Informe de análisis sobre avistamientos de ovnis en África

Informe de análisis sobre avistamientos de ovnis en África

“El objetivo principal de este informe es responder a la siguiente pregunta: ¿cómo los avistamientos de ovnis en África revelan tanto características universales como particularidades específicas de los contextos culturales y tecnológicos del continente?”

5 de enero de 2025

UAP África

capture-decran-1950Informe de análisis de 276 casos realizado por Tristan Routier

Tabla de contenido

Introducción

Presentación de los datos

Distribución geográfica de las observaciones

Cronología de las observaciones

Tipología de los fenómenos

Análisis de tendencias y recurrencias

Factores culturales

Impactos de las infraestructuras

Testimonios recurrentes y comparación de las características de las observaciones africanas con los datos del programa AATIP

Hipótesis e interpretaciones

Fenómenos naturales

Actividad humana

Hipótesis exógenas

Recomendaciones para el futuro

Centralización de los datos

Conciencia pública

Colaboración internacional

Conclusión

Introducción

Durante décadas, los ovnis (objetos voladores no identificados) han suscitado fascinación mundial, alimentando la curiosidad científica, así como interpretaciones culturales y sociológicas. Observados en diversos contextos en todo el mundo, estos fenómenos a menudo permanecen sin explicación y sus significados varían según el punto de vista. Estas manifestaciones se perciben alternativamente como fenómenos naturales inexplorados, actividades humanas secretas o incluso como evidencia potencial de una inteligencia exógena.

A pesar de la riqueza de testimonios recopilados, el fenómeno ovni en África sigue siendo poco analizado. Las particularidades socioculturales, religiosas y tecnológicas específicas de este continente influyen en las formas en que se perciben, interpretan y comunican estas observaciones. Estas diferencias ofrecen una oportunidad única para estudiar no solo los fenómenos en sí, sino también su interacción con los contextos locales. De hecho, África, a través de su diversidad cultural y geográfica, presenta características distintivas que enriquecen el análisis global del fenómeno ovni. Los relatos, a menudo influidos por tradiciones ancestrales o creencias espirituales, añaden una dimensión única al estudio de los fenómenos aéreos inexplicados. Estas especificidades ponen de relieve la importancia de comprender no solo la naturaleza de las observaciones, sino también su significado en el contexto de las percepciones locales.

El objetivo principal de este informe es responder a la siguiente pregunta: ¿cómo revelan los avistamientos de ovnis en África características universales y particularidades específicas de los contextos culturales y tecnológicos del continente? Basándose en un análisis de 276 casos documentados en 38 países africanos, este artículo pretende:

  1. Identificar tendencias recurrentes y singularidades de las observaciones africanas.
  1. Explorar las influencias culturales, sociales y tecnológicas en la percepción e interpretación de estos fenómenos.
  1. Emitir hipótesis explicativas, que abarcan desde fenómenos naturales hasta hipótesis de origen exógeno.
  1. Proponer recomendaciones para estructurar la investigación sobre los ovnis en África y fomentar la colaboración internacional.

Este enfoque multidisciplinario, que combina análisis científicos y estudios culturales, busca enriquecer la comprensión global de los ovnis y, al mismo tiempo, destacar el papel único de África en esta investigación universal. Además, este informe pretende contribuir a una reflexión más amplia sobre la forma en que las sociedades, más allá de sus diferencias, interpretan e interactúan con lo desconocido. Al cruzar perspectivas locales y globales, aspira a abrir nuevas vías para un estudio más inclusivo y colaborativo de los fenómenos aéreos inexplicados.

  1. Presentación de los datos

1.1. Distribución geográfica de las observaciones

Los casos analizados proceden de 38 países africanos, lo que pone de relieve una distribución geográfica variada pero no homogénea de las observaciones. Los datos revelan zonas de alta concentración, así como regiones subrepresentadas, lo que refleja realidades tanto sociales como tecnológicas. A continuación se presenta un desglose de las principales regiones en cuestión:

  • Sudáfrica (35% de los casos): Sudáfrica domina los informes de avistamientos en términos de cantidad y calidad de datos. Esto se puede explicar por varios factores: mejor infraestructura tecnológica, acceso a herramientas de comunicación modernas y una cultura de documentación más establecida. Entre los casos notables se incluyen avistamientos de naves estructuradas cerca de depósitos minerales y encuentros cercanos que aún generan debate en la actualidad.
  • Marruecos y Argelia (20% de los casos): Los países del Magreb se distinguen por una elevada proporción de observaciones de luces móviles y cambiantes en el cielo nocturno. Estos fenómenos suelen documentarse en zonas rurales y montañosas. Las regiones del Alto Atlas y del Sahara argelino son especialmente propicias para estos informes, en parte debido a la excepcional claridad del cielo nocturno y a una larga tradición de observación del cielo entre las poblaciones locales.
  • África occidental (15% de los casos, incluidos Mali, Nigeria y Ghana): En África occidental, los avistamientos de ovnis suelen interpretarse a través del prisma de las creencias locales. Los informes describen luces o artefactos acompañados de eventos que la gente atribuye a espíritus o manifestaciones divinas. Estas historias están bien documentadas en regiones como el delta del Níger o las zonas rurales de Mali. Sin embargo, la falta de herramientas tecnológicas para registrar estos fenómenos a menudo limita su análisis en profundidad.
  • África central y oriental (casos aislados): Los informes de avistamientos en regiones como la República Democrática del Congo, Kenia o Uganda son relativamente raros y a menudo difíciles de verificar. Esto se debe a varios factores: conflictos regionales, infraestructura limitada para recoger declaraciones de testigos y falta de conocimiento sobre la documentación de fenómenos aéreos. Sin embargo, los raros casos que se han reportado, en particular cerca de áreas forestales remotas, muestran similitudes sorprendentes con avistamientos en otras partes del continente.
  • Otras regiones poco representadas: Las islas africanas, como Madagascar o las Seychelles, tienen muy pocos casos documentados, aunque su localización aislada podría convertirlas teóricamente en puntos de interés para futuros estudios. Esta distribución pone de relieve la gran influencia de los factores tecnológicos, culturales y ambientales en la percepción, documentación y notificación de fenómenos ovni en todo el continente africano. En África, los avistamientos se concentran con frecuencia en zonas rurales o naturales, como el Sáhara o los bosques de África central, donde la contaminación lumínica es menor. Este patrón difiere de los informes de América del Norte y Europa, que incluyen muchos casos observados en entornos urbanos densamente poblados. Por el contrario, en América del Sur, los avistamientos también ocurren en regiones aisladas, como la Patagonia o la Amazonia, presentando así similitudes ambientales con los casos africanos.

capture-decran-1951capture-decran-1952capture-decran-19531.2. Cronología de las observaciones

El análisis de los 276 casos notificados pone de relieve oleadas de observaciones en momentos clave de la historia contemporánea. Estos picos de actividad a menudo parecen estar correlacionados con acontecimientos sociales, tecnológicos o culturales que influyen en la forma en que se perciben y documentan los fenómenos. A continuación se presenta un desglose de los principales períodos:

  • 1954: una oleada mundial de avistamientos Este año marca un punto de inflexión en la percepción de los ovnis a escala mundial. En África, se han registrado casos notables en Marruecos, Argelia y Sudáfrica. Estos avistamientos incluyen luces brillantes en el cielo nocturno, naves con forma de disco y comportamientos extraños informados por pilotos civiles y militares. La oleada de 1954 está particularmente bien documentada gracias a la atención que atrajo en los medios de comunicación de la época, aunque la interpretación de los acontecimientos a menudo ha estado influida por las creencias locales.
  • Década de 1970: el auge de las telecomunicaciones En la década de 1970 se produjo un aumento significativo de los informes, en parte debido a la mejor difusión de la información a través de los medios electrónicos. Este período también vio un resurgimiento del interés en el tema de los ovnis a nivel internacional, con la proliferación de libros, emisiones de radio y conferencias científicas. En África, se informaron casos intrigantes en áreas rurales y urbanas, particularmente alrededor de grandes infraestructuras como centrales eléctricas y bases militares. Los informes incluían descripciones detalladas de naves silenciosas que volaban sobre áreas densamente pobladas.
  • Los años 2000 y más allá: el auge de Internet Con la llegada de Internet, la documentación de avistamientos de ovnis entró en una nueva era. Los testigos podían compartir sus experiencias en tiempo real en foros, redes sociales y plataformas especializadas. Esta mayor accesibilidad condujo a un aumento del número de informes, aunque a veces era difícil verificar su autenticidad. En África, esta era estuvo marcada por el surgimiento de colectivos y asociaciones de ovnis, en particular en Sudáfrica y Marruecos, que buscaban centralizar los datos y fomentar una investigación más estructurada.

capture-decran-1954Estos acontecimientos muestran cómo los avances tecnológicos y la evolución de los medios de comunicación han influido en la forma en que se perciben, comparten e interpretan los fenómenos ovni en todo el continente africano. Cada período ofrece una perspectiva de la dinámica sociocultural que subyace al estudio de estos fenómenos.

capture-decran-19561.3. Tipología de los fenómenos

El análisis permite clasificar las observaciones en tres grandes categorías, cada una con características e implicaciones distintas:

