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Astroarqueología (Final)

MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LOS ASTROARQUEÓLOGOS

Ya en 1965 Robert Imbert Nergal, presidente de la sección de Niza de la Unión Racionalista escribió en Le crepuscule des magiciens. Le realisme fantastique contre la culture, que dentro de la literatura de lo insólito no todo es ficción:

«La invención se articula gustosamente sobre datos positivos que, de inmediato, hacen sentir confianza al lector. Por cierto, no se desdeña la invención en estado puro, pero más a menudo se parte de un elemento tangible «“lo que no significa necesariamente válido-, un sueño, un relato, una tradición, hasta un hecho científico. Pero ¡qué de cosas notables salen de esa célula inicial! Para engendrar maravillas fantásticas la materia importa poco. Dios hizo el mundo con limo, dicho de otro modo, con barro. Lo que vale es la técnica. Existe una técnica teratológica, un arte de crear monstruos. En la pseudociencia se la encuentra en su máxima expresión, sin que nada la limite: ni la naturaleza de las cosas, ni los escrúpulos y mucho menos el espíritu crítico de los lectores. Un principio fundamental rige la puesta en escena: «todo es posible, todo está permitido», lo que asegura a los autores una licencia tanto más preciosa cuanto que el éxito aumenta en proporción a la incontinencia imaginativa. No se demostrará, se afirmará; pero no afirma quien quiere, también hay un arte de la afirmación, una técnica, podría decirse, que ofrece una variedad de medios».

Según Imbert Nergal esa técnica es la siguiente:

«La afirmación por insinuación. Es, quizá, la más practicada. La forma dubitativa permite conseguir todo, adelantar todo, por medio de un vaivén de sugerencias que, aparentemente, no afirman nada, pero que se repiten, se refuerzan… ¡y se imponen! Un ejemplo de este tipo de comentarios es: «En esto el físico tiene razones para creer… La ciencia comienza a preguntarse… Lo piensan ciertos científicos… Este punto de vista es defendido por X, Y… Nada prueba lo contrario… Es, pues, legítimo suponer… Los investigadores de Alemania pretenden, en efecto… Es, entonces, imaginable que…» Del indicativo se pasará al condicional, el modo que tanto favorece la afirmación que no afirma, pero que permite comprender con medias palabras al iniciado. Este deslizamiento sutil de lo posible en suspenso a lo posible realizable, que se convierte rápidamente en una certeza, conduce a la férrea aceptación de lo que sigue siendo esencialmente una hipótesis.

«La afirmación por halago. Se recusa a esos personajes celosos y fosilizados que son los científicos y se hace un llamado a la inteligencia del lector, quien, muy halagado, admite a ojos cerrados la cuadratura del círculo o la civilización de los plesiosaurios[1].

«La afirmación difamatoria. Es la contrapartida de la anterior, permite decir verdades a los burros de las universidades, que se niegan a caminar sobre la cabeza. ¡Es algo claro, decisivo, irrefutable!

«La afirmación nebulosa, salida del cerebro de los videntes, contactados e investigadores de lo insólito, es tanto más convincente cuanto que, como no se puede comprender a esos iluminados, no queda más remedio que creerles bajo palabra.

«La afirmación para-lógica. De ella se saca cualquier cosa de cualquier otra, de deducción en deducción. Se pide así a los matemáticos modernos que nos conduzcan a espacios y tiempos que no pertenecen a nuestro universo; a la teoría de la relatividad que sirva de fianza a las velocidades supralumínicas, etc.

«La afirmación inverificable. La más impúdica. Se ejerce anunciando hechos que el lector más exigente es incapaz de verificar por falta de los medios necesarios para hacerlo. Sin embargo, los lectores de pseudociencia parecen ser los menos exigentes del mundo y no se sorprenden por la ausencia de referencias bibliográficas o de otro tipo, en los casos en que serían más que justificadas.

«La afirmación masiva y repetitiva. Frente a ella el lector no puede articular la menor reserva ya que los casos se repiten en todos los medios con enorme frecuencia, sin presentación de pruebas, como verdades de todos conocidas que han superado la etapa de demostración necesaria. El lector tampoco puede dudar de algo que es presentado con ese categórico vigor que sólo puede mostrar el que posee una verdad indiscutible.

«La afirmación por interpretación. Implica interpretar libremente los hechos, mágicamente, fantasmagóricamente, introduciendo en el corazón del fenómeno prodigios impresionantes que, muy naturalmente, son calificados de científicos aun que no tengan una pizca de ciencia».

