Epílogo
Cuanto más a menudo se lee un libro, más confiable resulta ser la clasificación de valores, en nuestro caso para la ufología en general.
Hace treinta años, las experiencias elevadas de Dick Miller nos hicieron sentir lo mismo que hoy, en la tercera edición: ¡Es abrumador! (Similar a “Engel in Sternschiffen” de Giorgio Dibitonto, VENTLA).
¡Qué joya preciosa en la larga línea de libretas de contactos – internacionales!
Merece estar clasificado junto al bestseller de Giorgio Dibitonto, con sus representaciones muy perspicaces de las naves espaciales que llevaron a Dick a los niveles planetarios más altos, no solo a nuestro sistema solar. La grandeza de la misma es indescriptible en el verdadero sentido de la palabra.
La sabiduría, el amor y la mansedumbre casi lo clasifican como una revelación.
Para nuestro gran pesar, nuestra carta a Dick Miller no pudo ser entregada; volvió de los EE.UU. de nuevo. Se dice que Dick no fue visto después de 1963. Se desconoce su paradero; ¿un paralelismo con el destino de Cedrik Allingham, quien también “desapareció”?
¿Dónde podría estar? – Corresponde al lector reflexionar sobre ello.
D.H.
Karl y Anny Veit