Momias de monstruos del Japón
6 de marzo 2009
Al acecho en las salas de los templos budistas y en los museos japoneses hay una gran cantidad de momias de monstruos – los restos preservados de demonios, sirenas, kappa, tengu, raijÅ«, e incluso monjes humanos. Éstos son algunos ejemplares notables para los aventureros y valientes de corazón.
Momias de Demonios
Podría parecer extraño que los templos budistas en Japón sean la casa ocasional de demonios callejeros momificados (Oni), pero de nuevo es probable que tenga sentido mantenerlos fuera de las calles y bajo la atenta mirada de un sacerdote.
Cabeza de demonio con tres cara en el templo de ZengyÅji.
El Templo ZengyÅji (å–„è¡Œ 寺) en la ciudad de Kanazawa (prefectura de Ishikawa) es el hogar de la cabeza momificada de un demonio de tres caras. La leyenda cuenta que un sacerdote residente descubrió la momia en una cámara de almacenamiento del templo en el siglo 18. Imaginen su sorpresa.
Nadie sabe de dónde proviene está cabeza de demonio, ni cómo ni por qué terminó en la bodega.
La cabeza momificada tiene dos rostros superpuestos en la parte delantera, con otro (semejante a un kappa) situado en la parte trasera. El templo pone la cabeza en exhibición pública de cada año alrededor del equinoccio de primavera.
Otra momia de demonio misteriosa se encuentra en el templo de DaijÅin en la ciudad de Usa (prefectura de Oita).
Se dice que la momia una vez fue la herencia atesorada de una familia noble. Pero después de haber sufrido algún tipo de desgracia, la familia se vio obligada a deshacerse de ella.
La momia de demonio cambió de dueño varias veces antes acabar en manos de un feligrés del templo de DaijÅin en 1925. Después de que el hombre cayó muy enfermo, se sospechó que la momia era maldita.
El parroquiano se recuperó rápidamente de su enfermedad después de que la momia fue colocada al cuidado del templo. Ha permanecido allí desde entonces. Hoy en día la momia demonio consagrada en el templo DaijÅin es venerada como un objeto sagrado.
Una momia mucho más pequeña «“que se dice es la de un demonio bebé- estuvo una vez en posesión del templo de Rakanji Yabakei (prefectura de Oita).
Desafortunadamente, fue destruida en un incendio en 1943.
Momia de un demonio bebé en el templo de Rakanji
Momias de sirenas
En el Japón del período Edo -sobre todo en los siglos 18 y 19- era normal ver momias de sirenas en los carnavales o en el espectáculo popular llamado misemono. Con el tiempo, la práctica de la momificación de sirenas se transformó en una forma de arte cuando los pescadores perfeccionaron técnicas para coser la cabeza y el cuerpo superior de monos en los cuerpos de los peces.
La momia que se muestra a continuación es un ejemplo típico de una sirena de carnaval. Parece que consiste de peces y otras partes de animales unidas con hilo y papel.
Momia de sirena en el Museo Nacional de Etnología de Leiden
La criatura momificada fue obtenida por Jan Cock Blomhoff mientras se desempeñaba como director de Dejima, la colonia holandesa de comercio en el puerto de Nagasaki, desde 1817 hasta 1824. En la actualidad se encuentra en el Museo Nacional de Etnología de Leiden.
Otra vieja momia de sirena expuesta en un museo en Tokio desde hace varios años parece pertenecer al fundador del Harano Agricultural Museum.
Se desconoce el origen de la momia, pero el coleccionista dice que la encontró en una caja de madera que contenían pasajes de un sutra budista escrito en sánscrito. También en la caja había una fotografía de la sirena y una nota afirmando que pertenecía a un hombre de la prefectura de Wakayama.
Momias de Kappa
Al igual que las momias de sirena, muchas momias de kappa (monstruos de río) se cree que han sido elaboradas por artistas del período Edo utilizando partes de animales que van desde monos y búhos a rayas.