COLOFÓN

Los astroarqueólogos dicen ser librepensadores y de visión amplia, aunque en realidad son víctimas de un concepto muy estrecho de la historia, que considera nuestra propia época como el punto más importante en el tiempo, como el foco a través del cual tienen que evaluarse todos los demás periodos históricos. Buscan celosamente en el arte antiguo trajes espaciales, gafas, módulos lunares y otros arreos de tecnología de la era espacial, ¡como si seres capaces de atravesar las vastas distancias del espacio interestelar hubieran usado algo tan rudimentario como el equipo que nosotros usamos para llegar a la Luna! Muchas capacidades y técnicas que una vez florecieron ahora están olvidadas, y muchos descubrimientos son simples redescubrimientos de conocimientos que se habían esfumado o que habían sido arrasados por la destrucción humana y natural. Deberíamos evitar el facilísimo error de creer que los científicos del mundo moderno son la única clase de gente capaz de hazañas tecnológicas avanzadas.

El método de los astroarqueólogos consiste, según escribe el antropólogo John T. Omohundro, en «una parodia de razonamiento y argumentación, lo mismo que un vigoroso ejercicio en la selección de citas, malinterpretaciones y errores basados en la ignorancia… Su técnica es exitosa debido en parte a que existe mucha gente presumiblemente educada que no entiende de estos campos e incluso científicos en general. Él[2] ha jugado con los prejuicios y estereotipos de aquellos que no son «científicos» (sacerdotes de la vieja religión). El tono es «tú y yo, querido lector» los colocaremos junto a sus escritos en una posición sumisa y de esa manera destruiremos el Establishment monolítico construido por esos pedantes representantes de la academia»[3].

Omohundro también menciona el razismo y antropocentrismo cultural de Däniken: «Supone que hasta hace unos mil años el mundo estaba lleno de maniquíes primitivos, salvajes, sin cerebro. Su inteligencia estaba al nivel de sus sencillas tecnologías; sus idiomas eran simples, sus culturas eran primitivas, ellos eran brutos. Si parecen tener algo absolutamente fantástico para nuestros estándares, alguien más inteligente que ellos se los debió haber dado».

Carl Sagan resumió: «En esencia, el argumento de von Däniken es que nuestros ancestros eran demasiado estúpidos para crear los impresionantes trabajos arquitectónicos y de arte que han sobrevivido».

Los astroarqueólogos (y los parapsicólogos, y los ufólogos y todos los demás cultores de las pseudociencias) han engañado y seguirán engañando al gran público ya que el ser humano sufre el hechizo milenario de los pases mágicos que en todo tiempo se han tragado la razón humana y oscurecido el sentido crítico de innumerables generaciones. Así es la vida ¿qué le vamos hacer?

LECTURAS RECOMENDADAS

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Anónimo, The Real Erich Von Daniken, artículo en internet, http://www.channel4.com/history/microsites/R/real_lives/daniken.html.

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Bainbridge William Sims, Religions for a Galactic Civilization, en Science Fiction and Space Futures, editado por Eugene M. Emme, American Astronautical Society, pages 187-201, San Diego, 1982.

Bord Janet & Bord Colin, Von Dänikenitis: A Tonic for Sufferers, Flying Saucers Review, Vol. 23, No. 3, 1977, Págs. 29.

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Wilson Clifford, Crash go the Chariots, Lancer Books, New York, 1972.

Wilson Clifford, The Chariots Still Crash, Signet/New American Library, New York, 1975.


[1] Ver: http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/10/los-dinosaurios-de-acmbaro-primera.htmlhttp://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/10/los-dinosaurios-de-acmbaro-2.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/10/los-dinosaurios-de-acmbaro-3.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/10/los-dinosaurios-de-acmbaro-final.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/10/las-piedras-de-ica.html

[2] Se refiere a Däniken.

[3] Omohundro John T., Von Däniken»™s Chariots: A Primer in the Art of Cooked Science, The Zetetic, Vol. 1, No. 1, otoño/invierno de 1976, Págs. 58-68.

Ciencia de Santa Claus 2

SANTA CLAUS. EL PUNTO DE VISTA ESCÉPTICO

En diversos lugares de la red podemos encontrar el siguiente texto de autor desconocido. Parece una persona que conoce algo de ciencias y, principalmente, es escéptico. La historia se muestra como un chiste o broma relacionada con las fiestas navideñas y muestra que los escépticos tienen bien puestos los pies en la tierra pero no son aguafiestas.

