IMPACTO AMBIENTAL
El combate al vampiro de patas pelonas[1]
Juan José Morales
Desde Querétaro, una lectora, la Lic. Laura Uribe, nos envía una amplia y detallada información sobre la importancia de los murciélagos en los ecosistemas, y manifiesta su extrañeza porque «”escribe»” se ha enterado de que en una zona ganadera de Yucatán se ha propuesto envenenar a esos animales para evitar que muerdan a la gente y las reses, lo cual le parece absurdo.
En realidad, las campañas del tipo que nuestra lectora menciona no están dirigidas contra los murciélagos en general, sino contra los vampiros; concretamente contra el de la especie Desmodus rotundus, popularmente conocido como vampiro de patas pelonas. Y aquí cabe precisar que de las más de mil especies de murciélagos que hay en el mundo, sólo tres son hematófagas. Es decir, se alimentan con sangre. Los tres existen en México, aunque en la península de Yucatán sólo tenemos dos: el ya mencionado y el de patas peludas Diphylla ecaudata, muy escaso, que ataca casi exclusivamente aves silvestres. La tercera especie, el vampiro overo o de alas blancas, Diaemus youngi, habita zonas templadas.
Un vampiro de patas pelonas. Con sus dientes, afilados como navajas, primero rasura la zona donde abrirá la herida, luego corta limpiamente la piel y finalmente bebe la sangre sorbiéndola con la lengua. Su saliva contiene un anestésico que evita que su víctima reaccione por el dolor, y un anticoagulante que facilita el flujo de sangre.
El Desmodus, que ataca a los mamíferos, es el más abundante, y hay que proteger al ganado de él, ya que al morder transmite el derriengue o rabia paralítica, además de que debilita a las reses por las hemorragias y las expone a infecciones a través de las heridas.
Antes, se acostumbraba exterminar a los vampiros en las cuevas donde se refugia durante el día, pero esa práctica «”en la que incluso se utilizaba dinamita»” ocasionaba la muerte de murciélagos inofensivos y útiles de otras especies que comparten el lugar. Por eso, hace ya unos 40 años, los investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias desarrollaron un método de exterminio selectivo a base de anticoagulantes que no afecta a otras especies.
Hay tres variantes del procedimiento. Una consiste en atrapar vampiros durante sus correrías, untarles el anticoagulante y dejarlos en libertad. Estos animales viven en colonias y descansan agrupados, muy próximos entre sí. Además acostumbran limpiarse continuamente tanto a sí mismos como unos a otros. Debido a estos hábitos, los miembros del grupo ingieren el anticoagulante al lamerse y en pocos días mueren.
La otra variante del método consiste en untar la sustancia tóxica en las heridas que el vampiro le causa al ganado. Esto se hace porque al estudiar sus hábitos se observó que acostumbra volver a morder en el mismo sitio del cuerpo donde lo ha hecho en noches previas, ya que la herida aún no cicatriza y puede reabrirla más fácilmente. Al aplicar el anticoagulante en ese sitio, se tiene la certeza de que será ingerido por el vampiro.
Finalmente, se desarrolló una tercera variante del método consistente en inyectar al ganado con una dosis de anticoagulante calculada para que no le cause daño pero que circule por su torrente sanguíneo en concentración suficiente para afectar severamente a un vampiro que beba esa sangre. Incluso, esta forma de aplicación puede emplearse en ganado menor, como borregos y cabras.
Esta técnica de combate al vampiro con anticoagulantes desarrollada por investigadores mexicanos con base en extensos estudios sobre su biología y hábitos, ha dado muy buen resultado y gracias a ella se pudo resolver el grave problema de la rabia en la ganadería.
Y a modo de comentario final, vale la pena señalar que sólo en el continente americano hay murciélagos vampiros, y que en el medio ambiente natural el vampiro de patas pelonas cumple una función ecológica al eliminar animales viejos, débiles y enfermos. Pero la introducción del ganado por los españoles puso a su disposición una nueva y abundante fuente de alimento y ello le permitió multiplicarse.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 10 de mayo de 2013.