  • Luces inexplicables (60% de los casos): Esta categoría representa la mayoría de los avistamientos reportados, una proporción similar a la observada en América del Sur y Asia. Sin embargo, en África, estas luces suelen asociarse con creencias espirituales o ancestrales, mientras que en Europa y América del Norte, se interpretan más en un marco tecnológico o científico. Estas luces generalmente aparecen como puntos brillantes o rayas en el cielo nocturno, a menudo moviéndose rápidamente o cambiando de dirección abruptamente. En varios casos, se han observado cerca de áreas rurales aisladas, lo que refuerza su asociación con fenómenos atmosféricos o astronómicos como meteoros, rayos de calor o bólidos. Sin embargo, comportamientos atípicos, como cambios de color o trayectorias erráticas, dejan espacio para hipótesis alternativas. Por ejemplo, testigos en Marruecos han descrito esferas luminosas que cambian de color antes de desaparecer instantáneamente.
  • Naves estructuradas (30% de los casos): Los avistamientos de naves claramente definidas son los más intrigantes, ya que proporcionan detalles visuales precisos. Estas naves, a menudo reportadas como de forma de disco, cigarro o triángulo, comparten características comunes: ausencia de ruido, luces intermitentes o fijas y movimiento suave o estacionario. Las descripciones de naves triangulares o con forma de disco son comunes en el sur de África y América del Norte, a menudo en áreas cercanas a sitios estratégicos como bases militares o depósitos mineros. En África, estos avistamientos a veces vienen acompañados de informes de fallas en equipos electrónicos, una característica también documentada en casos analizados por el programa estadounidense AATIP.
  • Encuentros cercanos (10% de los casos): Aunque son raros, los encuentros cercanos son una categoría importante para los ufólogos. Estos casos a menudo implican descripciones de entidades humanoides asociadas con naves o manifestaciones luminosas. En Mali, un testimonio notable relata la aparición de un pequeño ser con ojos brillantes cerca de una aldea aislada. En Sudáfrica, relatos similares describen siluetas humanoides observadas cerca de naves luminosas estacionarias. Estos casos dan lugar a un intenso debate, porque tocan dimensiones psicológicas y culturales, y los testigos a veces los vinculan con creencias espirituales o sobrenaturales. Esta tipología pone de relieve la diversidad de los fenómenos observados y la dificultad de establecer explicaciones universales. Cada categoría requiere un análisis profundo para distinguir las posibles causas naturales, humanas o exógenas.

capture-decran-1957capture-decran-1958Análisis de tendencias y recurrencias

2.1. Factores culturales

Las creencias tradicionales juegan un papel crucial en la interpretación de los fenómenos ovni en África. Estas creencias, arraigadas en tradiciones ancestrales y cosmovisiones propias de cada región, influyen fuertemente en la forma en que se perciben y se relatan los testimonios. A continuación, se presenta un análisis en profundidad de su impacto:

  • África Occidental: Luces asociadas a espíritus o deidades locales. En África Occidental, los fenómenos luminosos suelen interpretarse como manifestaciones de espíritus o seres sobrenaturales. En las culturas Ewe, Yoruba y Mande, las apariciones de luces en el cielo se consideran a veces como señales enviadas por deidades o antepasados. Estas creencias influyen en los relatos de los testigos, que describen los fenómenos con una fuerte carga simbólica. Por ejemplo, en Benín, las esferas luminosas observadas sobre bosques sagrados se han interpretado como espíritus protectores. En Mali, estos fenómenos se asocian con criaturas fantásticas similares a los elfos.
  • África del Norte: fenómenos relacionados con los genios en las tradiciones coránicas En los países del Magreb, como Marruecos, Argelia y Túnez, los fenómenos aéreos inexplicables se asocian a menudo con la presencia de genios, criaturas espirituales mencionadas en el Corán. Se cree que estas entidades pueden interactuar con el mundo físico, lo que alimenta la idea de que podrían ser responsables de las apariciones de luces en movimiento o naves silenciosas. Por ejemplo, un caso reportado en la región del Alto Atlas en 1978 describe una esfera luminosa que brillaba sobre una mezquita, interpretada por los testigos como una manifestación sobrenatural. Algunas de estas apariciones luminosas, a menudo acompañadas de movimientos que recuerdan la “danza del sol”, también se asocian con relatos de apariciones marianas, lo que añade una fuerte dimensión religiosa a estos fenómenos.
  • África central: mezcla de tradiciones animistas y creencias modernas. En África central, los fenómenos aéreos suelen verse a través del prisma de las tradiciones animistas. Los objetos voladores o las luces inusuales se interpretan como manifestaciones vinculadas a espíritus de la naturaleza o tótems protectores de clanes. En algunos casos, estas apariciones incluyen patrones de luz dinámicos, comparables a la “danza del sol” que a menudo se describe en contextos de apariciones marianas en otras partes de África. Estos relatos, aunque están profundamente arraigados en las tradiciones locales, a veces adoptan elementos de creencias modernas o interpretaciones tecnológicas.
  • África meridional: influencia de mitos locales y relatos contemporáneos. En países como Sudáfrica, Botsuana y Zimbabue, los mitos locales suelen incorporar relatos contemporáneos de ovnis. Por ejemplo, algunas tribus vinculan los fenómenos luminosos a seres llamados “abathwa” (seres diminutos y legendarios), mientras que otras interpretan estos acontecimientos como manifestaciones extraterrestres debido al creciente acceso a los medios de comunicación internacionales. Algunos casos documentados en estas regiones incluyen descripciones de luces en movimiento y cambiantes, similares a la “danza del sol”, a menudo vinculadas a relatos de apariciones marianas, que fascinan a los testigos por su belleza y misterio.

Estas interpretaciones culturales aportan riqueza y complejidad al estudio de los ovnis en África, destacando cómo las creencias y tradiciones locales influyen en la forma en que se perciben y se narran los fenómenos. También destacan la importancia de considerar los contextos culturales al analizar los avistamientos.

2.2. Impactos de la infraestructura

La infraestructura juega un papel clave en la forma en que se reportan y documentan los fenómenos ovni. Los países con tecnologías avanzadas, como redes de telecomunicaciones desarrolladas, cámaras de alta calidad y acceso generalizado a las redes sociales, reportan un mayor número de casos. Estas herramientas no solo permiten una mejor difusión de los testimonios, sino también una documentación más precisa de los eventos.

  • Sudáfrica: un modelo de documentación detallada Sudáfrica es un ejemplo perfecto de la importancia de la infraestructura. Con sus grandes áreas urbanas bien conectadas y una población con amplio acceso a la tecnología moderna, el país informa una proporción significativa de los avistamientos de ovnis de África. Los casos sudafricanos son notables por su nivel de detalle, a menudo corroborado por múltiples testigos independientes. Por ejemplo, los avistamientos cerca de campos mineros o en áreas rurales como KwaZulu-Natal se han registrado mediante videos y fotografías, lo que proporciona evidencia tangible para los investigadores.
  • Papel de las telecomunicaciones. Las telecomunicaciones modernas permiten a los testigos compartir sus experiencias casi instantáneamente, aumentando la visibilidad de los fenómenos. Los países con redes de Internet fiables, como Marruecos y Argelia, también registran un mayor número de informes, a menudo difundidos en foros en línea o mediante aplicaciones de mensajería. Este rápido flujo de información fomenta la colaboración entre testigos, investigadores y medios de comunicación.
  • Limitaciones de las zonas con equipamiento insuficiente. En cambio, en regiones con infraestructuras limitadas, como partes de África central o del Sahel, las observaciones son menos frecuentes o se quedan en anécdotas. La falta de acceso a dispositivos de captura visual (como los teléfonos inteligentes) y la ausencia de redes para difundir testimonios crean un sesgo en los datos disponibles. Los relatos orales, aunque ricos en contexto cultural, a menudo carecen de pruebas físicas que permitan su estudio científico.
  • El impacto de las redes sociales y las plataformas digitales. La aparición de las redes sociales ha transformado significativamente la recopilación y difusión de testimonios. En el norte de África, por ejemplo, los grupos de Facebook o los canales de YouTube dedicados a fenómenos inexplicados permiten centralizar los informes e involucrar a un público más amplio. Estas plataformas también facilitan el análisis comparativo, al vincular casos similares reportados en diferentes regiones. La infraestructura, al permitir una mejor documentación y difusión de las observaciones, desempeña por tanto un papel crucial en la comprensión del fenómeno ovni en África. Sin embargo, también introduce sesgos geográficos y tecnológicos que deben tenerse en cuenta en cualquier análisis global. Si bien los radares civiles y militares, así como los dispositivos avanzados de captura de video, permiten una recopilación de datos más precisa, en África, esta limitación tecnológica se compensa con una riqueza de relatos orales e interpretaciones culturales únicas.

2.3. Testimonios recurrentes y comparación de las características de las observaciones africanas con los datos del programa AATIP

Las maniobras a gran velocidad, los cambios bruscos de trayectoria y el silencio de los objetos son características comunes de las observaciones en África, Europa y Estados Unidos. Por ejemplo, los giros en ángulo recto registrados en Botsuana recuerdan el comportamiento registrado durante los incidentes del Nimitz en Estados Unidos. Estas características específicas de los ovnis también han sido estudiadas por el Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas (AATIP) del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Su análisis ha ayudado a mejorar nuestra comprensión del fenómeno.