1. Ninguna especie conocida de reno puede volar. No obstante, existen 300,000 especies de organismos vivos pendientes de clasificación y, si bien la mayoría de ellas son insectos y gérmenes, no es posible descartar completamente la posible existencia entre ellas del reno volador que solo Papa Noel conoce.

2. Hay unos 2,000 millones de niños (considerando únicamente a las personas con menos de 18 años) en el mundo. Pero dado que Papa Noel no parece que se ocupe de los niños musulmanes, hindúes, judíos y budistas, la cifra se reduce a un 15% del total (unos 378 millones, según las estadísticas mundiales de población). Según estas estadísticas, se puede calcular una media de 3.5 niños por hogar, por lo que estamos hablando de unos 91.8 millones de hogares (suponiendo que en cada uno de ellos, haya al menos un niño que se haya portado bien).

3. Papa Noel dispone de 31 horas en Nochebuena para realizar su trabajo, gracias a los diferentes husos horarios y a la rotación de la tierra (se supone que viaja de este a oeste, lo cual parece lógico). Esto supone 822.6 visitas por segundo. En otras palabras, en cada hogar cristiano con un niño bueno, Papa Noel tiene 1 milésima de segundo para aparcar, salir del trineo, bajar por la chimenea, llenar los calcetines, repartir los demás regalos bajo el árbol, comerse lo que le hayan dejado, trepar otra vez por la chimenea, subir al trineo y marchar hacia la siguiente casa. Suponiendo que cada una de estas 91.8 millones de paradas esté distribuida uniformemente sobre la superficie de la tierra (lo cual es falso, pero puede valer para los cálculos), hay 1.2 Km entre casa y casa. Esto da un recorrido total de 110 millones de Km, sin contar lo necesario para las paradas a hacer lo que cada uno de nosotros haría al menos una vez en 31 horas.

Se deduce de ello que el trineo de Papa Noel mueve a unos 1,000 Km/s, 3000 veces la velocidad del sonido. Como comparación, el vehículo fabricado por el hombre que mayor velocidad alcanza, la sonda espacial Ulises, se mueve a unos míseros 43 Km/s. Un reno convencional puede correr a una velocidad punta de unos 24 Km/h.

4. La carga del trineo añade otro elemento interesante al estudio. Suponiendo que cada niño sólo se lleve un juguete de tamaño mediano (0.9 Kg), el trineo transporta unas 321,300 toneladas, sin contar a Papa Noel a quien siempre se le describe como bastante rellenito. En la tierra, un reno convencional no es capaz de transportar más allá de 150 Kg. Aunque el reno volador pudiera transportar diez veces esa carga, no bastarían ocho o nueve, sino que se precisarían unos 214,200 renos.

Esto incrementa la carga (sin contar el peso del propio trineo) a unas 353,430 toneladas. 5,353,000 toneladas viajando a 1,000 Km/s crean una resistencia aerodinámica enorme, que provocar un calentamiento de los renos similar al que sufre una nave espacial en su reentrada a la atmósfera terrestre. La pareja de renos que vaya a la cabeza absorberá un trillón de joules de energía por segundo, cada uno. En pocas palabras, se incendiarían y consumirían casi al instante, quedando expuesta la pareja de renos posterior. También se originarían unas ondas sonoras ensordecedoras en este proceso. El tiro de renos al completo se vaporizar en 4.26 milésimas de segundo. Papa Noel mientras tanto, sufriría unas fuerzas centrífugas 17,500.06 veces superiores a las de la gravedad. Si Papa Noel pesara 120 Kg (lo cual es incluso demasiado delgado), sería aplastado contra la parte posterior del trineo con una fuerza de más de 2 millones de Kg.

Por consiguiente, si Papa Noel existió alguna vez y llevó los regalos a los niños en Navidad, ahora está muerto.

Pero… ¿Existe Papa Noel?

Si respondemos lo anterior a un niño cuando nos pregunte por la existencia de Santa Claus (o bien, lo deduce él por si mismo), el niño puede llevarse una desilusión tremenda. Por suerte, hay una contra-explicación que puede sernos útil en este caso:

1. El análisis anterior, basado en las leyes de la Física clásica, presenta un fallo importante, puesto que no considera los fenómenos cuánticos, que son bastante significativos en este caso particular. Como se ha indicado, se conoce con extrema precisión la velocidad terminal del reno a través del aire seco de diciembre sobre el hemisferio norte (por ejemplo). Así mismo, se conoce con tremenda precisión la masa de Papa Noel y su trineo (puesto que se conoce el número de niños, regalos y renos justo antes del vuelo). En cuanto a la dirección y sentido del vuelo, esta es esencialmente de Este a Oeste.

