ESCRUTINIO
Huracanes tardíos y nortes tempraneros[1]
Juan José Morales
Ya comentamos hace poco que este ha sido un año de huracanes tardíos en el Atlántico, pues «”cosa que no había ocurrido en mucho tiempo»” el primero se formó ya bien entrada la temporada, el 11 de septiembre. Y el par de ellos que ha habido desde entonces han sido muy débiles. Por otro lado, 2013 ha resultado un año de nortes tempraneros. Aunque normalmente estos fenómenos comienzan a presentarse en octubre, ya tuvimos el primero el 21 de septiembre. Pero antes de seguir adelante, conviene precisar la diferencia entre huracanes y nortes.
Los primeros son fenómenos típicamente veraniegos y tropicales «”aunque excepcionalmente pueden ocurrir en invierno y fuera de la franja tropical»”, se forman por la energía del calor acumulado en el océano y provienen del este, desde donde soplan los vientos alisios. Los nortes, en cambio, son resultado de la llegada de masas de aire frío que vienen desde el norte de Estados Unidos, Canadá y el Círculo Ãrtico.
Así se forman las nubes que provocan lluvias al paso del frente de una masa de aire frío, que por ser más denso y pesado que el aire cálido y húmedo, levanta a este último y lo hace condensarse al enfriarse durante el ascenso. El proceso, conocido como «norte», va acompañado de turbulencia y vientos.
Como el aire frío es denso y pesado, en su avance hacia el sur forma una especie de cuña que se introduce bajo el aire cálido y húmedo, y al levantarlo violentamente, hace que el vapor de agua que contiene se condense y forme densas nubes del tipo que los meteorólogos llaman cúmulonimbos y que son las típicas nubes de tormenta. Por eso a la llegada de un frente frío comúnmente caen aguaceros, especialmente en los primeros meses de la temporada, cuando todavía hay en la atmósfera un alto contenido de la humedad aportada durante el verano por la circulación proveniente del océano. De hecho, se esperaba que este primer frente frío provocara copiosas lluvias y tormentas eléctricas en el norte y noreste del país al interactuar con los remanentes de una perturbación tropical.
El encuentro del frente frío con el aire cálido y húmedo ocasiona también turbulencia y vientos que pueden llegar a ser bastante fuertes, a veces incluso con intensidad de tormenta tropical. Eso es lo que se conoce como norte y ocasiona perjuicios ya que las marejadas erosionan las playas, afectan las actividades turísticas y recreativas, impiden o entorpecen las faenas pesqueras y la navegación de embarcaciones menores, y los vientos pueden causar daños en viviendas y otras estructuras endebles.
Pero los nortes también tienen su lado positivo para quienes habitamos la península de Yucatán. Por principio de cuentas, en el noroeste de la región aportan lluvias que atenúan la falta de agua durante los meses de sequía. En la zona comprendida entre Progreso y Celestún, por ejemplo, que es la más seca de la península, casi la cuarta parte de la lluvia que cae en el curso del año se registra durante la temporada de nortes. Es decir, después de la época normal de lluvias. Más al este de la zona costera, en el área de El Cuyo y Holbox, el porcentaje de lluvia asociada a los nortes es de casi un tercio del total anual.
Igualmente, para los pescadores de pulpo «”la temporada de pesca del cual termina el 15 de diciembre»” la agitación de las aguas marinas durante los nortes remueve el fondo y hace salir de sus madrigueras a ese molusco, con lo cual se facilita su captura. Y los pescadores del norte de Quintana Roo, ya saben que en la época de nortes ocurre la llamada «corrida» de la langosta, un singular fenómeno biológico en el cual grandes cantidades de esos crustáceos se organizan en hileras que avanzan a manera de trenes con cada individuo sujeto al que le precede. Los pescadores aprovechan ese hecho para instalar redes en los sitios por donde saben que pasarán las langostas, para así atraparlas.
En fin, como todo en la naturaleza, los nortes tienen su lado bueno y su lado malo.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Lunes 23 de septiembre de 2013