Jamais vu: la ciencia detrás del inquietante opuesto al déjà vu

Jamais vu: la ciencia detrás del inquietante opuesto al déjà vu

15 de septiembre de 2023

Autores

1. Akira O’Connor

Profesor titular de Psicología, Universidad de St Andrews

2. Christopher Moulin

Profesor de neuropsicología cognitiva, Université Grenoble Alpes (UGA)

Declaración

Chris Moulin recibe actualmente financiación de la Agence National de Recherche francesa para examinar la conciencia de la memoria en adultos mayores sanos (el proyecto AGEFOK). Fue miembro sénior del Institut Universitaire de France (IUF) entre 2016 y 2021. Agradece el apoyo del IUF en su investigación sobre déjà vu y jamais vu.

Akira O’Connor no trabaja para, consulta, posee acciones o recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.

Socios

Université Grenoble Alpes (UGA) proporciona financiación como socio fundador de The Conversation FR.

University of St Andrews proporciona financiación como socio de The Conversation UK.

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La repetición tiene una extraña relación con la mente. Por ejemplo, la experiencia del déjà vu, cuando creemos erróneamente haber vivido una situación novedosa en el pasado, lo que nos deja una espeluznante sensación de pasado. Pero hemos descubierto que el déjà vu es en realidad una ventana al funcionamiento de nuestro sistema de memoria.

Según nuestras investigaciones, el fenómeno se produce cuando la parte del cerebro que detecta la familiaridad se desincroniza con la realidad. El déjà vu es la señal que alerta de esta rareza: es una especie de “comprobación de hechos” para el sistema de la memoria.

Pero la repetición puede hacer algo aún más extraño e inusual. Lo contrario del déjà vu es el “jamais vu”, cuando algo que nos resulta familiar nos parece irreal o novedoso de alguna manera. En nuestra reciente investigación, que acaba de ganar un premio Ig Nobel de literatura, investigamos el mecanismo que subyace a este fenómeno.

El jamais vu puede consistir en mirar una cara conocida y encontrarla de repente inusual o desconocida. Los músicos lo sufren momentáneamente: se pierden en un pasaje musical muy familiar. Puede que a usted le haya pasado al ir a un lugar conocido y desorientarse o verlo con “ojos nuevos”.

Es una experiencia aún más rara que el déjà vu y quizás más inusual e inquietante. Cuando se pide a la gente que la describa en cuestionarios sobre experiencias de la vida cotidiana, dan relatos como: “Mientras escribo en mis exámenes, escribo una palabra correctamente como ‘apetito’, pero sigo mirando la palabra una y otra vez porque tengo dudas de que pueda estar mal”.

En la vida cotidiana, puede provocarlo la repetición o la mirada fija, pero no tiene por qué. A uno de nosotros, Akira, le ha pasado conduciendo por la autopista, lo que le ha obligado a detenerse en el arcén para que su desconocimiento de los pedales y el volante se “reseteara”. Afortunadamente, en la naturaleza, es raro.

Montaje sencillo

No sabemos mucho sobre el jamais vu. Pero suponemos que sería bastante fácil de inducir en el laboratorio. Si simplemente le pides a alguien que repita algo una y otra vez, a menudo se da cuenta de que carece de sentido y resulta confuso.

Este fue el diseño básico de nuestros experimentos sobre el jamais vu. En un primer experimento, 94 estudiantes universitarios se dedicaron a escribir repetidamente la misma palabra. Lo hicieron con doce palabras diferentes que iban desde lo común, como “puerta”, a lo menos común, como “sward”.

Pedimos a los participantes que copiaran la palabra lo más rápido posible, pero les dijimos que podían parar y les dimos algunas razones para ello, como sentirse extraños, estar aburridos o que les doliera la mano. Detenerse porque las cosas empezaban a parecer extrañas fue la opción más elegida, y cerca del 70% se detuvo al menos una vez por sentir algo que definimos como jamais vu. Esto solía ocurrir al cabo de un minuto aproximadamente (33 repeticiones), y normalmente con palabras conocidas.

En un segundo experimento utilizamos sólo la palabra”the”, pensando que era la más común. En esta ocasión, el 55% de las personas dejaron de escribir por motivos que coincidían con nuestra definición de jamais vu (pero después de 27 repeticiones).

Los participantes describieron sus experiencias como “pierden su significado cuanto más las miras”, “parece que pierdo el control de la mano” y nuestra favorita “no parece correcto, casi parece que no es realmente una palabra, pero alguien me ha engañado para que piense que sí…”

imageIntenta escribir “the” 33 veces. Christopher Moulin, CC BY

Tardamos unos 15 años en redactar y publicar este trabajo científico. En 2003, tuvimos la corazonada de que la gente se sentía rara al escribir repetidamente una palabra. Uno de nosotros, Chris, se había dado cuenta de que las líneas que le habían pedido que escribiera repetidamente como castigo en el instituto le hacían sentir extraño, como si no fuera real.

“Tardamos 15 años porque no éramos tan listos como creíamos. No era la novedad que creíamos”. En 1907, una de las figuras fundadoras anónimas de la psicología, Margaret Floy Washburn, publicó un experimento con uno de sus alumnos que demostraba la “pérdida de poder asociativo” de las palabras que se miraban fijamente durante tres minutos. Las palabras se volvían extrañas, perdían su significado y se fragmentaban con el tiempo.

Habíamos reinventado la rueda. Los métodos y las investigaciones introspectivas habían caído en desuso en la psicología.

Perspectivas más profundas

Nuestra aportación única es la idea de que las transformaciones y pérdidas de significado en la repetición van acompañadas de un sentimiento particular: el jamais vu. El jamais vu es una señal de que algo se ha vuelto demasiado automático, demasiado fluido, demasiado repetitivo. Nos ayuda a “salir” de nuestro procesamiento actual, y la sensación de irrealidad es, de hecho, una comprobación de la realidad.

Es lógico que esto tenga que ocurrir. Nuestros sistemas cognitivos deben permanecer flexibles, permitiéndonos dirigir nuestra atención hacia donde sea necesario en lugar de perdernos en tareas repetitivas durante demasiado tiempo.

Estamos empezando a entender el jamais vu. La principal explicación científica es la “saciación”, es decir, la sobrecarga de una representación hasta que pierde el sentido. Entre las ideas relacionadas se incluye el “efecto de transformación verbal”, por el que repetir una palabra una y otra vez activa los llamados vecinos, de modo que se empieza escuchando la palabra “tress” en bucle una y otra vez, pero luego los oyentes dicen oír “dress”, “stress” o “florist”.

También parece estar relacionado con la investigación sobre el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), que analizó el efecto de mirar compulsivamente objetos, como anillos de gas encendidos. Al igual que escribir repetidamente, los efectos son extraños y hacen que la realidad empiece a escaparse, pero esto podría ayudarnos a entender y tratar el TOC. Si comprobar repetidamente que la puerta está cerrada hace que la tarea carezca de sentido, significará que es difícil saber si la puerta está cerrada, y así se inicia un círculo vicioso.

Por último, nos sentimos halagados por haber sido galardonados con el premio Ig Nobel de literatura. Los ganadores de estos premios aportan obras científicas que “hacen reír y luego hacen pensar”. Esperemos que nuestro trabajo sobre el jamais vu inspire más investigaciones y conocimientos aún mayores en un futuro próximo.

https://theconversation.com/jamais-vu-the-science-behind-eerie-opposite-of-deja-vu-213596

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