Medicamentos mortales en tiendas naturistas

MEDICAMENTOS MORTALES EN TIENDAS NATURISTAS[1]

Mauricio-José Schwarz

 

TriptofanoEn las tiendas naturistas, la gente busca salud y pretende evitar las maldades que los curanderos le atribuyen a la medicina científica y a la farmacología. Adquiere sin mayor trámite productos como el «L-Tryptophan» (L-triptófano en español), importadas de Estados Unidos, que se presentan como «suplemento alimenticio nutricional, natural y dietético», del que la etiqueta sugiere que se tomen «una o más» pastillas diariamente.

Lo que nadie dice es que el L-triptófano esta totalmente prohibido en los EU por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) pues causa graves trastornos irreversibles, incluso mortales, a sus consumidores, según lo han informado la prensa y la TV estadunidenses. Existen allá médicos especializados en tratar a las víctimas de esta sustancia y los relatos de las víctimas son sobrecogedores.

Esto, que desafortunadamente no es una exageración, revela una vez mas la urgencia que existe de que las autoridades de salud emprendan acciones serias y efectivas hacia quienes, bajo el cobijo de las llamadas medicinas alternativas, sin ningún control ni reglamento expenden y administran todo tipo de sustancias y procedimientos supuestamente curativos.

El L-triptófano es un aminoácido esencial, una de las sustancias con las que nuestro cuerpo forma sus proteínas, y uno podría suponer que dicha sustancia no podría sino ser benéfica. El L-triptófano estuvo durante años de moda entre los naturistas de los EU, fabricado por varios laboratorios. Al presentarse como «complemento alimenticio», no caía bajo los férreos reglamentos que rigen a los medicamentos allí. Entre otras cualidades, se le adjudicaba la de ser un auxiliar natural para conciliar el sueño.

Miles de individuos empezaron a exhibir síntomas de cansancio, nausea, jaquecas, desorientación, perdida de la vista, flacidez muscular y otros problemas que se desarrollaron hasta causar la incapacidad o muerte de numerosos pacientes. Finalmente, se descubrió que la causa de estos problemas era el consumo del L-triptófano. El «L-tryptophan» fue retirado del mercado y prohibido en el vecino país.

EIEVol2No4-5Pero algunos productores no se resignaron a perder sus ingresos. Y como en México los naturistas, acupunturistas, iridólogos, cromatoterapeutas, cirujanos «psíquicos» y demás curanderos actúan con total impunidad, y las tiendas naturistas no están bajo el control de la Secretaria de Salud, ni tienen un químico farmacobiólogo como responsable, nuestro país era un coto de caza esplendido. Y, efectivamente, al menos una empresa: Prime, de California, que se dice laboratorio de salud natural y cuyo único domicilio es el apartado postal 5308 de Carson California, está trayendo a México enormes cantidades de este producto. Como en otras ocasiones, somos tiradero (o mercado) de sustancias peligrosas prohibidas en EU.

En una encuesta telefónica a tiendas naturistas, pudimos encontrar rápidamente a cuatro que venden el «L-Tryptophan» de Prime, a precios que van de los $16,500 a los $24,900 por un frasco de 30 capsulas de 500 mg cada una. Tiendas cuyos nombres evocan buena nutrición, salud, soya y alimentación. El 21 de junio, adquirimos un frasco de estas capsulas, recién llegado de los EU según nos dijeron, en una tienda localizada en la Glorieta del Metro Insurgentes. La etiqueta (en ingles, sin traducción), destaca, eso sí, que el producto no tiene «azúcar, sal, almidón, leche, levadura o preservativos» considerados nocivos por los naturistas.

Por supuesto, no se puede inferir mala fe de parte de quienes expenden esta venenosa sustancia disfrazada de «complemento alimenticio». Sin embargo, la ignorancia de los curanderos naturistas así como la falta de controles se conjuran en este caso para poner en peligro la salud de sus clientes. Cabe decir que solo una de las veinte tiendas a las que llamamos nos informó que el producto estaba descontinuado pues «se dice que causa jaquecas y nauseas». Aunque no hablaron del peligro de incapacidad o muerte ya comprobado, revelaban algún conocimiento y ética consecuente.

ShayaMichanLa cadena donde adquirimos el «L-tryptophan», por cierto, patrocina un programa radial diario donde interviene Margarita Chávez de Michán, esposa del curandero Shaya Michán, dueño de un ostentoso «centro naturista» en las calles de Colima En varias ocasiones, organizaciones como la Sociedad Mexicana para la Investigación Escéptica han tratado de llamar la atención de la Secretaria de Salud a este individuo, que asegura que los niños vegetarianos no necesitan vacunarse, saboteando las campanas emprendidas por el Sector Salud. Es un ejemplo cómo se engranan los peligros ante la falta de reglamentación de quienes se dicen «médicos» naturistas.

Existe el grave peligro real de que algunas personas que gustan de tratarse con métodos de naturismo estén ya sufriendo efectos nocivos a su salud debido al uso del «L-Tryptophan», sin que siquiera sus médicos (si los tienen) sepan a que atribuir los síntomas. El peligro esta presente, y por ello urge que la Secretaria de Salud tome acciones efectivas para reglamentar tanto las prácticas de los curanderos como la administración de sustancias que, sin ningún control ni garantía, se expenden en tiendas cuya premisa es que ofrecen mejor atención que los médicos y sin los peligros de los medicamentos científicamente desarrollados y controlados.


[1] Este reportaje apareció en la sección Ciudad el diario El Nacional del día 25 de junio de 1990 y se reproduce íntegramente.

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