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El país de las 7 luminarias (Final)

EL «ENIGMA» DE LAS VERDURAS GIGANTES

Valle de Santiago, a cuatro horas del Distrito federal, en el Estado de Guanajuato, se hizo famoso en todo el mundo por sus verduras gigantes. A mediados de los setenta un sencillo campesino, José Carmen García Martínez logró cosechar acelgas, nabos, lechugas y otras verduras, de enormes dimensiones, en un tamaño realmente gigantesco.

Este extraño suceso puso a Valle de Santiago en la mira de muchos personajes públicos relacionados o interesados en los fenómenos insólitos. Las televisoras de diversos países se dieron cita en la milpa de Don Carmen. Así la hija de Jack Palance transmitió uno de los reportajes de ¡Aunque usted no lo crea! (Ripley). Lo mismo hizo Virginia Sendel Lemetre para el programa México Mágico de Televisa. También llegó la señora Carmen Romano de López Portillo, quien llevó al mago Uri Geller para que éste detectara las «extrañas» emanaciones del lugar.

Valle de Santiago no ha dejado de ser noticia e imán para los ufólogos. Entre sus visitantes se pueden contar Don Pedro Ferriz Santacruz, Salvador Freixedo, Juan José Benítez, Jiménez del Oso, Sixto Paz y otros.

José Carmen García logró obtener cosechas de acelgas del tamaño de una persona (de 1.50 a 1.85 metros), coliflores (repollos) de 43 kilogramos, cebollas de proporciones similares a las de la cabeza de un niño, rábanos de 20 kilos, coles que apenas podían cargarse entre cuatro personas, nabos y lechugas de enormes dimensiones»¦

Los fenómenos, no obstante ser realmente sorprendentes, no hubieran pasado de ser una curiosidad botánica, de no ser por la aparición de Oscar Arredondo Ramírez. Este singular personaje, delegado de turismo de Valle de Santiago, es un fotógrafo profesional que tiene su estudio y local de trabajo, Fotografía México, en la calle de Juárez, casi en la plaza central de Valle de Santiago. El estudio de fotografía de Arredondo es una auténtica galería de lo insólito. Todas las paredes y vitrinas están tapizadas de fotografías fantásticas. Ahí se mezclan, marco con marco, las fotos de los ufólogos con las de monstruos antediluvianos, verduras gigantes, rostros de Cristo y ovnis.

LAS VERDURAS GIGANTES

Arredondo aconsejó a José Carmen para que dijera que la «fórmula secreta» provenía de las enseñanzas de seres extraterrestres que le visitaron tiempo atrás. Según Arredondo el método para «fabricar» esas verduras se basaba en procesos astrológicos dictados por seres extraterrestres. Las verduras crecen de ese tamaño porque, mediante la astrología, se escoge el día y hora más adecuados para sembrar la semilla. El lugar de siembra se determina mediante un péndulo. A cada semilla se le saca una especie de carta astral para poder determinar las mejores condiciones para su siembra. De esa manera tenemos que una acelga podría ser de signo Aries, mientras que un nabo sería Acuario o una cebolla podría ser Piscis. ¿Ridículo? ¡Sí! Y sin embargo mucha gente creyó esas tonterías.

¿Cuáles eran las intenciones de Arredondo? Además de aportar una «prueba» de la realidad del fenómeno OVNI (tema que es una obsesión para el fotógrafo), podría atraer la atención de las autoridades hacia su ciudad (y su persona), y crear un polo de desarrollo agrícola para generar una mayor derrama económica en la zona. Por esa razón, Oscar logró establecer contacto con personajes tan importantes como el mismo Secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos, el Ingeniero Francisco Merino Rábago, con quien se reunieron el 20 de septiembre de 1977 en las oficinas de la propia Secretaría. En ese lugar Oscar planteó lo siguiente:

«Imagínese Valle de Santiago con los cráteres de las Luminarias infestados de verduras y frutas gigantes; creo que el problema del hambre sería menor. Pero si digo cómo hacer verduras gigantes, el rico se volverá más rico».

En dicha reunión Oscar y Carmen García ofrecieron entregar la fórmula a cambio de que se cumplieran dos condiciones: La creación de un parque nacional en la ciudad de Valle de Santiago y la construcción en el sitio de una escuela de agricultura, precisamente en el interior del cráter llamado La Joya de las Flores.

Arredondo propuso llevar a cabo un experimento entre los técnicos de la Secretaría y los campesinos vallenses[1]. Ambos sembrarían diversas hortalizas en un terreno neutral de Tangasneque, cerca de Tampico, Tamaulipas. El experimento se hizo en 1977. Se dividió el campo en dos parcelas iguales, de aproximadamente 20 hectáreas cada uno. Unos, los ingenieros agrónomos sembraron las hortalizas utilizando técnicas convencionales y usando abonos, de acuerdo con los métodos aprendidos en la Universidad de Chapingo. Los otros, los campesinos, «pared con pared» (según las propias palabras de Arredondo), utilizaron sus propios procedimientos, «según su secreto saber y entender». Ambos grupos se vigilaban mutuamente.

En abril de 1978 llegó el momento de la cosecha. Los campesinos obtuvieron 5 a 8 toneladas por hectárea; mientras que los agrónomos rebasaron fácilmente las 100 (107 para ser exactos).

Al saber los resultados Merino corrió al fotógrafo y no quiso saber más de él.

Pero Oscar cuenta la historia de manera diferente. Para él quienes resultaron vencedores fueron ellos, mientras que los derrotados fueron los ingenieros. Pero si eso hubiese sido verdad dudo mucho que Merino Rábago hubiera dejado ir la oportunidad de convertirse en el salvador de la patria (y tal vez del mundo), al mostrar urbi et orbi las bondades de un nuevo método de cosecha que eliminaría de raíz los problemas de alimentación de la Tierra. El Secretario de Agricultura se olvidó del asunto porque, además de obtener una cosecha infinitamente más pobre, los frutos que se conseguían por el método astrológico-rabdomante-extraterrestre eran casi pura agua. En efecto, el gran volumen se conseguía por la gran acumulación de agua en los tubérculos, de tal manera que una enorme col de 45 kilogramos tenía el mismo valor nutritivo que una col normal. Alguien que se alimentara de esas verduras moriría de hambre (aunque no de sed).

VERDURAS GIGANTES EN OTRAS PARTES DEL MUNDO

¿Cuál era el argumento de Arredondo para explicar el rechazo del gobierno mexicano a sus métodos? Según él todo se debía a la envidia de «unos cuantos mediocres ingenierillos» mezquinos y celosos. Y ese argumento tan pueril lo siguen creyendo los seguidores de los temas ocultos, como Benítez, quien escribió al respecto:

«Sinceramente, de no haberlo visto con mis propios ojos, difícilmente lo hubiera aceptado».

La realidad es que Benítez nunca vio las verduras gigantes más que en fotografías. A su llegada, en 1989, ya se habían dejado de cosechar.

Las fotografías que vende Oscar en su negocio, como subvenir, muestran verduras gigantes y más. Hay algunas fotos en las que se pueden ver claveles de tamaño descomunal. Pero recordemos que Oscar es fotógrafo. Las fotografías de los claveles, entre otras, son un truco fotográfico. Estas fotos muestran un racimo de claveles que dan la apariencia de ser una única flor gigante, al compararla con una flor original. Varias de sus otras fotografías de hortalizas gigantes también han sido trucadas.

Por otra parte, las verduras pueden crecer hasta dimensiones asombrosas sin la ayuda de la astrología. Eso no es nada extraordinario ni de «otro mundo». En diversos lugares del planeta se encuentran ejemplos similares. En Jerusalén, por ejemplo, se dan limones de 8 kilogramos. En Estados Unidos se obtienen coles de 38 kilos, y en Inglaterra se llevan a cabo concursos de hortalizas gigantes. En el poblado de Spalding, en Lincolnshire, se han logrado calabazas de 209 kilogramos, rábanos de 5.5 kilos, coles de 53 kilos y remolachas de 18 kilos. En Yorkshire se otorgan premios de hasta mil libras esterlinas en estos concursos. Los ejemplares que se han llevado el dinero han sido unas cebollas de 7 kilos y calabazas de 187 kilogramos.

Sin ir tan lejos, en nuestro propio país hay otro lugar en donde se cultivan ejemplares similares. En el rancho Ojo de Agua, en el municipio mexiquense de Chapa de Mota, a 113 kilómetros del D.F., las calabazas llegan a tener el tamaño de una sandía, las coles pesan entre 5 y 10 kilos, las acelgas son de más de un metro de largo y las cebollas son de dos kilos.

Este rancho es administrado por la Asociación Eubiótica Vida Sana de México A. C. y fue fundado por Bergit Flore Grass, una química alemana de 53 años. En el cultivo de estas hortalizas no se usan formulas secretas ni fertilizantes mágicos, sólo composta (un triturado de desechos orgánicos, principalmente sobras de comida), para enriquecer la tierra, y abundante agua.

EL CHAC: EL NESSIE MEXICANO

Y es precisamente el agua la que da origen a otro de los supuestos misterios de Valle de Santiago. Se trata de otra leyenda que ha hecho correr Oscar Arredondo: la existencia en el cráter lago La Alberca de un monstruo antediluviano parecido al del Loch Ness.

Según Arredondo La Alberca no tiene fondo. Dice que está habitada por un poderoso animal de seis metros de longitud y cabeza similar a la de un becerro. Se trata, según la descripción, de un plesiosauro. El fotógrafo afirma que durante siglos las leyendas sobre el monstruo han pasado de padres a hijos. Yo he entrevistado a varios ancianos de la localidad y nadie hace referencia al monstruo.

El que sí se creyó lo del monstruo fue el Jinete de Troya: Benítez. Pero no sólo eso, también se creyó que en aquel lugar los aztecas celebraban sacrificios rituales de doncellas para aplacar la ira de Chac[2]. El ufólogo español se lo creyó todo y, junto con el doctor Jiménez del Oso grabó una de esas ceremonias. La película puede ser efectiva para el público español promedio, que no sabe que el lugar no fue habitado por los aztecas, y que desconoce que nunca se celebraron sacrificios humanos en esos volcanes. El público de Benítez y Del Oso fue engañado deliberadamente, pues se hizo vestir ropajes indígenas a algunos actores circunstanciales para que representaran ceremonias apócrifas. Benítez escribió en sus libros:

«Y hasta tal punto es así que cada mes de septiembre, desde hace siglos o milenios, los hombres y mujeres de la región ascienden en sagrada peregrinación hasta lo alto de la boca del cráter, ofrendando al monstruo los primeros frutos de la tierra y suplicando su protección y benevolencia».

Pero ¿verdaderamente existe un animal prehistórico en el cráter La Alberca? El cráter tiene un diámetro de tan solo 700 metros, y no es tan profundo, por lo que su volumen de agua es relativamente pequeño. Este no es problema para los creadores de mitos. Según ellos los animales se escabullen a través de ciertos pasadizos que conectan a todos los volcanes de la región. De acuerdo con lo que menciona el ufólogo español:

«Entre 15 y 20 metros se perciben unas fuertes corrientes «“de Oeste a Este- que ponen de manifiesto la existencia de uno o varios canales subterráneos que pudieran poner en comunicación la laguna de Chan con el resto de los volcanes».

Según él, se han hecho experiencias de arrojar troncos en el lago de Rincón de Parangueo, y al poco se les ha visto emerger en la superficie de La Alberca. Esto explicaría porqué no se ha podido atrapar al monstruo, puesto que el misterioso animal se desplaza de uno a otro cráter.

La verdad es otra. No existe comunicación entre los cráteres. Las aguas de Rincón de Parangueo son alcalinas, mientras que las de La Alberca son sulfurosas. Si hubiera una interconexión entre los cráteres, ambos embalses de agua tendrían las mismas propiedades químicas.

Las aguas de Rincón de Parangueo son tan saladas que los cuerpos flotan fácilmente. Sería difícil que un tronco se hundiera para luego reaparecer en otro cráter.

Además, un animal de 6 metros de largo, no podría vivir en esas aguas, ya que no existen otras especies para sustentarlo[3]. Mucho menos podría vivir toda una familia, necesaria para perpetuar la especie desde tiempos prehistóricos.

Por otra parte. Supongamos que la familia de Chac estuviera compuesta por veinte ejemplares. Pongamos, además, que poseen una gran capacidad torácica y que sólo necesitan salir a la superficie cada dos horas, para respirar. Esto nos da un total de 240 salidas al día. Yo me he pasado varios días, con sus noches, de guardia en el cráter y nunca tuve la suerte de ver al animal. Igual destino han tenido los habitantes de Valle de Santiago. Los reportes de Chac son escasos y en todos están relacionados Arredondo y sus amigos.

EL «MAR MUERTO» DEL BAJÍO MEXICANO

Hemos dicho que las aguas de Rincón de Parangueo son en extremo alcalinas. En 1976 se realizó el primer análisis conocido de esta agua. Los resultados se muestran en este reporte:

Secretaría de Recursos Hidráulicos. Unidades de Riego para el Desarrollo Rural.

Fecha de muestreo: 2 de junio de 1976.

Sitio del muestreo: Rincón de Parangueo, Valle de Santiago, Guanajuato.

Ing Albino Hernández

No. Lab.

627

pH

9.3

Conductividad eléctrica en micromhos/cm

15,000

Ca++ meq/litro

16.59

Mg++ meq/litro

3.16

Na+ meq/litro

126.50

K+ meq/litro

1.28

Suma de cationes meq/litro

147.53

CO3= meq/litro

26.20

HCO3 meq/litro

42.80

Cloruros p.p.m.

2,878.54

SO4= meq/litro

2.00

Suma de aniones meq/litro

152.20

Salinidad efectiva meq/litro

81.00

Salinidad potencial meq/litro

82.20

Relación de adsorción de Sodio RAS

40.00

Na2CO3 residual meq/litro

49.25

Porciento de Sodio posible PSP

156.17

 

Conductividad eléctrica:

Fuera de clasificación

Celaya, Gto. 16 de junio 1976

 

TLQ. Ma. Guadalupe Almanza Núñez

Encargado de Laboratorio

Un plesiosauro no podría vivir en este medio. Tal vez en La Alberca. Oscar mandó hacer «un retrato hablado del Chac» (una pintura), en donde se ve un monstruo muy semejante al de Loch Ness, nadando en el cráter de La Alberca.

La Alberca es un sitio ideal para practicar la natación y el buceo. Pero las cosas están cambiando, el cráter se está secando. En medio del lago comienzan a aparecer pequeños islotes. La profundidad actual es de poco menos de 25 metros. Al secarse, morirá la Alberca, y con ella también morirá el mito del Chac.

AZTLÁN ERA UNA ANTIGUA BASE DE EXTRATERRESTRES

Otro más de los mitos diseminados por Arredondo es que el Cerro de Culiacán, en el Estado de Guanajuato, es una base extraterrestre.

«Los ancianos de esta localidad «“informa Arredondo-, han transmitido relatos orales que señalan que el Cerro de Culiacán era un volcán que al apagarse quedó tan hueco como un cono de papel invertido, en donde vivía gente y, además, contenía un gran lago.

«La boca de este volcán, adentro del cerro, conduce a una enorme ciudad habitada aproximadamente 16 kilómetros de profundidad. Esas construcciones son tan grandes que desembocan al mar abierto.

«Por dentro tiene forma de una esfera, mas quiero aclarar que si cualquier científico interesado entrase, sólo llegaría al centro del cerro donde se encuentra la pirámide que se señala en el mapa.

«Extraños acontecimientos que suceden en las faldas del cerro, en donde se ven, se oyen fenómenos inexplicables y se dice que hasta se ha visto gente que aparece y desaparece rápidamente».

Según Arredondo las tradiciones decían que de ahí provenían la sabiduría, salía el sol y la gente recibía iluminación de los dioses o cósmica. Todo esto es una extraña mezcla de una mala lectura de la obra de Paul Kirchoff, uno de los primeros investigadores de las culturas precolombinas. Arredondo afirma que el Cerro de Culiacán es el mismísimo Chicomostoc, y que la laguna de Yuriria, al lado del cerro, era la mítica Aztlán. Pero dejemos que sea el mismo Oscar quien nos cuente su versión.