Momia de Kappa en el Museo Nacional de Etnología de Leiden (Países Bajos)
Este kappa momificado, que ahora reside en un museo holandés, parece constar de varias partes de animales mezclados en un todo sin fisuras. Se cree que se han creado con el propósito de entretenimiento de carnaval en el periodo Edo.
Otro kappa momificado se encuentra en el templo de Zuiryūji en Osaka.
Momia de Kappa en el templo de Zuiryūji, Osaka
Humanoide de 70 centímetros de largo que supuestamente se remonta a 1682.
Otra momia de kappa notable se puede ver en un lugar aparentemente improbable -en una destilería de sake en la ciudad de Imari (prefectura de Saga).
Momia de Kappa en la Cervecería Matsuura.
De acuerdo con un folleto de la compañía, el kappa momificado fue descubierto dentro de una caja de madera que los carpinteros encontraron oculta en el techo al reemplazar el techo hace más de 50 años.
Reconociendo que la criatura era una antigua curiosidad que sus antepasados «‹»‹habían pasado de generación en generación, los propietarios de la empresa construyeron un pequeño altar consagrado a la momia kappa como un dios del río.
Raijū
Con una limitada comprensión científica del cielo, las personas comunes en el Japón del período Edo miraban hacia arriba con gran admiración y misterio. Se cree que criaturas sobrenaturales llamadas raijÅ« (é›· ç£) -literalmente «bestia del trueno»- habitaban en las nubes de lluvia y de vez en cuando caían a la tierra durante la caída de rayos.
Raijū representado en el Kanda-Jihitsu (ca. 1800)
Los primeros registros escritos conocidos de los raijÅ« son del siglo 18, aunque la criatura parece que tomó prestadas características de la nue -una quimera que vive en las nubes, que induce enfermedades descrita por primera vez en La historia de los Heike, una épica histórica del siglo 12.
Los detalles sobre la apariencia de los raijÅ« varían. Algunos documentos del período Edo afirman que los raijÅ« se parecían a una ardilla, gato o comadreja, mientras que otros los describen como más parecidos a un cangrejo o caballito de mar.
Sin embargo, la mayoría de las descripciones coinciden en que el raijÅ« tiene dedos, garras afiladas, y largos colmillos que, según algunos, podrían disparar un rayo. La bestia a veces también se presenta con seis patas y/o con tres colas, lo que sugiere la posibilidad de cambiar de forma.
Un documento ilustrado habla de un raijÅ« que cayó del cielo durante una violenta tormenta en la noche del 15 de junio de 1796 en Higo-kuni (actual prefectura de Kumamoto).
Ilustración de un raijÅ« encontrado el 15 de junio 1796
Aquí, el raijÅ« se describe como una criatura similar a un cangrejo con una capa de pelo negro de unos 11 centímetros (4 pulgadas) de espesor.
Otro encuentro notorio tuvo lugar en el área de Tsukiji de Edo el 17 de agosto de 1823. Dos versiones del incidente ofrecen diferentes descripciones de la bestia.
Encuentro con un RaijÅ«, 17 de agosto de 1823 – Versión 1
Un documento muestra al raijÅ« como del tamaño de un gato o comadreja, con un gran ojo abultado y un solo cuerno largo, como el de un toro o un rinoceronte, proyectado hacia adelante desde la parte superior de su cabeza.
Encuentro con un RaijÅ«, 17 de agosto de 1823 – Versión 2
En el otro relato, el raijÅ« tiene un aspecto más redondeado y carece de cuernos puntiagudos.
En el Volumen 2 de Kasshi Yawa («Cuentos de la Noche de la Rata»), una serie de ensayos que representan la vida cotidiana en Edo, el autor Matsuura Seizan escribe que no era raro que criaturas parecidas a un gato cayeran del cielo durante las tormentas. El volumen incluye la historia de una familia que hirvió y se comió a una de estas criaturas después de que se estrelló en el techo.
