La historia detrás de Perspectivas Ufológicas
Recientemente, tuve el placer de escuchar la entrevista de mi amigo Héctor Escobar Sotomayor en «La Biblioteca Ufológica», y me hizo reflexionar sobre una época increíble de nuestras vidas. Fue un proyecto que nació de la necesidad de aportar una voz crítica y rigurosa al fenómeno ovni en México, y todo comenzó con una idea de Héctor.
Él no solo tuvo la visión original de publicar Perspectivas Ufológicas, sino que también era el motor de la revista. Héctor era una máquina: se encargaba de la edición, maquetaba cada página, supervisaba la impresión y hasta la distribución. Mientras tanto, nos reuníamos con nuestro colega Óscar García para planear cada número y definir el contenido.
Muchos nos tildaban de «investigadores de escritorio» y tenían razón en parte: éramos ávidos lectores. Leíamos sin parar libros, periódicos, boletines y revistas, construyendo un vasto conocimiento sobre la historia y los casos de la ufología. Sin embargo, nuestro trabajo no terminaba ahí. Nos asegurábamos de salir al terreno a investigar cada caso a fondo, complementando el análisis bibliográfico con la pesquisa en sitio. Además, hacíamos reseñas de libros y manteníamos una activa comunicación con investigadores de toda Latinoamérica y Europa, creando una red de conocimiento y análisis.
Además de la revista, nuestra labor se extendía a la divulgación. Dábamos conferencias gratuitas cada mes y participábamos en programas de radio y televisión, llevando el mensaje de un escepticismo metodológico, no un negacionismo.
Nuestro trabajo no solo influyó en el debate público, sino que tuvo un impacto personal y duradero. Gracias a esa labor, logramos arrancar de las garras de la credulidad a muchos jóvenes que, ahora, siguen nuestros pasos. Entre ellos puedo mencionar al propio Óscar García y al mismísimo Diego Zúñiga, pero también a César Buenrostro y Daniel Galarza, por mencionar solo algunos.
Como era de esperarse, nuestro enfoque nos ganó tanto seguidores como detractores. Algunos nos criticaban duramente, llegando a decir que la CIA nos pagaba, que éramos simplemente negacionistas, o incluso, en los casos más extremos, que éramos «seres malignos» destinados al infierno.
A pesar de las críticas, este proyecto fue una parte fundamental de nuestra historia y un esfuerzo que valió la pena para traer un poco de luz y razón a un tema tan apasionante.
Fue un honor haber sido parte de ese equipo. ¡Gracias a Diego y a Sergio Sánchez por esta valiosa conversación y por traer a colación la historia de la revista!»
El legado continúa
Con el tiempo, tanto Héctor como Óscar se fueron alejando del tema de los ovnis, pero yo no quise que ese esfuerzo se perdiera. Tomé la estafeta y rescaté el espíritu del proyecto con una página en internet, llamada «Perspectivas», que tuvo el gran apoyo y el aval de la Fundación Anomalia.
El resultado final de aquella revista y de todos esos años de trabajo es el blog «Marcianitos Verdes». El próximo 29 de abril cumplirá 20 años de estar en internet, continuando con la misma filosofía de rigor y escepticismo que nos unió en un principio.