Los científicos afirman que existe una probabilidad de uno entre tres de que estemos SOLOS en el universo y que nunca lleguemos a contactar con extraterrestres
27 de octubre de 2025
Por William Hunter, reportero de ciencia y tecnología
Los científicos dicen que hay una probabilidad de uno entre tres de que estemos solos en el universo y de que nunca lleguemos a contactar con extraterrestres.
En un nuevo estudio, el Dr. Veres Antal, profesor asociado de matemáticas en la Universidad Húngara de Agricultura, argumenta que la Tierra podría estar en la «Zona de Soledad».
La Zona de Soledad es una ventana estadística donde la probabilidad de que exista exactamente una civilización de nuestro nivel tecnológico es mayor que la de que existan varias civilizaciones de este tipo o ninguna.
Según los cálculos del experto, en los escenarios más optimistas nuestras posibilidades de estar en una Zona de Soledad son prácticamente nulas.
Sin embargo, en un escenario más realista, existe casi una probabilidad de uno entre tres de que la humanidad sea la única civilización avanzada en el cosmos.
«La probabilidad de soledad depende en gran medida del nivel de complejidad en cuestión», explica el experto en su artículo.
Para una vida sencilla, la soledad es prácticamente imposible.
‘Mientras que para civilizaciones extremadamente avanzadas, puede convertirse en la expectativa estadística dominante.’
Las esperanzas de encontrar vida extraterrestre se han desvanecido después de que un científico afirmara que la Tierra podría estar en la «Zona de Soledad» (imagen de archivo).
Basándose en la probabilidad de que surja una civilización de una complejidad determinada (eje X), los científicos pueden calcular las posibilidades de que sean la única civilización existente (eje Y).
Uno de los mayores desafíos para los astrónomos que intentan comprender nuestro lugar en el universo es resolver la llamada «paradoja de Fermi».
Esto plantea la cuestión de por qué, teniendo en cuenta que se estima que hay entre 200 y 400 mil millones de estrellas y al menos 100 mil millones de planetas en nuestra galaxia, no ha habido señales de vida extraterrestre.
Los astrónomos ya han propuesto innumerables soluciones posibles a la paradoja de Fermi, que generalmente afirman que la vida es mucho más rara de lo que pensamos o que alienígenas avanzados se esconden de nosotros.
La estrategia del Dr. Antal, sin embargo, consiste en abordar la paradoja de Fermi como un problema de probabilidad.
En su artículo, publicado en la revista Acta Astronautica, argumenta que existe un conjunto de escenarios en los que el resultado más probable es que una civilización se encuentre sola, lo que se denomina Zona de Soledad.
Para cualquier civilización, podemos calcular las probabilidades de que se encuentre en la zona de soledad a partir de tres factores: el número de planetas en el universo, la complejidad de esa civilización y la probabilidad de que exista una civilización de esta complejidad.
De estos tres factores, es la última condición, que el Dr. Antal llama probabilidad de aparición, la que puede variar más ampliamente.
La Zona de Soledad es una ventana estadística donde las probabilidades de que exista exactamente una forma de vida de una complejidad determinada son mayores que las probabilidades de que existan múltiples formas de vida o que no exista ninguna (imagen de archivo).
Y para que una civilización se encuentre en la Zona de Soledad, la probabilidad de aparición debe ser la precisa.
Las condiciones para la vida deben ser lo suficientemente comunes como para que surjan al menos algunas formas de vida, pero no tan comunes como para que existan múltiples civilizaciones avanzadas al mismo tiempo.
Según los cálculos del Dr. Antal, existe un 29.1 por ciento de probabilidades de que estemos en la Zona de Soledad.
Aunque pueda parecer una cifra elevada, no todo son malas noticias para los científicos que intentan encontrar vida extraterrestre.
Cuanto más avanzada se vuelve una civilización, más probable es que sea la única especie de esa complejidad en el universo.
Sin embargo, para una civilización tan compleja como la humanidad, no existe ningún escenario en el que haya más de un 50 por ciento de probabilidades de estar en una Zona de Soledad.
Incluso en el llamado escenario de «Tierra Crítica», donde la probabilidad de estar en una Zona de Soledad alcanza su punto máximo, solo hay un 30.3 por ciento de posibilidades de que la humanidad esté sola.
Así pues, las probabilidades siguen estando a nuestro favor de que la humanidad no sea la única especie avanzada que existe en el universo.
La paradoja de Fermi plantea la pregunta de por qué, teniendo en cuenta que se estima que hay entre 200 y 400 mil millones de estrellas y al menos 100 mil millones de planetas en nuestra galaxia, no ha habido señales de vida extraterrestre.
La contradicción recibe su nombre de su creador, el físico italiano Enrico Fermi.
Él mismo planteó la pregunta por primera vez en 1950.
Fermi creía que era demasiado extraordinario que aún no se hubiera detectado una sola señal extraterrestre o proyecto de ingeniería en el universo, a pesar de su inmensidad.
Fermi concluyó que debía existir una barrera que limitara el surgimiento de civilizaciones inteligentes, autoconscientes y tecnológicamente avanzadas capaces de colonizar el espacio.
A esta barrera se la conoce a veces como el «Gran Filtro».
El físico italiano Enrico Fermi formuló en la década de 1950 la llamada paradoja de Fermi, que explora por qué no hay señales de vida extraterrestre, a pesar de los 100 mil millones de planetas en nuestra galaxia.
Si el principal obstáculo que impide la colonización de otros planetas no se encuentra en nuestro pasado, entonces la barrera que detendrá las perspectivas de la humanidad de llegar a otros mundos debe residir en nuestro futuro, según han teorizado los científicos.
El profesor Brian Cox cree que los avances en ciencia e ingeniería necesarios para que una civilización comience a conquistar las estrellas, en última instancia, conducirán a su destrucción.
Dijo: «Una solución a la paradoja de Fermi es que no es posible gobernar un mundo que tiene el poder de destruirse a sí mismo».
‘Puede que el crecimiento de la ciencia y la ingeniería supere inevitablemente el desarrollo de la experiencia política, lo que conduciría al desastre.’
Otras posibles explicaciones para la paradoja de Fermi incluyen la existencia de especies alienígenas inteligentes, pero que carecen de la tecnología necesaria para comunicarse con la Tierra.
Algunos creen que las distancias entre las civilizaciones inteligentes son demasiado grandes como para permitir cualquier tipo de comunicación bidireccional.
Si dos mundos están separados por varios miles de años luz, es posible que una o ambas civilizaciones se extingan antes de que pueda establecerse un diálogo.
La llamada hipótesis del zoológico afirma que existe vida alienígena inteligente ahí fuera, pero que esta evita deliberadamente cualquier contacto con la vida en la Tierra para permitir su evolución natural.
https://www.dailymail.co.uk/sciencetech/article-15231317/Scientist-aliens-Earth-Solitude-Zone.html