  1. Velocidad extrema: varios testigos en Sudáfrica y Marruecos han informado de objetos que se desplazan a velocidades inusuales. Aunque las estimaciones de velocidad son difíciles de confirmar en ausencia de mediciones de radar, las descripciones incluyen movimientos tan rápidos que desafían la percepción humana. Estas observaciones corroboran los casos de AATIP en los que se han registrado velocidades superiores a Mach 5, pero los testigos africanos rara vez informan de la ausencia de un estampido sónico, lo que puede indicar limitaciones en la documentación local.
  1. Aceleración ultrarrápida: los casos de Nigeria y Kenia describen objetos que pasan de la quietud a una aceleración extrema en cuestión de segundos. Estos movimientos a menudo se han asociado con efectos visuales brillantes, pero las descripciones no mencionan ningún impacto fisiológico aparente en los testigos, contrariamente a lo esperado para las fuerzas G extremas. Este detalle sugiere mecanismos desconocidos que reducen el estrés físico.
  1. Maniobrabilidad inusual: los informes sudafricanos incluyen objetos que realizan giros en ángulo recto a toda velocidad. Estas maniobras, imposibles con la tecnología actual, recuerdan directamente las observaciones del programa AATIP. Un caso particular en Botswana describe un objeto que realiza una rápida trayectoria en zigzag sobre una base militar, un comportamiento que se informa con frecuencia en áreas estratégicas.
  1. Ausencia de señales térmicas o sonoras: una característica recurrente en los avistamientos africanos es el silencio de los objetos. Por ejemplo, los testigos en Mali y Argelia informan de luces en movimiento o naves estacionarias sin ningún sonido o emisiones térmicas perceptibles. Esto coincide perfectamente con los datos de AATIP y sugiere principios de propulsión no convencionales.
  1. Modo de propulsión desconocido: ninguno de los relatos africanos indica la presencia de motores, aspas o tubos de escape visibles. Las descripciones incluyen objetos que parecen “planear” por el aire o permanecer inmóviles sin ningún apoyo aparente. Esto es coherente con las observaciones generales que sugieren el uso de tecnologías desconocidas.
  1. Capacidades de sigilo: Los informes incluyen objetos que aparecen y desaparecen repentinamente. Los radares civiles en Sudáfrica han registrado anomalías similares a las estudiadas por AATIP, donde los ovnis parecen ser capaces de evadir los sistemas de detección convencionales. Estos comportamientos también se han reportado cerca de sitios militares en Marruecos.
  1. Capacidades transmediales: Aunque se han registrado casos menos frecuentes en África, ha habido informes en las costas de África Oriental de objetos que entran y salen del agua a gran velocidad sin perturbaciones visibles. Estos informes recuerdan las observaciones de AATIP de ovnis que operan en el aire, el agua y el espacio sin pérdida de eficacia.
  1. Interacción con el entorno: el efecto de las apariciones en los equipos electrónicos es una característica importante de las observaciones en África. En Zambia y Ghana se informa de fallos repentinos en los motores de los automóviles, las radios y otros dispositivos cuando pasan objetos luminosos. Estas perturbaciones electromagnéticas también son un patrón recurrente en los datos del AATIP.
  1. Autonomía aparente: varios informes en Zimbabwe describen objetos que parecen actuar de manera autónoma, con trayectorias precisas pero sin interacción directa con los testigos. Estos casos son similares a las observaciones de AATIP, donde los ovnis parecen estar pilotados por inteligencia artificial o controlados de forma remota.
  1. Avistamientos persistentes: Las instalaciones estratégicas, como las minas de uranio en Namibia o las centrales eléctricas en Sudáfrica, parecen atraer una atención especial. En estos lugares se han registrado informes recurrentes de ovnis, similar al interés observado en las bases militares y los sitios nucleares en los casos estudiados por AATIP.

capture-decran-1959La comparación de las características de las observaciones africanas con las estudiadas por AATIP muestra similitudes significativas, lo que refuerza la hipótesis de un fenómeno global. Sin embargo, las particularidades culturales y los contextos regionales enriquecen este análisis al ofrecer perspectivas únicas sobre cómo se perciben y documentan estos fenómenos.

  1. Hipótesis e interpretaciones

3.1. Fenómenos naturales

Una proporción significativa de los avistamientos de ovnis en África podrían explicarse por fenómenos naturales, a menudo desconocidos o malinterpretados por los testigos. A continuación se enumeran los principales fenómenos que podrían ofrecer una explicación racional para muchos casos:

  • Meteoros y bólidos. Los meteoros y bólidos, que atraviesan la atmósfera terrestre a gran velocidad, suelen producir espectaculares estelas luminosas. Estos fenómenos, visibles sobre todo en zonas rurales donde la contaminación lumínica es baja, suelen confundirse con objetos voladores no identificados. Por ejemplo, en Níger se ha informado de “bolas de fuego” que cruzan el cielo nocturno, que probablemente corresponden a bólidos que entran en la atmósfera.
  • Rayos de calor. Los rayos de calor, provocados por tormentas eléctricas lejanas, son otro fenómeno que puede explicar algunos avistamientos de luz. Estos destellos, a veces visibles sin que se oigan truenos, crean luces breves pero intensas que pueden parecer misteriosas. En África central, estos destellos se han confundido con avistamientos de ovnis cuando se reflejan en nubes bajas.
  • Fenómenos atmosféricos poco comunes. Los fenómenos menos conocidos, como los espectros, los chorros azules o los halos lunares, también pueden contribuir a avistamientos inexplicables. Los espectros, por ejemplo, son destellos rojos que se producen en la atmósfera superior por encima de las tormentas eléctricas y su rareza los hace especialmente intrigantes para los testigos.
  • Ilusiones ópticas. En zonas desérticas o semiáridas, los espejismos pueden crear ilusiones de objetos luminosos o flotantes en el horizonte. Estos fenómenos, habituales en regiones como el Sahara o el Sahel, se han interpretado en ocasiones como manifestaciones sobrenaturales o tecnológicas.
  • Interacciones con el entorno local. Algunos avistamientos pueden ser el resultado de reflejos de luz en masas de agua, formaciones rocosas o incluso partículas de polvo en suspensión. En un caso documentado en Kenia, los testigos describieron una luz oscilante que parecía “bailar” sobre un río, probablemente debido a una combinación de reflejos solares y movimiento del agua.

Estas explicaciones naturales no cubren todos los casos, pero pueden reducir significativamente el número de avistamientos inexplicados. Una mayor conciencia pública de los fenómenos naturales, así como la colaboración con expertos en meteorología y astronomía, podrían contribuir a una comprensión más precisa de los avistamientos atribuidos a ovnis.

3.2. Actividad humana

Algunos avistamientos de ovnis en África podrían estar directamente relacionados con actividades humanas, en particular en el contexto de pruebas militares, vuelos experimentales u operaciones tecnológicas secretas. A continuación, se analizan en profundidad los elementos que sustentan esta hipótesis:

• Pruebas militares y zonas sensibles. Varios casos denunciados cerca de bases militares o zonas de alta seguridad, como instalaciones militares en el norte de África o estaciones de radar en el sur de África, podrían representar pruebas de nuevos sistemas aéreos o vehículos pilotados a distancia. Por ejemplo, testigos en Marruecos describieron objetos voladores silenciosos, de forma triangular, que se movían lentamente sobre zonas militares restringidas. Esos dispositivos podrían ser drones o prototipos militares que se están probando como parte de proyectos confidenciales.

• Vigilancia tecnológica en torno a los recursos naturales. Los avistamientos documentados cerca de depósitos minerales en Sudáfrica, en particular en regiones ricas en oro o platino, plantean interrogantes sobre la posibilidad de una vigilancia tecnológica. Esos depósitos, de importancia estratégica mundial, podrían atraer la atención de sistemas de observación aérea no convencionales utilizados para vigilar o asegurar esos valiosos recursos. Los dispositivos denunciados en esas zonas incluyen descripciones de objetos metálicos voladores, a veces estacionarios, observados día y noche.

• Vuelos experimentales civiles e industriales. Algunas empresas aeroespaciales que operan en Sudáfrica y otros países africanos pueden estar involucradas en vuelos experimentales no declarados. Estas pruebas, que a menudo incluyen tecnologías avanzadas como grandes drones o dirigibles modernos, pueden explicar algunos avistamientos de objetos voladores inusualmente silenciosos o luminosos.

• Actividad clandestina internacional. Hay informes de avistamientos en áreas donde potencias extranjeras pueden estar operando de forma encubierta, ya sea por razones estratégicas o para probar tecnologías avanzadas lejos de miradas indiscretas. Por ejemplo, se ha informado de objetos voladores luminosos sobre la costa de Somalia, un área conocida por ser una zona estratégica de vigilancia marítima.

• Eventos culturales o artísticos En algunos casos, los eventos humanos no militares también pueden explicar los avistamientos. Los lanzamientos de linternas voladoras, los espectáculos de drones luminosos o los espectáculos de fuegos artificiales no convencionales a veces se han confundido con ovnis, particularmente en áreas urbanas o semiurbanas.

Si bien estas actividades humanas ofrecen explicaciones plausibles para varios casos, no cubren todas las observaciones documentadas. Una investigación exhaustiva de las áreas específicas afectadas por estas observaciones podría ayudar a discernir mejor entre fenómenos naturales, humanos y potencialmente inexplicables.

3.3. Hipótesis exógenas

Los casos más extraños y difíciles de explicar, especialmente los que implican encuentros con entidades humanoides o comportamientos aéreos aparentemente imposibles, alimentan la hipótesis de visitas de Inteligencias exógenas. He aquí un análisis detallado de estas hipótesis y de los elementos que las sustentan:

– Descripciones de entidades humanoides. Varios relatos informan de encuentros cercanos con formas humanoides, a menudo descritas como de pequeño tamaño con ojos grandes, o rodeadas de una luz intensa. Por ejemplo, un caso notable ocurrido en Zimbabue en 1994 fue el de un grupo de escolares que, al parecer, observaron un motor en el suelo, acompañado de figuras humanoides. Estos testigos, cuyos relatos han sido constantes a lo largo de los años, crean una interacción breve pero más memorable con estas entidades.

– Maniobras aéreas inexplicables. En estos casos se trata de objetos voladores que realizan movimientos que desafían las leyes conocidas de la física, como cambios repentinos de dirección, aceleraciones instantáneas o vuelos estacionarios prolongados sin motivo aparente. Estas características, observadas en regiones más extensas, especialmente en el sur de África, refutan la idea de que estos fenómenos tengan un origen no terrestre.

– Ausencia de tecnología humana continua. Las observaciones que implican motores luminosos en forma de disco o triangular, que provocan ruidos o ruidos presentes en las propiedades electromagnéticas habituales (como la interrupción de los aparatos eléctricos), son difíciles de atribuir a las tecnologías humanas existentes. Por ejemplo, en Malí, las montañas muestran un objeto luminoso que aparentemente “sigue” a su rebaño antes de desaparecer al instante.

– Perspectivas científicas y escepticismo. Aunque estos casos apoyan la idea de visitas exógenas, la comunidad científica se muestra cautelosa ante la evidencia de materiales concluyentes. Los datos disponibles, ya se basen en testimonios o en pruebas visuales indirectas, no permiten validar definitivamente esta hipótesis. Sin embargo, la aparición de investigaciones más rigurosas sobre los fenómenos aéreos no identificados (PAN) a escala mundial puede ofrecer nuevas perspectivas.

– Dimensiones psicológicas y culturales. Algunos investigadores sugieren que estos hallazgos reflejan experiencias psicológicas profundas o historias construidas en un contexto cultural particular. No obstante, la recurrencia de detalles similares en diversos contextos geográficos y culturales plantea premisas intrigantes sobre el origen de estas observaciones.

