La Fundación Sol, el nuevo think tank académico de FANI, publica los videos de las conferencias de su simposio inaugural
12 de febrero de 2024
Micah Hanks
Los días 17 y 18 de noviembre de 2023, un simposio de académicos, funcionarios y ex funcionarios del gobierno, y otras voces destacadas en el estudio de los fenómenos anómalos no identificados (FANI) se reunieron para el evento inaugural de Sol Foundation Initiative for UAP Research and Policy en Palo Alto, California.
El evento, organizado por el Laboratorio Nolan y la Facultad de Medicina de Stanford, tenía como objetivo “proponer políticas gubernamentales tangibles, programas de investigación y estrategias de inversión que puedan hacer frente al reto de estos fenómenos”, así como elevar el nivel del diálogo y generar nuevos enfoques para resolverlos.
El acto, al que sólo se pudo asistir por invitación, fue la primera manifestación pública de la Fundación Sol y sus objetivos desde el lanzamiento oficial del think tank el 15 de agosto de 2023.
“Bienvenidos a Stanford”, dijo el doctor Garry Nolan, Director Ejecutivo del Patronato de la Fundación Sol, al comenzar el simposio. “El objetivo aquí es legitimar y profesionalizar y luego buscar de ustedes sus ideas”.
A lo largo de los dos días siguientes, ponentes como el astrónomo de Harvard Avi Loeb, el informático y capitalista de riesgo Jacques Vallée, la catedrática de Estudios Religiosos de la Universidad de Carolina del Norte en Wilmington Diana Walsh Pasulka, el diputado canadiense Larry Maguire, el ex administrador de la NOAA, el contraalmirante Timothy Gallaudet, y muchos otros presentaron ponencias y charlas cortas sobre diversos enfoques para el estudio y la resolución de los problemas FANI, el coronel del ejército estadounidense Karl Nell, el ex Subsecretario Adjunto de Defensa para Inteligencia Christopher Mellon, y muchos otros presentaron ponencias y charlas breves sobre diversos enfoques para el estudio y la resolución de los FANI, así como sobre lo que podría representar el impacto de estos fenómenos en diversos sectores de la sociedad.
En la clausura del evento, el sábado 18 de noviembre, también hizo una aparición sorpresa David Grusch, un antiguo oficial de los servicios de inteligencia estadounidenses que el pasado mes de junio hizo públicas por primera vez sus acusaciones sobre la existencia de un programa secreto relacionado con FANI y naves de origen no humano adquiridas por el gobierno de Estados Unidos que ha sido ocultado ilegalmente al Congreso durante décadas.
“Por eso tenemos la Fundación Sol”, dijo Grusch, que según se ha sabido también fue cofundador de la fundación con sede en California, mientras participaba en el acto a distancia desde Washington DC. “Básicamente, necesitamos crear una vía paralela de investigación y descubrimiento independiente que no dependa necesariamente del gobierno estadounidense para que nos proporcione todas las respuestas”.
Ahora, por primera vez, los videos de las presentaciones realizadas durante el simposio de noviembre de 2023 se pondrán a disposición del público y podrán verse en el canal oficial de YouTube de la Fundación Sol.
“El objetivo es mostrar abiertamente de qué quiere hablar la Fundación Sol”, dijo Garry Nolan a The Debrief antes de que los videos aparecieran en línea.
“Es un enfoque que abarca a toda la sociedad. Todo, desde la ciencia a la religión, pasando por la sociología y el gobierno. Representamos aspectos de todo eso en todas estas charlas”.
“Todas ellas se harán públicas”, dijo Nolan, y añadió que la fundación “agradecerá ahora el compromiso que se derive de ello”.
El antropólogo sociocultural Peter Skafish, Director de Investigación de la Fundación Sol, declaró a The Debrief que uno de los objetivos comunes que él y Nolan compartieron al lanzar la Fundación Sol y seleccionar a los ponentes de su primer simposio fue el reconocimiento de los diferentes enfoques existentes para entender los FANI y la necesidad de ofrecer un foro académico en el que pudieran debatirse todos ellos.
“Comprendimos las distintas partes”, afirma Skafish. “El dilema intelectual, social, político y yo diría que ontológico de los FANI. Ambos teníamos experiencia en interactuar con personas ajenas al gobierno federal en este ámbito. Ambos comprendimos las complejidades de los tipos de experiencia con esto que tienen los experimentadores”.
“Ambos comprendimos la necesidad de hacer esto -de estudiar esto- de una manera que sea rigurosa y normativamente académica e intelectual”, dijo Skafish, “y que se adhiera a todas las normas y tenga lugar dentro de la institución”.
“Sin embargo, también entendemos que habrá que romper algunas reglas”, añadió Skafish, “y transformar algunas cosas para conseguirlo, porque en realidad no sabemos si nuestros marcos actuales encajan aquí”.
