El ex jefe de Inteligencia de la DGSE, Alain Juillet, sobre los ovnis: “Son sistemas contra los que nuestros ejércitos son incapaces de responder”
En una entrevista exclusiva para UAPCheck News, Alain Juillet hace un balance geopolítico de los fenómenos anómalos no identificados.
10 de enero de 2024
Por Baptiste Friscourt
Preguntado inicialmente sobre la naturaleza misma de la inteligencia, afirma: “La inteligencia es algo fáctico. No juzgamos las emociones; ¡desde luego no estamos ahí para decir si algo es bueno o malo! Nuestro papel consiste en reunir datos y proporcionarlos a los responsables de la toma de decisiones. Luego, corresponde a los responsables decidir, basándose en la política, qué dirección tomar”.
P: ¿La responsabilidad recae en el político o en los servicios de inteligencia?
Alain Juillet: Cuando se trata de estrategia política, recae en el político, pero si la información es falsa, el servicio de inteligencia sí es responsable: tienen que mantenerse fieles a los hechos. Si empiezan a interpretar, se cometen errores. Dicen: “Esta es la realidad de lo que vemos”. Luego cada uno hace lo que quiere con ello; el político toma la decisión final.
En cuanto a los FANI [Fenómenos Anómalos No Identificados], el Sr. Juillet declara:
“Lo terrible de los objetos no identificados, voladores o no, es que se trata de sistemas contra los que nuestros ejércitos son incapaces de responder. Nos enfrentamos a algo que no controlamos, y eso es muy grave porque significa que, como no los dominamos, si decidieran atacar, podrían atravesarnos como si fuéramos mantequilla. Así que esto plantea un enorme problema en términos de seguridad nacional en todos los países”.
“Justo después de la Segunda Guerra Mundial, recibíamos regularmente información sobre naves y objetos no identificados, pero en aquel momento decíamos -y siempre ha sido así- ‘qué raro’; pero tal vez se trataba de testigos que estaban alucinando. Sin embargo, incluso entonces, seguía habiendo interrogantes. Cuando personas muy serias -sobre todo militares y de las fuerzas aéreas- te decían ‘vi esto, estaba al lado de mi nave’, nos preguntábamos: ‘Aun así, estas personas no están locas, son serias, ¿qué habrá sido?’ Pero, presumiblemente, no hubo problemas, así que lo dejamos pasar”.
“Lo que ha venido ocurriendo en los últimos 20 años es que nuestros sistemas de medición, nuestros sistemas de identificación y nuestros sistemas de seguimiento se han desarrollado considerablemente con los medios modernos, por lo que cada vez tenemos más casos identificados y verificados. Hoy tenemos cada vez más casos en los que decimos ‘sí, efectivamente ocurrió algo, y estos son los datos que pudimos reunir al respecto’. Eso plantea verdaderos problemas cuando un político pregunta a un general ‘ante esto, ¿qué hace usted?’ y éste responde ‘no puedo hacer nada; no tengo forma de evitarlo’”.
Imagen de Andreas Glöckner de Pixabay
En cuanto a los supuestos globos derribados el pasado mes de febrero por las Fuerzas Aéreas estadounidenses, Alain Juillet señala que Estados Unidos tomó la decisión de disparar contra objetos sin haberlos identificado formalmente y lo hizo infringiendo la prohibición de derribar objetos a más de 30 km de altura. Además, las autoridades estadounidenses no hicieron ningún comentario sobre la recuperación de posibles restos. Y añade:
“Si se tratara de globos espía chinos, habrían difundido inmediatamente la información diciendo ‘mira, son globos espía chinos; tenían todo el equipo para filmar’, pero no dijeron nada de eso. Esto demuestra que, al final, estos globos no eran para espiar. ¿Eran globos meteorológicos como dijeron los chinos? Es posible, extraño, pero posible. ¿Se trata de otra cosa? No lo sabemos”.
“Todos los grandes países del mundo han avistado objetos no identificados; en algunos casos, observamos naves con características de vuelo completamente diferentes a todo lo que conocemos”.
Según Alain Juillet, la característica más interesante que demuestran estos objetos no es el vuelo en zigzag, sino su capacidad para entrar “en el agua sin disminuir la velocidad; continúan bajo el agua y luego vuelven a salir”. Tenemos un gran número de testimonios sobre objetos sumergidos no identificados, naves que se mueven bajo el agua a velocidades absolutamente increíbles. En las observaciones de tales naves, hemos notado que cuando salen del agua, no hay rastro de agua, están como dentro de una burbuja”.
“En cierto modo nos recuerda a los rusos, que tienen un torpedo de alta velocidad que funciona así; crea una especie de burbuja de plasma alrededor del torpedo, lo que significa que ya no viaja a través del agua, sino a través de una burbuja que no es de agua, sino de plasma. Son los únicos que saben hacerlo actualmente, y este torpedo es formidable, pero lo que estamos discutiendo aquí es mucho más rápido. Tenemos testimonios, y sabemos que no hay ningún país capaz de hacer esto actualmente”.
En cuanto a las observaciones de tales objetos por parte de las fuerzas navales estadounidenses, añade: “No hablan de ello aunque sabemos que han detectado FANI a velocidad extrema bajo el agua – supuestamente, tienen una serie de testimonios muy interesantes; pero no hablan de ello. Tenemos sistemas de escucha submarina para vigilar los submarinos nucleares de otros países, lo que significa que hoy en día, todo lo que ocurre está vigilado. Tienen los medios para detectar cualquier cosa, por lo que evidentemente tienen información al respecto, pero no hablamos de ello -y aquí volvemos al tema del secreto: como no saben lo que es, no quieren asustar a la gente. Es cierto que si le dijéramos a la gente: “Hay naves cruzando el mar, no sabemos de dónde vienen ni a dónde van; quizá haya algo más en la Tierra aparte de nosotros, la gente se asustaría; así que es mejor no decir nada”.