«En el libro de Historia Tolteca-Chichimeca, de Paul Kirchoff, se analiza un códice náhuatl, cuyo original está en Francia, que relata las migraciones chichimecas de Chicomostoc. La portada de dicho libro presenta la reproducción de un antiguo grabado en donde claramente se aprecian las «7 cuevas» y las siete razas que las habitan en Mesoamérica, en donde un día fue sede de las siete culturas, de las siete razas, era la llamada montaña de los siete misterios y se afirma que era la mítica torre de Babel. Al centro de la misma se puede ver a un par de ancianos con un fuego al centro, que según la leyenda representaba a la tierra y la sabiduría, pero a la cual sólo podían entrar los iniciados».

Esta gráfica es muy similar, según Oscar, a un mapa plasmado en una piedra encontrada en el Cerro de Culiacán, en cuyo hallazgo se mezcla lo casual y lo místico, ya que asegura Arredondo, un campesino[4] caminaba por las laderas del cerro, cuando se le apareció un ser, que le informó sobre el mundo paralelo que existe dentro del volcán.

«Dijo ser sobreviviente de las siete esplendorosas razas que en un pasado remoto dieron conocimiento al mundo y se siguieron manifestando después a través de diversos actos.

«En dicha roca existe una serie de líneas y curvas que comparándolas con el dibujo del libro citado se puede apreciar con claridad la semejanza existente, incluso se pueden ver hasta los guías que semejan los pies que conducían a la entrada de Chicomostoc».

Entre los que han estudiado el mapa para entrar a la base extraterrestre se encuentra Salvador Freixedo, quien no tuvo éxito. Corrió con mejor suerte Sixto Paz, quien visitó el lugar en 1994 y dijo haber descubierto la entrada al cerro en donde se dice existe una supercivilización.

La verdad es que el mencionado mapa nada tiene que ver con los códices antiguos, ni con los extraterrestres. Se trata de una piedra grabada con una navaja por el mismo Uriel, quien afirma ser un híbrido entre los humanos y los extraterrestres. A este respecto se han tejido varias otras leyendas. Algunos periodistas allegados a Oscar afirmaban que los ovnis bajaban todos los días a las 2:30 a.m. en un lugar cercano a Valle de Santiago. El sitio era muy particular ya que estaba habitado por niños híbridos. Estos reporteros aseguraban que mantenían contacto con dichos niños. Al pedirles que nos llevaran al lugar, cambiaron su versión. Ahora los ovnis bajaban entre las 12:00 y las 2:00[5]; ellos nunca los habían visto, pero «la gente decía»; tampoco conocían a los niños híbridos, y mucho menos nos podían acompañar al lugar.

En cuanto a los ovnis, una de las pocas «pruebas» presentadas es una fotografía, obviamente trucada, sacada por el mismo Oscar Arredondo, en donde se puede ver un grupo de patos dentro de La Alberca, y a su derecha un plato volador dibujado sobre el papel fotográfico. Esas son las portentosas naves intergalácticas que penetran el cerro de Culiacán, hacia el interior de la tierra hueca. Pruebas tan «contundentes» nos hacen recordar aquella frase que decía que la hipótesis de la tierra hueca había nacido en una cabeza hueca.

REFERENCIAS

Aguirre Alejandrina, Las súper verduras de Chapa de Mota, Contenido, No. 377, México, noviembre de 1994, página 77.

Andrade Martínez Jorge, ¿Encuentros cercanos del tercer tipo en Valle?, El Sol de Salamanca, domingo 24 de julio de 1994.

Andrade Martínez Jorge, El señor cura Francisco Bombella Ayala revisó en forma minuciosa la figura del ropero. Sacerdotes se reunirán, El Sol de Irapuato, jueves 1 de octubre de 1992.

Andrade Martínez Jorge, Para Oscar Arredondo propietario del ropero es un misterio; su casa abierta al público, El Sol de Salamanca, miércoles 30 de septiembre de 1992.

Andrade Martínez Jorge, Viejo ropero hacer creer a la población católica que es un milagro; otros piensan que es charlatanería, El Sol De Salamanca, miércoles 30 de septiembre de 1992.

Anónimo, ¡Extraterrestres en Guanajuato!, ¡Cuestión Policíaca!, No 106, México, 3 al 9 de noviembre de 1992, páginas 2-3 y 30.

Anónimo, ¡Fotografían a un extraterrestre!, ¡Cuestión Policíaca!, No. 104, México, 20 al 26 de octubre de 1992, páginas 2-3.

Anónimo, ¿Predijo «La Joyita» el terremoto de Japón?, El Sol de Salamanca, miércoles 18 de enero de 1995.

Anónimo, Afirman que vive una supercivilización, El Centro, Valle de Santiago, miércoles 6 de julio de 1994.

Anónimo, Analiza el clero el rostro divino, El Sol de Irapuato, jueves 1 de octubre de 1992.

Anónimo, Aparece la imagen de Jesucristo, Día Siete, Valle de Santiago, lunes 12 de octubre de 1992.

Anónimo, Asegura a una investigadora haber hablado con un extraterrestre, ¡Cuestión Policíaca!, No. 109, México, 24 al 30 de noviembre de 1992, páginas 2-3.

Anónimo, Aún agonizando La Alberca ofrece una belleza que estaba oculta bajo el agua, El Centro, Valle de Santiago, miércoles 6 de julio de 1994.

Anónimo, El rostro de Jesús se apareció en un ropero, El Sol de Salamanca, miércoles 30 de septiembre de 1992.

Anónimo, Opinan investigadores sobre el extraterrestre, ¡Cuestión Policíaca!, No. 110, México, 1 al 7 de diciembre de 1992, página 26.

Anónimo, Se sumergió en la laguna y desapareció el extraterrestre, ¡Cuestión Policíaca!, No. 107, México, 10 al 16 de noviembre de 1992, paginas 2-3.

Benítez Juan José, El valle de las luminarias, Espacio Tiempo, España, abril de 1991, páginas 52-59.

Benítez Juan José, Mis enigmas favoritos, Plaza & Janes, Barcelona, 1993.

Kirchoff Paul, Historia Tolteca Chichimeca, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 1974.

Pulido Arroyo Jesús y Aguilar Marcial, «La Tierra se está saliendo de su eje», me dijo el extraterrestre, ¡Cuestión Policíaca!, No. 110, México, 1 al 7 de diciembre de 1992, páginas 24-26.

Sendel Lemetre Virginia, México Mágico, Editorial Diana, México, 1990.

Jack Palance.

Verduras gigantes en valle de Santiago.

Concursos de verduras gigantes.

Fotografías trucadas de verduras gigantes que aparecieron en un calendario canadiense entre de 1909 y 1923.

Chicomostoc.

Don Pedro Ferriz y Oscar Arredondo.

Un OVNI dentro del volcán La Alberca.

Otro ovni en La Alberca. Esta vez se trata de un reflejo de la lente (lensflare).

Uno de los testigos que afirma haber visto que un diminuto extraterrestre alzó una vaca con sus manos, «para verle las ubres».

Las fotografías del extraterrestre de Valle de Santiago. En la última se supone que la leve sombra que aparece en medio del lago es el extraterrestre en el momento de introducirse al agua.

Fotografías de control con uno de los niños que trabajan en el cráter.


[1] En otra versión, el mismo Arredondo dice que fue el propio Secretario de Agricultura quien les pidió hacer el experimento. Ellos aceptaron el desafío siempre y cuando la zona en donde se cultivara fuera cerrada herméticamente a las miradas curiosas. Oscar acostumbra ir cambiando sus versiones. Al pasar el tiempo, se le olvidan sus mentiras y las reinventa sobre la marcha.

[2] Nombre con el que fue bautizado por Arredondo. Recientemente se le ha cambiado el nombre a Chan.

[3] Sólo hay pequeños charales que serían una botana muy escasa para tamaño dinosaurio.

[4] Se trata de Uriel, un contactado, gran amigo de Oscar.

[5] En cuestión de pseudociencias siempre es mejor ser ambiguo.

El país de las 7 luminarias (2)

UN ET BAÑÁNDOSE EN LA ALBERCA

Oscar Arredondo es un fotógrafo profesional que tiene su local, Fotografía México, en la calle de Juárez, Valle de Santiago. En noviembre de 1992, cuando regresamos a Valle de Santiago para entrevistarlo debido a la, en ese entonces, reciente aparición de un rostro de Cristo en un espejo, y que más adelante detallamos, coincidimos con un periodista de un diario amarillista que recién había publicado la fotografía de un supuesto ser extraterrestre en el cráter de La Alberca.

Según Arredondo se les había anunciado la aparición de luces sobre el cráter, por lo que, de inmediato, él y dos de sus ayudantes de la fotografía, se dirigieron al lugar. Al llegar todo estaba quieto y a oscuras. De pronto, uno de sus ayudantes, el que tenía la cámara, exclamó asustado:

«Â¡Hay hijo de la chingada! ¡Hay hijo de la chingada!»

Al mismo tiempo que accionaba por dos ocasiones la cámara. Arredondo no vio nada, pero su compañero le describió al ser que posteriormente aparecería en las fotografías.

Esa fue la versión que nos dio Arredondo, pero es totalmente diferente a la del semanario que publicó la fotografía. Según ellos, Arredondo mismo tomó las fotografías: una de frente y otra de espaldas, y una tercera «donde aún se observa la figura del extraterrestre cuando se sumergía en el agua».

Lo cierto es que existen dos fotografías, ambas de frente. En ellas se observa un hombre vestido con un traje enterizo, tipo mameluco, de color aluminio. El personaje porta un instrumento conformado por varillas de forma triangular. La cara y las manos están impregnadas de polvo de aluminio, para semejar el tono metálico. Complementan el atuendo una peluca «aluminizada» y unos colmillos de vampiro del mismo tipo (y marca) de los que compran los niños en el mercado el día de muertos.

Tiempo después acompañamos al equipo de producción del programa de TV Azteca, En busca de lo desconocido, para entrevistar a Oscar. En esta ocasión, junto con Juan Chía, conductor del programa, pedimos a Oscar que nos narrara en el sitio su aventura. Conocíamos de antemano su versión. Sabíamos cuantos estaban, en dónde estaban, hacia dónde miraban, qué movimientos hicieron, y cuál fue la actitud del extraterrestre. Cuando cronometramos todo el asunto, Arredondo tuvo que ir modificando sobre la marcha su versión. Nada se ajustaba a lo que me había dicho meses antes.

Conclusión: otro más de los fraudes de Arredondo para llamar la atención y atraer incautos y turistas.

Pero, se preguntarán nuestros lectores, ¿y la foto del ET echándose un clavado a La Alberca? Bueno, esa es producto de la prensa amarillista que tomó otra foto de Arredondo, tomada desde el lado contrario de La Alberca y la hizo pasar por el chapuzón del ET.

La historia se relata de una manera más detallada en mi libro Cien fotografías de extraterrestres, y la misma la publicaremos en Marcianitos Verdes, en este serial dedicado a Valle de Santiago.

EL CRISTO DEL ROPERO

El lunes 28 de septiembre de 1992 una sensacional noticia cimbró a los vallenses: en casa del fotógrafo Oscar Arredondo se había aparecido el rostro de Cristo sobre el espejo de un ropero. Pronto diversos medios de comunicación, como El Sol de Salamanca, Día Siete y El Sol de Irapuato se dieron cita en el estudio de Arredondo.

La santa faz se había «aparecido» sobre el espejo de un viejo ropero, donde el propietario guarda algunas pertenencias. El mueble fue comprado 25 años atrás y nunca mostró ningún signo del portento.

Cuatro días antes de extenderse la noticia, Oscar descubrió lo que al parecer era un rostro. De acuerdo con un periodista guanajuatense:

«Al verlo bien, tras vencer su extrañeza, se encontró con la sorpresa de que los rasgos coincidían con los de Jesús de Nazaret»¦ se ve la silueta de un hombre de pelo largo, nariz recta, labios delgados, con barba y bigote, mirada de misticismo, mirada llena de compasión y rictus de dolor, que nos hacen evocar la imagen de Cristo».

Según Arredondo se trataba del rostro de Cristo, tal como quedó plasmado en el velo de la Verónica, cuando caminaba hacia el Calvario. Por eso sólo se ve el lado izquierdo, pues la cruz impidió que Verónica enjugara el lado derecho.

El mismo lunes en que apareció la noticia, por la tarde hubo algunas personas que acudieron a presenciar la imagen. Arredondo cubrió el ropero con un lienzo y permitió verlo a los visitantes, pero de lejos, «que es desde donde mejor se aprecia», declaró.

Entre los visitantes estuvo el señor cura Francisco Bombella Ayala, de la iglesia ubicada enfrente del estudio fotográfico. Fue el mismo Bombella quien descubrió otra silueta ubicada al lado derecho del «Divino rostro», que se asemeja a la Virgen de Guadalupe, y otra que representa un ángel. Claro que, como es normal, el sacerdote se guardó de hablar de milagros y dejó que esto se decidiera con el tiempo.

Cuando estuvimos con Oscar, éste nos contó una versión diferente del suceso. En este caso el descubridor del rostro fue uno de sus ayudantes en la fotografía y él, Oscar, no le creyó hasta que lo vio personalmente.

Lo anterior nos hizo sospechar de una nueva jugarreta del fotógrafo, por lo que le pedimos nos dejara analizar de cerca el ropero. Luego de mucho presionar, nos permitió acercarnos. Al tener a unos centímetros de nosotros la imagen, nos dimos cuenta que había sido fabricada («dibujada») al tallar sobre un espejo lleno de polvo y de grasa. El mismo Arredondo confirmaba esta hipótesis al arriesgarse a vender posters del rostro, en los que se lee la leyenda:

«Polvo, viento, tiempo»

Polvo que se había acumulado sobre el espejo, a través del tiempo, y que fue trabajado por manos humanas.

Las otras imágenes vistas por el sacerdote se tratan de manchas tipo Rorschars, como las figuras que forman las nubes, y que el cerebro interpreta según su conveniencia. Simples pareidolias.

EL CERRO DE CULIACÁN Y CHICOMOSTOC

A pocos kilómetros de Valle de Santiago se encuentra un cerro que presenta diversas cicatrices en su superficie. Se trata del Culiacán. Según Arredondo el cerro es un volcán que, al apagarse, quedó hueco, como si fuera un cono de papel invertido. En su interior también había un lago, y por debajo de él, a 16 kilómetros, se encuentra una ciudad intraterrestre. En palabras de Arredondo:

«La boca de ese volcán, dentro del cerro, conduce a una enorme ciudad habitada. La ciudad está aproximadamente a 16 kilómetros de profundidad. La ciudad posee construcciones tan grandes que desembocan al mar abierto».

Uriel, uno de los «amigos» de Arredondo afirma que, en ciertas ocasiones, el cerro se abre y por esa abertura salen o entran platillos voladores. Pero, incluso, no son necesarias las naves. También ha visto aparecer y desaparecer humanoides.

Yo estuve explorando el cerro durante dos días y por más que lo intenté nuca logré acceder al interior del mismo. Mejor suerte la tuvo el contactado peruano Sixto Paz quien afirmó haber descubierto la entrada.

Arredondo elaboró una mitología más complicada. Después de leer Historia Tolteca y Chichimeca, de Paul Kirchoff, supuso que el códice estudiado por el arqueólogo, referente a Chicomostoc, Aztlán o el lugar de las 7 cuevas de donde partieron las tribus nahuas, que fundarían Tenochtitlán, se refiere al Cerro de Culiacán.

Uno de los dibujos del códice muestra un par de ancianos con una hoguera entre ellos. La gráfica representa a la Tierra y a la sabiduría (según Arredondo). Un motivo parecido fue encontrado por Arredondo y sus amigos, grabado en una piedra, en las inmediaciones del Culiacán. Un campesino caminaba por las laderas del cerro cuando se le apareció un ser que dijo ser «sobreviviente de una de las siete razas que en el pasado remoto dieron conocimiento al mundo». El ser vivía en el interior del cerro. El intraterrestre guió al campesino hasta donde estaba la piedra grabada.

La piedra muestra, entre otras cosas, un mapa con la entrada al cerro: a Chicomostoc. El cerro, como ya se dijo, es hueco y su interior tiene forma de esfera. En su centro hay una pirámide. Los intraterrestres tienen nombres que parecen nahuas: Ixclaccloc; Ixchalchihualt[1]; Quetzalcóatl (en persona). Son originarios de «un planeta ubicado en los anillos de Saturno».

