En los días por venir (14)

Capítulo XII

¡UNA CARTA DE SCHARE PARA USTED!

Continuaremos con nuestra descripción de la vida en Venus, como un apropiado preludio de nuestro bien ganado privilegio de servir en nuestra capacidad actual… no designados técnicamente como “maestros” sino más bien en el papel de “hermanos mayores”, guiando, alentando y elogiando cualquier paso hacia adelante, mientras nuestros camaradas de la Tierra se alinean con nuestra marcha constante hacia nuestra meta… ¡la aceptación de nuestro Amado Comandante en Jefe, Jesucristo, como Gobernante de Shan (planeta Tierra)! Hasta que suba a su legítimo trono de Poder y Gloria, y sea aceptado por la humanidad con un verdadero espíritu de lealtad y devoción, estamos obligados por nuestra sagrada palabra de honor a servir de cualquier forma que acelere ese desenlace.

Procedamos, entonces, a nuestra tarea de informar a nuestros amigos de Shan sobre algunos aspectos de nuestro modo acostumbrado de “vida hogareña”, que nos ha proporcionado un máximo de deleite físico (mi escriba cuestiona ese término), pero disfrutamos el placeres sensoriales que temes perder cuando haces la transición a lo que has llamado la “Cuarta Dimensión”. Es cierto que se necesita un poco de preparación para entrar en este entorno vibratorio superior y participar al máximo en los raros privilegios que son nuestros. Sin embargo, te aseguramos sin ambages que nuestra alegría por la satisfacción de todos los deseos (puesto que hemos aprendido el secreto de desear sólo lo que es para nuestro mayor bien) va mucho más allá de todo lo que has experimentado en tu presente vida terrenal, ¡que no sabemos cómo emplear frases lo bastante fuertes para hacértelo real!

Cuando “escuchas” la armonía completa de una orquesta celestial o los tonos claros como el cristal de una melodía conmovedora cantada por alguien que consideras angelical… cuando una fragancia de dulzura inolvidable te llega desde no sabes dónde… cuando una visión mental se refleja en algún lugar de belleza fascinante, tal vez en la propia Venus… cuando surge un éxtasis a través de todo tu ser que enciende tu corazón con amor por cada criatura, por cada cosa que crece, desde la más pequeña flor hasta la imponente monarca del bosque, por cada mortal que adora al gran Creador… cuando disfrutas de todo el sabor de una deliciosa contribución a su comida diaria directamente del inigualable almacén de comestibles de la naturaleza (no estropeado por los procesos de manipulación del hombre)… ¿no has tenido un tentador anticipo de los “placeres sensoriales” a los que muchos terrícolas se imaginan que deben renunciar al abandonar su hogar terrenal, que les ha proporcionado una porción demasiado escasa de placer genuino?

Sin embargo, es un hecho innegable que retenemos, en forma amplificada e intensificada, adecuada a nuestra capacidad más sensibilizada de disfrute, todo lo que ha encontrado verdaderamente placentero en tu “existencia material”, como la llamas. Escuchamos y somos especialmente susceptibles a los aromas… aunque no tenemos nada ofensivo para nuestras sensibles fosas nasales. Tenemos claridad de visión, que se extiende a reinos ocultos a tus ojos, ¡sin importar cuán experto sea tu oculista! Nuestro sentido del tacto se ajusta con delicadeza a los objetos moldeados en un molde más etérico que los que se encuentran, y se rompen más fácilmente. De hecho, pueden ser alterados o incluso borrados por el poder del pensamiento solo (lo que podría considerarse un logro deseable en el caso de los muebles decrépitos que he observado, especialmente en lo que ustedes llaman sus “áticos”).

¡Por favor! Siento el mayor respeto y admiración posibles por cualquiera que haga lo mejor de sus posesiones, por groseras que sean… pero estaba pensando en lo que a menudo se refiere como “basura” que se guarda sin una buena razón. Estoy de acuerdo con el consejo de “C. N.” de “optimizar sus posesiones”.

No he mencionado los aspectos más espirituales de nuestras vidas, que para nosotros son preciosos más allá de todo lo demás. Nuestras vidas abundan en una apreciación cada vez mayor de las bendiciones que se incrementan a partir de una expresión libre de nuestras aspiraciones más elevadas. Intentaremos llevarlo más lejos en nuestra confianza y nuestros planes para su felicidad la próxima vez que hablemos con ustedes. Hasta entonces, mi amor y mi más sincero agradecimiento por las garantías de su confianza y afecto, recibidas por correo y vía “¡inalámbrica!” ¡Gracias y que Dios te bendiga!

ASHTAR

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