Imagen de Andreas Riedelmeier de Pixabay
A continuación, el antiguo oficial de inteligencia francés aborda una teoría que se ha mencionado con frecuencia: la información que se lleva filtrando desde Estados Unidos desde hace aproximadamente una década podría ser una forma de preparar a la opinión pública. “Una vez que la gente está preparada, ¿por qué habría de preocuparse? La gente preguntará entonces: ‘Pero, ¿qué es esto?’ Todo es posible, pero eso es otra historia. En lo que respecta a los servicios de inteligencia, sólo importan los hechos; un servicio de inteligencia no te dirá ‘viene de otro mundo, viene de otra parte’; te dirá: ‘Esto es lo que observamos hoy’”.
A continuación, Alain Juillet aborda un tema controvertido: la posible recuperación de naves no identificadas por parte de la OGA, una oficina de la CIA especializada en operaciones encubiertas. “Estas naves estrelladas, o tuvieron un fallo o fueron destruidas, o tocaron tierra en algún momento. Si hay piezas en alguna parte, hay que ir a recuperarlas, pero todos los servicios del mundo están interesados en la recuperación de estas piezas, por varias razones”.
“En primer lugar, porque viendo estas piezas, podríamos ver qué aleaciones se están utilizando; dada su trayectoria de vuelo y su comportamiento, es muy probable que hayan resuelto el problema de la gravedad, por lo que habría aleaciones que impiden el efecto de la gravedad”.
“Si recuperas piezas de naves, te permite estudiar la aleación, y tal vez descubrir que tal vez estas aleaciones se pueden hacer con minerales que existen en la Tierra – o tal vez también que se trata de aleaciones con cosas que no conocemos. Según un reciente testimonio de un informante ante el Congreso americano, parece que los Estados Unidos podrían haber recuperado piezas, tal vez incluso una nave entera, en Italia, después de la guerra”.
“Si ellos lo están haciendo, creo que los chinos están haciendo lo mismo, y los rusos también deben estar haciéndolo. Los chinos lo han reconocido: tienen una oficina trabajando en ello; los propios rusos hablaron de ello hace unos años, diciendo ‘sí, estamos trabajando en ello’, porque, a nivel industrial y tecnológico, eso permitiría avances interesantes, quizá llegar al principio de una comprensión de cómo funciona. Ni que decir tiene que, para los actores de la industria de defensa, esto es muy, muy interesante”.
Preguntado por la existencia de un programa de recuperación similar en Francia, Alain Juillet declara no tener conocimiento de nada en ese sentido.
Cuando se le pide que comente las palabras del almirante retirado Tim Gallaudet, Alain Juillet las califica de buen resumen de la situación, dados los hechos conocidos. Las palabras de Gallaudet:
“Estamos siendo visitados por inteligencia no humana con tecnología que realmente no entendemos y con intenciones que tampoco comprendemos”.
Reflexionando sobre una declaración del ex Secretario de Defensa estadounidense Christopher Miller, decepcionado por no haber sido informado sobre los FANI, Alain Juillet ofrece una explicación: el potencial tecnológico de una plataforma militar de este tipo exigiría, en efecto, el máximo nivel de secreto. Y cuantas más personas son informadas sobre un secreto, más riesgo existe de que se produzca una filtración. A continuación cita el desarrollo de los cazas furtivos estadounidenses, que se mantuvieron en el más absoluto secreto durante sus primeros diez años.
Preguntado por las posibles reacciones de los políticos estadounidenses durante un año electoral, ante la opinión pública que exige respuestas sobre el tema de los ovnis, Alain Juillet afirma que podrían tomar la iniciativa y divulgar información, añadiendo que “los profesionales mirarán qué se puede decir, qué planteará menos problemas para el futuro”. Se pregunta si la revelación lenta y fragmentada que hemos visto últimamente no tendrá precisamente como objetivo reducir la presión pública.
En cuanto a una posible carrera armamentística por FANI entre las grandes naciones, Alain Juillet confirma: “Sí, por eso todo el mundo quiere recuperar piezas para ver las aleaciones. Todos los países buscan un arma disruptiva, que los demás no puedan detener. Un país capaz de construir un FANI tendría una ventaja tremenda, ya que dejaría obsoletos todos los demás medios aéreos. Los cientos de aviones de combate que tienen los grandes países – bombarderos, cazas – serían inútiles; sería colosal, una revolución”.
A propósito de las ambiciones de conquista espacial de los grandes y del rearme general en curso, Alain Juillet afirma: “Hoy en día, todas las grandes naciones, incluida Francia, disponen de sistemas de seguimiento que permiten seguir cada satélite, cada lanzamiento, y los controlamos al centenar de metros o al kilómetro exactos. Lo controlamos todo; se conocen todos los desechos y materiales que flotan a nuestro alrededor. Tenemos un conocimiento extraordinario de lo que ocurre en el Espacio -lo que también plantea un problema, porque en estas condiciones, ¿cómo es que no detectamos naves, FANI que podrían pasar por allí? Ratcliffe habló un poco de ello, pero nadie mostró imágenes ni informó de medidas sobre FANI que se hubieran tomado en el Espacio. Y sin embargo, tiene que haberlos, necesariamente, los hay, ya que los vemos en tierra, los vemos a gran altura; no hay razón para que no los viéramos en el espacio. Ese es otro problema sobre el que aún queda mucho por decir”.
Entrevista completa en francés: