ESCRUTINIO
Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde[1]
Juan José Morales
El actual ayuntamiento de Cancún, que encabeza el perredista Julián Ricalde Magaña, está ya en los últimos días de su gestión, que concluye el próximo lunes 30. Fue breve, pues debido a los cambios en el calendario electoral, sólo duró dos años y medio y no tres como sus predecesores. Pero, ciertamente, lo extrañaré, pues en ese lapso sentó un ejemplo de cómo, aún en condiciones sumamente adversas y de escasez de recursos, es posible lograr buenos resultados si se gobierna con honradez y eficiencia.
El ayuntamiento encabezado por Julián Ricalde Magaña fue producto de una coalición entre el PRD, el PAN, el Partido del Trabajo y Convergencia (ahora Movimiento Ciudadano), pero en el último tramo de su gestión estos dos últimos partidos lo traicionaron y se pusieron al servicio del gobernador para denostar y sabotear al gobierno municipal.
Quizá el aspecto más notable de su gestión fue el manejo de la deuda pública. Ricalde recibió el municipio con una deuda monstruosa, de 1 400 millones de pesos, pues ya se había convertido en una especie de tradición «”que sus antecesores cumplieron entusiastamente al pie de la letra»” que cada presidente municipal, aunque no hiciera obra pública, solicitara créditos por la mayor cantidad de dinero posible»¦ y dejara a sus sucesores la responsabilidad de pagarlos. A esa pesada losa financiera, se sumó el hecho de que, hostigado todo el tiempo por el gobierno estatal, se le entregaban con gran retraso, o simplemente no se le entregaban, los fondos correspondientes a participaciones en los impuestos.
Así y todo, el ayuntamiento que ahora concluye no sólo pagó con toda puntualidad, los enormes intereses de esa deuda, sino incluso hizo abonos «”aunque fueran pequeños»” al capital. En total, para cumplir las obligaciones que había heredado, erogó por tales conceptos 500 millones de pesos. Y al mismo tiempo realizó una impresionante obra pública, en la que sobresale la pavimentación con concreto hidráulico de millón y cuarto de metros cuadrados de calles y avenidas, sin recurrir a nuevos créditos. Durante su gestión, la deuda pública no sólo no creció sino que disminuyó, cosa insólita durante los últimos tiempos en Cancún.
Otro aspecto sobresaliente de la labor del ayuntamiento cancunense por el cual lo extrañaré, fue la manera firme y decidida como puso un alto al desordenado crecimiento urbano de la ciudad. En esos dos años y medio no autorizó un solo cambio de usos de suelo. Con ello frenó la especulación inmobiliaria y evitó que la mancha urbana siguiera extendiéndose inconteniblemente «”con los consiguientes problemas de dotación de servicios y vigilancia»” y que continuara aumentando el número de viviendas desocupadas, que ahora suman miles debido a la caótica construcción de fraccionamientos que no resolvieron el problema de la vivienda pero sí enriquecieron a sus constructores merced a los subsidios del gobierno federal y engordaron los bolsillos de regidores y presidentes municipales corruptos que los autorizaron a cambio de las acostumbradas mordidas.
Se opuso tenazmente también al proyecto del Dragon Mart, hasta que un amañado fallo del Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo «”controlado por el gobernador»” le obligó a otorgar la licencia de construcción»¦ lo cual, dicho sea de paso, fue aprovechado por sus enemigos para acusarlo de haber traicionado a la ciudadanía.
Mucho más podría decirse sobre los aspectos positivos de la gestión del ayuntamiento que este lunes concluye su gestión «”como la gran mejora en la recolección de basura, sus programas sociales, la implantación del alcoholímetro, la apertura de la administración pública al escrutinio ciudadano, la rehabilitación y mejoramiento de parques, campos deportivos y demás espacios públicos, etc.»”, pero el espacio es insuficiente para extendernos. Creo que pronto, para los habitantes de Cancún, cobrará vigencia aquel dicho de que nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Miércoles 25 de septiembre de 2013