La magnitud del fenómeno FANI
3 de septiembre de 2023
Cheryl Costa
Cuando la gente habla de avistamientos de FANI, hay todo tipo de perspectivas y percepciones.
Hable con personas conocedoras de la historia, le dirán que se han reportado cosas extrañas volando en el cielo y que han sido reportadas por nuestros antiguos antepasados. Se dice que hace unos dos mil años, el antiguo historiador Livio en su Ab Urbe condita informó “… y en Arpis se vieron escudos en el cielo y vieron al sol batallar con la luna…”
Otras personas señalan obras de arte medievales y extrañas imágenes del cielo en pinturas que no tienen sentido excepto en el contexto de naves voladoras en el cielo. Por otra parte, algunos insistirán en que este fenómeno no empezó a producirse hasta que detonamos las armas nucleares en 1945. Pero todos estos relatos no son más que historias y anécdotas. Los fríos y duros números y las estadísticas cuentan otro tipo de historia.
La perspectiva del gobierno de los Estados Unidos sobre los ovnis, o FANIs, como los llaman ahora, suele ser en términos y preocupaciones sobre el sensible espacio aéreo gubernamental o las instalaciones militares. A menudo, cuando hablamos con directores de informativos y redactores jefe de los medios de comunicación, algunos se toman en serio el tema de los ovnis, pero otros no y lo descartan como una tontería, o consideran que el fenómeno es tan raro que no merece la pena informar sobre él. El ciudadano medio suele sentir curiosidad, pero tiene la sensación de que los sucesos sobre los que se informa ocurren en otros lugares o son muy raros o sólo algo que ocurrió hace 40, 50 o 70 años.
Cuando la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) del Pentágono publicó su no clasificado “2022 Informe Anual sobre Fenómenos Aéreos No Identificados” el 12 de enero de este año, el informe, ya sea inadvertidamente o por diseño, se sumó a la percepción de que los informes de FANI son un fenómeno extremadamente raro.
En el informe, la ONDI dice que evaluó 510 informes de FANI y que durante su período de evaluación pudo descartar 366 como objetos identificables, dejando 171 o alrededor del 33.5% sin explicación. Una vez más, esto deja la impresión a la mayoría de la gente de que los FANI son extremadamente raros. Mucha gente con la que he hablado no se dio cuenta de que estos FANI se observaron sobre “espacio aéreo sensible”. Es decir, instalaciones gubernamentales sensibles y bases militares activas.
¿Y el resto del país? ¿Qué pasa con el espacio aéreo sobre nuestros hogares y negocios? ¿Alguien se ha dado cuenta de que en las audiencias del Congreso han hablado sobre todo el personal de Inteligencia del Pentágono y los pilotos militares?
¿Qué hay de los expertos civiles en el tema de los FANI? Durante más de 50 años, desde que las Fuerzas Aéreas cerraron el “Proyecto Libro Azul” en diciembre de 1969, la antorcha de la investigación de los FANI la han llevado los científicos ciudadanos de la comunidad de FANI del país.
Tras los sucesos del 11 de septiembre de 2001, el gobierno dijo a todo el mundo: “¡Informe de lo que vea!” Los testigos oculares civiles solían informar a la Mutual UFO Network (MUFON) o al National UFO Reporting Center (NUFORC), ambas organizaciones son servicios de información civil dirigidos por voluntarios.
Utilizando los datos combinados tanto de MUFON como de NUFORC 2001-2020, las estadísticas de informes civiles sobre ovnis cuentan otra historia.
Por ejemplo, hay alrededor de 3,135 condados o entidades similares a condados en los EE.UU. 3,030 de esos condados reportaron FANI, sólo 105 condados no lo hicieron. En EE.UU. hay 41,692 códigos postales, de los cuales 18,605 notificaron la existencia de FANI. En EE.UU. hay 35,879 municipios, ciudades y pueblos, de los cuales 20,348 declararon FANI. Estas estadísticas se basan en 167,632 informes de FANI de testigos oculares de las bases de datos combinadas de MUFON y NUFORC que cubren el período 2001-2020. Por término medio en los EE.UU., los informes de FANI ascienden a unos 8400 al año, 700 al mes, 161 a la semana y unos 23 al día a nivel nacional.
Tradicionalmente, los investigadores de FANI consideran que alrededor del 70% de los avistamientos notificados pueden descartarse como identificaciones erróneas o informes poco fiables. Pero el 30% restante sigue teniendo un significado interesante.
El mencionado informe ONDI 2022, con 510 informes FANI que resultaron en 171 avistamientos inexplicables, supone que el 33.5% son algo inexplicable y quizás muy especial. Si tomamos el porcentaje de inexplicables del informe ONDI como un 33.5% y lo aplicamos a los informes civiles de 167,632 informes FANI, la cantidad de FANI inexplicables a nivel nacional sugiere una historia muy interesante.
El 33.5% restante asciende a 56,156 informes de FANI en EE.UU. durante los veinte años en cuestión, lo que supone una media de 2808 al año, 234 al mes, 54 a la semana y 7 al día.
Considérelo detenidamente. Potencialmente, 234 naves extraterrestres, construidas y operadas por inteligencias no humanas han estado visitando los EE.UU. cada mes durante los últimos 20 años.
Sin embargo, algunos de ustedes están pensando “¡No!” El número tiene que ser más raro y más pequeño que eso para ser real!” De acuerdo, desechemos el 99% de los datos de avistamientos y quedémonos con el 1% y, por el bien del argumento, digamos que esas son las naves extraterrestres “reales”.
Las cifras del 1% son las siguientes para los EE.UU.: 1676 por 20 años, cerca de 84 por año, cerca de 7 por mes.
Sigue siendo una realidad inimaginable que potencialmente siete naves extraterrestres, construidas y operadas por inteligencias no humanas hayan estado visitando los EE.UU. cada mes durante los últimos 240 meses de los últimos veinte años. Esas cifras no empiezan a tener en cuenta los informes internacionales de FANI. Creo que eso es de interés periodístico.
¿Acabo de sacudir tu realidad? Bienvenido a la noción de que no estamos solos en el universo y que nuestro pequeño planeta azul es visitado regularmente por naves construidas y operadas por inteligencias no humanas. No estoy en condiciones de especular sobre quiénes son, sus intenciones o cualquier otra cosa sobre ellos más allá de su aparente presencia entre nosotros.
Pero están aquí.