Los extraterrestres y nuestro concepto de lo ajeno
27 de octubre de 2025
Brenda Haas
Ya sea ciencia ficción, inmigración o inteligencia artificial, el concepto de los extraterrestres refleja cómo definimos el miedo, la fascinación y lo ajeno.
¿Qué nos dice sobre nosotros mismos nuestro concepto de los extraterrestres? Imagen: James Dittinger/Syfy/Everett Collection/picture alliance
La evolución de la imagen de los extraterrestres en la cultura popular refleja una amalgama de testimonios de supuestos testigos, discurso cultural y cobertura mediática, según Christian Peters, científico social y político.
Piel gris y platillos voladores
Peters, director general de la Escuela Internacional de Posgrado en Ciencias Sociales, de la Universidad de Bremen, explica cómo el tópico de los hombrecitos verdes y los extraterrestres con trajes plateados de la década de 1950 fue sustituido por los extraterrestres grises, imagen que también se encuentra en los emojis.
El experto cita el ejemplo de Comunión: una historia real (1987), el best seller en el que el autor de novelas de terror Whitley Strieber describe sus supuestos encuentros con extraterrestres.
«La portada del libro mostraba el ahora icónico rostro gris, el tipo de rostro que ven las personas que afirman haber tenido experiencias de secuestro o primeros contactos [con extraterrestres]», explica a DW.
Los medios de comunicación también han contribuido a consolidar las visiones extraterrestres. En 1947, el piloto estadounidense Kenneth Arnold describió nueve objetos brillantes que cruzaban el cielo cerca del monte Rainier, en el estado de Washington, y dijo que se movían «como platillos saltando sobre el agua».
La prensa describió las naves como objetos con forma de platillo, y así nació el término «platillo volador». La imagen se quedó grabada, dando forma a décadas de iconografía ovni.
Hoy en día, cualquier objeto o fenómeno en el aire, el mar o el espacio que desafíe una explicación inmediata se denomina fenómeno anómalo no identificado (UAP, por sus siglas en inglés).
Incluso los emojis representan a los extraterrestres grises con grandes ojos negros. Imagen: Jörg Carstensen/dpa/picture allliance
Aunque en un principio se descartaron como algo marginal, los FANI han ido ganando terreno de forma constante. A finales de octubre, incluso se celebrará el primer simposio europeo sobre fenómenos anómalos no identificados en Italia.
Entre invasores y empáticos
La falta de pruebas definitivas de la existencia de fuerzas vitales de otro mundo ha dado a los cineastas libertad creativa a la hora de retratar a los alienígenas, y la capacidad de utilizarlos como símbolo de las inquietudes sociales cambiantes.
En la década de 1950, la paranoia de la Guerra Fría dio forma a películas como La invasión de los ladrones de cuerpos (1956), en la que los alienígenas se interpretaban ampliamente como infiltrados comunistas.
A finales de los años 70 y en los 80, la atención se centró en la explotación corporativa y el temor ecológico.
La película E.T. (1982), de Steven Spielberg, suavizó este tópico al presentar al extraterrestre como un ser gentil y marginado que buscaba conectar con los humanos.
Por su parte, en la década de los 90, la exitosa serie de televisión Expediente X sugería la existencia de una conspiración en la que un grupo de élite humano y una raza de extraterrestres buscaban colonizar y esclavizar a la humanidad.
Tras el 11-S, la adaptación de La guerra de los mundos (2005), de H. G. Wells, reimaginó la invasión alienígena como una catástrofe repentina que causaba traumas y desplazamientos.
Películas más recientes como La llegada (2016) y ¡Nop! (2022) fueron más introspectivas, explorando el dolor, el lenguaje y nuestra obsesión por el espectáculo.
¿Quién no lloró cuando E.T. finalmente regresó a casa en la icónica película de 1982? Imagen: Bruce McBroom/ZDF/dpa/picture Alliance
¿Iguales pero diferentes?
Curiosamente, en la mayoría de las representaciones o películas, muchos extraterrestres caminan erguidos, tienen ojos y extremidades y expresan suficientes emociones como para que los humanos los entiendan.
La palabra «extraterrestre» o «alienígena» proviene del término latín «alienus» y significa «que pertenece a otro», «foráneo» o «extraño». En muchos países, la palabra evoca exclusión, sospecha y alteridad, especialmente en el contexto de los debates actuales sobre migración e integración.
Peters, por ejemplo, establece un paralelismo con el colonialismo y el impacto de las culturas dominantes sobre otras. «Esa es la historia de Estados Unidos en este momento y también la de muchas sociedades europeas», observa. «Existe una defensa de los patrones culturales, las distinciones y las identidades que, por supuesto, se traduce en la idea de lo ‘ajeno'».
IA: ¿un alienígena creado por nosotros?
Por último, la inteligencia artificial (IA), no humana, no biológica y a menudo descrita como una especie de mente alienígena, está transformando radicalmente nuestra vida.
A medida que los sistemas de IA se vuelven más complejos y difíciles de interpretar, provocan inquietud, de forma similar a lo que ocurre con los extraterrestres, los migrantes u otros grupos percibidos como ajenos a nuestra sociedad. Esta incomodidad probablemente esté relacionada con lo poco que realmente sabemos sobre los «otros».
(vt/ms)
https://www.dw.com/es/los-extraterrestres-y-nuestro-concepto-de-lo-ajeno/a-74518221