y Paranoia en la Psicoterapia de Wilhelm Reich

Pseudo-Psicoterapia: Ovnis, Cloudbusters, Conspiraciones y Paranoia en la Psicoterapia de Wilhelm Reich

17 de julio de 2011

Por Richard Morrock, publicado en eSkeptic, 12 oct 2010

Traducido por la colaboración de Lisángelo Berti

wilhelm_reich_org2Las ideas del psicoanalista disidente Wilhelm Reich tienden a ser encontradas en la costa más distante de la vida intelectual americana, donde abundan las teorías de conspiración, ovnis asombrando los cielos, y la izquierda radical comienza a confundirse con el ultra-derechismo. En la década de 1960, por su rival, Herbert Marcuse, Reich siguió siendo un héroe y mártir para un pequeño pero fragmentado grupo de seguidores, y una gran influencia sobre el pensamiento de un grupo mucho mayor de no conformistas políticos y sexuales que, pueden no llamarse Reichianos.

Wilhelm Reich nació y creció en el remoto interior oriental del Imperio Austríaco alrededor del cambio de siglo. Después de mudarse a Viena al final de la Primera Guerra Mundial, se involucró con el creciente movimiento del psicoanálisis de Sigmund Freud, y luego llegó a ser considerado como su discípulo más productivo. Al mismo tiempo, Reich se involucró con la política marxista; él era un miembro del Partido Comunista de Austria, y más tarde fue un miembro del Partido Comunista Alemán por un breve período.

Reich no era de lejos el único en combinar una profesión psicoanalítica con una ocupación proletaria revolucionaria, aunque tenía una propensión peculiar para discutir con otros, tales como Marcuse y Otto Fenichel, que compartían esas dos orientaciones. Reich, sin embargo, combinó lo político y lo personal de tal manera que lo distinguió incluso de sus colegas psicoanalíticos más radicales. Él argumentó que la represión sexual era la base de la opresión clasista, y que sólo la liberación del individuo de su complejo de Edipo podría preparar el camino para el surgimiento de la justicia social después de la revolución venidera.

Esta teoría establecía un desafío tanto para los fundamentos comunistas y para los psicoanalíticos. De los primeros, Reich exigió un compromiso con la revolución sexual que, tras un corto período de experimentación, en el levantamiento de la revolución bolchevique, los seguidores de Lenin no estaban dispuestos a hacer. De los últimos, Reich exigió apoyo tanto a la revolución sexual como social, pero los psicoanalistas no estaban preparados para exigir la eliminación de toda la represión sexual, y la mayoría estaba muy cómodo en su vida profesional para erigir barricadas en nombre de la clase trabajadora internacional. En consecuencia, en 1935, Reich había sido expulsado de las filas tanto del movimiento comunista como de la Asociación Psicoanalítica Internacional.

A pesar de que sus seguidores ignoran el hecho, hay una contradicción en la prescripción de Reich para la sociedad. Si, como Reich argumenta, la represión sexual es esencial para la supervivencia de la sociedad clasista opresora y si, como él también afirma, la sociedad clasista opresora impone la represión sexual, entonces ¿por dónde se empieza a eliminar la opresión? No puede ser a través de la psicoterapia, porque la clase dominante no permitiría, ni se puede hacer a través de la revolución, porque los trabajadores sexualmente reprimidos no serían capaces de crear una sociedad verdaderamente libre – basta mirar a Rusia. Dadas las hipótesis de Reich, el progreso social significativo es casi imposible. No debería sorprenderse, entonces, que su grupo más activo de adeptos, el Colegio Americano de Orgonomía, ya se alejó de las ideas originales izquierdistas de su fundador y apoya una variedad línea dura de ultra-conservadurismo. El propio Reich, al final de su vida, idolatraba Eisenhower y apoyó la guerra de Corea, pero incluso él habría dudado en pedir más autoritarismo en las escuelas públicas o insinuar que la caída del comunismo en Europa Oriental era en realidad una conspiración comunista.

La ascensión del nazismo en Alemania y Austria obligó a Reich a emigrar a Estados Unidos tras una breve estancia en Escandinavia, donde, incluso en la relación liberal Noruega, sus puntos de vista sexuales radicales le llevaron a problemas con las autoridades. Llegando a Nueva York, Reich se estableció en la región de clase media Forest Hills y fundó una escuela de pensamiento psicoanalítico que posteriormente amplió para incluir las opiniones, sobre todo, desde la educación sexual hasta los orígenes del universo. Después de su muerte, sus seguidores se dividieron en facciones rivales. Hay ahora tres organizaciones Reichianas «ortodoxas» que luchan fervientemente entre sí, mientras al mismo tiempo desprecian a los «neo-Reichianos» como Alexander Lowen, fundador de la bioenergética.