En conclusión, aunque la hipótesis exógena es especulativa, constituye una importante vía de investigación para los casos de más habitantes. Estas observaciones reflejan la necesidad de realizar estudios multidisciplinares, en los que participen la física, la psicología y las ciencias sociales, para explorar las múltiples facetas de estos fenómenos.

capture-decran-1960Recomendaciones para el futuro

4.1. Centralización de los datos

Para mejorar la comprensión y el análisis de los fenómenos ovni en África, la creación de una base de datos panafricana es una prioridad clave. Esta plataforma centralizada permitiría la consolidación y organización de la información sobre avistamientos, testimonios y pruebas disponibles. Los principales pasos y beneficios de esta iniciativa son los siguientes:

  • Recopilación de datos estandarizada. La base de datos debería incluir un formulario de informe estandarizado que permita a los testigos proporcionar información detallada sobre la hora, el lugar, las condiciones meteorológicas, la descripción visual y cualquier otro elemento pertinente. Esto garantizaría la uniformidad en la recopilación de datos, facilitando así las comparaciones entre casos.
  • Integración de evidencias multimedia. Además de descripciones textuales, la plataforma podría albergar fotografías, videos, grabaciones de audio e informes técnicos. Estos elementos visuales y sonoros proporcionarían evidencia tangible a los investigadores y permitirían un análisis científico en profundidad, en particular por parte de expertos en astrofísica, aeronáutica o psicología.
  • Acceso colaborativo para investigadores. La base de datos sería accesible para investigadores africanos e internacionales, lo que promovería la colaboración multidisciplinaria. Se podrían establecer alianzas con universidades, institutos de investigación y organizaciones relacionadas con los ovnis para enriquecer los análisis y diversificar los enfoques metodológicos.
  • Sistemas de geolocalización y cartografía interactiva. La plataforma podría integrar una función de cartografía interactiva, que permita visualizar las observaciones por región, periodo o tipo de fenómeno. Estas herramientas de visualización facilitarían la identificación de tendencias geográficas y temporales, como áreas de concentración de observaciones u oleadas de actividades específicas.
  • Archivo y protección de datos. Establecer un sistema seguro para archivar datos sería esencial para proteger la información sensible y garantizar su longevidad. También serían necesarios mecanismos de copia de seguridad periódica y protocolos de confidencialidad para los testigos a fin de establecer un clima de confianza.
  • Sensibilización y participación ciudadana. La base de datos podría incluir un componente participativo, invitando a los ciudadanos a denunciar avistamientos, comentar o enriquecer los casos existentes. Las campañas de sensibilización, en particular a través de las redes sociales o los medios de comunicación locales, podrían fomentar un mayor número de testimonios, al tiempo que educar al público sobre la importancia de una documentación rigurosa. La centralización de los datos es un paso crucial para estructurar la investigación sobre los ovnis en África. Proporcionaría una base sólida para los análisis comparativos y multidisciplinarios, al tiempo que contribuiría a una mejor comprensión de estos fenómenos complejos.

4.2. Sensibilización del público

La sensibilización del público desempeña un papel fundamental a la hora de fomentar la documentación y la difusión de los avistamientos de ovnis. En muchas partes de África, los testigos se muestran reacios a informar de sus experiencias por miedo al estigma o al rechazo social. Para superar estas barreras, unas campañas de información bien estructuradas podrían transformar la percepción pública y normalizar los debates en torno a estos fenómenos. Entre las medidas y estrategias recomendadas se incluyen las siguientes:

  • Campañas mediáticas específicas. Las campañas en los medios tradicionales (radio, televisión, periódicos) y digitales (redes sociales, blogs, plataformas de video) podrían informar al público sobre la importancia de informar sobre los avistamientos. Estas campañas deberían incluir testimonios creíbles de testigos, explicaciones científicas de fenómenos naturales o tecnológicos y ejemplos de investigaciones en curso sobre ovnis.
  • Creación de contenidos educativos. Se podrían producir folletos, videos educativos y series documentales para concienciar sobre la importancia de reconocer y documentar fenómenos aéreos inusuales. Estos materiales deberían incluir guías sobre buenas prácticas de recopilación de información, como registrar la hora, el lugar y las condiciones meteorológicas en el momento de la observación.
  • Talleres y conferencias locales. La celebración de conferencias, seminarios y talleres en escuelas, universidades y centros comunitarios ayudaría a educar al público sobre los ovnis y fomentaría un debate abierto. Estos eventos podrían incluir a expertos en aeronáutica, meteorología y sociología para ofrecer perspectivas equilibradas.
  • Apoyo psicológico a los testigos. Establecer mecanismos de apoyo para los testigos de avistamientos inusuales podría ayudarlos a superar el miedo al estigma. Las líneas telefónicas de ayuda anónimas o las plataformas en línea podrían brindar un espacio seguro para compartir experiencias sin ser juzgados.
  • Redes locales de notificación. En cada región se llevan a cabo investigaciones de señalización, supervisadas por asociaciones o buscadores, para recuperar las observaciones. Estos códigos incluyen puntos de contacto accesibles, como oficinas locales, líneas telefónicas exclusivas y aplicaciones móviles de fácil uso.
  • Compromiso de líderes comunitarios y religiosos. En algunas regiones de las creencias tradicionales o religiones que influyen en la percepción de los ovnis, y la participación de los líderes comunitarios y religiosos puede ser un factor determinante. Estos líderes pueden participar en la difusión de información y ayudar a legitimar la participación de los mensajes.
  • Utilizar las redes sociales para lograr un mayor alcance. Las leyes sociales pueden descuidar un papel importante en la sensibilización, lo que les permite llegar a un público amplio y diversificado. La creación de páginas, grupos o candados creados en ovnis en África puede crear el diálogo y ofrecer una plataforma para las emociones.

Estas acciones no sólo fomentan un gran número de expresiones, sino que también establecen una cultura de respeto y curiosidad científica sobre el fenómeno ovni. Una mayor concienciación permite recoger datos más ricos y reducir los prejuicios contra el silencio o el miedo a ser juzgado.

4.3. Colaboración internacional

La cooperación internacional es esencial para reforzar la investigación ovni en África y posicionar al continente como un actor clave en los debates mundiales al respecto. La asociación de empresarios africanos a iniciativas internacionales no sólo le permite diversificar las perspectivas científicas, sino también acceder a estudios y metodologías avanzados. He aquí los principales aspectos de esta colaboración:

  • Asociaciones con institutos de investigación y universidades. Esto es posible con centros de investigación especializados en astrofísica, aeronáutica y sociología para ofrecer a los investigadores africanos acceso a tecnologías puntuales, como telescopios, sistemas de detección por radar y sistemas de análisis de datos. Estos socios permiten organizar proyectos comunes, como un estudio comparativo de observaciones en distintos continentes.
  • – Participación en estudios globales. La integración de investigadores africanos en redes internacionales, como SETI (Extraterrestrial Intelligence Branch) y otras organizaciones reconocidas de ovnis, promueve la participación en información y experiencia. Estas colaboraciones pueden incluir reuniones periódicas, conferencias y publicaciones comunitarias.
  • Capacitación y transferencia de conocimientos. Los programas internacionales de capacitación, financiados por organizaciones o gobiernos, podrían brindar oportunidades para que los investigadores africanos desarrollen sus conocimientos en metodologías científicas avanzadas. Por ejemplo, las pasantías en observatorios o laboratorios especializados en el extranjero podrían brindar oportunidades para adquirir técnicas de análisis sofisticadas aplicables a los datos locales.
  • Intercambio de datos e integración de bases de datos. La colaboración mundial facilitaría la puesta en común de las bases de datos existentes, lo que permitiría el análisis cruzado de las observaciones. Al integrar los datos africanos en plataformas mundiales, los investigadores podrían identificar tendencias globales, como oleadas sincronizadas de observaciones o similitudes entre fenómenos.
  • Proyectos interdisciplinarios y multidisciplinarios. La investigación sobre ovnis requiere enfoques multidimensionales. La colaboración con expertos en física, biología, psicología y antropología a nivel internacional enriquecería la comprensión de los fenómenos al incluir diversos puntos de vista. Por ejemplo, los estudios comparativos sobre narrativas culturales en África y otras regiones podrían revelar similitudes o características específicas.
  • Organización de conferencias y simposios internacionales en África. La celebración de eventos científicos internacionales en el continente aumentaría la visibilidad de la investigación africana y fomentaría nuevas colaboraciones. Estas conferencias podrían incluir sesiones específicas sobre las observaciones africanas, destacando su singularidad y su contribución al debate mundial.
  • Apoyo logístico y financiero. Las colaboraciones internacionales podrían incluir apoyo logístico y financiero para proyectos de investigación específicos en África. Este apoyo podría abarcar la adquisición de equipos, la formación de investigadores y la difusión de los resultados a un público más amplio.

Al fortalecer los vínculos con la comunidad científica mundial, los investigadores africanos no sólo podrían beneficiarse de recursos adicionales, sino también contribuir significativamente al desarrollo de nuevas teorías y al avance de la investigación sobre los ovnis. Esta sinergia entre la experiencia local e internacional ofrecería una perspectiva global sobre un fenómeno universal.

Conclusión

El análisis de los fenómenos ovni en África revela una rica diversidad de observaciones e interpretaciones, profundamente arraigadas en las realidades culturales, sociales y tecnológicas del continente. Con más de 250 casos estudiados, este informe destaca las tendencias geográficas y temporales, las características recurrentes, así como diversas hipótesis que van desde las explicaciones naturales hasta las más audaces de origen exógeno.

Los avistamientos de ovnis en África no pueden separarse de los contextos culturales y espirituales específicos del continente. Las creencias ancestrales, ya sean relacionadas con espíritus, divinidades o tradiciones religiosas, desempeñan un papel clave en la forma en que se perciben e interpretan los fenómenos. Estos relatos, a menudo arraigados en cosmovisiones locales, enriquecen la comprensión general del fenómeno al ofrecer perspectivas únicas. La diversidad de testimonios, ya sean las “danzas del sol” asociadas a las apariciones marianas o los vínculos con los djinns en los países del Magreb, ilustra la importancia de tener en cuenta las dimensiones culturales en cualquier análisis.

