Una comisión del Senado aprueba una ley para erradicar los artefactos alienígenas ocultos
24 de junio de 2023
Jason Colavito
Sólo unas semanas después de que el llamado informante de ovnis David Grusch alegara que seres alienígenas interdimensionales estrellaron docenas de platillos volantes que los Estados Unidos han recogido desde 1944 mientras ocultaban al Congreso un tratado secreto entre la humanidad y los alienígenas espaciales, el Comité de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos aprobó por unanimidad un lenguaje legislativo patrocinado por la senadora cazadora de ovnis Kirsten Gillibrand y otros que exigía a todas las agencias federales y a cualquier contratista que obtuviera materiales de las agencias federales proporcionar acceso a todos sus artefactos alienígenas espaciales.
Como Douglas Dean Johnson informó esta mañana, la Ley de Autorización de Inteligencia Fiscal 2024 contiene un pasaje alucinante sobre materiales extraterrestres o interdimensionales:
El nuevo lenguaje FANI (que se encuentra en la Sección 1104 del proyecto de ley) requeriría que “cualquier persona actualmente o anteriormente bajo contrato con el Gobierno Federal que tenga en su posesión material o información proporcionada por o derivada del Gobierno Federal relacionada con fenómenos anómalos no identificados que anteriormente o actualmente esté protegida por cualquier forma de acceso especial o acceso restringido” notifique al director de la Oficina de Resolución de Anomalías de Todo el Dominio (AARO) dentro de los 60 días de la promulgación, y proporcionar en un plazo de 180 días (seis meses) “una lista exhaustiva de todo el material de origen no terrestre o exótico de fenómenos anómalos no identificados” que posea y ponerlo a disposición del director de la AARO para su “evaluación, análisis e inspección”.
Las afirmaciones de Grusch contenían una afirmación plausible de que los militares tienen programas aeroespaciales secretos fuera de la supervisión del Congreso, una afirmación indudablemente correcta de que el gobierno de EE.UU. recoge y estudia materiales inusuales estrellados (documentos que se remontan a 1947 así lo indican), y una gran cantidad de mitología ovni muy en línea derivada de afirmaciones y bulos transparentemente falsos.
Es cierto que probablemente existan programas militares secretos de algún tipo que el Congreso desconoce, pero nunca ha habido indicios de alienígenas espaciales o entidades lovecraftianas multidimensionales. Esta legislación es (a) descabellada y (b) no es en absoluto un método para abordar la supuesta preocupación por la seguridad nacional acerca de los programas militares secretos. Es, de forma bastante transparente, una búsqueda del tesoro de tecnología alienígena espacial, lo que supone tanto la admisión de que el Congreso no tiene pruebas de dicha tecnología como que, por razones que me desconciertan, nuestros legisladores siguen siendo esclavos del pequeño grupo de defensores de los ovnis que han impulsado una narrativa mitológica sobre la infiltración y la invasión desde otra dimensión.