Todo lo anterior significa que se puede determinar con excelente precisión el vector del momento cinético de Papa Noel y su cargamento.

2. Basta con aplicar el principio de incertidumbre de Heisemberg para saber que la posición de Papa Noel, en cualquier momento de Nochebuena, es extremadamente imprecisa. En otras palabras, está «difuminado» sobre la superficie de la tierra, de forma análoga a como el electrón está «difuminado» a una cierta distancia del núcleo del átomo. Por tanto, literalmente puede encontrarse en todas partes en un momento dado.

3. Por último, las velocidades relativistas a las que los renos pueden llegar durante breves lapsos de tiempo hacen posible que, en ciertos casos, llegue a algunos lugares un poco antes de salir del polo norte.

Papa Noel, en otras palabras, asume durante breves periodos de tiempo las características del taquión. Estamos de acuerdo en que la existencia de los taquiones aún no está probada y es hipotética, pero lo mismo ocurre con los agujeros negros, y ya nadie duda de su existencia.

Por consiguiente, es perfectamente posible que Papa Noel exista y reparta todos los regalos en nochebuena.

Más historias de la física de Santa en.

http://pda.physorg.com/lofi-news-santa-claus-children_2487.html

Ciencia de Santa Claus

Ciencia de Santa Claus: El viejo duende alegre realmente puede entregar los regalos en una noche, dice un ingeniero del estado de NC

Contactos Dr. Larry Silverberg, 919/515-5665

Mick Kulikowski, News Services, 919/515-3470

¿No creen en Santa Claus?

Si eres escéptico de las capacidades de Santa Claus de entregar presentes a millones de hogares y de niños en apenas una noche, el Dr. Larry Silverberg, profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial, de la universidad del estado de Carolina del Norte, puede explicar los principios científicos y de ingeniería plausibles que podrían permitir que el viejo duende alegre complete la hazaña año con año.

Con su sonrisa angelical y ojos chispeantes, Papá Noel puede parecer simplemente una vieja alma alegre, pero él y sus duendes del Polo Norte tienen mucho debajo de sus divertidos sombreros, dice Silverberg. Su avanzado conocimiento de las ondas electromagnéticas, el continuum espacio/tiempo, la nanotecnología, la ingeniería genética la informática triunfa fácilmente sobre los conocimientos técnicos de los científicos contemporáneos.

Silverberg dice que Santa tiene una tubería personal a los pensamientos de los niños -vía una antena de escucha que combina las tecnologías usadas actualmente en los teléfonos celulares y EKGs- lo que le informa que Maria en Miami espera una tabla de surf, mientras que Michael de Minneapolis desea un snowboard. Un sistema sofisticado de proceso de señales filtra los datos, dándole pistas a Santa de qué desea cada quién, dónde viven los niños, e incluso quién ha sido malo o bueno. Más tarde, toda esta información será procesada en el sistema de dirección abordo del trineo, que proveerá a Santa de la ruta deentrega más eficiente.

No obstante, Silverberg agrega que las cartas a Santa vía correo aún tienen que hacerse.

Silverberg no es tan ingenuo como para pensar que Papá Noel y sus renos pueden viajar aproximadamente 200 millones de millas cuadradas -haciendo paradas en unos 80 millones de hogares- en una noche. En lugar de eso, él postula que Santa utiliza su conocimiento del continuum espacio/tiempo para formar lo que Silverberg llama «nubes de relatividad».

«Basado en su conocimiento avanzado de la teoría de la relatividad, Santa reconoce que el tiempo se puede estirar como una goma, que el espacio se puede exprimir como una naranja y que la luz puede doblarse», dice Silverberg. Las «nubes de relatividad son dominios controlables -rasgones en el tiempo que le permiten meses para entregar los regalos mientras que solamente pasan algunos minutos en la tierra. Los presentes se entregan en verdad en un parpadeo».