Pero hay más. La Torre de Babel, la Torre de los Siete Misterios, el Arca de Noé y el Cerro de Culiacán son una y la misma cosa para Arredondo.

«Esto nos pone a la cabeza y a la vanguardia de las posibilidades del mundo futuro, porque aquí estamos nada menos que en la capital mundial de la antigüedad misma. Esto nos debe hacer y sentir muy orgullosos».

¿Delirio de grandeza? Juzgue el lector.

EL CASO DE LAS VERDURAS GIGANTES

El asunto que más fama le ha dado a Valle de Santiago es el de las verduras gigantes.

José Carmen García es el nombre del campesino que comenzó a cosechar enormes hortalizas en el municipio de Valle de Santiago. Una de sus parcelas se encontraba en La Hoya de Flores, famosa por lo fértil de sus tierras[2]. Ahí, Carmen García comenzó a experimentar con diversos fertilizantes y sistemas de riego, hasta obtener los enormes ejemplares que le hicieron famoso.

Todo hubiera quedado en el éxito de un agricultor guanajuatense, de no ser por la aparición de Oscar Arredondo que, muy pronto se involucró e influyó a García. Hasta 1977 José Carmen sólo decía que tenía un método propio para hacer crecer sus cosechas. Esto mismo se lo dijo al entonces director de la revista Contactos Extraterrestres, Héctor Chavarría. Pero luego todo cambio. Comenzó a hablar de extraterrestres, de formulas mágicas en las que se mezclaba la astrología con la rabdomancia y los extraterrestres. Era clara la influencia de Arredondo.

El empuje y los oficios de Arredondo lograron que la noticia fuera conocida en diversas partes del mundo. Incluso los productores de Believe it or not! de Ripley, mostraron las maravillosas legumbres gigantes. Esto hizo que las autoridades de la Secretaría de Agricultura se mostraran interesadas. Francisco Merino Rábago, el entonces Ministro de Agricultura recibió a los campesinos en sus oficinas.

Arredondo y García solicitaban, a cambio de la formula, que se creara un Parque Nacional en la zona de Valle de Santiago; y que en el interior del cráter de La Joya de las Flores se construyera una escuela de agricultura.

Aunque el primer punto no dependía de la Secretaría de Agricultura, no era un problema insalvable. Merino aceptaría las peticiones de los campesinos, siempre y cuando demostraran, en condiciones controladas, que podían producir legumbres gigantes comestibles. Para tal efecto organizó una competencia entre los técnicos agrónomos y los campesinos. El lugar escogido fue el campo experimental de Tangasneque, Tamaulipas.

En abril de 1978 comenzó la competencia. Se sembraron dos parcelas de 20 hectáreas cada una. Los resultados fueron desalentadores. Después de consumir una gran cantidad de agua y fertilizantes, la producción por tonelada de verduras gigantes era muy similar a la producción normal de verduras. Pero la diferencia era en el valor nutritivo. Lo cosechado por García y Arredondo eran productos con un alto contenido de agua y fertilizantes.

Parece ser que la técnica de García consistía en utilizar fertilizantes y regar las cosechas al comienzo de la tarde o noche, de tal manera que las altas temperaturas de Valle de Santiago no evaporaran el agua. Las legumbres absorbían una mayor cantidad del vital líquido y crecían en enormes proporciones.

La historia la cuenta Arredondo de manera distinta. Para él, los que perdieron fueron los ingenieros agrónomos. Dice que los vallenses consiguieron cosechas de 107 toneladas por hectárea, mientras que los agrónomos sólo obtuvieron 5.

El hecho es que no obtuvieron ni la construcción de la escuela ni el Parque Nacional. Arredondo afirma que en todo ello estuvieron involucradas las grandes firmas trasnacionales. Pero si eso fuese así, seguro que esas firmas ya hubieran comercializado las legumbres gigantes desde hace muchos años. No lo han hecho porque esas legumbres no poseen valor alimenticio[3].

¿Para qué pueden servir este tipo de cultivos? Para ganar competencias de verduras gigantes. Este tipo de concursos son muy comunes en los Estados Unidos e Inglaterra. Las más frecuentes son las competencias de calabazas gigantes.

El Libro de los Records Mundiales Guinness menciona a Alan Smith, de Detling, Inglaterra, quien logró cosechar una manzana de 14.33 kilos.

En Cumnock, Inglaterra, Robert Holland cultivó una cebolla de 5.106 kilos. En el IX concurso de verduras gigantes de Inglaterra, Steven Rohn se llevó el premio de 5 mil libras por su gigantesco ajo. En Estados Unidos, Alan Lane consiguió una col de 38 kilos. Ann Gardener, de Ocala, Florida, también ha conseguido calabazas, pepinos y sandías enormes.

Bernard Lavery tiene decenas de premios y records mundiales. Ha cosechado calabazas de casi 400 kilos. Incluso ha escrito un libro How to grow giant vegetables, en donde explica la forma de obtener esos «monstruos». Algunos de sus consejos:

  • Poner tanta materia orgánica en el suelo como sea posible.
  • Pisar sobre tablones para no dañar las raíces.
  • Las guías se deben levantar, ayudándose de pequeñas estacas, para que no se quiebren.
  • Las hojas de la calabaza se deben sostener con redes para no apretar la tierra.
  • Utilice una buena cantidad de agua, pero no demasiada que pueda pudrir la planta.

Al parecer la «formula extraterrestre» para obtener verduras gigantes es ya muy conocida en todo el mundo.

Hasta aquí llegamos en el recuento de los «misterios» de Valle de Santiago. Quedan otros muchos mitos y leyendas de los que no hablaremos: como el de un enano extraterrestre que alzó una vaca para verle las ubres; o el de un testigo que murió de extraña enfermedad luego de observar un OVNI; o explosiones de ductos de PEMEX debidas al vandalismo de los extraterrestres.

Valle de Santiago es una ciudad que le debe mucho a Oscar Arredondo Ramírez. Su inagotable imaginación y afán de notoriedad han significado gran derrama monetaria sobre la ciudad, a través de los turistas que la visitan atraídos por sus «misterios». Desde aquí te damos las gracias por lo divertido que ha sido dilucidar esos «misterios», y esperamos con ansia los que nos depares en el futuro.

Continuará…

BIBLIOGRAFÍA

Andrade Martínez Jorge, ¿Encuentros cercanos del tercer tipo en Valle?, El Sol de Salamanca, domingo 24 de julio de 1994, página 4.

Anónimo, ¿Predijo «La Joyita» el terremoto en Japón?, El Sol de Salamanca, miércoles 18 de enero de 1995.

Anónimo, Analiza el clero el rostro divino, El Sol de Irapuato, jueves 1 de octubre de 1992.

Anónimo, Durante los meses de marzo y abril se coloca Osa Mayor exactamente sobre los volcanes de las Siete Luminarias, El Centro, Martes 9 de abril de 1996.

Anónimo, El extraño y alucinante Valle de Santiago, hoja turística.

Anónimo, El mosaico mexicano, Tomo I, No. 6, México, 15 de diciembre de 1836.

Anónimo, El rostro de Jesús se apareció en un ropero, El Sol de Salamanca, miércoles 30 de septiembre de 1992.

Anónimo, Las aguas del cráter «La Joyita» se tornan rojas y presagian terremotos, El Centro, viernes 4 de noviembre de 1994.

Anónimo, México, espejo que refleja las estrellas, Actualidades, suplemento de El Centro, domingo 8 de mayo de 1988, página 12.

Anónimo, No falló el sismógrafo natural del cráter «La Joyita», ya tembló en la ciudad de México, El Centro, martes 13 de diciembre de 1994.

Anónimo, Valle de Santiago, región de Dioses, mitos y leyendas, Actualidades, suplemento de El Centro, domingo 8 de mayo de 1988, páginas 2-3.

Kirchoff Paul, Historia Tolteca Chichimeca, Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 1974.

Lara González Benjamín, En el lago de sangre, publicación del autor.

Ruiz Noguez Luis, Cien fotos de extraterrestres, Mina Editores, México, 1996.

Ruiz Noguez Luis, Cuando el agua se hizo sangre, Duda, Lo increíble es la verdad, Año XXI, No. 1121, México, 28 de abril de 1993, páginas 26-27.

Ruiz Noguez Luis, La laguna de sangre, Duda, Lo increíble es la verdad, Año XXI, No. 1120, México, 14 de abril de 1993, páginas 28-29.

Villa Roiz Carlos, Ya no serán siete las Siete Luminarias, Natura, No. 58, enero de 1982, páginas 16-21.

PÁGINAS EN INTERNET

http://www.fortunecity.com/roswell/daniken/62/invest.html

Una de las fotografías del supuesto extraterrestre de Valle de Santiago.

En la segunda foto podemos ver al ET con barba postiza, cabello platinado, dientes de vampiro, y arma láser construida con alambre.

Uno de los muchachos que trabajan en las lanchas de La Alberca, muestra la ubicación del ET. Esta foto, obtenida a pocos días de que se diera la noticia en la prensa, demuestra que las fotos del ET son muy anteriores: han desaparecido los puestos de comida y el talud se encuentra bastante deteriorado.

El «Cristo del ropero».

Francisco Bombella Ayala frente al ropero con la imagen de Cristo.

El cerro de Culiacán.

Una de las fracturas del cerro por las que, se dice, entran y salen los ovnis.

Códice de la Historia Tolteca y chichimeca en donde podemos apreciar Chicomostoc, el lugar de donde partieron los aztecas.

Sixto Paz.

Paul Kirchoff.

Piedra grabada que supuestamente los extraterrestres le dieron a un campesino en las inmediaciones del cerro Culiacán, y que muestra el plano de la ciudad en el interior del cerro.

Salvador Freixedo estudiando la piedra.

Oscar Arredondo Ramírez y el agricultor José Carmen García Martínez, en la época de las verduras gigantes.

Don Carmen García muestra forma en que siembra las semillas.

Varias fotografías de Carmen garcía con legumbres gigantes.

Francisco Merino Rábago.

Una de las enormes lechugas que se llegaron a cultivar en Valle de Santiago. En la foto podemos ver a Arredondo, sosteniendo la lechuga, Carmen García, a la derecha, y de playera negra, el Ingeniero Carlos Merino Rábago, hermano del entonces Secretario de Agricultura.

Varias fotografías de lechugas gigantes.

También había cebollas y rábanos gigantescos.

Óscar Arredondo sosteniendo una de las legumbres gigantes.

Las fotos de los claveles tienen truco. Arredondo tomaba un ramillete y lo fotografíaba haciéndolo pasar como una sola flor.

Valle de Santiago fue un sitio de peregrinación ufológica. Aquí vemos a Don Pedro Ferriz al lado de Oscar Arredondo.

Alan Smith.

Robert Holland.

Steven Rohn.

Alan Lane.

Ann Gardener.

Bernard Lavery.

Sixto Paz, Salvador Freixedo y Alejandro Chionetti, en la fotografía, también peregrinaron a Valle de Santiago.

En el negocio de Arredondo aparecía esta fotografía recortada. Decía que se trataba de OVNIs sobrevolando el centro de Valle de Santiago.


[1] Este es el nombre del intraterrestre o extraterrestre que entregó la piedra grabada. Era un hombre con «rasgos indígenas semejantes a los caballeros águila». Curiosamente el nombre se parece mucho a Ixtlacíhuatl, «La mujer dormida», uno de los volcanes que circundan al D. F. Yo me pregunto ¿porqué un caballero águila tendría el nombre de una mujer?

[2] En general toda la zona es muy fértil debido a las tierras formadas al término de la actividad volcánica.

[3] Alguien dijo que era como estar tomando agua en presentación de lechuga.

El país de las 7 luminarias (Primera parte)

EL PAÍS DE LAS SIETE LUMINARIAS

A cuatro horas del Distrito Federal, en el Estado de Guanajuato, se localiza una de las zonas más bellas y enigmáticas de la República Mexicana: Valle de Santiago.

Por su ubicación, las ciudades de Valle de Santiago y Yuriria pueden ser consideradas como el centro geográfico de México. Las ciudades se encuentran a 1,723 y 1,736 metros sobre el nivel del mar. Están rodeadas por una extensa zona de cráteres volcánicos, hoy convertidos en lagos. Su belleza natural es extraordinaria.

La zona cubre una extensión de 83,570 hectáreas. De ellas se cultivan 52,778 (33,590 son de temporal y las restantes de riego). Es por ello que se le considera «el granero de la República».

Valle de Santiago es una población típica que tiene una gran tradición histórica conocida por pocas personas. El rango de ciudad lo obtuvo el 28 de mayo de 1907. Anteriormente se llamaba Camémbaro, que en tarasco (purépecha) significa «Lugar del ajenjo y el estafiate».

A la llegada de los españoles ya estaba habitada por una mezcla de otomíes, chichimecas y tarascos. Su actual nombre le fue otorgado en 1607, cuando las autoridades de la colonia hicieron la división de terrenos de la antigua Sido, hoy Salamanca. Entre sus fundadores se encuentran Diego Tamayo, Pedro Rivera y Francisco Gómez.

En este lugar se han venido sucediendo una serie de hechos «insólitos» y «misteriosos» que han trascendido nuestras fronteras. Sucesos que han tenido como principal protagonista a un hombre: Oscar Arredondo Ramírez.

LAS SIETE LUMINARIAS

Según el investigador Fulgencio Vargas, geológicamente la zona abarca dieciséis cráteres, aunque las tradiciones y leyendas sólo hacen referencia a siete, los cuales fueron bautizados con el poético nombre de Luminarias.

En el interior de la mayoría de los cráteres se han formado preciosos lagos. Los habitantes de esta región llaman a los cráteres Hoyos, Hoyas o Joyas. Algunos de los nombres en lengua purépecha son: Tallacua, Membereca, Andaracua, Sicua, Sacalasschil, Liricua y Teremecua. Las Siete Luminarias de la tradición son:

El cráter La Alberca (Tallacua), de aguas sulfurosas y al que, se dice, no se le conoce fondo. Es muy frecuentado por buzos y existía un servicio de lanchas para hacer un paseo por sus aguas.

La Hoya de Cíntora (Andaracua), de agua salada a la que se le atribuyen propiedades curativas para enfermedades de la piel. Situado en el corazón de esta topografía fascinante. Posee infinidad de cuevas y en el interior de muchas de ellas hay pinturas rupestres enigmáticas y misteriosas. Hay huertos de árboles frutales como el naranjo, y abundante vegetación de ajenjo y estafiate. Se han encontrado vestigios arqueológicos. Actualmente se le usa como zona de cultivo.

La Hoya de Flores o Álvarez (Membereca), donde existen restos de un centro ceremonial prehispánico, cuevas con pinturas rupestres y manantiales que brotan de las rocas. Es el más grande de los cráteres. En su interior hay aguas termales y sus tierras fértiles han producido grandes cosechas. Las primeras verduras gigantes se dieron aquí.

Rincón de Parangueo (Liricua), de aguas alcalinas, al que se puede llegar escalando o a través de un túnel, de 500 metros de largo, escavado en la roca. En su interior hay un lago de aguas tranquilas. También se pueden encontrar infinidad de cavernas que apenas han sido exploradas. Hay petroglifos en algunas de ellas.

Sicua, Sacalassuchil y Teremecua son cráteres con poco interés turístico.

Visto desde las alturas, Valle de Santiago presenta un panorama que podría pertenecer a un paisaje lunar lleno de cráteres, de tal forma que cuando se sobrevuela la zona, resulta difícil resistir la tentación de evocar misterios espaciales. Tal vez la extraña poesía que emana este paisaje, sea la causa de que aquí florezcan tantas fantasías relacionadas con visitantes del espacio.

Existe la creencia de que los lagos están comunicados entre sí por ríos subterráneos. Esta afirmación se avaló por el simple hecho de que había ruidos que hasta hace poco se escuchaban debajo de la tierra y que hicieron pensar en que los volcanes apagados estaban entrando en una nueva etapa de actividad. Aunque algunos cráteres bien podrían estar intercomunicados. Lo más probable es que no existan esos vasos comunicantes. La diferencia entre la composición química del agua de cada una de las lagunas, podría implicar que no exista la comunicación anunciada.

