“Definitivamente ocurrió”: Los testigos del ovni de Westall quieren respuestas a un misterio que dura décadas
6 de abril de 2024
Por Alex Crowe
En 1966, Colin Kelly era un escolar de 7º curso que jugaba al fútbol en un campo ovalado del sureste de Melbourne cuando algo en el cielo le llamó la atención y cambió para siempre su forma de ver el mundo.
Kelly, que ahora tiene 71 años, fue uno de los cerca de una docena de antiguos alumnos del Westall High School de Clayton South que se reunieron el sábado -aniversario de aquel fatídico día- para conmemorar un suceso que no pueden explicar.
Testigos del avistamiento ovni de Westall en 1966. CREDIT:JOE ARMAO
El grupo afirma ser uno de los cientos de personas que presenciaron el vuelo de uno o varios ovnis sobre la escuela el 6 de abril, antes de aterrizar en la cercana Grange Reserve.
Kelly, que estaba en el exterior para asistir a una clase de educación física, dijo que oyó el objeto antes de verlo. Al girarse para mirar por encima de su hombro, vio tres aparatos redondos -el mayor de unos ocho metros de diámetro- sobrevolando los cables de alta tensión a unos 200 metros de distancia.
“En aquella época los llamábamos platillos volantes”, explica. “Sólo éramos unos 30 en el óvalo y todos mirábamos a nuestro alrededor y decíamos: ‘Vaya, ¿qué está pasando aquí?’”
Cómo The Age cubrió el avistamiento ovni de Westall en 1966.
Después de que sonara el timbre del recreo, Kelly dice que cientos de estudiantes salieron corriendo para presenciar el aterrizaje de los objetos no identificados en la reserva cercana, el lugar de reunión del grupo el sábado.
Desde entonces, la ciudad de Kingston ha construido allí un parque infantil con un ovni plateado y toboganes rojos que reflejan el incidente.
El avistamiento ha inspirado un documental –Westall ’66: A Suburban UFO Mystery-, libros, un musical, podcasts y una constante atención mediática.
Los relatos de los testigos varían; algunos dicen que había un ovni, otros informan de una luz esférica brillante que son incapaces de explicar. Al menos un testigo de Westall, presente el sábado en el Grange, dijo que lo ocurrido en la escuela tras el avistamiento parecía estar siendo adornado.
La ex alumna Terry Peck ha dado su versión en múltiples ocasiones, diciendo que saltó la valla de la escuela y corrió hacia el lugar de aterrizaje del ovni en los pinos. Dos compañeros de clase la habían golpeado allí y uno estaba gritando histéricamente, dijo a un podcast de historia.
Captura de pantalla de una animación de la película Westall 66: A Suburban UFO Mystery.
Tanto Peck como Kelly afirman que la niña fue trasladada en ambulancia y nunca regresó a la escuela.
“En menos de media hora, 40 minutos, nos invadieron las fuerzas aéreas, el ejército, la policía, los bomberos, ambulancias… vinieron todos”, dijo Kelly. “Nos llamaron a una asamblea y había unas cinco personas vestidas de negro. Nos dijeron que no habíamos visto nada, que siguiéramos con nuestras vidas”.
A pesar de los esfuerzos de periodistas, historiadores y entusiastas de los ovnis por descubrir documentación sobre una respuesta oficial, no ha aparecido ninguna.
El incidente de Westall se produjo en medio de un pico de avistamientos de ovnis durante la Guerra Fría, que los académicos han atribuido a un fenómeno social causado por la paranoia generalizada.
Clarke Watson, miembro del grupo de voluntarios estadounidense Mutual UFO Network, afirmó que las actitudes habían cambiado recientemente hacia un enfoque más científico a la hora de examinar lo inexplicable.
En el Grange para hablar con los testigos, Watson declaró a The Sunday Age que formaba parte de un grupo de investigadores australianos que recopilan información sobre avistamientos de ovnis, analizan con escepticismo los informes y contribuyen a una base de datos pública mundial.
“Probablemente se encuentre entre los cinco avistamientos masivos más importantes del mundo”, afirmó Watson. “En Australia no es muy conocido, pero en el extranjero se habla mucho de él porque fue visto por niños que, al ser entrevistados de forma independiente, contaron la misma historia”.
“También hubo un grupo de profesores que afirmaron haberlo visto, se hicieron fotos y el gobierno intervino muy pronto”.
Clarke Watson comenzó a interesarse en la investigación de ovnis después de presenciar un objeto volador que no pudo identificar. CREDIT:JOE ARMAO
Se ha informado de que el ex profesor de ciencias Andrew Greenwood consiguió fotografiar el ovni antes de que las autoridades confiscaran la cámara.
Según The Australian, Greenwood dijo haber visto un “objeto clásico con forma de cigarro que parecía de metal gris” y que, en su opinión, estaba controlado de forma inteligente.
En 1966, The Age informó de que la oficina meteorológica había soltado un globo en Laverton a las 8.30 de la mañana y que el viento del oeste que soplaba en ese momento podría haberlo desplazado hasta la zona donde se informó del avistamiento.
“Lo más seguro es que no fuera un globo”, dijo Greenwood en 2021. “He tenido 55 años para pensar en ello y, sinceramente, no se me ocurre nada”.
En el 58º aniversario, Watson dijo que muchas de las personas que habían informado del avistamiento seguían luchando contra problemas de salud mental por no haber sido creídas. Afirmó que desestigmatizar un suceso que se les había dicho que era ridículo contribuiría en cierta medida a reivindicarlos.
Para él, la verdad está ahí fuera: “La ausencia de pruebas no es prueba de ausencia”.
“Imagínese intentar explicar la electricidad a alguien hace 150 años. Hay una cosa increíble que no se puede ver, tocar, sentir o entender, pero que va a refrigerar la comida y va a iluminar tu casa”.
“Así es esto, la electricidad siempre existió, sólo tuvimos que descubrirla”.
“La otra cara de la moneda es que si hay una inteligencia no humana interactuando en este planeta, en el nivel que sea, ya sea algo espiritual, ya sea algo científico, lo que sea, es emocionante. Es algo emocionante”.
Kelly dijo que sintió una urgencia de respuestas al fenómeno que le hizo mirar al cielo aquel día.
“Definitivamente ocurrió”, dijo. “Me encantaría en mi vida al menos averiguar qué, creo que me lo deben”.