Con una ruta detallada preparada y su lista comprobada dos veces con la computadora abordo del avanzado trineo tecnológico, Papá Noel está listo para entregar los presentes. Sus renos -genéticamente criados para volar, para balancear en tejados y para ver bien en la oscuridad- no tiran realmente de un trineo cargado con juguetes. En lugar de eso, cada casa se convierte en taller de Papá Noel mientras que él utiliza un nano-fabricante de juguetes para hacer los juguetes dentro de los hogares de los niños. Los regalos crecen sobre el terreno, mientras que el nano-fabricante de juguetes crea -átomo por átomo- los juguetes utilizando nieve y hollín, como el ADN puede ordenar el crecimiento del material orgánico como tejidos finos y piezas del cuerpo.

Y no hay realmente necesidad de que Santa entre en la casa por la chimenea, aunque Silverberg dice que él goza hacer eso de vez en cuando. Además, la misma nube de relatividad que permite que Papá Noel entregue regalos en lo que parece un pestañeo también se usa para «metamorfosear» a Santa en los hogares de la gente.

Finalmente, mucha gente se pregunta cómo pueden comer todo el alimento que se les deja a Santa y sus renos. Silverberg dice que ellos toman sólo un mordisco en cada casa. El resto es dejado en la casa o puesto en el deshidratador de alimentos incorporado al trineo, donde se preserva para un posterior consumo. Después de todo toma mucho tiempo entregar todos esos presentes.

«Ésta es nuestra visión del método de entrega de Papá Noel, dado los conocimientos humanos en física e ingeniería que tenemos hoy», dice Silverberg. Los «niños no deben creer en las opiniones de los que dicen que no es posible entregar presentes por todo el mundo en una noche. Es posible, y está basado en ciencia plausible».

http://news.ncsu.edu/releases/2006/dec/212.html

Astroarqueología (Primera parte)

MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LOS ASTROARQUEÓLOGOS

Erich Anton von Däniken nació el 14 de abril de 1935 en Zofingen, Suiza. Su padre fue el hotelero suizo (otros biógrafos dicen que era dueño de una fábrica de ropa) Otto von Däniken. Creció en el pueblo de Schaffhausen al lado de su hermana Leni Huggenberger von Däniken. Durante esta época se presentó una escena que posteriormente se repetiría a lo largo de su vida: siendo boy scout fue acusado de robar el dinero de la caja de valores de la asociación, y llevado ante el magistrado local.

Erich cursó hasta el tercer año de preparatoria en la escuela jesuita Saint Michel, de Friburgo, de donde fue expulsado a la edad de 17 años, en 1952. Tuvo que trabajar como camarero y barman en un hotel en Berna.

En febrero de 1944, a la edad de 8 años, von Däniken tuvo una experiencia que algunos psicólogos creen tuvo una influencia decisiva en su forma de pensar de adulto. Un bombardero americano hizo un aterrizaje de emergencia muy cerca de su casa. El niño vio que del aparato salían ocho hombres con sus trajes de vuelo, cascos y viseras, caminando frente a él, «como criaturas de otro mundo» (tal y como lo relató a los editores de Der Spiegel[1]). Sin embargo Däniken niega que esta experiencia haya tenido que ver con sus ideas: él no se puede poner en el papel del «noble salvaje» que adjudicó a los diversos pueblos no europeos que fueron capaces de desarrollar ciertas tecnologías, obras de arte o tradiciones culturales que, para el astroarqueólogo racista era imposible que pudieran crear sin la intervención de extraterrestres.

Ya de muy joven comenzó a leer trabajos de ciencia ficción y ocultismo. La imaginación se despertó. Se veía como un gran investigador y descubridor de antiguas civilizaciones. Juntaba todo el dinero que recibía de sueldos y propinas con el sueño de que algún día iría a esos lugares lejanos y haría sus grandes descubrimientos.

El amor le llegó a los 25 años cuando conoció y se caso con una compañera de trabajo, Elizabeth. Ambos trabajaron en diversos hoteles en Suiza. No sabemos la razón de tantos cambios de trabajo, pero podría haber una pista. En 1954 su jefe en el hotel le acusó de robo y fue sentenciado a 4 meses de prisión. En la cárcel fue atendido por trabajadoras sociales y psiquiatras. Uno de estos últimos indicó que Erich tenía una extraordinaria «tendencia a mentir». Fue multado por hurtos pequeños y condenado otra vez por fraude.

El futuro escritor deseaba ser administrador de hoteles, como su padre. Al salir de prisión entró a trabajar a otro hotel de donde lo corrieron.