Dada la frecuencia de avistamientos de raijū, no debe ser ninguna sorpresa que hayan aparecido algunas momias.
En la década de 1960, el templo YÅ«zanji, en la prefectura de Iwate, recibió una momia de raijÅ« como un regalo de un feligrés. El origen de la momia, así como la forma en que el feligrés la obtuvo, es un misterio.
Momia Raijū en el templo de Yūzanji
A primera vista la momia se parece a la de un gato, pero las piernas son más largas y el cráneo no tiene cuencas visibles de los ojos.
Momia RaijÅ« en el templo de SaishÅji
Una momia raijÅ« similar se encuentra en exhibición en el templo de SaishÅji en la prefectura de Niigata.
Momia Tengu
Otra legendaria criatura sobrenatural del cielo es el tengu, un demonio peligroso a menudo representado en el arte como parte ser humano y parte ave. El Museo de Hachinohe (Prefectura de Aomori) en el norte de Japón es el hogar de una momia tengu, que se dice que una vez perteneció a Nobuyori Nambu, un líder del clan Nambu que gobernó el dominio de Hachinohe a mediados del siglo 18.
Momia Tengu en el Museo Hachinohe
La momia, que parece tener una cabeza humanoide, plumas y las patas de un pájaro, se cree que se originó en la ciudad de Nobeoka (prefectura de Miyazaki) en el sur de Japón. Las teorías sugieren que la momia tengu hizo su camino hacia el norte después de haber pasado entre los miembros de las familias samurai gobernantes de Japón, algunas de las cuales se interesaron profundamente en la recolección y el comercio de estas curiosidades.
Monjes auto-momificados
Unos pocos templos budistas en el norte de Japón son el hogar de las «momias vivientes» conocidas como sokushinbutsu (å³ èº« ä»). Los cuerpos preservados son supuestamente de monjes ascetas que voluntariamente se momificaron en la búsqueda del nirvana.
«Momia viviente» de Shinnyokai-Shonin en el templo e Dainichibo (prefectura de Yamagata)
Para convertirse en una momia viviente, los monjes tuvieron que someterse a un proceso de tres pasos largos y agotadores.
Paso 1: Por 1000 días, los monjes comieron una dieta especial de nueces y semillas, y participaron en entrenamiento físico riguroso para eliminar la grasa del cuerpo.
«Momia viviente» de Tetsumonkai-Shonin en el templo de Churenji (prefectura de Yamagata)
Paso 2: Por otros 1000 días, sólo comieron corteza y raíces en cantidades cada vez más pequeñas. Hacia el final, comenzaron a tomar té hecho de la savia del árbol urushi, una sustancia venenosa utilizada normalmente para hacer lacas para los tazones y fuentes japoneses, lo que provocó una mayor pérdida de líquido corporal. El té se elaboraba con agua de una fuente sagrada en el monte. Yudono, que ahora se sabe que contiene un alto nivel de arsénico. El brebaje creaba un ambiente libre de gérmenes en el cuerpo y ayudaba a preservar lo que quedaba de carne en el hueso.
«Momia viviente» de Arisada HÅin, de 300 años de edad en el templo de KanshÅ«ji (Fukushima)
Paso 3: Por último, los monjes se retiraban a una cámara de hacinamiento subterránea conectada a la superficie por un diminuto tubo de bambú que suministraba aire. Allí, meditaba hasta morir, momento en el que eran cerrados en su tumba. Después de 1000 días, eran extraídos y limpiados. Si el cuerpo se mantenía bien conservado, el monje era considerado como una momia viviente.
Desafortunadamente, la mayoría de quienes intentaron la auto-momificación no tuvieron éxito, pero los pocos que lograron alcanzar el estado de Buda y fueron consagrados en los templos. Hay unas dos docenas de estas momias que están al cuidado de los templos en el norte de Honshu.
El gobierno japonés prohibió la práctica de la auto-momificación en el siglo 19.