Para su crédito, Reich fue el primer teórico en llevar el cuerpo humano hacia dentro de la psicoterapia, continuando un proceso que fue iniciado, de modo algo vacilante, por Freud. Reich argumentaba que las emociones reprimidas fueron enterradas en lo que él describió como armadura muscular. Algunas veces él ilustraría lo que llamaba «segmentos» del cuerpo – cabeza, tórax, pelvis, etc – en mapas notablemente parecidos a aquellos usados por médicos hindúes para retratar los chakras, o centros de energía. Esencial para la terapia Reichiana es la liberación de emociones reprimidas a través de la manipulación física del cuerpo del paciente, en conjunto con la psicoterapia de orientación más o menos freudiana. A veces esto tuvo resultados dramáticos, pero no siempre positivos. En los casos en que el paciente no está preparado para aceptar los sentimientos que se liberan, los efectos son similares a un «bad trip» de LSD. Después de su experiencia, el paciente comienza a creer en algunas cosas muy extrañas.

Paradójicamente, malos resultados en la terapia Reichiana apoyan sus teorías, tanto como el oro transformado en plomo, aunque sin provecho, al menos prueba que los alquimistas fueron de hecho capaces de transmutar metales.

Anna Freud, que conoció bien a Reich durante sus días en Viena, lo consideraba psicótico. No se puede aceptar sin reservas esa afirmación, innecesaria decir, ya que basta recordar que la defensa de Reich por la liberación sexual puede no haber encajado muy bien con el celibato de la Sra. Freud. Pero en los últimos años de su vida, Reich estaba mostrando signos de paranoia, que incluso sus seguidores más devotos fueron duramente presionados a negar. Dos de sus últimos libros, «Escuche, Zé Nadie» y «El asesinato de Cristo», pueden ser leídos como sermones bizarros, donde Reich exponía la perversidad de los tontos tacaños que no lo reconocen como el mesías secular. Estas dos obras hacen Reich sonar como la quintaesencia de los científicos locos.

amoeba12Pero ninguno de estos libros se compara con su último, Contact with Space. Mientras los Reichianos acusan al gobierno de Estados Unidos de tácticas totalitarias porque la Food and Drug Administration (FDA), en un exceso de celo burocrático, quemó los libros de Reich cuando cerraron su laboratorio, los Reichianos han mantenido Contact with Space sin publicar, para garantizar que el público permanezca sin conocimiento de las curiosas nociones de Reich sobre discos voladores hostiles.

A diferencia de grupos conocidos por los escépticos, como MUFON y CUFOS, Reich no se limitó a sostener que la Tierra estaba siendo visitada por alienígenas. Él llegó hasta a alegar que los ovnis eran hostiles, pilotados por seres que él llamaba «pueblo CORE» que venía para robar la energía orgánica de nuestro planeta. Él incluso divagó si su padre no sería uno de esos «pueblo CORE», que haría de Reich el producto de mestizaje interplanetario. Por la manera vacilante en la que él expresó esta opinión, parece que su formación psicoanalítica le advirtió sobre la posibilidad de que esta noción sería ilusoria.

Sus seguidores no siempre tuvieron esas dudas. Un graduado en terapia Reichiana, Jerome Eden (ya fallecido), fundó un grupo llamado Consejo de Ciudadanos Planetarios Profesionales, cuyo título pretensioso disfrazaba el hecho de que nunca tuvo más de ocho o diez miembros. Eden no sólo alardeaba la teoría de que la Tierra estaba siendo atacada por discos voladores hostiles, como afirmaba haber traducido un manual de «Combate Cósmico», supuestamente encontrado en un lugar de aterrizaje de ovni junto con un conveniente diccionario bilingüe, entregando los planes de los alienígenas para subyugar la Tierra a través de disimulación y trampa. «Si alguien detecta nuestra intención», las supuestas criaturas espaciales furtivamente declaran: «la mejor defensa es públicamente afirmar que tal alegación es absurda y tachar a esa persona como obviamente insana». El autor del documento cita al gran teórico militar prusiano Clausewitz, levantando algunas sospechas en mi mente de que él/ella (o ser) debe haber sido de nuestro propio planeta, aunque alguien pueda oponerse a tan precipitadas conclusiones.

cloudbuster2Los reichianos relataron enfrentamientos con ovnis, usando sus «Cloudbusters» (arrasa-nubes) – dispositivos de control climático de valor no comprobado. En febrero de 1955, un grupo de científicos reichianos alegó haber expulsado a ovnis invasores de Tucson, Arizona, sufriendo una baja de un heroico defensor herido por una explosión radioactiva. Los invasores nunca regresaron. El propio Reich una vez dijo haber rechazado un ovni con su propio cloudbuster cerca de su laboratorio en Rangeley, Maine.