LA OSA MAYOR

Durante años, la astroarqueóloga mexicana Guadalupe Rivera de Iturbe, ha divulgado una curiosa teoría. Siguiendo la sentencia ocultista de Hermes Trimegisto en la Tabla Esmeraldina («Lo de arriba es igual a lo de abajo»), Rivera concluye que la conformación geográfica de las Siete Luminarias corresponde a la de las Siete Cabrillas de la Osa Mayor.

De acuerdo con la señora Rivera, desde las alturas vemos un paisaje correspondiente al ámbito celeste. Como si fuera el espejo, la topografía de la Luminarias refleja las estrellas.

Rivera afirma que en todo el país se pueden observar espirales cósmicas, y que cada una de ellas corresponde a la advocación de un signo del zodiaco, y justamente Yuriria y Valle de Santiago son el centro de la espiral mayor que cubre todo el territorio mexicano.

Las investigaciones de la astroarquóloga llegan hasta Ignacio Ramírez (El Nigromante), el brillante poeta y pensador mexicano. Se supone que en una de las láminas de un libro de geografía escolar, escrito por Ramírez, se encuentra un mapa de los cráteres que establece su ubicación exacta por medio del trazo de ciertas líneas. Al observarlo con detenimiento, la señora Rivera descubrió que su conformación era muy parecida a la de la Osa Mayor.

Estudiando más a fondo el problema, llegó a la conclusión de que los siete cráteres de las luminarias corresponden a las Siete Cabrillas de aquella formación celeste. Es más, ella piensa que, de acuerdo con el sistema calendárico del México antiguo, cada 1,400 años las estrellas de la Osa Mayor se sitúan exactamente arriba de las Luminarias (¿?)

Para Rivera esto no es más que una de las manifestaciones del gran diseño concebido por los supremos arquitectos del universo, que llegaron a esta tierra a bordo de naves espaciales.

Esta completa falta de conocimientos astronómicos era de esperarse en una persona que afirma que el Calendario Azteca es un prototipo o plano de una nave espacial. En efecto, suponer que las estrellas que conforman la Osa Mayor siguen un movimiento tal que cada 1,400 años se sitúan en la vertical de unos cráteres situados a varios años luz, es un auténtico disparate.

Esa tontería cae por su propio peso cuando sabemos que, en Valle de Santiago hay dieciséis cráteres y no solo los siete que escogió hábilmente Rivera; o cuando superponemos una fotografía de las Siete Cabrillas sobre otra de las Siete Luminarias: no hay forma de empatarlas.

YURIRIA

La ciudad de Yuriria es el centro urbano más antiguo en el Estado de Guanajuato. Fue fundado, por parte de las tribus chichimecas, en el año 945 d.C.

Actualmente ofrece un carácter pintoresco y agradable por sus calles estrechas, casas bajas y un jardín principal amplio y lleno de árboles. Este armoniza con el convento y templo de San Pablo (1550), conjunto de estilo plateresco cuya fachada es la más ricamente ornamentada y mejor conservada del país. Cuenta, además, con dos templos del siglo XVI, el Expiatorio «“donde se venera a la Virgen del Buen Concejo- y el de la Preciosa Sangre de Cristo, en cuyo interior existe un Cristo de madera negra de la misma época.

A orillas de la ciudad domina el paisaje la laguna artificial de Yuriria, construida en 1548 por Fray Diego de Chávez, como primera obra monumental de riego que existió en la América Colonial.

El nombre original de la ciudad fue Yuririhuapúndaro, que significa, según la Secretaría de Turismo, «Lugar del lago de sangre», porque, «supuestamente el lago aledaño era utilizado como cementerio» (sic).

El nombre tarasco significa «donde está el lago de sangre» (Yuriri, sangre; apunda, laguna y ro, locativo). Pero el lago nunca fue un cementerio. Lo de sangre le viene porque, a veces, sus aguas, que generalmente tienen un color verdoso, adoptan un tono rojizo. Es, según los que la han visto, un color rojo escarlata, tan intenso que llega a parecerse al de la sangre.

Las primeras noticias de esta curiosidad las dieron los tarascos, que conquistaron el lugar por el año 1350 d.C.

En 1579, don Cristóbal de Vargas Valadés, Alcalde Mayor de la Villa de Celaya y Corregidor de Yuririhuapúndaro, escribió en sus Relaciones geográficas de la diócesis de Michoacán:

«El pueblo de Yuriripúndaro es de la corona real y corregimiento de el alcalde mayor de la Villa de Celaya: Está en la provincia de Michoacán y llámase Yuririapúndaro porque quiere decir en lengua tarasca Laguna de sangre, y púsose este nombre a este dicho pueblo porque tiene una laguna, entre las casas, de media legua en redondo, que el agua de ella es algo bermeja, semejante a sangre».

Casi un siglo más tarde (1644), el venerable padre Diego Basalenque, cronista de la orden agustiniana, escribió en su Historia de la provincia de San Nicolás Tolentino de Michoacán, lo siguiente:

«Este pueblo se llama Yuririapúndaro, que quiere decir Laguna de sangre, porque se fundó en sus principios alrededor de una laguna cuya redondez debe ser de una legua corta, y su agua no es sangre sino agua, que tiene un color turbado y no claro estando en la laguna, que sacada fuera más es de lo que en ella parece. Tiene una cosa admirable esta laguna: que no se le halla fondo en medio, y su agua nunca mengua ni crece, ni por fuera se ceba de otras aguas que le entran si no es la del Cielo. Ha habido años en que la laguna grande se ha secado totalmente, y ésta no mengua cosa. Su agua no es provechosa para cosa viviente de dentro. Dicen algunos que ahí echaban los cuerpos que se sacrificaban a sus dioses, de esto no hay escrito, sólo tradición. En cuanto a no menguar ni crecer, según filosofía, hemos de decir que está al peso de algunas muchas aguas y con muchas que no se menoscaban se está ella en aquel pozo y así en medio no se halla suelo, que es cosa que espanta; no se navega ni nadie se atreve a pasarla».

LAGUNA ALMONICA

Otro sacerdote de la orden de los agustinos, fray Matías de Escobar, escribe en su Crónica de la provincia agustiniana de Michoacán (1729):

«Muchos pensaron que el haber sido el suelo de este pueblo Palestra de Marte, en que se vertió tanta sangre cuanto fue necesaria para inundar el terruño, fue lo que granjeó el nombre de Yuririapúndaro, que es lo mismo que Laguna de sangre. Pero lo cierto es que lo que le da el referido nombre, es una laguna, que tendrá poco más de una legua en su circuito, inmediata a su población. Esta tiene el color rojo o sanguíneo. Es tradición haber sido esta laguna en la que arrojaban los cuerpos a los ídolos, y quizá por esta crueldad se tiñó de sangre el agua que hay si hay sangre, que pida al Cielo justicia contra una crueldad, en las aguas ha de haber sangre también, que clame y pida venganza.

«Bien pudiera llamar a las aguas sanguíneas de esta laguna almónica, porque así como en los cristales del río Almón lavaban los sálicos sacerdotes los cuchillos de las víctimas y con la sangre de ellas teñían las aguas, acá los sacerdotes de la idolatría de este pueblo lavaban sus pedernales en las aguas de esta laguna; y de esta sangre tomaba nombre el sitio.

«Río de infierno es el referido, como lo fue esta laguna, para los miserables sacrificios. Es profundísima, y tanto, que afirma nuestro Venerable Basalenque, no ha habido argonauta atrevido que halla querido transitar sus medios, y con razón, que para mí tengo es esta laguna antípoda del Mar Rojo, según el trópico opuesto, y grados de altura en que se halla, y puede ser esta laguna algún desahogo de aquel grande y profundo Mar.

«Así viene a ser el color y causa del color de la laguna de Yuriripúndaro: el suelo y terruño le hace el rojo color de que se viste, para engañar la vista. Nada viviente tiene o mantiene en sus senos. Estigio lago o Mar muerto puede decirse y denominarse, por esta infructífera propiedad. Era seno de los muertos y sacrificados cuerpos, y así no quiere consentir nada vivo en prueba de su propiedad antigua.

«Esta pues, como refiero, sangrienta laguna, le da el nombre a Yuririapúndaro. De esta sangre trae el origen su nombre.

«No se si la mayor hidalguía podrá dar más claro testimonio en su sangre de nuestro Yuririapúndaro»¦

«»¦ a los que frecuentan los baños de las aguas de esta laguna, les comunica a los pelos del mismo rojo que tienen en sí a las aguas, propiedades que se cuentan de las aguas del Reno, Xanto y Escarmandro».

El barroco fraile Escobar se equivoca en varios puntos. El lago, que no laguna, nunca fue centro ceremonial de sacrificios humanos; no está en las antípodas del Mar Rojo; y sí posee vida en sus entrañas.

El último cronista de la provincia agustiniana, fray Nicolás de Navarrete, en su Historia de la Provincia (1879), al hablar de la fundación del templo y convento de Yuriria dice con parquedad:

«En lugar cercano a la Joya (que así se llama el lago cráter) está el lago de sangre o lago Muerto que dio su nombre a Yuririapúndaro, desde su fundación tarasca».

Las tradiciones de un lago rojizo son, como vemos, muy antiguas. Sin embargo, aún en fechas recientes se han reportado insólitos cambios en la tonalidad de las aguas; cambios que se han tratado de relacionar con los movimientos sísmicos. ¿Será cierto que cuando el lago cambia de color anuncia un próximo terremoto?

EL LAGO DE SANGRE

Uno de los renglones económicamente más importantes para la vida de Yuriria era la recolección del mosco que se cría, y muy bien, dentro del lago. Cuando, en 1980, visité el lugar, tuve que usar una mascarilla para evitar respirar y tragar los mosquitos. La pesca de charales es otra de las actividades remunerativas dentro del lago.

Don Benjamín Lara González, cronista de la ciudad de Yuriria, nos contó que la primera vez que vio las aguas del lago teñidas de rojo fue en 1970. Uno de los pescadores que frecuentaban el lago le dijo:

«Mire usted doctor, la laguna se enferma cada y cuando. Cada vez que hay un terremoto o un temblor, o hace erupción algún volcán. Hasta lo que pasa bien lejos de aquí lo registra la laguna. Cualquier temblor o erupción volcánica, por lejos que esté. Entonces empieza a salir un color rojo del fondo y tiñe las aguas de la Joya.

«Ya cuando se va a aliviar, entonces todo el rojo se forma en una nata a las orillas de la laguna y en la superficie y entonces, todo el mosco y los charales se mueren. Nosotros no podemos pescar. Tenemos que esperar a que vuelva a aclararse el agua para que los peces vuelvan a la laguna desde estos hoyos que hacemos aquí y entre estas cañas viven mientras pueden reproducirse en grande ya dentro de la laguna».

Nuestro ya conocido Oscar Arredondo Ramírez extrajo agua y lodo del lago y lo intentó transplantar en las aguas de los cráteres. Sus trabajos sólo dieron resultado en un pequeño charco del cráter de Rincón de Parangueo. Su intensión resultaba obvia: crear un nuevo «enigma» y atraer a los turistas a su localidad.

En 1980 sugerí la existencia de dinoflagelados[1], como los que producen la marea roja, como posible explicación al color rojo del lago. A mi insistencia, don Benjamín Lara tomó una muestra del agua y la llevó al laboratorio de análisis clínicos y bacteriológicos del Químico Farmacobiólogo Luciano González García, de Valle de Santiago. González, después de centrifugar, decantar y preparar la muestra, pudo observar, a través del microscopio, unos diminutos seres flagelados de color rojo, de tan sólo unas micras de diámetro.

González no pudo identificar el microorganismo. Lara tomó otra muestra y, en compañía de don Arturo Ramírez Hernández, se dirigió a la Universidad de Guanajuato. Ahí depositaron las muestras en el Museo de Historia Natural Alfredo Duges. Lara y Ramírez aún continúan esperando los resultados del análisis.

ANIMALES DENTRO DE LOS CRÁTERES

El finado vulcanólogo Félix Sobota Knoll, «polaco por nacimiento y vallense por naturalización», como solía decir, estudió durante varios años el Volcán de Fuego de Colima (ubicado entre los estados de Jalisco y Colima). Luego emprendió un estudio de la zona volcánica de Valle de Santiago, Salamanca y Yuriria, y quedó asombrado por las características de estos volcanes.

En su país de origen había estudiado un pequeño lago cráter y había encontrado especies animales y vegetales que, por aislamiento milenario de otros medios geográficos similares, habían seguido su curso evolucionista propio, de tal forma que llegaron a constituirse en especies diferentes a las conocidas en Polonia.

Félix Sobota era un hombre que hablaba con dificultad el español, pero podía hacerse entender bien. Se le podría describir como robusto, vital, serio y apasionado. Pensaba que en los lagos cráteres de Valle de Santiago se podrían encontrar muchas especies desconocidas por la ciencia.

No estaba tan errado, pues al parecer nuestra suposición de una nueva especie de dinoflagelado, emparentados con los organismos que producen las mareas rojas, es cierta.

Las características que presentan las aguas rojas del lago de Yuriria y las de los cráteres de la Joya y Rincón de Parangueo son similares a las que se encuentran en las mareas rojas. Cuando los dinoflagelados se reproducen en grandes cantidades, tiñen las aguas de rojo, que es su color característico, al mismo tiempo que segregan una toxina que envenena las aguas y el medio ambiente. Los animales que se alimentan de estos microorganismos mueren envenenados. Es así como desaparecen los charales y moscos del lago.

Al parecer el culpable de que en algunos cráteres de Valle de Santiago se halla desarrollado el dinoflagelado es nuestro viejo conocido Oscar Arredondo. En una de nuestras visitas nos contó que en diversas ocasiones extrajo agua y lodo de Yuriria y la intentó transplantar a las aguas de los cráteres. Tuvo éxito en la Joya y Rincón de Parangueo. En su local de fotografía muestra varias fotografías de estos charcos de sangre. Sin embargo, las fotos están tomadas de tal manera que no existen puntos de referencia y cualquiera podría pensar que se trata de una gran extensión de agua salada (la laguna de sangre), sin embargo, el charco no tiene más de cinco metros de longitud.

No hay noticias de la existencia de dinoflagelados en lagos y lagunas. Su hábitat natural son los mares y océanos.

En cuanto a la relación del lago de sangre con la actividad sísmica es tan sólo un mito más. El 23 de abril de 1989 estuve en el sitio y sus aguas tenían el tono verdoso típico; el martes 25 de abril tembló en la ciudad de México. En otra de nuestras visitas (noviembre de 1992) uno de los charcos contaminados por Arredondo tenía el tono rojizo de la sangre, y sin embargo no se supo de ningún temblor de importancia. El «sismógrafo natural» había fallado.

Las verdaderas maravillas y enigmas de la naturaleza no necesitan embellecerse con fenómenos paranormales, rarezas criptozoológicas o apariciones ufológicas. La Naturaleza es insólita por sí misma.

EL PRIMO DE NESSIE

Otra de las leyendas que ha hecho correr Oscar Arredondo es la existencia en el cráter La Alberca de un monstruo antediluviano parecido al del Loch Ness.

Tallacua, nombre tarasco del cráter más conocido como La Alberca, tiene aguas sulfurosas. En un tiempo no muy lejano existieron plataformas para que los clavadistas hicieran gala de sus suertes, cual si fuera una «Quebrada acapulqueña» dentro del cráter. Hoy esos trampolines han quedado inservibles pues el lago se está desecando.

Según Arredondo la Alberca no tiene fondo, y de acuerdo con lo que menciona el ufólogo español Juan José Benítez «entre 15 y 20 metros se perciben una fuertes corrientes «“de oeste a este- que ponen de manifiesto la existencia de uno o varios canales subterráneos».

Según el español, se han hecho experiencias de arrojar troncos en el lago del Rincón de Parangueo y al poco se les ha visto emerger en la superficie de La Alberca. Esto explicaría, según él, porqué no se ha podido atrapar al monstruo del Tallacua, bautizado con el nombre de Chac, puesto que el misterioso animal se desplaza de uno a otro cráter.

La verdad es otra. No puede existir comunicación entre los cráteres puesto que muchos de ellos están completamente secos y no muestran fisuras en sus paredes. Tampoco hay comunicación entre Rincón de Parangueo y Tallacua, puesto que uno es un lago de aguas alcalinas, evidenciadas por las formaciones calcáreas producidas por la desecación; y el otro es un lago de aguas sulfurosas. Además, un animal de 6 metros de largo, como dicen Benítez y Arredondo, no podría vivir en esas aguas, mucho menos toda una familia necesaria para perpetuar la especie desde tiempos antediluvianos.