Para ese entonces ya había escrito el esqueleto de Chariots of the Gods?. Lo llevó a muchas casas editoriales, pero los editores lo rechazaron. Una casa editorial le dijo que sólo eran «palabrerías emocionales». Tuvo la misma suerte con otras 21 editoriales hasta que conoció al influyente periodista alemán Thomas von Randow. Tras leer el manuscrito, von Randow sugirió rescribirlo con la ayuda de un escritor de ciencia-ficción, y comercializarlo como hechos reales. Erinnerungen an die Zukunft, se publicó en 1968, convirtiéndose rápidamente en un bestseller.

De carácter inquieto, von Däniken se dirigió a Egipto, en donde participó en una operación de tráfico de joyas, por lo que fue apresado y acusado de fraude y malversación de fondos, con una sentencia de 9 meses en la cárcel.

Luego del éxito de su primer libro, justo cuando von Däniken sentía que sus años de trabajo estaban justificados, llegó el desastre. Nuevamente fuera de prisión logró colocarse en otro hotel con el puesto de gerente. Durante mucho tiempo viajó a Egipto, Líbano, Norte y Sudamérica, utilizando el dinero de la compañía dueña del hotel. El dinero lo obtenía falsificando los libros contables. La suma defraudada ascendía a más de 400,000 francos suizos (unos 130,000 dólares). Fue arrestado por la Interpol en Viena por no pagar £7,000 de impuestos. Un magistrado que examinó cuidadosamente el caso descubrió deudas personales por £350,000, así como algunos fraudes menores. Lo sometieron a exámenes sicológicos que mostraban que él no era confiable. El fiscal hizo comparecer a un psicólogo, el cual describió a Däniken como psicópata criminal y mentiroso. Las autoridades lo encarcelaron eventualmente durante tres años y medio por «por estafas reiteradas y falsificación de documentos». El tiempo que pasó en la cárcel lo aprovechó para escribir su segundo libro Regreso a las estrellas (Return of the Gods).

Por supuesto, Däniken rechaza las opiniones de otros psiquiatras, aparecidas en el Playboy[2], que afirman que es un mentiroso irreducible y un psicópata. En febrero de 1976 Erich comentó al escritor Ronald Story que «se había probado en la corte» que el psiquiatra que hizo esa declaración estaba equivocado[3]. Sin embargo, no se conoce esta retractación, por lo que Däniken volvió a demostrar que, efectivamente, es un mentiroso.

Muchos vieron esta reacción extrema como que el conservador establishment religioso intentaba silenciar a un herético que se había atrevido a cuestionar sus opiniones.

Mientras tanto el primer libro, Recuerdos del futuro (Erinnerungen an die Zukunft) aparecía en el mercado de lengua alemana en marzo de 1968. Para diciembre se había convertido en el número uno de las listas de bestsellers de Alemania.

Para el momento de su salida de la prisión, en 1971, se habían vendido 2.5 millones de copias de sus dos libros en 24 idiomas.

El estilo literario de Erich von Däniken seguía el mismo patrón de su vida. En esta última menospreciaba las reglas y leyes, mientras que en su actividad literaria despreciaba las leyes científicas y evitaba cualquier metodología. Saltaba, alegremente, de un tema a otro, sin relación. Todo era válido. Unas líneas trazadas en el desierto debían ser pistas para platos voladores, sin importar que éstos no despegan ni aterrizan como nuestros aviones (según los ufólogos). La representación del rey Pacal y el árbol de la vida era la de un astronauta dentro de una nave espacial.

Pero ese estilo, o falta de él, tuvo un enorme éxito entre el público ávido de maravillas. Como cualquier otro libro, de la primera edición sólo se imprimieron algunos cuantos miles de ejemplares. Un año después de su aparición, ya pasaban del millón. En 1973, cinco años después, se habían distribuido diez millones y hacia fines de 1974 explotó hasta alcanzar la cifra de 28 millones de ejemplares vendidos por todo el mundo (considerando los cuatro primeros libros). Actualmente la cifra sobrepasa los cien millones.

De oscuro hotelero, plagado de deudas y recluido por estafa, pasó a ser una celebridad mundial. Las regalías le permitieron pagar sus deudas y viajar por todo el mundo haciendo sus viajes de «estudio». Fue invitado a dar conferencias en universidades de los Estados Unidos, presentándolo como «German Professor».

BREVE HISTORIA DE LAS IDEA ASTROARQUEOLÓGICAS

Su éxito resulta particularmente sorprendente si se tiene en cuenta que difícilmente siquiera una de las ideas contenidas en sus libros es original. Aunque no olvidamos que los primeros artículos de Däniken fueron publicados, en diversas revistas y periódicos, en 1959, 1960, 1964 y 1965, sus «teorías» ya habían sido tratadas desde el siglo anterior.