Los Reichianos no han enfatizado la amenaza de los ovnis en años recientes. Sin embargo, Peter Robins de Nueva York ha hablado en reuniones del Colegio Americano de Orgonomía sobre los visitantes espaciales, y parece aspirar al título de Eden como principal autoridad reichiana sobre ovnis.

Una cuestión controvertida sobre la que Reichianos tienen mucho que decir es el control climático. Reichianos, con sus «cloudbusters» basados en «energía orgónica», exigen reconocimiento cada vez que una sequía termina en Occidente, aunque grupos reichianos rivales a menudo pelean entre sí sobre qué experiencias realmente causaron la lluvia. La alegación no comprobada de control climático tiende a alejar a algunas personas que podrían ser atraídas hacia las ideas reichiana; salvar el mundo es una cosa, jugar a Dios es otra. Los reichianos de cartulina, sin embargo, esperan que sus experiencias de fabricar la lluvia obliguen a los escépticos a aceptar toda su cosmología.

Otra teoría aceptada por los Reichianos es la generación espontánea. Reich argumentaba que formas de vida podrían surgir de materia inorgánica en tubos de ensayo sellados y esterilizados, conteniendo escombros de quintal común hervido en agua. Si eso fuera cierto, invalidaría todas las investigaciones biológicas de los últimos siglos. Reich despreció a los críticos que argumentaban que el surgimiento de amebas y otros microorganismos en los tubos de ensayo era debido a sus controles inadecuados, que permitieron que las esporas sobrevivan en el compuesto. Sus seguidores alegan que los científicos convencionales son incapaces de apreciar los descubrimientos de Reich porque están «blindados» por sus neurosis, una especie de equivalente moderno a la Ropa Nueva del Emperador. Se dice que, si otros científicos pasan por la terapia orgónica, verían los mismos fenómenos que los Reichianos relatan en sus propios laboratorios. Esto puede incluso ser cierto, si asumimos que la terapia reichiana es tan perjudicial que a menudo lleva a la gente a ver cosas que no existen.

4899254920_8bfcef8f612-e1310950128641Reich terminó su vida en la prisión, muriendo de ataque cardíaco poco antes del plazo para ser liberado. La acusación original contra él era vender «acumuladores orgónicos» más allá de la frontera estatal, lo que le llevó a tener problemas con la FDA. Sin embargo, podría fácilmente librarse de esta acusación si así lo deseara. Reich se negó a impugnar la acusación ante el tribunal, alegando que sus doctrinas «científicas» no podrían ser discutidas en una corte de justicia. Él fue condenado no por fraude o charlatanismo, sino por falta de respeto al tribunal.

Los seguidores de Reich sostienen que su líder fue encuadrado como parte de una conspiración comunista y que el gobierno estadounidense, en el auge de la Guerra Fría y después de años de histeria macarthista, estaba actuando como instrumento de Moscú, cuando procesó a Reich.

Irónicamente, el objetivo original de Reich era eliminar de la doctrina de Freud su equipaje metafísico y colocarla en una base científica sólida. Pero mientras su escuela de pensamiento se desarrollaba, ella pasó a incluir más y más teorías largamente descartadas e historias populares, vestidas con terminología pseudocientífica y confirmadas a través de experimentos dudosos que no-Reichianos no fueron capaces de repetir. La generación espontánea es revivida en las descripciones de Reich de los «Bacilos T». Magnetismo animal se transforma en energía orgánica y el Yin y Yang del Budismo Mahayana son retrabajados en la teoría de Reich sobre la superposición cósmica.

Con lo que Reich nunca rompió en el psicoanálisis fue la noción de reduccionismo, que ve los acontecimientos sociales como nada más que el reflejo de la realidad psicológica. Reich, de hecho, lo llevó aún más lejos, tratando de reducir la psicología a la biología y física, siendo ésta última, como Martin Gardner subrayó, un asunto sobre el que Reich tenía muy poco conocimiento. Junto con su autoritarismo y su propia aparente incapacidad de distinguir el objetivo de fenómenos subjetivos, el reduccionismo de Reich lo llevó a desarrollar una psicoterapia pseudocientífica que excede a todas las demás, tanto en su ámbito y dogmatismo, como en la intolerancia de sus adeptos.

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