En los ochenta Oscar Arredondo presentaba en los escaparates de su tienda de fotografía, una instantánea del supuesto Chac. Vista con detenimiento, no había duda de que se trataba de un tronco tallado para dar la apariencia del cuello de un dinosaurio. Hice esta observación y tiempo después, la misteriosa fotografía del Chac ya no volvió a aparecer en la vitrina.

Arredondo me confió haber obtenido otra fotografía del Chac sobre la ladera del volcán, cuando éste salió a dar una caminata. Un documento como ese hubiera sido extraordinario, pero nunca quiso mostrármelo. No se si alguien lo vio. ¿Existió esa fotografía?

Recientemente en Internet se han publicado algunas fotografías del supuesto Chac.

Valle de Santiago a principios del siglo XX.

La Alberca.

Otra vista del cráter La Alberca. Detrás de los árboles sobre el cráter, comienza la ciudad de Valle de Santiago.

La Hoya de Cíntora.

Túnel para acceder al interior del cráter de Rincón de Parangueo.

El túnel tiene unos 500 metros de longitud.

Varias fotografías de Rincón de Parangueo.

En la boca de los volcanes se pueden ver las entradas a las diversas cuevas.

Una de las cuevas de Rincón de Parangueo.

A pesar de lo inaccesible, las cuevas muestran graffitis.

Uno de los charcos con aguas «sanguinolentas» dentro de los volcanes.

Escudo oficial de Valle de Santiago: El país de las siete luminarias.

Ignacio Ramírez «El Nigromante».

El mapa de Ignacio Ramírez.

La Osa Mayor.

Vista de las «Siete Luminarias» desde las alturas.

Portada del libro de Basalenque.

Varias fotografías de los «charcos de sangre» que se forman en los cráteres.

Oscar Arredondo mantenía en cubetas muestras del agua y lodo de Yuriria. Aquí una fotografía de un periódico local.

La laguna de Yuriria y al fondo el cerro de Culiacán.

El investigador Oscar García obtuvo esta foto de Arredondo Ramírez, justo en la puerta de su negocio de fotografía. Con el juego de luces y los ángeles, quería mostrar la eterna lucha entre «el bien y el mal».

Hablando de fraudes. JJ Benítez hizo creer a su público que en Valle de Santiago se realizan ceremonias «aztecas» para aplacar al monstruo Chac.

Benítez y Fernando Jiménez del Oso fueron otros de los ufólogos que visitaron el sitio. Aquí durante el rodaje de uno de sus programas.

En el estudio fotográfico de Arredondo se encuentra esta acuarela que muestra al supuesto Chac en medio del cráter de La Alberca.

Recientemente han aparecido en Internet algunas fotografías del supuesto Chac. Aquí una muestra de las mismas.

Esta es la fotografía original. Comparando las fotografías de la Alberca nos podemos dar cuenta del tamaño del cráter y del «dinosaurio». Se trata de un modelo pequeño, tal vez un juguete.

Una última imagen de Chan, en la que se puede apreciar incluso una de sus aletas.

Otra supuesta fotografía de Chac. Al paso del tiempo el lago se ha ido desecando. En 1980, la pequeña isla de la parte izquierda, por ejemplo, se podía ver a unos centímetros por debajo del agua. En este caso, si la foto no está trucada, la mancha podría ser otro islote.


[1] Ver mi artículo: La marea roja.

El ovni de la isla Trinidad (final)

CONCLUSIONES

Baraúna y sus amigos llegaron a la isla Trinidad el 8 de enero de 1958, invitados por otro miembro del Club, el dentista del Saldanha, teniente Ribeiro. En la isla escucharon los relatos de los diversos avistamientos de ovnis que se habían dado en el sitio los días previos a su llegada. Los miembros de Icarai, conociendo las habilidades de Baraúna para obtener fotos fraudulentas de ovnis, le han de haber propuesto hacer una broma, aprovechando un poco los datos de los avistamientos (efectos electromagnéticos, gaviotas, velocidades supersónicas»¦). ¿Por qué no utilizar en ese momento la foto de aquel Twin Bonanza que, a través de la bruma, parecía un ovni? El problema era que, en ese momento no tenía los negativos del avión y, además, por algún método de prestidigitación, tenía que hacer desaparecer el negativo de la Rolleiflex y sustituir las fotos con las del avión. Por eso tardó tanto con el rollo en sus manos. Trataba de encontrar el momento adecuado para la sustitución. Baraúna podía mejorar la foto y hacer que pareciera aún más a un platillo volador. El fotógrafo tendría la tarea de realizar las tomas y hacer el fotomontaje y los demás deberían encontrar el momento adecuado para hacer el barullo y presentar el asunto como un avistamiento auténtico. El momento adecuado se presentó al momento de partir de la isla. En ese punto todos los marinos estaban ocupados en sus actividades y algunos cuantos, tal vez, se encontraban en popa o en otra área alejada del frente del barco cuando Vieira, Ribeiro y Viegas comenzaron a gritar que veían un ovni. Baraúna fingió que tomaba las fotos. Todo ocurrió en alrededor de 1 minuto. Los marinos que estaban izando el barco, lógicamente no se podían mover de su puesto, pero los oficiales sí. Sin embargo, los oficiales estaban abajo, en sus cabinas, salas de máquinas, puestos de mando, etcétera, y no tuvieron el tiempo suficiente para subir y ver qué era aquel barullo. Finalmente, al estar todos, o la mayoría, en la borda, los miembros del Icarai relatarían su «odisea». Los marinos no vieron el objeto, pero sí el barullo y luego de ver revelado el rollo, como ocurre en muchos casos ovni, asegurarían que ellos también lo habían visto, e incluso lo identificaron en las fotos: algo que también era imposible, ya que en un cuadro de 55 mm el ovni se vería como una raya de 1.5 mm. Baraúna se bajó del Saldanha antes de tiempo para poder preparar las fotos. Además, las cortó y, supuestamente, las sometió a un baño de sales de plata para intensificar las imágenes (lo único que era necesario intensificar era el ovni, el paisaje se veía perfectamente). Dos días después entregaría unos negativos a la Marina que, seguramente, no eran los originales.

¿El motivo? ¿Dinero? Aunque no es la única razón si pudiera ser la más importante. Creo que originalmente se intentó hacer una broma, que luego no se pudo detener. ¿Intentar engañar a los militares no es nada inocente? Si se llegaran a enterar que todo era una broma podría tener serias consecuencias. Pero, al pasar el tiempo y ver que la Marina no adoptaba una actitud agresiva, decidieron sacar provecho monetario del asunto. Le ofrecieron la exclusividad a los ufólogos Fontes y Martins y al ver que el negocio se les escapaba, trataron por todos los medios de impedir la publicación de las fotografías. Luego le echarían la culpa a la Marina de esta operación de cover-up.

¿Ocurrieron las cosas como las relato? No lo se, pero creo que gran parte de la historia contada a mi manera se ajusta perfectamente a la realidad y, en última instancia podríamos decir «se non é vero, é ben trovato».

Después del avistamiento del 16 de enero la Marina decidió enviar equipo fotográfico, cámaras automáticas con telefoto, a la isla Trinidad. Se establecieron guardias de 4 horas y los marinos debían vigilar los cielos intentando observar, y captar algún nuevo avistamiento de ovnis. Nunca se volvió a fotografiar nada sobre la isla. Sin embargo se afirma que hubo otros dos avistamientos: el primero ocurrió el 7 de marzo, en el día, cuando un medico de la Marina, que no era uno de los guardias puestos ex profeso, trató de fotografiar un objeto en el cielo. El objeto era tan pequeño (tal vez una estrella) que no apareció nada en la película. El segundo fue el 5 de octubre. El centinela que lo vio, por cuatro minutos, se olvidó de alertar a la guarnición y de tomar la foto, por lo que no quedó registro del avistamiento.

A pesar de las declaraciones del presidente Kubitschek, y no obstante que este caso se presenta como un icono de la fenomenología ufológica, la verdad podría ser bien diferente a la que nos presentan los libros sobre ovnis. La Marina Brasileña concluyo sobre este caso que:

«La mayoría de los informes presentados son insuficientes, sobre todo debido a la falta de idoneidad (preparación) técnica de muchos de los observadores y a la breve duración de los fenómenos observados, de modo que ninguna conclusión puede alcanzarse en lo que respecta al avistamiento de objetos voladores no identificados.

«La más importante y valiosa prueba presentada, la fotográfica, de alguna manera pierde su calidad convincente debido a la imposibilidad de descartar totalmente un fotomontaje previo».

Pero el lector que nos haya seguido hasta este punto, seguramente estará de acuerdo con nosotros en aceptar y declarar que el OVNI de la isla Trinidad es falso.

APÉNDICE

A raíz de la publicación de este artículo en el sitio brasileño Ceticismo Aberto[1], en septiembre del 2003, se generaron dos frentes de controversia.

Por una parte en la lista de discusión ufológica de Brasil, BURN, un ufólogo carioca comenzó a atacarme diciendo que yo era un mentiroso, deshonesto, malicioso, estúpido e incompetente, que corrompía, manipulaba, inventaba y omitía. Como se ve, el señor me tiene aprecio y gran estima. Tal vez lo que le molestaba era que un extranjero haya tenido el atrevimiento de ocuparse de este caso ocurrido en Brasil. Este caso que él consideraba «su caso», pues decía que llevaba años investigándolo y que cuando publicara sus resultados, el tal Noguez vería lo que era bueno. De esa manera demostraría que yo estaba mintiendo. Han pasado casi tres años, desde esa discusión, pero muchos más desde que él dice que comenzó a investigar el caso de la isla Trinidad, y de esa «maravillosa y extraordinaria» investigación no se ven ni sus luces. Han quedado sólo los ataques ad hominem, pero no ha eliminado la sombra de fraude que cubre al caso de la Isla Trinidad. Mi oponente no ha aportado nada nuevo (ni lo aportará) y eso es lo que le revuelve las entrañas. Lo único que hizo fue señalar un error mío en el que había mezclado dos casos distintos, pero su discusión en la lista BRUN se limitó a insultarme y maldecirme sin aportar ideas o ceñirse al tema de discusión.

Por otra parte, en la lista de discusión americana UFOUpDates se comenzó a discutir sobre la cantidad de testigos del avistamiento: más de 300, según unos, 200, o 48. Como hemos visto, los testigos se pueden contar con una mano y todos ellos eran miembros del Club Icaria y amigos de Barauna. También se habló de si las fotos podrían ser una doble exposición o un fotomontaje. También hubo ataques ad hominem, pero a diferencia del ufólogo brasileño, se aportaron ideas.

Independiente a estos frentes, de manera particular un grupo de investigadores entre los que podemos mencionar a Vicente Juan Ballester Olmos, Manuel Borraz, Kentaro Mori y quien esto escribe, continuaron analizando el caso. Fueron Borraz y Mori quienes llegaron a los resultados más interesantes, los cuales se pueden leer en internet[2].

Ha habido otros intentos de los ufólogos por defender este bastión de la ufología mundial, pero sólo se sabrá la verdad cuando se analicen los negativo originales, actualmente en posesión de la viuda de Barauna.

La secuencia completa de las fotos ovni de la isla Trinidad, tomadas por Almiro Barauna.


[1] http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade00.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade01.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade02.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade03.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade04.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade05.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade06.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade07.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade08.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade09.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade10.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade11.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade12.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade13.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade14.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade15.htm#*%20Nota

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade16.htm

http://www.ceticismoaberto.com/ufologia/noguez_trindade17.htm

[2] http://www.ceticismoaberto.hpg.ig.com.br/trind/trind_en.htm

http://www.ceticismoaberto.hpg.ig.com.br/trind/trind_thrshld.htm

http://www.ceticismoaberto.hpg.ig.com.br/trind/trind_contrast.htm

http://www.ceticismoaberto.hpg.ig.com.br/trind/anim1.html

http://www.ceticismoaberto.hpg.ig.com.br/trind/anim3.html

http://www.geocities.com/airsmither/trindade.htm

http://www.geocities.com/airsmither/trind.htm

http://www.geocities.com/airsmither/pan3.jpg

http://www.geocities.com/airsmither/trin2fp.htm

http://www.geocities.com/airsmither/a1.html

http://www.geocities.com/airsmither/a2.html

http://www.geocities.com/airsmither/a3.html

http://www.geocities.com/airsmither/a4.html

http://www.geocities.com/airsmither/a5.html

http://www.geocities.com/airsmither/a6.html

http://www.geocities.com/airsmither/trindde.htm

http://www.geocities.com/airsmither/trinpos.htm

http://www.geocities.com/airsmither/trinhr.htm

http://www.geocities.com/airsmither/trincm.htm

http://www.geocities.com/airsmither/trinclouds.htm

http://www.geocities.com/airsmither/p3clouds.htm

http://www.geocities.com/airsmither/p4clouds.htm

http://www.geocities.com/airsmither/p1p2g.htm

http://www.geocities.com/airsmither/p1p4g.htm

http://www.geocities.com/airsmither/p1p4og.htm

http://www.geocities.com/airsmither/trindade_index.htm

El ovni de la isla Trinidad (y 7)

ANÁLISIS Y CONSTRUCCIÓN DE UN ESCENARIO PLAUSIBLE

Lo que viene a continuación es la interpretación de este autor, del caso de la isla de Trinidad, y por lo tanto puede estar equivocado. No obstante, en vista de todos los datos aquí reseñados, informes oficiales, recortes de prensa, artículos en libros y revistas, consideramos que el escenario que más se ajusta a los hechos es el que presentamos a partir de estas líneas.

Este caso, a primera vista, parece ser bastante complicado. Y lo es. Sin embargo presenta varios puntos oscuros que trataremos de analizar.

En primer lugar tenemos el asunto del número de avistamientos previos al de Baraúna. Mientras que Fontes menciona 7 de ellos, el capitán Bacellar sólo reportó 4. La forma en presentar dichos avistamientos también difiere de ambas fuentes. Mientras que Bacellar hace un recuento puntual y desprejuiciado, Baraúna es más fantasioso. No cabe duda de que el fotógrafo y sus amigos, ayudados involuntariamente por los ufólogos Fontes y Martins y de varios periodistas que cubrieron el caso, fueron la fuente de varios mitos que se formaron en este caso y se han extendido hasta nuestros días. Tenemos para comentar sobre este punto la «abducción del globo», las fallas en el radar del Saldanha, la foto del sargento que nunca apareció, la supuesta intervención de la Marina que se negaba a que se dieran a conocer las fotos, y otras más que analizaremos.

1. EL GLOBO ABDUCIDO

La versión fantástica de Baraúna la da Fontes en su artículo, mientras que en el Documento 1, Sección 2, entre los puntos I y VII, y el inciso (b) del apartado ANALISIS, se puede ver la versión de Bacellar en el asunto del «globo abducido».

El caso del «globo abducido» es el sexto avistamiento de acuerdo con la cuenta de Fontes. De acuerdo con esta versión fantástica el suceso ocurrió el 6 de enero, por la mañana. Como todos los días Bacellar estaba rastreando un globo que había sido lanzado pocos minutos antes. Afuera el día era claro y soleado y otros técnicos, con teodolito, cubrían el ascenso del globo. Repentinamente la frecuencia de la señal cambió intempestivamente, pero aún no era tiempo de que el globo estallara por lo que Bacellar envió a un subalterno para que verificara con los operadores del teodolito si el globo había estallado prematuramente.

A su regreso, el técnico le informó a Bacellar que en el teodolito no se había captado la caída de la radiosonda, pero que en el cielo se veía un objeto brillante. Bacellar salió de la estación de rastreo y observó que, efectivamente, el globo subía lentamente y se acercaba a una nube cúmulo, «que estaba exactamente arriba a una altura de unos 4,300 metros».

«Fue entonces cuando los observadores vieron una extraña cosa: el globo fue succionado hacia la nube, entró en ella, y se perdió de vista. Reapareció diez minutos después, y continuó su ascenso en el cielo «“ahora más rápidamente, era más ligero que antes de desaparecer en la nube. Los instrumentos del globo habían desaparecido cuando estuvo dentro de la nube. En efecto, había entrado a la nube llevando los instrumentos, pero había salido sin ellos».