Madame Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), por ejemplo, ya hablaba en 1888, en su Doctrina Secreta, de temas como Lemuria y la Atlántida y de múltiples planos de existencia. Su sucesora, Annie Besant, desarrolló esas locuras sazonándolas con cuentos sobre los «maestros de Venus» llegados a la Tierra para enseñar al ser humano.

Un poco antes de ellas, Augustus LePlongeon y James Churchward inventaron el mito de Lemuria. Otro antecesor fue el escritor de ficción alemán Curd Lasswitz, quien en 1897 escribió la novela En dos planetas, en la que exponía algunas ideas que posteriormente adoptarían los escritores del realismo fantástico.

A principios del siglo XX Charles Hoy Fort[4] (1874-1932) sería el escritor más importante y prolífico de estos asuntos. Su influencia ha sido tal que su nombre es sinónimo de lo insólito: el forteanismo. En 1930 Eugen Georg publicaría Civilizaciones desaparecidas, basándose en las obras un poco más serias de Richard Henning Países misteriosos (1924) e Hipótesis cósmicas (1928) de Robert Nast (pseudónimo de Richard Huber).

En la época preplatillista Richard Sharpe Shaver, apoyado por Raymond Palmer, generaría todos los mitos de la ufología actual (hombres de negro, tierra hueca, efectos electromagnéticos, etc.). Sus escritos son una extraña mezcla de ficción científica con protoastroarqueología. Ya entrada la época platillista Desmond Leslie y George Adamski publicarían Los platillos voladores han aterrizado, en donde mencionan supuestos platillos voladores en la antigüedad[5]. Por esas mismas fechas Harold T. Wilkins, en Inglaterra, y Morris Karl Jessup[6], en los Estados Unidos, ampliaban las referencias sobre ese mismo tema. Wilkins había escrito libros sobre ciudades perdidas y misterios de Sudamérica, pero una vez que en 1947 hicieron su aparición los platos voladores, mezcló todo en un curioso cocktail en sus libros Flying Saucers from the Moon y Flying Saucers Uncensored. Lo mismo hacía Jessup en sus The Case for the UFO, UFO and the Bible, The UFO Annual y The Expanding Case for the UFO.

Estas ideas serían cultivadas por los escritores soviéticos Matest M. Agrest, Alexander Kazantsev y por el americano Michel d»™Obrenovic (pseudónimo de George Hunt Williamson, uno de los primeros seguidores de Adamski), pero fueron mejor capitalizadas dándoles un toque «intelectual» por Louis Pauwels y Jacques Bergier, con sus Retorno de los brujos, La rebelión de los brujos, y posteriormente en su revista Planete.

En 1963, tres años después del «Retorno», Robert Charroux (pseudónimo de Robert Grugneau) publica su Historie inconnue des hommes depuis cent mille ans, que prácticamente es la base de los libros de Däniken. Aunque Charroux es mejor escritor que el suizo, no tuvo tanto éxito como éste.

Ray Palmer también apoyó al escritor británico W(alter) Raymond Drake al publicar sus primeros artículos sobre los antiguos astronautas en su revista Flying Saucers. Esos artículos se convertirían en los siete famosos libros de la serie Gods and Spacemen. Otro escritor inglés que también publicó en la revista de Palmer fue Brinsley Le Poer Trench, posteriormente conde de Clancarty y editor de la Flying Saucers Review inglesa (de 1956 a 1959). Su libro más famoso fue The Sky People, de 1960. Paul Misraki (alias Paul Thomas), John Michell, Otto Binder, Max Flindt y Jean Sendy fueron escritores que discutieron el tema a mediados de los sesenta. Luego vino Däniken y detrás de él la Ancient Astronaut Society y otros mucho escritores de lo oculto.

METODOLOGÍA

Casi todas las «evidencias» de los astroarqueólogos son una mezcolanza de verdades a medias, sazonadas con insinuaciones hechas en forma de preguntas. Los argumentos son tan débiles que, en ocasiones, se recurre a la vaguedad de su propio estilo literario de cuestionamientos sin respuestas, todo con el único fin de alejar cualquier responsabilidad en caso de verse descubiertos por sus críticos.