La infraestructura desempeña un papel fundamental en la documentación y difusión de las pruebas. Las regiones con redes de telecomunicaciones modernas, como Sudáfrica, producen datos más detallados y fiables. Por el contrario, en las zonas con pocos recursos, las pruebas suelen basarse en relatos orales o descripciones resumidas, lo que limita su verificabilidad. Esta disparidad pone de relieve la necesidad de fortalecer la capacidad tecnológica para una recopilación de datos más rigurosa y uniforme en todo el continente.

Los casos estudiados sugieren una amplia gama de explicaciones. Los fenómenos naturales, como los meteoritos o Recomendaciones y perspectivas futuras Este informe propone acciones concretas para estructurar y enriquecer la investigación sobre los ovnis en África. La creación de una base de datos panafricana, la organización de campañas de sensibilización y el establecimiento de colaboraciones internacionales son iniciativas necesarias para avanzar en el estudio de estos fenómenos. Estas recomendaciones tienen por objeto centralizar la información, educar al público y fortalecer la posición de África en el debate mundial sobre los ovnis.

Más allá de los propios ovnis, este informe destaca su papel como catalizadores de la reflexión sobre cómo las sociedades perciben e interpretan lo desconocido. África, con su riqueza y diversidad cultural, tiene una contribución única que hacer a esta búsqueda universal. Al cruzar enfoques científicos, culturales y espirituales, se hace posible comprender mejor no solo los fenómenos aéreos inexplicados, sino también los mecanismos por los cuales las sociedades interactúan con lo misterioso y lo trascendente.

En conclusión, los ovnis, ya sean de origen natural, humano o potencialmente exógeno, constituyen un tema de estudio fascinante. Este informe, al enfatizar la importancia de un enfoque multidisciplinario y colaborativo, llama a continuar esta exploración con rigor, curiosidad y mentalidad abierta. África, a través de su historia, diversidad y recursos intelectuales, tiene un papel central que desempeñar en este enfoque colectivo destinado a comprender mejor estos fascinantes fenómenos.

El archivo original está disponible para los investigadores escribiendo a la siguiente dirección: uapafrique@gmail.com. Es propiedad de UAP Afrique. Nuestro más sincero agradecimiento a Tristan Routier por este considerable trabajo.

UAP África les desea un feliz año nuevo 2025.

71tadoft0kl._sl1420_couverture-la-question-des-ovnis-en-afrique-centrale.-officielcouverture-originale-copieaffiche-busy-1(Cartel de la exposición “OVNIS en África” en Busy. Obra artística de Marie-Angélique Thuillier)

https://uapafrique.com/2025/01/05/rapport-danalyse-sur-les-observations-dovni-en-afrique/

Cuando el cielo le habla a Kédougou: luces e interpretaciones místicas

Cuando el cielo le habla a Kédougou: luces e interpretaciones místicas

“El silencio era total, roto sólo por el susurro del viento. Mientras caminaba en la oscuridad, de repente vio una luz extraña. Una bola de luz, de color blanco pálido, giraba lentamente a través del dosel, oscilando entre las ramas de los árboles como si tuviera voluntad propia”.

23 de diciembre de 2024

UAP África

imageGran Mezquita de Kédougou donde tuvo lugar la observación. Podemos ver el gran baobab que permitió estimar la altura.

Por Tristán Routier

Ni siquiera sé exactamente qué vi esa noche. Corría el año 2005 y éramos cinco personas: tres europeos –Alain, Jonas y yo– y dos senegaleses. Alain y yo éramos estudiantes franceses de historia africana en la Sorbona. Estábamos haciendo una investigación de campo sobre nuestros respectivos temas. Jonas era un estudiante de bioquímica alemán que aprovechó sus vacaciones para realizar un viaje a África. Lo había conocido unos días antes en Tambacounda.

Estábamos en el norte, en Kédougou, un pequeño pueblo senegalés situado en la frontera con Mali y Guinea, en una zona semimontañosa. En ese momento, la Gran Mezquita de Kédougou donde tuvo lugar la observación.

Podemos ver el gran baobab que permite estimar que el hKédougou tenía unos 100,000 habitantes. Las carreteras no estaban asfaltadas y la ciudad, rodeada de vegetación, conservaba el encanto típico de las pequeñas ciudades africanas.

Los dos senegaleses que nos acompañaron eran un posadero con el que nos alojábamos y su amigo. Esa noche, compartimos una cerveza grande y discutimos extensamente sobre espiritualidad, magia y brujería. Los senegaleses nos hablaron de las creencias locales: brujos capaces de transformarse, de quitarse la cabeza y volver a ponérsela, tantas historias fascinantes para nosotros, los tres europeos.

Sobre la una de la madrugada, un amigo del dueño del albergue, que vivía al otro lado de la ciudad, decidió volver a casa. El dueño se ofreció a ir con él y todos decidimos seguirlos. Estaba completamente oscuro, sin farolas ni luna visible. Caminamos por la ciudad guiándonos en la oscuridad.

Al llegar cerca de un gran baobab, al lado de la mezquita principal, sentimos unas gotas de agua. Esto nos pareció extraño, ya que era la estación seca. Al mirar hacia arriba, vimos un cielo despejado lleno de estrellas titilantes, pero algo andaba mal. Las estrellas parecían parpadear de forma inusual.

Fue entonces cuando vimos tres bolas luminosas moviéndose lentamente por el cielo. Parecían estar bastante cerca, tal vez a la altura de tres baobabs (estábamos justo al lado del gran baobab que daba a la mezquita). Estas bolas estaban en silencio. Pasaron por encima de nosotros formando un triángulo equilátero y luego desaparecieron. La escena no duró más de tres segundos. Todos quedamos atónitos. Cuando pienso en ello, todavía siento escalofríos. Crecí en una familia familiarizada con la aviación: mi padre trabajaba en Air France. Sin embargo, lo que habíamos visto no se parecía a nada conocido. Los senegaleses simplemente respondieron: “Son brujos”.

Dos días después, visitamos Iwol, una aldea de los Bédiks, un pequeño grupo étnico de unas 1,400 personas que vive en las montañas de Kédougou. Su cultura es única, marcada por rituales, creencias y una organización social particular. Durante nuestra visita consultamos a una clarividente local, una anciana que cuestionaba a los espíritus. Respondieron con contracciones musculares de sus bíceps, produciendo ligeros chasquidos.

Según ella, lo que habíamos visto no era un mal augurio. Ella simplemente nos aconsejó que hiciéramos ofrendas a los antepasados.

imageGomila J., Ferry Marie-Paule. Notas sobre la etnografía de los Bedik (este de Senegal). En: Revista de la Sociedad de Africanistas, 1966, volumen 36, fascículo 2. págs. 209-250. pag. 2019

Esta experiencia no me perturbó hasta el punto de impedirme dormir, pero siguió interrogándome. Pasamos los siguientes días debatiendo qué podría ser eso. ¿Fue un fenómeno natural, como los fuegos de San Telmo o la electricidad estática? ¿Quizás pájaros nocturnos que reflejan una luz extraña? Pero nada explicaba este resplandor blanco.

Años más tarde, volví a contactar con Alain para volver a hablar con él sobre el tema. No lo recordaba. Luego le escribí a Jonas, quien respondió: “No recuerdo un ovni, pero definitivamente había algo. ¿Eran pájaros en el cielo o algún otro fenómeno? No podría decirlo, pero recuerdo haber visto algo esa noche frente a la mezquita”.

Aún hoy no sé si todo esto fue real o si lo soñé, tan fugaz fue la observación. Pero esa noche permanece grabada en mi memoria.

Después de esta experiencia escuché historias similares, a menudo en obras escritas por investigadores y administradores occidentales durante el período colonial. Este es el caso de una anécdota contada por Edward Evan Evans-Pritchard, un reconocido antropólogo británico, pionero en el estudio de las sociedades africanas, conocido por su enfoque inmersivo y sus estudios en profundidad de las culturas nilóticas. Su investigación explora la estructura social, la economía pastoril y la relación de los nuer con su entorno y su cosmovisión. Lejos de ser un simple inventario etnográfico, su obra titulada “Los Nuer”1 revela la complejidad de una sociedad segmentaria y sin una autoridad central fuerte, donde la ganadería juega un papel central no sólo económico, sino también espiritual. En 1972 publicó otra obra dedicada a las prácticas mágico-religiosas: “Brujería, oráculos y magia entre los azandé”2.

imageimageCuando Evans-Pritchard emprendió sus investigaciones permaneció veinte meses en el país azande, de 1926 a 1930, inmerso en una de las regiones más inhóspitas de África. Esta vasta red de humedales a lo largo del Nilo Blanco está sujeta a ciclos extremos de inundaciones y sequías. En temporada de lluvias, las aguas se extienden por kilómetros, transformando el paisaje en un laberinto acuático infestado de mosquitos. Durante la estación seca, el calor opresivo y la falta de agua potable hacen la vida igualmente difícil.

imageDurante su estancia tomó conciencia de que lo sobrenatural desempeñaba un papel primordial entre ellos, en todos los aspectos de su vida cotidiana. Las relaciones con las poblaciones indígenas no fueron inmediatas ni sencillas. Conocidos por su feroz independencia, este pueblo había resistido los intentos de control colonial británico. Evans-Pritchard, visto como un outsider y potencialmente un aliado de los administradores, enfrentó desconfianza inicial. Intentó integrarse aprendiendo su lengua, observando sus ritos y participando en su vida diaria. Esta inmersión no estuvo exenta de riesgos. La tensión entre los nuer y sus vecinos, como los dinkas, o sus conflictos con la administración colonial, hicieron que la región fuera políticamente inestable. Evans-Pritchard tuvo que navegar con cuidado para evitar ser visto como una amenaza.

Su obra también estuvo marcada por una profunda soledad. Vivir entre los nuer significaba estar aislado del contacto regular con colegas o familiares. Las largas noches en cabañas nuer, rodeadas de vastos pantanos y los sonidos de la vida silvestre nocturna, reforzaron esta sensación de aislamiento. Sin embargo, fue en esos momentos que desarrolló una comprensión íntima de su sociedad, escuchando sus historias y observando sus interacciones.