«¿Habían caído con el paracaídas mientras estaba dentro de la nube? Tal vez, pero nadie vio bajar el paracaídas. Nadie pudo estar seguro porque no se les encontró. Como se hubiera esperado si los hubiera recogido un intruso»¦

«Si, había un intruso dentro de la nube cúmulo. Salió poco después del globo y fue visto por primera vez por el técnico del teodolito. El Comandante Bacellar estaba alerta y también lo vio: un objeto plateado, con el color el aluminio pulido, brillando en la luz. Salió lentamente detrás de la nube, moviéndose a SW-E. El Comandante Bacellar lo vio con unos binoculares y luego pidió el teodolito.

«A través de los 20 aumentos del teodolito, el UAO se veía como una media luna con un brillante color blanco. Bacellar lo siguió con el aparato por una media hora. Continuaba moviéndose del suroeste al Este «“pero luego cambió de curso y comenzó a moverse de Este a Oeste. En este momento, Bacellar llamó al técnico para que continuara rastreando el objeto con el teodolito mientras él se dirigía a la estación de radio, para checar los datos de la radiosonda. Luego fue a la nave para traer un sextante y, desde el barco siguió el objeto a través del aparato por un largo tiempo.

En otra parte de su artículo, Fontes, con información proporcionada por Baraúna afirma que el objeto «Parecía una mota brillante y luminosa, de color plateado. Parecía moverse de un lado a otro y hacer algunos giros. A su altura aparente, su velocidad debía ser tremenda para proporcionar la impresión de movimiento tan claramente definida».

Con el sextante pudo calcular que tenía una elevación de unos 80 grados y su primera impresión fue que se trataba de Venus, pero luego descartó esta hipótesis porque los datos del azimut y elevación no coincidían con los del planeta. El objeto parecía salir del Sol y tenía una forma oval con un largo tres veces superior a su ancho. El extraño objeto desapareció a las 12:15 «detrás de un banco de nubes«, según una versión de Fontes o, unos párrafos más adelante en el mismo artículo: «Al final gradualmente disminuyó su tamaño, y finalmente se perdió de vista al técnico que lo estaba rastreando en todo ese tiempo».

Según Bacellar la velocidad angular era similar a la del Sol, cuando se movía de Este a Oeste, pero aumentó al cambiar su curso de Suroeste a Este. El globo explotó a su tiempo y Bacellar envió un mensaje de radio reportando los eventos y pidiendo instrucciones.

Desafortunadamente en esos días aún no se contaba con la valiosa experiencia del doctor Mack o de Derrel Sims, quienes seguramente hubieran hipnotizado al globo para rastrear el «tiempo perdido» que pasó dentro de la nube (¿o del OVNI?) y buscar alguna tuerca extra que le hubiese sido «implantada». El globo les hubiera contado la manera en que los grises le insertaban una enorme aguja en su cuerpo, momento en el cual comenzó a caer a tierra.

La versión de Bacellar no tiene nada que ver con la anterior

«I. Estaba siguiendo un globo meteorológico cuando tuvo indicación de que sus instrumentos habían caído; la caída fue claramente reconocida por las señales emitidas por su radio sonda y por la línea trazada en el registrador.

«II. El globo debía explotar después de dicha caída, pues el tiempo medio de vida de un globo es de cuarenta minutos; después de este lapso estalla, debido a la gran altura alcanzada.

«III. El globo seguido estaba cubierto, a una altura de 4,300 metros, cuando sus instrumentos fueron lanzados por medio de paracaídas. Unos pocos momentos más tarde, localizó un objeto en el cielo, a unos treinta grados en la horizontal del punto donde el globo había desaparecido al pasar detrás de una nube.

«IV. Visto a través del teodolito, el objeto presentaba una extraña forma, como una media luna, con una luz brillante; el fenómeno duró tres horas y media, y el objeto aparentemente se movía con la misma velocidad angular del sol.

«V. El objeto desapareció únicamente cuando el cielo quedó totalmente cubierto por nubes cirrus.

«VI. No haya explicación para la observación que realizó considerando el tiempo de vida del globo pintado de rojo que seguía, la forma y luminosidad del objeto y posición de la Luna y de los planetas.

«VII. Esta observación fue atestiguada por el oficial médico, varios argentinos y marineros de la Armada, y un técnico civil del departamento de Hidrografía y Navegación de la Marina».

Pero si no fue un OVNI abductor de globos ¿qué vio Bacellar? Considerando la hipótesis de que fuera un cuerpo astronómico, en particular un planeta (Venus según la primera impresión de Bacellar), utilizamos el simulador celeste Starry Night Backyard y encontramos lo siguiente:

Efectivamente Venus había salido por el E (105°) aproximadamente a las 8:40. A las 12:15, hora en que se dejó de ver el OVNI, se encontraba a 48° de altura, y no a los 80° que calculó Bacellar. Por lo tanto no era Venus el extraño objeto observado, como así concluyó el mismo Bacellar.

Pero al otro lado del Sol se encontraban Mercurio, Júpiter, Saturno y Marte, todos antecediéndolo con una velocidad angular muy similar a la del astro rey (como así se dijo del objeto). En particular, Marte estaba a una altura de 66° a las 8:45 (casi en el Este, 98°). A las 12:15 estaba a 65° de altura (casi en el Oeste, 263°). Pero lo más interesante es que aproximadamente a las 9:45 estaba a una altura de 80°. Al objeto se le dejó de ver a las 12:15 y se le pudo seguir por unas tres horas y media. Esto nos da un intervalo de tiempo de las 8:45 a las 12:15. Bacellar observó al objeto por cierto tiempo mediante el teodolito y luego fue al barco por el sextante. Esto nos podría dar una hora de ventaja. Es decir, Bacellar podría estar calculando la altura del objeto, con el sextante, justo a las 9:45. Y a esa hora Marte se encontraba a 80° de altura, pareciendo salir del Sol, con una velocidad angular similar a la de él, y viajando, aparentemente, de Este a Oeste (el movimiento de SO a E no lo puedo explicar y tal vez se deba a un error de apreciación). Lo anterior nos da la pauta a creer que el extraño «OVNI abductor de globos» tal vez era el planeta Marte.

Curiosamente el arquitecto y ufólogo ingles Steuart Campbell , utilizó una hipótesis similar para explicar el OVNI fotografiado por Baraúna que, supuestamente desapareció hacia el Suroeste. Campbell indicó que el objeto apareció y desapareció en el azimut 259°, es decir, justo hacia el suroeste[1]. Campbell usa este azimut para soportar su afirmación de que el objeto fue un espejismo del planeta Júpiter. Campbell aseguró que Baraúna había fotografiado un espejismo diurno de Júpiter, debido a un fenómeno atmosférico conocido como termoclina. De acuerdo con su teoría, la imagen doble y amplificada fue vista gracias a ese espejismo:

«El movimiento de la imagen indica que hacia el Suroeste se formó una inversión de temperatura, de modo que su superficie era casi vertical[2]«¦ la componente vertical de la termoclina pudo tener una onda que fue arrastrada, primero en una dirección y luego en otra»¦

«La parte cóncava de la termoclina probablemente envolvió la imagen hasta que el cambio de la curvatura permitió que fuera vista por cualquier persona que estuviera en la línea de visión»¦ La termoclina pudo haberse curvado en dos direcciones, como una burbuja aplanada»¦ El movimiento de la imagen, semejante al de un murciélago, indica que hubo ondulaciones en la capa de inversión»¦»

Sin embargo, utilizando el mismo programa astronómico que ya mencioné, encontré que ese día no se podía ver Júpiter en esa parte del mundo, aún cuando se hubiese presentado un fenómeno de refracción de la luz. Además, Robert Shaeffer[3] menciona que:

«Júpiter apenas es visible cuando está cerca del ocaso»¦(Campbell) no entiende que «¦ la brillantez de la superficie del espejismo sería mucho menor que la del objeto que los causa, ya que la luz se difunde hacia fuera, lo cual hace que el objeto sea incluso menos visible en luz diurna que bajo otras condiciones»¦

«Sea cual fuere el caso, falta un dato vital»¦ en la hipótesis de Campbell: que los espejismos nunca aparecen a más de medio grado arriba del horizonte, incluso en las circunstancias más inusuales».

Además el OVNI fue visto y fotografiado casi al mediodía, por lo que ver a Júpiter sería prácticamente imposible.

Bacellar fue el primero en investigar con radiosondas en Brasil, por lo que no es difícil que haya cometido errores y no supiera interpretar los aparatos.

2. EL RADAR Y LOS EFECTOS ELECTROMAGNÉTICOS

Baraúna también afirmó que se había captado el OVNI en el radar, pero luego se desmintió ya que dijo que el radar había dejado de funcionar cuando apareció el OVNI. En la entrevista que sostuvo con Hynek en el citado congreso ufológico, Baraúna afirmó que el OVNI no fue captado por el radar porque se había ido la energía eléctrica, justo en el momento en que izaban la lancha de desembarco.

En el informe de Bacellar indicó que el corte de energía efectivamente se había dado, pero también dijo que,»»¦ en alta mar el navío se detuvo tres veces por averías técnicas: se paraba el barco mientras el alumbrado decaía hasta apagarse».

Es decir, el barco tenía problemas con el motor. Problemas que bien pudieron tener un origen natural, por lo que no es necesario echar mano de hipótesis extrañas. Sin embargo, los marinos ya habían relacionado el «efecto electromagnético» con la presencia de OVNIs, probablemente por versiones del mismo Baraúna que conocía algo de la literatura ufológica. Bacellar apunta a este respecto lo siguiente: «En cuanto tenían lugar dichos fenómenos, algunos oficiales se precipitaban a la cubierta con gemelos, pero el cielo estaba encapotado y no se pudo observar nada. El resto del viaje fue menos animado y el Almirante Saldanha alcanzó sin tropiezo Vitoria antes de zarpar de nuevo hacia Río.

En definitiva, no hay una clara relación entre los efectos electromagnéticos y la presencia de OVNIs, ni estos fueron captados por el radar, como se dijo originalmente.

3. LA QUINTA FOTO, LA DEL SARGENTO

Baraúna dijo que un sargento telegrafista de la base de Trinidad tomó otra foto, sin embargo, nadie más vio tal foto:

«»¦en uno de esos avistamientos, el objeto fue fotografiado por un sargento de la Marina. Obviamente su foto no se publicó y probablemente nunca se publique «“las razones son evidentes».

La versión que Baraúna contó a Fontes es la siguiente:

«La investigación también revela otra cosa importante (también negada por el Comandante Bacellar): que el UAO fue fotografiado por uno de los testigos, un sargento de la Marina. El hombre estaba tomando fotos de la isla con una cámara de caja cuando vio el UAO moviéndose en el cielo. El tomó una foto antes de que desapareciera. El negativo fue requisado de inmediato por el Comandante Bacellar y el film fue revelado el mismo día. La fotografía era lo suficientemente buena para mostrar que el objeto fotografiado era el mismo descrito por los testigos. En las ampliaciones que se hicieron del negativo era claramente visible su figura esférica y su grueso anillo alrededor de él. Por otra parte, parecía que el rápido movimiento del UAO no fue captado adecuadamente por la cámara de caja; el objeto parecía fuera de foco y no era observable ningún detalle.

«Esta foto era probablemente una de la cinco fotos de UAO que vi en el Ministerio de Marina, junto con las tomadas por Baraúna. A pesar de la carencia de detalles, es una evidencia muy importante, porque muestra el mismo objeto visto posteriormente en las fotos tomadas por otra persona»..

Analizando a la distancia, y con el tiempo, las personalidades de Bacellar y Baraúna, nos podemos inclinar a creer más en el primero que en el fotógrafo. Es decir, si Bacellar dijo que este evento (el del sargento) era ficticio, probablemente lo era. Pero ¿cómo explicar que Fontes y el mismo Baraúna hubieran visto, en el Ministerio de Marina, una quinta fotografía. Viegas, uno de los miembros del Club Icarai, nos da la respuesta (recorte de prensa 15):

«Cuando la nave llegó a Rio, los negativos se llevaron al Ministro de Marina y fueron proyectados en una pantalla, junto con una fotografía de un platillo volador enviada de los E. U., en un reporte militar en el que se informaba a la Marina de los avistamientos hechos en ese país. Un estudio comparativo demostró que el objeto avistado en Trinidad era similar en forma al fotografiado en los E.U.

Nuevamente la versión de Baraúna sale mal parada. Seguramente el sargento y su foto nunca existieron.

4. EL «COVER UP» DE LA MARINA

Baraúna mismo también difundió el rumor de que el Ministerio de Marina le impedía hacer declaraciones y que, incluso, sus fotografías iban a ser confiscadas. Como, al pasar el tiempo nada de esto había ocurrido, además de que las fotos ya habían sido publicadas por varios periódicos, Baraúna declaro que había sido una broma que le había gastado un amigo (recorte de periódico 12).

En cuanto a que la Marina estaba realizando una operación de cover up, tampoco fue cierta. El mismo Ministro de Marina declaró (recorte de periódico 19):

«»Con relación a la noticia que se propagó de que este Ministro se oponía a la divulgación de los hechos sobre la aparición de un extraño objeto sobre la Isla de Trinidad, este Ministro declara que tales noticias (de que el Ministro se opone a su propagación) no son ciertas. Este ministro no ve razón por la que los medios no deban tener acceso a las fotos tomadas por el señor Almiro Baraúna quien estaba en Trinidade invitado por la Marina y quien fotografió el disco en presencia de varios hombres miembros de la tripulación del NE Saldanha da Gama, en donde fueron obtenidas las fotos. Es claro que el Ministro no puede hacer ninguna declaración sobre el objeto visto en Trinidad, porque las fotos no son prueba suficiente de cualquier declaración».

Lo anterior debería ser tomado en cuenta por nuestros modernos ufólogos que creen que una foto, o un video, son prueba irrefutable de la existencia de naves extraterrestres en nuestros cielos.

5. LAS GAVIOTAS, DE BACELLAR Y DE VIEGAS

El capitán Carlos Alberto Bacellar identificó lo observado el 1 de enero, como una gaviota. Posteriormente Viegas, como para poner en duda la explicación de Bacellar y copiando algunos puntos de la declaración del capitán, dijo que (recortes de periódico 14 y 15):

«Estaba en cubierta. Súbitamente mi amigo Amilar Vieira Filho llamó mi atención hacia lo que parecía ser una «gran gaviota». Miré hacia ahí y no pude controlarme y grité: «!Un platillo volador!»

Si Viegas vio algo «que parecía ser una gaviota», pero que luego identifico (sin lugar a dudas) como un platillo volador ¿no se habría confundido el capitán Bacellar y su «gaviota» también era, en realidad, un OVNI? En realidad creo, por lo que veremos más adelante, que los miembros del Club Icarai conocían perfectamente la historia de los avistamientos en la isla y a partir de ellos fue que inventaron y construyeron todo el caso. De tal forma que Viegas inventó lo de la gaviota para poner en duda la declaración de Bacellar.

6. ¿CUÁNTO TIEMPO DURO EL AVISTAMIENTO?

Baraúna declaró a los investigadores de la Marina haber tomado sus seis fotos en no más de 14 segundos. Pero, en caso de que hubiese ocurrido el avistamiento, ¿se dio este en dicho periodo de tiempo? También sobre este punto Baraúna y sus amigos dieron varias versiones, pero reconstruyendo los hechos a partir del Documento 1 y los recortes de periódicos 1, 9, 14 y 15, tenemos la siguiente escena. Desde la proa (la parte delantera del barco) Vieira observa un objeto extraño en el cielo. Le avisa a Viegas, quien luego de pocos segundos grita ¡un plato volador¡ Luego entre los dos llaman a Baraúna, que estaba a unos 18 metros de ellos. Su alboroto había llamado la atención del teniente Homero Ribeiro, quien corre hacia Baraúna para alertarlo del OVNI, en su camino tropieza con unos cables. El fotógrafo, que estaba mareado e indispuesto por el vaivén del barco, y por no haber tomado la cápsula para el mareo, se encontraba (al lado del fotógrafo Faríaz Azevedo) sacando fotos del izado de una lancha. Deja lo que está haciendo y se dirige hacia sus amigos. Tarda unos treinta segundos en localizar el objeto. Finalmente lo localiza acercándose a la isla, rumbo a la punta Crista do Galo. Antes de llegar al Pico Desejado saca sus primeras dos fotos (sobre expuestas). El objeto desaparece detrás de la montaña durante unos segundos y luego reaparece, dos segundos después, regresando al mar. Toma la tercera foto. Luego toma otras dos más en las que sólo se ve la costa, debido «al jaleo que reinaba entonces». El OVNI parece detenerse, durante 5 segundos, y Baraúna aprovecha para sacar la sexta foto. Luego, después de 10 segundos, el objeto desaparece.

