Experiencias inusuales con relámpagos
Asunto: Centellas – mi experiencia
Fecha: Mié, 2 Jun 2004 11:10:10 -0400
De: C. Conrad
Larry,
Estaba haciendo una búsqueda sobre centellas y vi tu dirección de correo electrónico como alguien interesado en relatos personales sobre este fenómeno.
Hace probablemente unos 15 años que tuve un encuentro. Yo estaba en el garaje de 1.5 adjunto a mi casa en las afueras de Charlotte, Carolina del Norte. La puerta grande del garaje estaba abierta, al igual que una puerta de entrada lateral (situada cerca de la pared trasera del garaje de 21 pies). Había una “sensación de tormenta” en el aire (la tormenta comenzaría en unos 20 minutos), y el cielo se estaba oscureciendo en las inmediaciones.
Yo estaba en la parte trasera del garaje, trasteando con algo, y me giré para mirar hacia la gran puerta abierta (no recuerdo qué me hizo girarme para mirar, si un ruido, o quizás totalmente por casualidad). Lo que vi me sobresaltó, pero al recordarlo, me quedé sorprendentemente tranquilo y “científico” al respecto. Había una bola de luz resquebrajándose que entraba por la gran puerta abierta. Era del tamaño de una toronja, pero no recuerdo que tuviera color. Más bien me recordó a esas bolas de cristal de electricidad estática que la gente toca para que se le pongan los pelos de punta. No era más que un montón de luz estática que se quedaba en forma de bola. Recuerdo un poco de “silbido”, tal vez crepitación, pero no muy fuerte. También recuerdo un olor, quizás a ozono.
La bola se quedó a unos 5 pies de la superficie del suelo. Cuando lo reproduzco en mi mente, creo que se “detuvo” por un momento a mitad de camino en el garaje, antes de continuar su deriva por la puerta lateral abierta. Calculo que tardó entre 3 y 4 segundos en atravesar el garaje, y que en su punto más cercano estuvo a un metro de mi cara. Yo estaba caminando, pero no enérgicamente (y sin quitar los ojos de la pelota) hacia la puerta de mi casa durante este tiempo.
No tengo ni idea de adónde fue la bola después, y no oí ninguna explosión ni golpe. La tormenta, como ya he dicho, empezó unos 20 minutos después.
Fue una experiencia interesante, y siempre me pregunté si me habría herido/matado de haber entrado en contacto.