Basándose en su experiencia personal en las ciencias sociales, Skafish subrayó que la información obtenida de quienes han tenido experiencias de primera mano con los FANI, si bien se considera carente de sustancia para los profesionales de las ciencias físicas, es de gran valor para sociólogos, historiadores, psicólogos y otros profesionales de disciplinas similares.
“Tenemos que escuchar a la gente”, afirma Skafish. “Queríamos asegurarnos de que la gente, tanto la que asiste como la que mira esto desde fuera, entendiera que no se va a tratar sólo de tener cierto tipo de datos duros, ya sean del gobierno o de proyectos astronómicos”.
“Va a ser sobre el testimonio que los seres humanos tienen que ofrecer sobre esto”, dijo Skafish a The Debrief, “y aprender a escuchar eso de una manera abierta y responsable”.
En los meses transcurridos desde el evento, una serie de controversias han salpicado el panorama de los FANI, que incluyen un esfuerzo por sofocar un proyecto de ley patrocinado por el Senado de EE.UU. diseñado para facilitar la divulgación de los FANI, así como la dimisión de Sean Kirkpatrick, director de la Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios (AARO), y las posteriores afirmaciones del científico sobre una estratagema pro-FANI que, según él, ha hecho avanzar la narrativa de los FANI desde diversos ámbitos gubernamentales durante más de una década.
La Fundación Sol también se ha convertido en el blanco de algunas de las recientes polémicas y al menos de algunas de las valoraciones despectivas que parecen ser artefactos ineludibles de la cultura moderna de las redes sociales. Preguntado por estas críticas y las recientes declaraciones del ex director de AARO, Skafish declaró a The Debrief que simpatiza con ambas partes del debate actual. Sin embargo, considera que su trabajo y el de Nolan intentan ir más allá de la discordia que suele preocupar a quienes siguen el tema de los FANI.
“Más que opinar sobre qué perspectiva es verdadera y cuál falsa”, dice Skafish, “simpatizo, en realidad, con todas las partes aquí, incluidas las muy escépticas”.
Skafish dijo a The Debrief que la Fundación Sol trabaja para mantenerse centrada en cómo puede proporcionar orientación y hacer contribuciones orientadas a la investigación en este campo.
“Yo diría que lo que intentamos hacer es adoptar un enfoque basado en pruebas sobre cuestiones de hecho de naturaleza social, histórica, política y jurídica, y llegar al fondo de las cosas en la medida de lo posible”, dijo Skafish.
“Si no lo hay, bien. Si lo hay, y tenemos testimonios creíbles de mucha gente del gobierno federal al respecto, entonces el Congreso debería investigarlo. Y los académicos también, y los periodistas también deben estar persiguiendo eso, haciendo preguntas al respecto, y eventualmente resolveremos el asunto de esa manera”.
“Hay mucha emoción en el debate”, añadió Nolan, reconociendo también los recientes comentarios aparecidos en Scientific American y de personas de la comunidad científica en general que no parecen reflejar la voluntad de la Fundación Sol de comprometerse con el tema de los FANI.
“No quiero distraerme con eso”, dijo Nolan. “En realidad, empecemos ahora a hablar de los datos”.
Nolan afirma que, aunque en los últimos años se ha hecho un esfuerzo evidente por lograr un grado renovado de transparencia gubernamental en el tema de los FANI, también cree que ha habido suficiente resistencia por parte de los funcionarios como para provocar un esfuerzo renovado por parte de académicos como él para abordar adecuadamente el tema e interpretar los datos disponibles.
“Si no hay nada que ver, déjame ver los datos”, argumenta Nolan. “Y si el cinco por ciento restante aún no se puede clasificar -y me refiero a clasificar en los términos de una clasificación científica-, entonces no digas que no hay pruebas de nada. No concluyas que no hay pruebas de nada si en el cinco por ciento restante las pruebas existen”.
Al reflexionar sobre el simposio de noviembre y las conferencias que la Fundación Sol ha puesto ahora a disposición de los interesados en Internet, Skafish declaró a The Debrief que, en su opinión, los asistentes al acto eran tan importantes como los ponentes.
“El público era tan importante para mí en la organización como lo era el elenco de ponentes”, dijo Skafish, “y fuimos deliberadamente cuidadosos al evaluar las solicitudes de invitación para asegurarnos de que contábamos con la presencia de personas de un amplio abanico de profesiones e instituciones”.
“Queremos que la Fundación Sol sea una especie de centro neurálgico en el que profesionales serios del mundo académico, de la Administración, de las comunidades de inversión y tecnología, de instituciones de la sociedad civil como organismos religiosos, puedan reunirse y establecer contactos, escuchar investigaciones punteras sobre este tema e incubar sus propios proyectos mientras se encuentran en un espacio con muchas otras personas de ideas afines”.
“Realmente nos consideramos al servicio de las personas que se toman esto en serio”, dijo Skafish.
“Y nuestras reuniones van a ser una oportunidad para ello”.