En total tenemos: unos cuantos segundos (¿10? ¿15?) desde que Vieira avisa a Viegas y luego a Baraúna; 30 segundos que tarda Baraúna en localizar el OVNI; 14 segundos (según Baraúna), de 17 a 20 (según yo, ya que Baraúna dijo que, «el mar estaba agitado» y él se «encontraba molesto con el balanceo») en tomar sus seis fotos; 10 segundos finales que tomó el OVNI para desaparecer. En total tenemos, en el mejor de los casos, 64 segundos; en el peor, 75 segundos. Es decir, poco más de un minuto. Tiempo más que suficiente para que varios oficiales, que se encontraban bajo cubierta, salieran y vieran el OVNI. Pero lo que aquí nos interesa, más que los oficiales es el segundo fotógrafo que se encontraba en cubierta, Faríaz Azevedo. Él estaba junto a Baraúna sacando fotos de la lancha; y si Baraúna se encontraba a unos 18 metros de Viegas y Vieira, Faríaz no debió haber estado, exagerando, a más de 20. Recorrer esos 20 metros en más de un minuto (o aún en el mínimo de 14 segundos que menciona Baraúna en que sacó sus fotos) no debió ser una proeza olímpica. Cualquiera lo pudo haber hecho. Pero según la leyenda del caso de la isla Trinidad, sólo Baraúna pudo sacar fotos del OVNI.

Para hacer el análisis anterior, y el que le sigue, hemos utilizado los siguientes extractos:

Recorte de periódico 1. «En el momento en que estaba a punto de reunirme con mi amigo, indispuesto de verdad por el mareo, tuve que renunciar a avanzar más y descansé un rato. De repente, en la cubierta delantera, un fuerte rumor llamó mi atención. En seguida vi a mis dos jefes «“José Teobaldo Viegas y Amilar Vieira Filho- que me llamaban haciendo grandes señas con las manos, mientras me señalaban un lugar en el cielo y gritándome que un objeto brillante iba acercándose a la isla. En ese momento preciso «“hacia las 12:20 horas-, mientras yo intentaba divisar algo, el teniente Homero Ribeiro, dentista de a bordo acudió hacia mí desde la proa del navío y me señaló en el cielo el objeto volante; iba tan excitado que tropezó con los cables que rodaban por la cubierta. Sin embargo, yo había logrado localizar el artefacto, merced a la luminosidad que emitía. Ya estaba muy cerca de la isla y no sabría decir si su luminosidad le era propia o si reflejaba algún resplandor procedente del suelo. De todas formas, el cielo estaba encapotado y el Sol no podía iluminarlo. Venía de alta mar e iba rumbo a la punta Crista do Galo. Antes de que llegase detrás del Pico Desejado, saqué dos fotos. Pero mi máquina estaba mal ajustada y, desgraciadamente, mis negativos quedaron sobre expuestos. El objeto desapareció detrás de la montaña durante segundos y, de repente, regresó, dirigiéndose ahora hacia el mar. Estaba más cerca y parecía mucho más grande. Tomé entonces mi tercera foto.

«Inmediatamente saqué dos fotografías más, pero no acerté a causa del jaleo que reinaba entonces en la cubierta. El objeto volante se había elevado hacia alta mar a gran velocidad. De pronto pareció detenerse y aproveché para sacar la sexta foto, la última de mi película, por cierto. Después de unos 10 segundos se alejó y, por fin, desapareció.

Recorte de periódico 9. «Me tomó cerca de 30 segundos ver el objeto. Parecía brillar o se veía como los rayos del Sol sobre el parabrisas de un auto. Entonces note que estaba frente a las nubes. Tomé las primeras tres fotos. En este momento, como un destello y a gran velocidad desapareció detrás del Pico Desejado. Dos segundos después, sin embargo, reapareció volando horizontal y lentamente. Se paró por unos 5 segundos sobre la línea del horizonte y luego desapareció. Estaba tan nervioso que perdí las siguientes tomas».

Recortes de periódico 14 y 15. «Estaba en cubierta. Súbitamente mi amigo Amilar Vieira Filho llamó mi atención hacia lo que parecía ser una «gran gaviota». Miré hacia ahí y no pude controlarme y grité: «!Un platillo volador!» El señor Baraúna estaba a unos 18 metros con su Rolleiflex, mirando las maniobras. Oyó mis gritos y llegó corriendo, a tiempo para tomar cuatro fotos del objeto. Otras personas también se alertaron con mi alarma: un sargento, marinos, el dentista de la nave (Teniente Capitán Homero Ribeiro), y otras personas. Todos ellos vieron el objeto. El fotógrafo Farias de Azevedo, que estaba más lejos, no llegó a tiempo para sacar fotos.

«La primera vista fue de que el objeto brillaba con un fulgor fosforescente, que «“aún de día- parecía ser más brillante que la Luna. El objeto tenía un tamaño aparente (diámetro angular) del de la Luna llena. En su trayectoria por el cielo, se inclinó, por lo que su forma real era claramente visible contra el cielo: era una esfera achatada y circundada, en su ecuador, por un gran anillo. Su velocidad era de 1,100 kilómetros por hora al momento de desaparecer en el horizonte.

Documento 1. «X. Las fotografías fueron tomadas en un espacio de unos 30 segundos;

Del recorte de periódico 1 tenemos que las primeras dos fotos se tomaron antes de llegar detrás del Pico Desejado; pero del recorte de periódico 9 se desprende que fueron las 3 primeras fotos. El objeto era (según los recortes de periódico 1, 14 y 15) sumamente brillante y, «aún de día- parecía ser más brillante que la Luna. El objeto tenía un tamaño aparente (diámetro angular) del de la Luna llena». Pero si era tan brillante y tan grande (del tamaño de la Luna llena), ¿porqué tardo tanto en localizarlo (30 segundos)?

Baraúna también afirmó que la Marina había calculado que el OVNI tenía unos 36 metros de largo por 7 de alto, y que viajaba a unos 900 Km/h. Sin embargo, en ninguna parte de los informes y documentos oficiales de la Marina Brasileña se mencionan tales datos.

Lo único que podemos sacar en conclusión de lo anterior es que, en varios de estos puntos Baraúna y sus amigos están mintiendo.

7. BARAUNA, EL NERVIOSO

Pero no sólo Azevedo fue incapaz de tomar una foto del OVNI. Otros tres fotógrafos pusieron en entredicho sus habilidades en esa profesión. Efectivamente, en total había 5 fotógrafos, o por lo menos 5 personas con cámara fotográfica, según informa el mismo Baraúna en el recorte de periódico 1:

«R. No. Además de mi había otras cuatro personas con cámaras en el momento del avistamiento. Pero, aparentemente, no fueron capaces de ver el objeto, o los paralizó la emoción.

Emoción. Exactamente eso fue lo que dijo Baraúna después de tomar las fotos. Que estaba muy emocionado y muy nervioso durante la aparición del OVNI: «Estaba tan nervioso que perdí las siguientes tomas» (recorte de periódico 9). Nervioso, lo estaba, durante la toma de las fotos. Tan es así que olvidó ajustar adecuadamente su cámara y las fotografías que obtuvo no tienen una buena calidad, por lo menos en lo que respecta al OVNI, pues el paisaje circundante se ve perfectamente.

«Pero mi máquina estaba mal ajustada y, desgraciadamente, mis negativos quedaron sobre expuestos». Les dijo a los periodistas en el recorte de periódico 1. Pero, concedamos lo que dijo John Hopf: «Si se hubiera parado a cambiar la velocidad, tal vez no tendríamos esta invaluable evidencia».

Al aceptar que Baraúna no hizo ningún cambio en la velocidad, diafragma o el objetivo de su cámara, aceptamos su explicación del porque dos de sus fotos salieron sobre expuestas, pero ¿porqué sólo dos fotos? Si eso fuera verdad, todas las restantes, en esa secuencia, deberían haber salido sobre expuestas.

«»¦sin embargo, como (solo) en dos vistas el OVNI aparecía con toda claridad y temía perderlas si el proceso fallaba, cortó la película y sometió a proceso sólo los otros cuatro negativos (restantes); como resultado, el OVNI apareció con toda nitidez en dos de ellos, en diferentes posiciones». (Documento 1)

Continuaba tan nervioso que sacó dos fotos, de las cuatro que proceso y aclaró, y que mostraban escenas de la isla.

«c) que las dos fotos perdidas por Baraúna debido a que estaba muy nervioso, o porque fue empujado por otras personas a su alrededor, mostraban el mar y parte de las montañas de la isla». (Documento 1)

Pero, si lo empujaron las fotos debieron haber salido movidas, sin embargo Bacellar no menciona eso.

Pero Baraúna continuaba nervioso. Tan nervioso que se olvidó de rebobinar la película (recortes de periódico 14 y 15):

«Sin embargo, en su excitación olvidó rebobinar la película antes de abrir la cámara, y la pudo haber arruinado si no lo detiene un oficial en el último momento».

¿Un fotógrafo que se olvida de rebobinar? Eso lo creo de un ama de casa, de alguien que toma sus primeras fotos, de gente inexperta; ¿pero de un fotógrafo profesional?

Cuando le preguntaron a Baraúna si el OVNI hacía algún tipo de ruido, dijo que las olas golpeando sobre la isla le impidieron oír (recorte de periódico 1). Pero cuando vemos las fotografías nos damos cuenta de que el barco se encontraba lo bastante alejado de la isla como para que el sonido de las olas sobre las rocas produjera algún estrépito. ¿Estaba tan nervioso que no se daba cuenta de lo alejado que estaba de la isla y de que, por lo tanto no debería oír el ruido de las olas en la costa? ¿o estaba tan nervioso que no se daba cuenta de que estaba diciendo otra mentira?

8. REVELANDO LA PELÍCULA

Pero Baraúna continuaba nervioso después de terminado el avistamiento. Tan nervioso que no podía (¿o no quería?) revelar la película. La escena nos la muestra el recorte de periódico 2:

«3) Almiro Baraúna, fotógrafo profesional, estaba en cubierta con su cámara y, después de lo ocurrido, estaba en estado de excitación nerviosa. Permanecí a su lado todo el tiempo, porque quería presenciar el revelado del filme.

«4) Tan pronto como Almiro se recuperó, más o menos después de una hora de lo ocurrido, el rollo fue revelado en el laboratorio fotográfico de abordo».

Pocos testigos de OVNIs (los que posteriormente he descubierto que estaban mintiendo) de los que he entrevistado dijeron haberse comportado de esta manera. Es cierto, en la gran mayoría hay excitación, pero la misma pasa después de algunos minutos o tan pronto se acaba el avistamiento. En la misma literatura OVNI se encuentran escasos ejemplos de testigos con tan alto nivel de nerviosismo. O bien Baraúna era nervioso por naturaleza, o bien estaba exagerando y trataba de desviar la atención. En México decimos que «se esta haciendo güey». Pero la razón de desviar la atención, según nuestra apreciación, se dará en las conclusiones.

Otro punto interesante de aclarar es quién estuvo presente durante el revelado de los rollos. Los miembros del Club Icarai hicieron correr la versión falsa de que fue el mismo capitán Bacellar quien estuvo presente en ese proceso. En el recorte de periódico 1 vemos que la declaración de Baraúna involucra no sólo a Bacellar, sino a otros oficiales. Si bien es cierto que no dice que Bacellar estuvo dentro del cuarto de revelado, una lectura superficial, que fue la en ese entonces dio la mayor parte de los lectores, hace suponer la presencia del militar en el cuarto de revelado:

«R. El comandante de la nave y varios oficiales de la guarnición querían ver lo que había tomado en las fotos. Yo también tenía curiosidad y decidí revelar el rollo ahí mismo en la nave. El proceso fue bajo la supervisión de varios oficiales, incluyendo el Comandante Carlos A. Bacellar».

El que va más lejos en la mentira es Viegas, quien según las versiones publicadas en los recortes 14 y 15, dijo:

«Los negativos los reveló de inmediato Baraúna en presencia del Comandante Bacellar».

Lo más lógico era haber dicho algo como: «mientras Baraúna revelaba los rollos y yo le ayudaba en el proceso, afuera, Bacellar y otros miembros de la Marina esperaban los resultados. Efectivamente. Viegas fue el único que entró a acompañar a Baraúna, según lo reporta Bacellar en el recorte de periódico 2:

«5) El señor José Teobaldo Viegas, capitán retirado de la Fuerza Aérea, acompañó atentamente, con una lámpara de pilas, al revelado del filme, en cuanto que yo, afuera, esperé a que terminaran».

Inclusive el diputado Sergio Magalhaes, en su declaración del 27 de febrero, dudaba de que las fotos hubiesen sido reveladas en presencia de oficiales y de que las mismas hubiesen sido trucadas antes de los hechos:

«4. ¿Resulta exacto que las fotos sacadas fueron reveladas en presencia de oficiales y que desde el primer examen de estos documentos el objeto fue enseguida reconocido?

«5. ¿Han sufrido los negativos un examen minucioso para descubrir si la película había sido trucada antes de los hechos?»

Lo presencia de Viegas durante el revelado de las fotos está confirmada en el documento 1:

«IV. Permaneció en el cuarto oscuro unos diez minutos acompañado por el capitán de la Fuerza Aérea, que lo ayudaba, después mostró la película aún húmeda, al capitán de corbeta Bacellar con la impresión de que el objeto fotografiado no había aparecido en el film revelado; sin embargo, su impresión fue alterada por el propio capitán Bacellar, quien mostró que, en las vistas conectadas con la observación, era visible en diferentes posiciones, una imagen que parecía la del objeto.

Este párrafo es interesante por otro aspecto. Recordemos que estamos hablando de negativos. El tamaño más común de estos es de unos 5 x 8 cm. Se sabe que el ancho angular del objeto en la fotografía número 3 es de 1.54° ± 0.26°. Dicho de otra manera, sería muy difícil apreciar el supuesto OVNI en los negativos, a menos que el positivo se ampliara y se imprimiera en papel. Recordemos, además, lo difícil que es reconocer objetos comunes en los negativos; nuestra mente no está acostumbrada a que las partes que comúnmente son claras, aparezcan oscuras y viceversa. Por eso la afirmación del doctor Menzel es del todo correcta:

«La foto número 3 presenta un OVNI ligeramente mayor de ¼ de pulgada, en longitud, y menos de 1/8 de pulgada de grosor. Suponiendo un factor de ampliación de 3, encontramos que el OVNI del negativo debería aparecer sólo como una débil mancha de cerca de 1/16 de pulgada de longitud y no más grueso que una fina línea de lápiz. Se requerirían unos ojos fantásticos para distinguir algo parecido a Saturno o cualquier otra forma».

Pero lo más importante de todo es que la afirmación de que los demás testigos pudieron comprobar que el objeto en los negativos era el mismo que ellos habían visto algunos minutos antes. ¡Seguro¡ Sólo que hubiesen tenido ojos de lupa o que el objeto avistado hubiese tenido la siguiente forma -. La forma a la que hago referencia es -. Y si el lector aún no la ha visto, le confirmo que me refiero a un guión, a este guión «-«. De ese tamaño y forma debió haber sido el objeto en los negativos ¿podría alguien asegurar que se trataba de una nave de otro mundo?

9. LOS TESTIGOS

Y ya que hablamos de los testigos que observaron el supuesto OVNI, ¿cuántos y quienes eran? Originalmente se habló que toda la tripulación del Almirante Saldanha había observado el dichoso platillo volador. Esto es, aproximadamente unas 300 personas, en teoría, habrían sido testigos de tan insólito hecho. Luego, los miembros del Club Icarai (nuevamente estas personas) dijeron que por lo menos 48 personas se encontraban en cubierta y vieron el objeto no identificado. Baraúna afirma que se encontraban 48 testigos, pero información recabada por los periodistas del diario O Globo, demuestra que no había ningún oficial ni marino del Almirante Saldanha sobre la cubierta del navío. Los recortes de prensa 7 y 23, que hacen referencia a las declaraciones del Almirante Antonio Carvalho, confirman este punto:

«Ningún oficial ni marino del NE Almirante Saldanha presenció el evento».

