Un exalmirante de la Marina afirma que existe inteligencia no humana oculta en los océanos. Es una amenaza legítima.
“No creo que sean del mundo natural tal como lo conocemos”, dice en una entrevista exclusiva.
6 de marzo de 2025
Por Elizabeth Rayne
En la tarde del 14 de noviembre de 2004, el comandante de la Marina de los EE. UU. David Fravor y su escuadrón F/A-18F estaban realizando un ejercicio de entrenamiento con el Grupo de Ataque del Portaaviones USS Nimitz, a unas 100 millas de la costa de San Diego, California, cuando su radar detectó una anomalía.
Fravor bajó la vista desde su avión de combate y notó algo blanco y oblongo justo encima de las aguas bravas. Vio un objeto en pantalla, visible tanto en luz infrarroja como visible, de unos 13 metros de largo, sin alas ni otras protuberancias. Parecía moverse de forma inquietante junto con el avión, sin dejar rastro. Pero cuando Fravor intentó interceptar la extraña nave, esta despegó a velocidad de curvatura. Aceleró tan rápido que el sensor no pudo seguir su rastro.
Lo que ahora se conoce como el famoso avistamiento del “Tic-Tac” permaneció clasificado durante más de una década. Cuando un video pirata de este FANI (fenómeno anómalo no identificado) apareció en internet varios años después del encuentro, pasó prácticamente desapercibido, al igual que los rumores sobre una posible nave espacial extraterrestre. Esto fue así hasta que el relato de Fravor irrumpió en la portada de The New York Times en 2017. El incidente del Tic-Tac desencadenaría la creación del Grupo de Trabajo FANI del Departamento de Defensa.
Fravor, ya jubilado, finalmente testificó en una audiencia del Subcomité de Seguridad Nacional, Frontera y Asuntos Exteriores del Comité de Supervisión y Rendición de Cuentas de la Cámara de Representantes en 2023. ¿Cuál fue la reacción del público? “Internet se encogió de hombros”, como comentó Forbes.
En esa misma audiencia estuvo presente el contralmirante retirado Tim Gallaudet, ex meteorólogo jefe de la Armada. Gallaudet finalmente daría su propio testimonio sobre otro video de FANI, tomado cuando era oficial en servicio activo, en una audiencia posterior ante el Congreso. Gallaudet ha investigado estos fenómenos durante gran parte de su carrera, tanto dentro como fuera del ejército.
“Estamos bastante convencidos de que estas naves son operadas por una inteligencia de orden superior que no es humana”.
Los objetos extraños que han aparecido bajo el agua o que han sido transmedia (transición instantánea del agua al aire o viceversa) han permanecido en gran parte sin explicación, si no negados. Las posibilidades de lo que podrían ser podrían ir mucho más allá de la comprensión humana. ¿Podrían ser FANI submarinos, también conocidos como objetos sumergidos bajo el agua u OSNI?
“Estamos bastante convencidos de que estas naves son operadas por una inteligencia superior que no es humana”, dice Gallaudet. “No creo que pertenezcan al mundo natural tal como lo conocemos. Puede que provengan de la Tierra, pero no creo que pertenezcan a los reinos vegetal y animal tal como los conocemos”.
El testimonio de Gallaudet se refirió al video “Go Fast” de 2015, captado por el sensor infrarrojo de un avión F/A-18 de la Marina durante un ejercicio en la Costa Este. En este video, un objeto que parece apenas una línea blanca se desplaza rápidamente por la pantalla. Gallaudet se percató del objeto cuando la grabación se envió a todos los comandantes subordinados en un correo electrónico titulado “PROBLEMA URGENTE DE SEGURIDAD DE VUELO”, expresando su preocupación por las misteriosas colisiones aéreas que estaban ocurriendo en el momento del avistamiento.
La velocidad del objeto en el agua —y todo lo que se pudiera discernir sobre su estructura— parecía desafiar las leyes de la física.
“Hasta ahora, no hemos construido nada que pueda ir tan rápido en el agua y que no cambie de velocidad del agua al aire”, dice Gallaudet. “Muchos han tenido una aceleración ultrarrápida y han realizado giros en ángulo recto. Aún no hemos podido diseñar vehículos que puedan hacerlo”.
Cuando los oficiales que recibieron el correo electrónico intentaron comprender lo que estaba sucediendo, inicialmente se sospechó que las demostraciones de tecnología clasificada, que han explicado muchos FANI aéreos anteriores, eran la causa de ambos incidentes. Gallaudet tenía dudas al respecto debido a la estricta política del Departamento de Defensa de mantener dichas demostraciones separadas de los ejercicios en vivo. Al día siguiente, al abrir su bandeja de entrada, se dio cuenta de que el correo electrónico había desaparecido.
Desafortunadamente, no todos estaban convencidos. En una audiencia poco después de la de Gallaudet, el director de la oficina de FANI del Pentágono, Jon Kosloski, declaró que no se podía verificar ninguna tecnología ni actividad extraterrestre. Qué podría estar intentando lograr otra especie con estos objetos sigue siendo una incógnita.
“Desconocemos sus intenciones”, dice Gallaudet. “Al menos el gobierno no nos dice si podrían ser hostiles o no, pero es necesario disipar la incertidumbre”, continúa. “Desconocerlo es un riesgo potencial para la seguridad”.
¿Qué clase de seres pudieron haber inventado algo tan avanzado? Gallaudet cree que podrían ser extraterrestres que encontraron un hogar en los océanos de la Tierra o una especie inteligente aún no descubierta que podría haber existido durante milenios.
El Tic-Tac tampoco fue el primer objeto submarino posiblemente extraterrestre presenciado por humanos. En su libro, Sweep Clear 5, el investigador de FANI Chris Styles detalla el avistamiento en 1960 de una nave transmedia que se hundió en el agua durante una misión canadiense de barrido de minas de la OTAN. Cuando los buzos fueron a recuperarla para examinarla más a fondo, observaron que había más de una nave en el fondo marino y que estaban ocupadas por entidades humanoides que definitivamente no eran humanas.
“Nos ordenaron que subiéramos a la superficie y que olvidáramos lo que habíamos visto”, reza el relato de un buzo que Styles había documentado. “Entonces sonaron las alarmas en el barco de mando y cundió el pánico”.
Si existe una especie inteligente que prospera bajo el agua y construye vehículos tan avanzados que ni siquiera la ciencia ficción puede comprenderlos, podríamos aprender algo si logramos comunicarnos con ellos. Gallaudet cree que su fuente de energía y electricidad podría informarnos sobre cómo resolver importantes problemas energéticos. Las formas alternativas de energía y los avances en la ciencia de los materiales podrían cambiar drásticamente la perspectiva de un mundo que ha visto sus cielos contaminados, sus recursos explotados y lucha por romper con la dependencia de los combustibles fósiles.
A menos que establezcamos contacto, no podemos saber quién o qué es capaz de diseñar algo que acelere instantáneamente y siga avanzando a una velocidad sin obstáculos. Tampoco tenemos idea de qué otros avances podrían haber logrado estas inteligentes especies no humanas. Por muy atractiva que sea la idea de interceptar conocimiento a años luz de nuestra era, si estos seres serían receptivos u hostiles es algo que debemos considerar antes de intentar establecer contacto.
“Estamos seguros, basándonos en las personas que conozco que han recopilado materiales y han participado en programas gubernamentales secretos, de que están controlados por algo”, dice Gallaudet. “Simplemente desconocemos por completo su intención o naturaleza”.
https://www.popularmechanics.com/military/a64073070/ufos-hiding-underwater/