Fue en el corazón de este ambiente austero y aislado donde Edward Evan Evans-Pritchard tuvo una experiencia que perturbaría su mente científica. Una noche particularmente oscura, cuando la luna estaba oculta detrás de espesas nubes, Evans-Pritchard se despertó para satisfacer una necesidad apremiante. Con precaución, abandonó la choza de paja que le servía de refugio temporal y se dirigió a tientas hacia el baño, situado un poco apartado, al borde de un bosquecillo. El silencio era total, roto sólo por el susurro del viento.

Mientras caminaba en la oscuridad, de repente vio una luz extraña. Una bola de luz, de color blanco pálido, giraba lentamente a través del dosel, oscilando entre las ramas de los árboles como si tuviera voluntad propia . Fascinado y un poco preocupado, permaneció inmóvil, observando en silencio este fenómeno inexplicable. La luz pareció bailar en el aire, alternativamente intensa y parpadeante, antes de desaparecer tan misteriosamente como había aparecido. Conmocionado pero racional, Evans-Pritchard regresó a la cama, confiado en que encontraría una explicación lógica a lo que acababa de ver.

A la mañana siguiente, llamó a su ayudante de campo, un joven nuer que lo ayudó con sus viajes y necesidades logísticas. Evans-Pritchard, el único en la zona que poseía una linterna (un artículo raro y valioso en esta remota zona en la década de 1930), le preguntó si la había tomado prestada durante la noche.

En serio, el ayudante de campo respondió que no había tocado la lámpara y que no había salido de la cabaña.

Intrigado, Evans-Pritchard describió la extraña bola luminosa que había observado. Para su gran asombro, el joven no pareció sorprendido. “Lo que viste”, explicó con calma, “es una señal. Es el espíritu que anuncia que una persona notable ha muerto”. Esta interpretación, arraigada en creencias, desestabilizó un poco a Evans-Pritchard. Para las poblaciones Zandé, profundamente conectadas con la naturaleza y las fuerzas espirituales, una luz en la noche era mucho más que un simple fenómeno natural: era un presagio, un mensaje del mundo de los espíritus.

Aunque era un antropólogo eminentemente racional, Evans-Pritchard no podía ignorar el impacto cultural de este tipo de creencias. No era la primera vez que se topaba con historias en las que los fenómenos sobrenaturales se interpretaban como signos naturales. ¿Estaba simplemente presenciando un fenómeno natural –tal vez un fuego fatuo resultante de la descomposición orgánica– o había tocado una dimensión espiritual que escapaba a su comprensión occidental?

En el pueblo, cada manifestación inusual en el cielo o en la naturaleza era significativa. Una luz en la noche, particularmente rara y llamativa, sólo podría ser un mensaje de los antepasados o de los espíritus. Cuando aparecía un signo de este tipo, casi siempre se interpretaba como un presagio relacionado con un acontecimiento importante: a menudo, la muerte de un líder o una figura respetada en la comunidad.

En los días siguientes, Evans-Pritchard se enteró de que un notable de un pueblo vecino había muerto esa noche. Este episodio, aunque extraño, le ilustró la importancia de las cosmologías locales en la forma en que las poblaciones aprehenden e interpretan el mundo. Aprendió una lección fundamental para su trabajo como antropólogo: la racionalidad occidental por sí sola no podía captar la riqueza y profundidad de las culturas que estudiaba. Aunque su mente científica buscó explicar lo que había visto, entendió que lo esencial no era el fenómeno en sí, sino su significado simbólico y espiritual.

En la oscuridad, bajo un cielo lleno de misterios, Evans-Pritchard experimentó esa noche un encuentro inesperado entre dos visiones del mundo: la de la ciencia y la del misticismo.

Las luces del cielo africano, aunque raras e inquietantes para los testigos occidentales, forman parte de un universo cultural donde lo natural y lo sobrenatural conviven armoniosamente. En todo el continente, historias similares resaltan una interpretación mística de los fenómenos luminosos, a menudo asociados con genios, espíritus o heraldos de acontecimientos importantes.

Según las tradiciones locales, las luces misteriosas, como las bolas luminosas observadas en Kédougou, pueden interpretarse como manifestaciones de genios o antepasados. Los Konkomas, por ejemplo, se describen en las creencias de África occidental como espíritus luminosos que se manifiestan en la selva. Estos seres sobrenaturales, a menudo benévolos, son vistos como guardianes de territorios o mediadores entre el mundo visible y el invisible. En los relatos de los cazadores, aparecen con frecuencia como llamas o puntos de luz flotantes, descripciones que recuerdan las experiencias relatadas por los testigos.

En varias cosmologías africanas, los fenómenos luminosos no son simplemente curiosidades naturales sino mensajes espirituales. Una bola de luz flotando en la oscuridad puede interpretarse como un presagio, que a menudo anuncia la muerte de una persona notable o un evento importante. Estas interpretaciones, profundamente arraigadas en una visión espiritual del cosmos, muestran una capacidad para leer el mundo natural como un lenguaje codificado de ancestros o fuerzas invisibles. Los habitantes de Kédougou podrían haber interpretado las bolas luminosas como una advertencia o una comunicación de los espíritus.

imageGran baobab del pueblo de Iwol en el país Bedik

Las luces observadas también podrían estar vinculadas a prácticas místicas. Entre los bambaras y otros pueblos de la región, los fenómenos luminosos desempeñan un papel central en los rituales de adivinación o comunicación con los espíritus. Los adivinos, utilizando espejos mágicos u otros objetos reflectantes, buscan interpretar estas manifestaciones como respuestas a sus preguntas espirituales.

Las volutas, provocadas por emanaciones de gas en zonas pantanosas o por fenómenos ópticos relacionados con la electricidad estática, podrían explicar algunas observaciones. Sin embargo, para los habitantes de Kédougou, el significado espiritual de estas manifestaciones parece mucho más significativo que su explicación científica. Esta doble lectura del mundo refleja la riqueza de las cosmologías africanas, donde ciencia y misticismo coexisten sin contradicción aparente.

Otro elemento que vale la pena mencionar. En diciembre de 2023, Jann Halexander, compositor y creador de UAP Afrique, habló sobre la presencia de actividades mineras en la región de Kédougou, en particular de extracción de uranio. Este recurso estratégico fue objeto de investigación desde los años 50 por la Comisión Francesa de Energía Atómica (CEA), que más tarde se convirtió en la Compagnie Générale des Matières Atomiques (COGEMA). Entre 1975 y 1985, COGEMA exploró intensamente el potencial de uranio en el este de Senegal.

Algunos investigadores, como Stéphane Royer en su libro Ovnis et nucléaire : Sommes-nous sous surveillance ? (Los ovnis y la energía nuclear: ¿Estamos bajo vigilancia?) (2021, JMG Éditions) postulan un posible vínculo entre los fenómenos ovni y las instalaciones o recursos nucleares. Esta hipótesis, aunque controvertida, podría ofrecer nuevos conocimientos sobre las observaciones de luces misteriosas en la región de Kédougou, donde la riqueza del subsuelo podría atraer fenómenos aún inexplicables. Estas posibles interacciones entre la actividad humana y manifestaciones inexplicables merecen ser exploradas más a fondo.

El episodio de las luces en el cielo nocturno de Kédougou ilustra el fascinante encuentro entre dos visiones del mundo: la racionalidad científica occidental y las cosmologías africanas ricas en símbolos. Lo que los testigos percibieron como un fenómeno inexplicable, los residentes locales rápidamente lo integraron en un marco espiritual y cultural. Este evento nos recuerda que la observación de los fenómenos naturales, incluso en un contexto globalizado, sigue profundamente influenciada por el marco cultural y las creencias de los observadores.

En definitiva, las luces de Kédougou siguen siendo un misterio. Pero ya sean fruto de una manifestación natural, una presencia espiritual o un juego de la imaginación, continúan cuestionando y enriqueciendo nuestra comprensión de las interacciones entre el hombre, la naturaleza y lo sagrado. Esta historia, testigo de una noche particular, se transforma en una reflexión universal sobre la forma en que aprehendemos lo desconocido.

imagehttps://uapafrique.com/2024/12/23/quand-le-ciel-parle-a-kedougou-lumieres-et-interpretations-mystiques/

Anticipación: ¿Qué hará África en caso de contacto entre la humanidad y una civilización extraterrestre?

Anticipación: ¿Qué hará África en caso de contacto entre la humanidad y una civilización extraterrestre?

Hay que decir que el continente africano ha seguido siendo espectador de este importante punto de inflexión en la historia universal. La Unión Africana, organizaciones como la CEDEAO, la CEMAC o la SADC o incluso los principales países del continente como Nigeria o la RDC nunca se han interesado por la cuestión de los ovnis o las hipótesis de…

7 de mayo de 2024

UAP África

imagePor Samson Mawulolo Ahlijah

El 29 de agosto de 2047, alrededor de las 14:10 horas, aparece un extraño post en la red social X. El mensaje es escueto y dice lo siguiente: Estamos en camino. En la parte inferior del mensaje, dice 32 horas 45 minutos desde Elion. Por tanto, todo parece indicar que la persona que escribió este mensaje no se encuentra en la Tierra, sino en un misterioso planeta llamado Elion.

Muy rápidamente, el mensaje dividió la web. De un lado estaban los que estaban convencidos del origen extraterrestre del mensaje y del otro, los que hacían todo lo posible para demostrar que se trataba ni más ni menos que de un vulgar engaño. En París, Washington, Moscú, Beijing y Bruselas, se activaron los gobiernos y se pusieron las fuerzas de defensa en alerta máxima. Después de que el mensaje fuera analizado por los mejores expertos en informática, las principales potencias del mundo tuvieron que enfrentarse a los hechos: el Ser que origina este mensaje no está en la Tierra y publicó este mensaje conectándose a una red distinta a Internet.