Abundando en el mismo punto, el recorte de prensa 19 afirma:

«»¦y la Marina niega que el capitán del Barco Escuela Saldanha da Gama y su tripulación hayan visto el disco».

Pero si ningún oficial ni marino presenció el avistamiento, ¿quién lo hizo?, ¿Quién estaba sobre cubierta en el momento en que supuestamente ocurrieron los hechos?

Por principio de cuentas estaba el mismo Baraúna, el autor de las fotos. Amilar Vieira Filho, capitán del Club Icarai y empleado del Gobierno (trabajaba en el CACEX); También, el capitán (retirado) Jose Teobaldo Viegas, de la Fuerza Aérea, instructor del aeroclub de Niteroi y primer teniente dentista. Probablemente el fotógrafo Farias de Azevedo (suponemos su presencia por la declaración de Baraúna, pero no hemos encontrado ninguna declaración del él en la prensa ni en la literatura ufológica); y finalmente el teniente Homero Ribeiro, dentista del Almirante Saldanha.

Baraúna también hace mención de un geólogo, sus asistentes, y un reportero (recorte de periódico 1):

«R. Si. Estaba el profesor Fernando, un geólogo, con dos asistentes, y también un fotógrafo y un reportero del «Jornal do Brasil».

Tampoco he encontrado entrevistas o declaraciones del geólogo Fernando, que hubiera dado un enorme espaldarazo al caso, debido a su calidad de científico. Lo más asombroso es que el supuesto periodista del Jornal do Brasil, tampoco utilizó su enorme suerte para hacerse de una exclusiva. Es más, tampoco conozco ninguna entrevista o comentario que indique que tal periodista haya sido testigo del OVNI o haya sabido que algún marino o miembro de la tripulación haya observado el OVNI.

Las únicas 4 personas que se encontraban en cubierta eran Baraúna, Vieira, Viegas y Ribeiro, los cuatro miembros del Club Icarai. Si leyó usted bien, Ribeiro, quien era amigo de Viegas, por tener la misma profesión, fue quien invitó a los miembros del Club Icarai para que abordaran el barco en la expedición científica que se llevaría a cabo en la isla Trinidad con motivo del IGY. Conocemos las declaraciones de los tres primeros testigos, pero Ribeiro, tal vez por su relación con la Marina, o porque sabía que todo era un fraude, prefirió dar un bajo perfil y trató de pasar inadvertido.

No hay ningún otro testigo del suceso de Trinidad. Baraúna, nuevamente mintiendo y generando otros mitos, dijo que la Marina había prohibido que los marinos declararan sobre el avistamiento. La verdad es que los periodistas no pudieron contactar con ningún marino, en Rio de Janeiro, porque cuando las fotografías fueron publicadas el Almirante Saldanha partía del puerto de Río de Janeiro, por lo que los periodistas no pudieron entrevistar a la tripulación. Fue hasta tres días más tarde (24 de febrero), cuando el Almirante Saldanha llegó a Santos, que los periodistas pudieron hablar con los marinos, quienes dijeron que realmente no habían visto el objeto.

El 24 de febrero el NE Almirante Saldanha llegó a Santos, S. P. A los miembros de la tripulación se les permitió bajar al puerto y ahí fueron entrevistados, por primera vez, por los periodistas de Folha Da Tarde y O Estado de Sao Paulo, quienes publicaron sus reportajes, al día siguiente, el 25 de febrero. Todos ellos confirmaron el paso del OVNI sobre la isla, pero ninguno fue testigo de los sucesos del Almirante Saldanha.

10. UNA VISITA A VITORIA

Sabemos que en el Saldanha sólo se reveló el rollo fotográfico y se obtuvieron los negativos, pero no se pudo obtener una impresión o una ampliación porque no había papel fotográfico abordo. También sabemos que era muy difícil que alguien hubiera identificado cualquier cosa en los negativos debido a su naturaleza y al tamaño angular tan pequeño del objeto. También sabemos que Baraúna estuvo sospechosamente nervioso con el rollo en sus manos, durante una hora, tiempo más que suficiente para poder intercambiar este rollo (si es que no estaba ya trucado), por otro que probablemente ya estaba trucado.

Pero hay más. Bacellar mostró demasiada ingenuidad al no quedarse con el rollo, como lo podemos ver en el Documento 1:

«No se hicieron copias de la película en el momento de ser revelada.

«El comandante del buque no tomó posesión de los negativos luego de haber sido revelados, de manera de obtener más tarde copias en presencia de testigos.

«Las copias y ampliaciones fueron realizadas por el fotógrafo en su propio laboratorio».

Efectivamente, aún cuando estaba programado que los miembros del Club Icarai bajaran del barco al llegar a Rio, que había sido el punto de partida, y que era el lugar en donde residían; prefirieron desembarcar en Vitoria, aún cuando Bacellar les pidió que siguieran el trayecto hasta la capital. No quisieron quedarse en el barco, pero se comprometieron a reunirse con él, posteriormente, en Rio (recorte de periódico 2):

«7) Como fue previamente acordado, vi a Almiro Baraúna en Río»¦»

Un último y desesperado recurso para evitar que la Marina fuera el hazmerreír de la prensa fue la petición de Bacellar de que no publicara las fotos sin su consentimiento:

«8) Llamé la atención del fotógrafo al hecho de que estaba estrictamente prohibida la publicación de las fotos sin la autorización oficial, y le informe de que sería avisado, tan pronto como las autoridades competentes las liberaran para su publicación.

«»¦Sin embargo Baraúna y sus compañeros del Club de submarinismo permanecieron dos días en Vitoria, regresando a Río por medios propios, en autobús».

Es decir, los miembros del Club Icarai, tuvieron más tiempo para arreglar y refinar sus fotos, preparar la historia, ponerse de acuerdo en la misma y presentar todo el paquete a sus amigos de la prensa. No hay otra explicación del porqué dejar un medio relativamente cómodo y rápido, el Saldanha, para utilizar un camión que tendría que viajar por los pésimos caminos de Vitoria a Rio (unos 600 kilómetros).

11. ¿UN FRAUDE?

Varios estudiosos del caso han apuntado la posibilidad de que se trate de un fraude. Algunos de ellos así lo afirman tajantemente. Desde el principio de la historia se tuvieron dudas sobre el fotógrafo y sus fotografías. O Jornal (Recorte de periódico 21) logró entrevistar, el 26 de febrero, al Comandante Paulo Moreira da Silva, quien había expresado ciertas dudas sobre el fotógrafo, pero aclaró:

«No quiero discutir la personalidad del fotógrafo que tomó las fotos del objeto desconocido visto por muchas personas responsables».

El que también expresó sus dudas, pero incluso propuso la forma de aclarar e investigar el caso fue el doctor Menzel:

«Quisiera saber por qué medio o pruebas lo declararon auténtico. ¿Se probó la misma cámara? ¿Se determinó que las reflexiones internas en los lentes no producen una imagen fuera de foco de una fuente brillante reflejada y multiplicada fuera del campo visual?

«»¦Notará que supongo, igual que usted, que este reporte no es un fraude. Pero hasta que no tengamos una buena evaluación del fotógrafo, no podemos desechar la posibilidad de que él haya hecho un fraude. Hay diversas maneras de hacerlo y no conozco prueba alguna que pruebe la «autenticidad» del film.

«»¦Los tres testigos habían enfatizado la brillantez del OVNI y sin embargo en las fotografías se ve opaco».

Hubo quien defendió las fotos, como la señora Lorenzen, pero en su defensa dejaba notar que habían pensado en la posibilidad de fraude y precisamente eso era lo que trataban de demostrar que no podía haber ocurrido:

«»¦Refiriéndonos de nuevo a la autenticidad de las fotos, debemos considerar la posibilidad de un fotomontaje. (ver j-II en PUNTOS POSITIVOS). Considerando que los testigos hubieran observado el objeto y subsecuentemente los negativos que mostraban el objeto, no es probable que Baraúna hubiera intentado hacer otra foto trucada. Los técnicos HND de la Marina afirmaron que los negativos eran naturales.

«Sin embargo todavía quedaría una forma en que Baraúna pudiera hacer un fotomontaje, y esto es que lo hubiera hecho antes de todo el jaleo que se formó en Trinidad. Pero tenemos que asumir que era capaz de fabricar una maqueta de OVNI, colocarla en la película, y luego fotografiar el paisaje de la isla Trinidad sobre ella. Pero esto no es un fotomontaje, es simplemente una doble exposición, y entonces, ¿cómo sabría él lo que verían y testificarían posteriormente la gente en cubierta del Almirante Saldanha? Un fotomontaje sería la combinación de dos fotos, pero ¿Cómo sabría lo que verían? Y ¿Cómo sustituyó este rollo hipotético? ¿cómo se pudo anticipar? Y ¿cómo sabía en qué posición colocar el objeto para que las fotos coincidieran con lo que fue visto?

Baraúna, como hemos visto, no tenía que suponer ni hacer cálculos de las posiciones, ya que tuvo el tiempo suficiente, al bajar en Vitoria, para arreglar sus fotos. Además hizo operaciones de «blanqueado» que probablemente evitaron que el Servicio Aerofotográfico de Cruzeiro do Sul, encontrara la forma en que se hizo el fraude y no tuviera más remedio que declarar que «es imposible demostrar tanto la existencia como inexistencia de un fotomontaje». Recordemos, además, que este servicio se especializaba en el análisis de fotografías aéreas y no en detectar fraudes fotográficos. Finalmente, también recordemos que el análisis que se realizó en este sitio se hizo en unas cuantas horas, por lo que no fue lo suficientemente profundo.

Los que sí se dieron cuenta del fraude y no tuvieron tapujos para gritarlo fueron los investigadores del ATIC (Documento 8):

«b) Todo no es más que un falso ardid publicitario, preparado por un fotógrafo deshonesto, y la Armada Brasileña se dejó convencer. Esto parece lo más verosímil, teniendo en cuenta la afición de los brasileños al sensacionalismo y las habladurías, su famosa propensión a no dejar nunca que la verdad se interponga en el camino de un buen cuento, y la ineficiencia burocrática general.

«3. Además, las fotografías proporcionadas por la Armada Brasileña no son convincentes. Los detalles de la tierra son sumamente nítidos, pero el disco es confuso, tiene escaso contraste y no muestra ningún efecto de sombras. Es evidente también que el objeto estaba invertido en la fotografía 2, comparándola con la 1 y la 3, Además, los diarios han mencionado velocidades altísimas, y es evidente que no hay borroneo lateral, como pasaría con cualquier velocidad razonable de obturador.

«»¦Los tres testigos habían enfatizado la brillantez del OVNI y sin embargo en las fotografías se ve opaco».

Baraúna dijo que la velocidad del OVNI se determinó en 900 a 1,000 kilómetros por hora, pero como dice el oficial del ATIC eso no pudo haber ocurrido porque en las fotografías el OVNI hubiera aparecido con un borroneo lateral.

Se afirmó que el OVNI tenía un anillo como los de Saturno, el cual giraba rápidamente. Pero como afirma el doctor Menzel, sería imposible poder ver una anillo a esa distancia y mucho menos un giro en el mismo. La foto 3 es la única que muestra la forma de Saturno y, como ya hemos aclarado, era imposible que alguien viera una forma de Saturno en el negativo.

12 NO FUE EL PRIMERO

Baraúna tenía antecedentes de ser un fotógrafo que se había especializado en realizar trucos fotográficos. Claramente eso lo sabían los militares que fueron asignados para investigar el caso, por parte de la Marina. En el interrogatorio a que sometieron a Baraúna podemos leer una pregunta clave (Documento 8)

«Tras un interrogatorio efectuado por oficiales del Estado mayor, el jefe del Servicio Secreto «“el oficial de más graduación presente- me dijo: «Le haré algunas preguntas. No se ofenda, pues no dudo de la autenticidad de sus fotos, pero tengo que oírlo de sus labios. Si quisiera hacer aparecer en un negativo un plato volador, ¿cómo procedería?» Le contesté: Comandante, soy un hábil fotógrafo, especializado en fotografías trucadas, pero ninguna de ellas soportaría un examen atento y preciso»».

Pero, si la Marina había llegado a la conclusión de que las fotos eran un fraude, ¿por qué no lo hicieron saber a la prensa? Tal vez aún dudaban, especialmente debido a los reportes de avistamientos de OVNIs que se habían dado en la isla. Reportes, por otra parte, que ya hemos explicado en estas páginas. Además, era probable que, al declarar que todo era un fraude, la prensa se volcaría en la burla hacia la Marina, al haberse dejado engañar de manera tan burda. Lo más probable es que la Marina Brasileña decidió que el tiempo pasara y con el se olvidara todo el asunto.

Veamos, rápidamente, otros casos fraudulentos en los que estuvo involucrado Baraúna.

El 7 de mayo de 1952 los periodistas de la revista O Cruzeiro, Eduardo Keffel y Joao Martins[4] llegaron a Barra de Tijuca, pues circulaban rumores de que Adolfo Hitler había sido visto en la isla. No pudieron encontrarlo, empero, lograron captar 5 fotos OVNI, con una cámara Rolleiflex, objetivo 1 essar.

El caso de Barra de Tijuca es considerado un fraude, aún por los ufólogos brasileños más crédulos. De él nos ocuparemos en otra ocasión.

Cuatro meses después, Baraúna publicó en la revista brasileña Mundo Ilustrado un artículo titulado «Un plato volador me persiguió en casa», ilustrado con fotografías falsificadas, tratando de refutar la autenticidad de las fotos de Eduardo Keffel. Las fotos las tomó en Cabo Frio y eran conocidas por la Marina e, incluso, fueron publicadas nuevamente por la prensa durante el revuelo del caso de la isla Trinidad. Ningún ufólogo pareció haberle dado importancia a estas fotos.

Baraúna se había especializado en fotografía submarina y era conocido como «fotógrafo de trucos, como falsos retratos de tesoros en el fondo del mar». Era miembro del Club de Caza Submarina Icarai, junto con Amilar Vieira Filho, capitán del grupo, y José Teobaldo Viegas, capitán (retirado) de la Fuerza Aérea Brasileña. Todos ellos aficionados a los platos voladores.

Como parte final de este capítulo debemos indicar que tampoco le dieron importancia los ufólogos a una declaración de un fotógrafo amigo de Baraúna, Joaquim Simões, quien compartiera el mismo cuarto en su época de vacas flacas. Fôlha da Manhã (recorte de periódico 11) publicó lo siguiente:

«El fotógrafo Joaquim Simôes, de Niteroi, quien fue amigo de Baraúna, declaró que cuando vivían juntos había visto en el laboratorio de su amigo, las mismas fotos de los platillos».

Es decir, ¡las fotos del OVNI de Trinidad, existían antes del avistamiento de la isla Trinidad¡

La primera fotografía de la serie. El OVNI aproximándose a la isla.

Esta y las siguientes fotografías son copias de la foto número 1 de Barauna, tal y como han aparecido en diversos medios ufológicos.

Segunda fotografía. El OVNI sobre vuela el pico Crista do Galo.

La misma fotografía 2, pero sin el corte que evitaba ver parte de la cubierta del barco.

Esta, y las siguientes fotografías, corresponden a ilustraciones que han aparecido en la literatura ufológica.

La fotografía 3 de Barauna. El OVNI ha dado vuelta y regresa sobre el Pico Desejado.

Esta fotografía y las que le siguen muestran al OVNI de la Isla Trinidad tal y como apareció en diversas revistas ufológicas.

La última fotografía de Barauna. El OVNI se aleja rumbo al mar.

[1] Steuart Campbell, The UFO Mystery Solved, Explicit Books, Edinburgh, 1994, p. 109-117.

[2] En mi tesis de maestría Análisis discriminante para una población de fenómenos aéreos anómalos, México (1981), me ocupo de este tipo de espejismos, llamados verticales y de cómo muchas veces han originado reportes de OVNIs.

[3] Shaeffer Robert, carta, en Magonia, No. 29, Inglaterra, 1988, p. 4.

[4] El mismo periodista ufólogo, amigo de Olavo Fontes, que entrevistó a Baraúna y firmó un contrato por la exclusividad (Dios los hace y ellos se juntan).