Esta es la prueba irrefutable de la conexión nazi-extraterrestre.
En 1936 las dos principales sociedad secretas nazis, la Sociedad de Vril y la Sociedad de Thule, lograron contactar con una raza extraterrestre, a través de la médium María Ostich.
Por algún medio lograron que estos extraterrestres les proporcionaran los planos para construir platos voladores.
A cargo del proyecto estaba un ingeniero llamado Viktor Schauberger. Pero como todo debía permanecer en el más alto secreto se decidió construir una fábrica de platívolos disfrazada de armadora de automóviles. Así nació la fábrica de Fallersleben, a orillas del río Mitteland, en el condado de Schloss Wolfsburg, propiedad de uno de los líderes de la Sociedad Vril, el conde von Schulenburg.
En los periódicos se dijo que la intensión era construir el «auto del pueblo» (Volkswagen) y que la fábrica y el proyecto estarían a cargo de Ferdinan Porsche. Para 1938 ya contaban con el primer «escarabajo».
Tras la derrota de la Segunda Guerra Mundial, los nazis se retiraron a una base secreta en la Antártida, en donde siguieron desarrollando su «plato del pueblo». Poco a poco el escarabajo se fue transformando en las naves Haunebu, con formas más aerodinámicas. En las fotos secretas que presentamos podemos ver los primeros diseños.
Finalmente lograron llegar a la Luna, en 1942, en donde establecieron bases subterráneas, según cuenta uno de los ingenieros del proyecto, el búlgaro Vladimir Terziski.
Desde la Luna (o en la Luna) están planeando el Cuarto Reich.
Las dos últimas ilustraciones muestran uno de estos aparatos volando en la tierra: el escarabajo se ha convertido en insectovni. Finalmente está una pintura de un testigo que vio cómo un «plato volador del pueblo» raptaba a su vaca.