Ante esta situación, las grandes potencias del mundo deciden dejar de lado sus diferencias. Se organiza una reunión de alto nivel en Londres que reúne a los científicos, expertos en seguridad espacial, políticos, economistas y ufólogos más famosos. Se invita a Japón, Argentina, Brasil, México y Canadá a participar en los debates. El objetivo es definir la línea de conducta a adoptar en el caso de que los misteriosos habitantes del planeta Elion decidan descender al planeta azul. Los participantes en la conferencia coinciden en la necesidad de defender los intereses de la Tierra y sus habitantes.

Dos días después del final de la conferencia, alrededor de las 13:00 horas, una enorme nave espacial que recuerda vagamente a un diamante aterriza en la explanada de la Torre Eiffel. Al mismo tiempo, comienza a circular un segundo mensaje en la red social X. Es tan escueto como el primero y dice esto: Estamos aquí. Esta vez, la hora marca las 13:04 horas y fue enviada desde la Tierra.

El gobierno francés despliega inmediatamente el ejército alrededor del lugar de desembarco. Las demás potencias son alertadas y comienzan a movilizar sus tropas militares. Luego de largos minutos de espera, la nave se abre y deja salir seis seres traslúcidos de gran tamaño. Sus morfologías se parecen vagamente a las de los humanos, pero sus rostros están cubiertos de pelo como los felinos. Con la ayuda de lo que parece ser un traductor, estos extraños visitantes logran establecer contacto. Explica que no ha venido a hacer la guerra, sino a establecer una asociación en la que todos ganen. Piden hablar con los principales líderes de la Tierra.

A medida que la noticia se difunde por todo el mundo, los extraterrestres del planeta Elion son conducidos al Palacio del Elíseo, donde son recibidos por el presidente francés. En las horas siguientes, los presidentes y primeros ministros estadounidenses, rusos, japoneses, chinos, canadienses y brasileños aterrizan en París. Los televisores occidentales se ven invadidos por analistas y ufólogos que explican las consecuencias que este contacto oficial con un mundo exterior tendrá sobre los distintos aspectos de la vida en la Tierra.

Durante los intercambios, los visitantes de Elion explican que están allí para establecer asociaciones comerciales, económicas y culturales. Indican que necesitan cobre, cobalto, litio, torio, uranio y otros metales. A cambio, ofrecen proporcionar tecnologías para aumentar la producción agrícola y acelerar la regeneración de la tierra. Occidente, que se prepara desde hace años para este hipotético encuentro gracias al trabajo de los científicos y a las investigaciones de los ufólogos, crea rápidamente un comité encargado de precisar los contornos de esta cooperación.

imageLomé

Ante la ONU, las grandes potencias aseguran que están trabajando por el bien de la humanidad. En el proceso, se crean nuevas empresas mineras y la atención comienza a dirigirse hacia África.

Hay que decir que el continente africano ha seguido siendo espectador de este importante punto de inflexión en la historia universal. La Unión Africana, organizaciones como la CEDEAO, la CEMAC o la SADC o incluso los grandes países del continente como Nigeria o la RDC nunca se han interesado por la cuestión de los ovnis o las hipótesis de vida extraterrestre. El continente sólo cuenta con dos o tres ufólogos establecidos desde hace años en Europa y Estados Unidos. Y, como era de esperar, ningún país africano fue invitado a participar en las conversaciones con los visitantes de Elion.

Mientras los medios occidentales analizaban el impacto de la llegada de estos visitantes al continente; Periódicos, revistas, canales de radio y televisión fueron invadidos por pastores e imanes que instaban a los creyentes a más oraciones, porque la llegada de extraterrestres era sin duda el comienzo del apocalipsis y el fin de los tiempos. Algunos medios dieron voz a los kemitas que creían que la llegada de los habitantes de Elion era simplemente otra conspiración occidental y cuando los intelectuales del continente fueron invitados a comentar sobre esta situación, brillaron por su ignorancia sobre el tema y los posibles problemas.

Así, mientras Occidente se preparaba para aprovechar al máximo esta colaboración con la civilización de Elion, África se sumergía en una cacofonía que rimaba con falta de preparación, ignorancia y superstición. La mayor parte de las materias primas que necesitaban las poblaciones de Elion se encontraban en África. Y había que encontrar una manera de explotarlos. Los africanos, ausentes de la mesa de negociaciones, no sabían que estos visitantes del cielo podrían permitir al continente resolver su problema de inseguridad alimentaria aumentando la producción agrícola. Occidente tampoco veía por qué debería compartir esta tecnología con los países africanos. Por el contrario, pensaron que lo utilizarían para aumentar la producción agrícola en el Norte y vender el excedente de esta producción a los países africanos.

Posteriormente, se organizan revoluciones y golpes de estado en varios países africanos. Los líderes demasiado entrometidos son reemplazados por presidentes más dóciles que otorgan permisos de extracción a nuevas empresas mineras sin intentar comprender los problemas. Los visitantes de Elion, satisfechos con las entregas de metales y otras materias primas, ofrecen a las grandes potencias acceso a sus tecnologías. Una gran parte del mundo occidental entra entonces en una nueva fase de crecimiento, mientras que en África se inicia una nueva era de explotación.

Aunque este escenario parece sacado directamente de una novela de ciencia ficción, ilustra perfectamente el destino que le espera a África en caso de contacto con una civilización extraterrestre. Si el continente hoy está rezagado y parece estar al margen de las principales transformaciones sociales y tecnológicas del mundo, se debe en parte a una falta de previsión.

El cielo africano, al igual que el americano o el europeo, es visitado desde hace muchos años por extrañas máquinas voladoras que probablemente no proceden de este mundo. La mayoría de los países han creado organizaciones para estudiar estos fenómenos. Podemos citar el caso de GEIPAN, adscrita al CNES, o MUFON en Estados Unidos. Ufólogos de todos los rincones del mundo llevan décadas trabajando para desarrollar diferentes hipótesis sobre el contacto con vida extraterrestre.

Mientras tanto, en el continente que vio nacer al hombre moderno, la cuestión ovni sigue siendo ignorada y completamente ausente de todas las discusiones intelectuales. Sin ninguna preparación para la posibilidad de un contacto extraterrestre, es bastante normal que el continente no sólo sea condenado al ostracismo, sino también explotado (quizás brutalmente) en el contexto de la colaboración interplanetaria.

Para evitar que este escenario de pesadilla se convierta en realidad, los organismos africanos de toma de decisiones, así como las organizaciones continentales y subregionales, deben prestar cierta atención a la cuestión de los ovnis para definir un enfoque africano ante este misterio.

La creación de estructuras de investigación y previsión sobre fenómenos aéreos inexplicables (FAI) a escala continental permitirá identificar un curso de acción africano a seguir en caso de contacto oficial (o no oficial) entre la humanidad y una inteligencia extranjera.

(Encuentre UAP Afrique en Youtube a través de podcasts, etc.: https://www.youtube.com/@UAPAfrique )

https://uapafrique.com/2024/05/07/anticipation-que-fera-lafrique-en-cas-dun-contact-entre-lhumanite-et-une-civilisation-extraterrestre/

Visto desde otra perspectiva: ¿qué lecciones debería aprender África del enfoque de la Unión Europea sobre la cuestión ovni?

Visto desde otra perspectiva: ¿qué lecciones debería aprender África del enfoque de la Unión Europea sobre la cuestión ovni?

“En África, como en todas partes, los avistamientos de ovnis se han multiplicado en los últimos años. Si el continente no recibe mucha atención a este respecto, es en parte por la falta de interés de los intelectuales por la cuestión ovni”.

30 de marzo de 2024

UAP África

Por Samson Mawulolo Ahlijah

imageAntananarivo, 1954

Durante los últimos dos siglos, la humanidad ha registrado enormes avances tecnológicos. Hace unos 50 años, el hombre pisó por primera vez la luna. Los avances en el campo de la salud han permitido ampliar considerablemente la experiencia de vida y gracias a los avances en el campo de las telecomunicaciones la información ahora viaja muy rápidamente.

Pero a pesar de estos avances, aún quedan muchos misterios en torno a varias cuestiones esenciales. El origen del hombre y su lugar en el universo aún no se comprenden del todo. En cuanto a la cuestión de si estamos solos en el universo, la mayoría de los investigadores coinciden en que las posibilidades de existencia de civilizaciones extraterrestres son muy altas.

Aunque hasta la fecha no se ha establecido oficialmente ningún contacto con un gobierno extraterrestre, la aparición regular de objetos voladores no identificados (ovnis) en los cuatro rincones del mundo atrae la atención de la población y alimenta numerosas especulaciones.

Desde el accidente de Roswell en Estados Unidos, la cuestión de los ovnis se ha convertido en un tema ambiguo que ha alimentado numerosos debates. La actitud de los medios de comunicación, los gobiernos y la comunidad científica oscila entre la duda y la burla. Además, muchos consideran que la ufología o la ciencia que estudia fenómenos aéreos inexplicables es una disciplina de gente excéntrica. Sin embargo, los hechos siguen siendo contundentes y ya sea en los cielos de París, Londres, Madrid o Abiyán, aparecen extraños artefactos voladores que escapan por completo a toda explicación científica.

Los gobiernos parecen haber comprendido desde hace mucho tiempo la importancia de crear un marco de estudio adecuado para estos fenómenos con el fin de prepararse para la posibilidad de contacto con una civilización extraterrestre. El 20 de marzo, por primera vez, diputados de la Unión Europea, bajo la coordinación del diputado portugués Francisco Guerreiro, organizaron una larga reunión durante la cual ufólogos del viejo continente hablaron sobre el tema de los ovnis.

Miembro de la red UAP CHECK y ufólogo de larga trayectoria, Eduardo Russo estuvo entre los ponentes. Indicó que los fenómenos aéreos inexplicables (FAI) estaban lejos de afectar sólo a Estados Unidos y se detuvo en los numerosos casos de observaciones en Europa. Si se hacen comparaciones con el tratamiento de la cuestión vni en los Estados Unidos, durante las discusiones no se mencionó realmente el nombre de un continente, África.