Desde 1888, si tomamos los trabajos de la Blavatsky como la raíz de las «teorías» astroarqueológicas, se han escrito decenas de libros, cientos de artículos y numerosas entrevistas sobre el asunto, pero ningún astroarqueólogo ha presentado la más leve sombra de evidencia de que haya algo «extraterrestre» relacionado con el tema. Sin embargo, a pesar de las numerosas ocasiones que se ha demostrado que todos los datos que aparecen en estas obras son inventados, cosa que algunos astroarqueólogos han admitido, hay millones de lectores que creen firmemente en estas patrañas. Esto se debe a diversos factores entre los que hay que destacar el método que siguen los astroarqueólogos.

Primero describen algo que parece misterioso muy superficialmente, teniendo especial cuidado de sacarlo de contexto. Luego engrandecen el misterio añadiendo datos erróneos, de fuentes desconocidas. Finalmente desechan todas las explicaciones racionales, ayudados de los escasos conocimientos científicos de sus lectores, dejando sólo una posible explicación: la paranormal.

Una de las técnicas favoritas de los astroarqueólogos en particular, y de los escritores de temas paranormales en general, es la que los lógicos llaman «argumentum ad ignoratiam», que usualmente toma la siguiente forma: «Ya que X no puede ser negado, probablemente es cierto». Sin embargo esta es una falacia debida a los deseos del proponente: si uno desea que algo sea verdadero, a pesar de ser falso, pasará por alto la evidencia e ignorará los hechos. Esto nos lleva al viejo cliché: «La gente cree lo que quiere creer».

Ronald Story menciona que otra maniobra frecuente en el caso de las pseudociencias es que se establece una conclusión (lo que los lectores desean leer) que no se puede obtener de sus premisas. Este falso argumento se llama «non sequitur». Un claro ejemplo es la maussanada de: «Si ellos están aquí en un futuro nosotros estaremos allá». En el caso de Däniken uno de los ejemplos más obvios es cuando escribe: «Los gigantes inundan las páginas de muchos libros antiguos, por lo tanto deben existir», lo que evidentemente es falso.


[1] Anónimo, Der Däniken-Schwindel, Der Spiegel, 19 de marzo de 1973, Págs. 142-159.[2] Ferris Timothy, interview with Erich von Däniken, Playboy, agosto 1974, Págs. 51-52, 56-58, 60, 64 y 151.

[3] Story Ronald D., The Space-Gods Revealed, Harper & Row, New York, 1976.

[4] Ver: http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/he-descubierto-z.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/he-descubierto-z-2-de-5-partes.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/he-descubierto-z-3-parte.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/he-descubierto-z-y-iv.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/he-descubierto-z-final.html

[5] Ver: http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/11/adamski-primera-parte.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/11/adamski-2.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/11/adamski-3.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/11/adamski-4.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/11/adamski-5.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/11/adamski-6.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/11/adamski-7.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/11/adamski-7_30.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/12/adamski-final.html

[6] Ver: http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/09/el-soldado-filipino-primera-parte.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/09/el-soldado-filipino-y-2.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/09/el-soldado-filipino-final.html

La creencia en lo sobrenatural se origina en la niñez

La creencia en lo sobrenatural y las supersticiones se pueden explicar científicamente: La creencia en lo sobrenatural se origina en la niñez

La creencia en lo sobrenatural se puede explicar mejor buscando la tendencia de un individuo a confiar en indistinguibles percepciones del mundo de la niñez.

Estas percepciones tienden a mezclar los atributos de las cosas no vivas, vivas y síquicas. En adultos esta mezcla de conocimiento puede operar conjuntamente con el conocimiento científico y otros conocimientos adquiridos con la educación.

Según los resultados (de un estudio realizado en Finlandia), los estudiantes universitarios tienen solo algunas creencias en lo sobrenatural, menos de las que tienen los estudiantes con un nivel inferior de educación. Para los estudiantes universitarios que mantienen una creencia sobrenatural el nivel de educación no hizo nada para disminuirlos. La personalidad, los factores emocionales, la necesidad de explicación y de control, el género, los valores, la inteligencia y el pensamiento analítico no parecían tener ningún impacto verdadero en la creencia en lo sobrenatural.

Lindeman plantea la pregunta: ¿»Hay ejemplos históricos donde la superstición se ha probado como un hecho científico paranormal? No. La nueva información no nos acerca a lo sobrenatural, sino que nos aleja».

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http://www.innovations-report.de/html/berichte/gesellschaftswissenschaften/bericht-75476.html