Revisando la explicación de las centellas para los ovnis

21 de septiembre de 2023

Jazz Shaw

Hace varios años empecé a investigar el fenómeno de las centellas, ya que aparece con mucha frecuencia en las discusiones sobre el fenómeno ovni (o fenómenos anómalos no identificados, FANI, como el gobierno estadounidense insiste en que digamos estos días). En los últimos meses he vuelto a investigar parte del material de investigación más actual y los informes disponibles sobre este tema y voy a proporcionar algunas actualizaciones sobre la información histórica y más reciente que se ha hecho disponible aquí.

Merece la pena señalar que los ovnis “en forma de bola” (como suelen describirse las centellas) se encuentran entre los avistamientos más comunes de los que se tiene constancia. Esto ya no es sólo una suposición anecdótica. El sitio web de la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO) del Pentágono lo confirma en un gráfico de morfología publicado recientemente. Incluso proporcionan un video verificado y aún no identificado de uno de ellos filmado por un dron sobre Oriente Medio. Esos “orbes” se describen con frecuencia como de aspecto plateado o metálico, pero teorías avanzadas recientemente sugieren que en algunos casos, sobre todo de noche, podrían exhibir algún tipo de campo alrededor de su superficie, dándoles la apariencia de fuego o incluso de “relámpagos” eléctricos.

La gente lleva bastante tiempo informando de avistamientos de este tipo de objetos. En lugar de ser un fenómeno reciente, la primera vez que se tuvo noticia de una centella fue en el siglo XII, cuando lo escribió el monje benedictino Gervase del Priorato de la Catedral de Christ Church, Canterbury, en 1195. Lo que sugiere que el fenómeno tiene afinidad con las instituciones religiosas (o simplemente que las iglesias contaban con la mayoría de las personas alfabetizadas en aquella época), se dice que una centella cayó en la iglesia de San Pancracio en Widecombe-on-the-Moor, Inglaterra, durante una fuerte tormenta eléctrica en 1638. Los registros de la iglesia indican que la bola de fuego entró por una ventana, derribó al pastor y chamuscó su ropa. Aunque derritió el metal a su alrededor, dejó intacta la madera de la iglesia. El suceso se consideró potencialmente milagroso.

Las centellas no sólo se ven en tierra. Los barcos en el mar han informado de avistamientos similares e incluso de daños alarmantes durante siglos. En 1726, mientras navegaba por la costa del Golfo de Florida, la balandra Catherine and Mary informó haber sido alcanzada por una bola de fuego caída del cielo que “voló el mástil en mil pedazos”. Un testigo escribió que tres hombres fueron alcanzados y uno de ellos murió. Del mismo modo, en 1809, los registros del buque HMS Warren Hastings informaron de tres bolas de fuego que golpearon el barco, matando a dos de la tripulación. En ambos casos se registraron tormentas eléctricas y mar gruesa.

Durante mi investigación inicial, busqué algún tipo de explicación científicamente verificable y plausible para tal fenómeno que no implicara ovnis ni nada paranormal. Y muchos científicos se han dedicado a búsquedas similares que se remontan al menos a la década de 1940. Dado que se describe como “relámpago”, entrevisté a uno de los meteorólogos jefe de NBC News. ¿Podría tratarse realmente de un rayo tal y como lo entendemos actualmente? Me remitió a la descripción actual de la centella ofrecida por la Sociedad Meteorológica Americana. Están dispuestos a admitir que la centella “se considera controvertida debido a la falta de pruebas físicas inequívocas” y los mecanismos exactos de cómo podría tener lugar son “desconocidos”. Confiesa además que “no se sabe mucho al respecto”.

Ese comentario dice mucho, porque en realidad sí sabemos bastante sobre los rayos y la electricidad en general tras siglos de estudio. La NOAA puede predecir casi con exactitud qué tormentas tienen más o menos probabilidades de producir rayos en un intervalo de pocas horas. Sabemos que las “bolas de electricidad” no “flotarán” a través de una ventana de cristal si hay un camino menos resistivo, porque el cristal es un aislante asombroso. La razón por la que la “centella” es inverificable es que no actúa como un rayo u otra actividad electrónica típica.

Eso no quiere decir que las investigaciones científicas sobre el fenómeno no hayan continuado. Revisé un paper más reciente, revisado por expertos, de M. Sanduloviciu y E. Lozneanu, del Departamento de Física del Plasma de la Universidad de Ias (Rumanía), titulado “La centella como fenómeno de autoorganización”.

En un laboratorio, consiguieron reproducir el efecto de forma impresionante e incluyeron muchas fotografías y cuadros explicativos. Pero casi todos ellos requieren condiciones muy controladas y la introducción de un ánodo eléctrico. Al ocurrir en la naturaleza, lo describieron como una “inyección repentina de materia y energía en un plasma caliente bien localizado generado por un rayo”.

Esto enlaza perfectamente con mis descubrimientos originales, que indican que las llamados centellas se asocian normalmente con bolas de fuego que se observan inmediatamente después de un rayo en el suelo en una zona donde se encuentran materiales combustibles. Puede ver un video de un suceso de este tipo aquí. También son comunes las bolas de fuego creadas comercialmente. Pero todas tienen ciertas propiedades en común. Son la combustión evidente de combustibles y suelen ser de muy corta duración y se desplazan de forma predecible, generalmente hacia arriba. No se desplazan zumbando y sobrevolando las alas de los aviones de combate como los foo fighters de antaño.

Entonces, ¿estamos hoy en día más cerca de saber si la centella es “real”? Si suponemos que la expresión significa que la gente ve bolas de luz haciendo cosas extraordinarias en el cielo, hay muchas pruebas que indican que sí. Pero es una frase de conveniencia. ¿Se trata realmente de un “rayo”, tal como entendemos actualmente ese fenómeno meteorológico? Casi seguro que no. La electricidad no funciona así. Pero algo ocurre y se siguen acumulando pruebas.

Los informes se acumulan hasta el día de hoy. The Weather Channel tuvo a bien publicar un video de un ejemplo de 2013. CBS News en Sacramento California publicó un video muy intrigante en 2021. Algunos otros informes relativamente recientes incluyen uno de Pittsburgh, Pennsylvania, donde un testigo informó de una bola verde de luz flotando fuera de su casa durante aproximadamente diez segundos, tras lo cual explotó. La electricidad de su casa se cortó hasta la mañana siguiente. Un segundo testigo de Jordan, New York, informó de una bola roja brillante que se vio dentro de la casa de una persona y que flotó en el aire durante más de tres minutos.

Estos dos últimos casos están relacionados porque forman parte de una colección de avistamientos que está recopilando un equipo de los laboratorios de la Universidad Tecnológica de Nuevo México. Hace unos años crearon una página web específica para que la gente informara de avistamientos de bolas luminosas y tienen muchos ejemplos. Su objetivo es adoptar un enfoque científico, cotejando los testimonios de los testigos con los datos meteorológicos de la hora y el lugar de los avistamientos, en busca de patrones. Esperan identificar las condiciones más propicias para que se produzcan relámpagos en forma de bola, con la esperanza de aumentar las posibilidades de filmarlos en el futuro.

¿Qué son estas bolas llameantes? Personalmente, creo que se parecen mucho a los ovnis, pero eso significa simplemente que aún no hemos identificado con precisión qué son ni de dónde proceden. Pero todos los datos hasta ahora sugieren que realmente no son “rayos” y tenemos una comprensión muy sólida de cómo funciona ese fenómeno natural.

https://mysteriousuniverse.org/2023/09/Revisiting-the-Ball-Lightning-Explanation-for-UFOs/