¿Se observan ovnis en África? ¡Sí! Entonces, ¿por qué nadie (o tan pocas personas) habla de ello? La respuesta a esta pregunta es compleja y refleja la compleja situación en la que se encuentran los países africanos. Algunos de los casos de avistamientos de ovnis que parecen confirmar la presencia de vida fuera de nuestra tierra se han producido en África. Dos incidentes llamarán nuestra atención.

El primero es el famoso avistamiento de Ariel en la escuela primaria que ocurrió en septiembre de 1994 en Zimbabwe. En total, unos sesenta niños afirmaron haber visto aterrizar naves extrañas. De estas naves habrían surgido seres de apariencia humanoide pero carentes de fosas nasales que habrían establecido comunicación telepática con ellas. Sus mensajes se centraron en los riesgos ecológicos que enfrenta el planeta. En 2024, 30 años después del hecho, la versión de muchos niños que hoy son adultos no ha cambiado. El caso de la escuela Ariel ha sido objeto de numerosas investigaciones internacionales, pero ha recibido poca atención en Zimbabwe y África.

La segunda aparición de un ovni tuvo lugar en 1954 en Madagascar cuando el país era una colonia francesa. Ante la mirada atónita de miles de personas, un objeto volador negro con una forma vagamente parecida a la de un cigarro sobrevoló la avenida principal de Antananarivo a menos de cien metros (100 metros) del suelo.

El dispositivo no hizo ningún ruido. Su paso provocó cortes de energía eléctrica y los propietarios de ganado y granjas de animales domésticos notaron una inusual agitación de los animales. Esta observación animará al general De Gaulle a pensar en la creación de una organización oficial francesa para el estudio de los ovnis. El proyecto se llevó a cabo en 1977 con la creación de GEIPAN.

imageSamson Mawulolo Ahlijah, Lomé, Togo

Estos dos casos están lejos de ser excepciones. En África, como en todas partes, los avistamientos de ovnis han aumentado en los últimos años. Si el continente no recibe mucha atención a este respecto, es en parte por la falta de interés de los intelectuales por la cuestión ovni. Para muchos de ellos, los extraterrestres, los ovnis y cosas similares son una locura del mundo occidental y del hombre blanco.

La segunda razón es la laxitud de los Estados. Si bien simplemente no ignoran la cuestión de los ovnis, muchos ejecutivos africanos creen que tienen problemas más serios que resolver. Y para los regímenes dictatoriales que parecen tener un futuro brillante por delante en el continente, lo más importante es permanecer en el poder. Este estado de desinterés general se ve reforzado por la actitud de una población que, acorralada por problemas de acceso a la energía, al agua potable, a la educación y a la salud, no tiene tiempo para “observar el cielo”.

Este encuentro entre diputados europeos y ufólogos debe interpretarse como una prueba de que todos los continentes, independientemente de su nivel de desarrollo, deben tomar en serio la cuestión de los ovnis. La falta de previsión en África ha impedido repetidamente al continente africano recuperar su lugar en el tren de la historia, tren que, sin embargo, creó como cuna de la humanidad. Los errores del pasado deben servir de lección a los líderes africanos. La cuestión de los ovnis no es una ilusión del mundo occidental. Esto no es en modo alguno un engaño. Este es un tema muy serio que merece atención con un enfoque científico.

Instituciones regionales como la SADC, la CEDEAO o la Unión Africana deben prestar más atención a estos extraños objetos voladores y crear, en la medida de lo posible, organizaciones que reúnan a ufólogos, científicos y expertos de otras disciplinas para un estudio en profundidad de esta cuestión.

Sin embargo, el enfoque de África ante esta cuestión no debe ser una simple imitación del enfoque occidental. Los Estados Unidos en particular y, en cierta medida, Europa analizan principalmente la cuestión ovni a través de un prisma de seguridad. Las películas de Hollywood dicen mucho sobre este punto de vista: los extraterrestres son criaturas malvadas que han venido para esclavizar o destruir a la humanidad.

Nadie puede garantizar de momento las buenas intenciones de los ocupantes de estas extrañas naves que sobrevuelan las ciudades y campos de nuestro planeta azul. Sin embargo, al profundizar en las raíces profundas de África que enfatizan la hospitalidad y la importancia de dar la bienvenida a cualquier extraño, los ufólogos del continente pueden ofrecer un nuevo enfoque para el estudio de fenómenos aéreos inexplicables.

(Encuentre UAP Afrique en Youtube a través de podcasts, etc.: https://www.youtube.com/@UAPAfrique)

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https://uapafrique.com/2024/03/30/vu-dailleurs-quelles-lecons-lafrique-doit-tirer-de-lapproche-de-lunion-europeenne-sur-la-question-des-ovnis/

Divulgación de fenómenos UAP en Occidente: ¿África confinada a un papel de espectador?

Divulgación de fenómenos UAP en Occidente: ¿África confinada a un papel de espectador?

“El continente africano no debe dejarse guiar por la dictadura de la urgencia”.

16 de marzo de 2024

UAP África

por Samson Mawulolo Ahlijah

imageimageSamson Mawulolo Ahlijah

En julio de 2023, David Grusch, oficial de la Fuerza Aérea estadounidense y ex agente de inteligencia, declaró bajo juramento ante el Congreso que el gobierno de Estados Unidos había desarrollado un vasto programa sobre extraterrestres. David Grusch afirmó, con la serenidad de quien tiene pruebas de lo que dice, que el gobierno de su país estaba en posesión de naves espaciales no humanas y de cadáveres de pilotos extraterrestres. Según el ex oficial de inteligencia, se había asesinado a personas para mantener en secreto esta información.

Las declaraciones de David Grusch cayeron como una bomba en los círculos ufológicos y provocaron una oleada de comentarios en las redes sociales. Los medios de comunicación de todo el mundo se hicieron eco del asunto y, cuando el ejecutivo estadounidense encargó a la Oficina de Resolución de Anomalías (AARO) que investigara el asunto, muchos entusiastas de la ufología esperaban que por fin la primera potencia mundial admitiera que la humanidad lleva décadas en contacto con razas extraterrestres.

imageDavid Grush

El informe de la agencia, publicado el 8 de marzo de 2024, fue un baño de agua fría. Para la AARO no había datos reales ni pruebas materiales que corroboraran las afirmaciones de David Grusch. Así que este episodio parece haber terminado. Pero el movimiento a favor de la divulgación de fenómenos ovni o FANI no está a punto de perder fuerza. Ya sea en Francia, Alemania, Brasil o China, los avistamientos de ovnis nunca han sido tan numerosos. La revelación de David Grusch ha tenido al menos el mérito de sembrar dudas en las mentes de los entusiastas de los ovnis más escépticos. Y a pesar del desmentido proporcionado por el informe de la AARO, mucha gente se niega a creer que David Grusch sea un mentiroso y que todas estas declaraciones sean solo el fruto de su fértil imaginación.

La cuestión de la vida en otros planetas no surgió en el mundo moderno. Filósofos griegos como Anaximandro, que vivió 600 años antes de Cristo, creían que debía haber vida en un número infinito de mundos. Algunos arqueólogos creen que las antiguas civilizaciones egipcia y mesopotámica estuvieron en contacto con razas extraterrestres. La búsqueda de vida extraterrestre se ha acelerado con el desarrollo de la tecnología. En todo el mundo, el tema es tan fascinante como intrigante.

Pero todo el revuelo y el furor mediático que ha desatado la aparición de David Grusch en los medios de comunicación no parece haber llegado al continente africano. En esta tierra que vio nacer al hombre moderno hace varios cientos de miles de años, la cuestión de la vida extraterrestre es para muchos una ilusión del mundo occidental. Todo hace pensar que el continente se ha librado de fenómenos aéreos inexplicables. Sin embargo, no es así. En su discurso ante el Senado, David Grusch mencionó el hecho de que en 1933, el gobierno del dictador italiano Benito Mussolini habló de la aparición de una aeronave no humana en el cielo. Olvidó mencionar que en el pasado reciente, en 1994 en Zimbabwe, más de 60 alumnos de la escuela primaria Ariel afirmaron haber visto seres humanoides sin fosas nasales salir de una nave que no se parecía a ningún artefacto fabricado por manos humanas. Se decía que los extraterrestres habían dado a los niños un mensaje sobre el futuro del mundo y la ecología antes de despegar.

El incidente de la escuela Ariel es uno de esos avistamientos de ovnis que dejan poco espacio para la duda o la ambigüedad. ¡No estamos solos en el universo! Este incidente está lejos de ser un caso aislado en el continente. Ha habido numerosos informes de fenómenos aéreos inexplicables en toda África. Ya es hora de que se dejen de hablar sobre el tema de los ovnis.

El continente africano no debe dejarse guiar por la dictadura de la urgencia. Es cierto que los países del continente, víctimas del neocolonialismo y desgarrados por la corrupción, se enfrentan a problemas de pobreza, de seguridad, de acceso a la educación y a la salud y a una serie de otros problemas existenciales. Es importante que los dirigentes y los pueblos de África tengan los pies en la tierra a la hora de afrontar estos problemas. Pero no deben olvidar que a veces es dando un paseo por las estrellas como se pueden encontrar soluciones a los diversos desafíos.

Samson Mawulolo Ahlijah fue testigo de un avistamiento ovni cuando era adolescente y, en 2023, decidió interesarse por los avistamientos ovni en África, tras otro avistamiento. El periodista y escritor, nacido en Lomé y residente en Togo, considera que la cuestión de los ovnis merece más atención en el continente. Reuniendo testimonios de más de 40 países, acaba de escribir su primer libro sobre fenómenos aéreos inexplicables en África. Cuando no está tratando de desentrañar el misterio de los platillos voladores y los cigarros voladores, Samson Ahlijah se interesa por cuestiones de seguridad, políticas y geopolíticas en el continente africano. Es un apasionado de la historia africana. Habiendo vivido y trabajado en el Sahel, es un experto en cuestiones relacionadas con los grupos yihadistas asentados en esta parte del mundo. Samson Mawulolo Ahlijah es el representante en Togo de la red UAP AFRICA, fundada en noviembre de 2024 por el artista y autor franco-gabonés Jann Halexander.

https://uapafrique.com/2024/03/16/disclosure-of-uap-phenomena-in-the-west-africa-confined-to-a-spectator-role/