ENLATADOS: EXTRATERRESTRES EN CONSERVA[1]
Jorge Martín es uno de los referentes obligados en la ufología de Puerto Rico. Es probablemente el ufólogo boricua más conocido dentro y fuera de la isla. Por eso no es extraño que los medios de comunicación de su país contacten con él cuando se enfrentan a un caso OVNI.
Así ocurrió en septiembre de 1997 cuando los periodistas de Noticentro 4, del canal WAPA TV, se comunicaron con Martín para que los asesorara en un extraño caso relacionado con OVNIs, extraterrestres y asesinatos.
La madrugada del 17 había aparecido el cuerpo de un desconocido, (según unos informes se trataba, al parecer, de un militar destacado en la Roosevelt Roads Naval Station de La Ceiba). El supuesto militar, de unos 30 años de edad conducía un Honda Prelude azul marino, modelo 1981, con placas ALT 475. Había sido asesinado, según algunos testigos, por el conductor de un vehículo 4X4, que lo perseguía. El hombre perdió el control de su vehículo y se estrelló contra dos autos estacionados en la esquina del callejón Progreso, en la comunidad de La Colectora, en Santurce. Del vehículo 4X4 salió el conductor y le disparo. La bala entró por la clavícula y descendió hasta el corazón. Los sucesos habían ocurrido a las 5:00 de la mañana.
Al sitio del asesinato había llegado el camarógrafo Alfonso Sánchez, de WAPA TV. De inmediato comenzó a filmar. Martín deja claro que el periodista llegó antes que la policía:
«El vídeo también mostraba la llegada de la policía y los servicios forenses de Puerto Rico y de cómo se hacían cargo de la situación, examinando la escena del crimen y el cuerpo del hombre. El cuerpo fue llevado al Instituto de Ciencias Forenses por órdenes del fiscal de distrito Lourdes Acevedo».
Este detalle es muy importante por lo que se verá más adelante.
En el lugar se presentaron los detectives Rico Jesús Pérez Cruz y Héctor Santiago, acompañando a la fiscal Acevedo. Se registró el cuerpo y sus pertenencias. Se encontró una cartera, sin identificaciones. Sólo una llave se encontraba dentro de uno de los compartimentos. No obstante, aunque no se sabe cómo se obtuvo la información, se dijo que el nombre del occiso era Fred Acevedo Martínez, residente en la calle 24, # Ac-10, Villas de Río Grande, Río Grande, Puerto Rico, y supuestamente pertenecía al ejército de los Estados Unidos.
Vestía, según Sánchez, pantalones verdes, una camisa beige y zapatos color café. En el asiento trasero del coche había un traje militar de color verde. En el interior de uno de los bolsillos encontraron un sobre de manila. Dentro del sobre había un frasco pequeño de vidrio de unos 8 a 9 centímetros de alto por 2.5 de diámetro. En su interior había un líquido viscoso en el que estaba inmerso una especie de feto.
Como parte de su trabajo, la fiscal Acevedo ordenó que cuerpo, traje, sobre y frasco fuesen enviados al Instituto de Ciencias Forenses para su análisis.
Sánchez, el camarógrafo, dijo que en el sobre tenía impresos los datos de un laboratorio y que estaba dirigido a la Base Ceiba (Roosevelt Roads Naval Station), esto último escrito con letra cursiva. También informó que, poco antes de llegar, los policías habían visto a un hombre parado al lado de la puerta del chofer del Honda, y poco más allá un vehículo 4X4. Ese hombre había huido poco antes de llegar la policía.
Y es aquí que surgen las primeras sospechas. ¿No se suponía que Sánchez había sido el primero en llegar a la escena del crimen? ¿No aparece en el video la llegada de los policías? ¿Cómo es que los policías informan al periodista de un sospechoso parado al lado del Honda, mientras que Sánchez no indica nada de eso? Muy extraño, ¿verdad?
Los directivos del canal 4, Miguel Banojian, vicepresidente, y Enrique Cruz, director del departamento de noticias, contactaron con Martín para que los asesorara en este caso pues se hablaba que el «feto» del frasco era un embrión extraterrestre o incluso un feto de chupacabras. Por lo menos esa era la opinión del reportero de WAPA TV Pedro Rosa Nales. Y parece que también era la de Martín:
«Fuimos a la estación de la TV y una vez allí fuimos sorprendidos por lo que vimos en una videocinta filmada en la escena del crimen»¦ Después de esto, me pidieron dar una opinión sobre la imagen del supuesto embrión extraterrestre, «¦ Puedo decir solamente que si esta imagen en el vídeo que estamos mirando es real, repito, si es real, y nosotros no tenemos ninguna prueba de esto en este momento, los detalles físicos del cuerpo en la imagen son algo compatible con los de una criatura del tipo de los chupacabras, especialmente la parte de la cabeza y ojos (la cabeza en forma de pera alargada con los grandes ojos negros en forma de almendra, casi sin fosas nasales y sin los oídos. Tenía dos colmillos pequeños evidentes que resaltaban fuera de la boca pequeña, sin labios). El resto del cuerpo parece compatible con el de una supuesta criatura extraterrestre del tipo humanoide gris (muy pálida, con sangre aparente y raspones, de dos brazos pequeños finos con manos de tres dedos pequeños y cuatro dedos en los pies)».
Y, ¡claro!, como la noticia apareció en la televisión, muy pronto fue la comidilla del día. Jorge Martín dibuja muy bien lo sucedido:
«No es necesario decir que la noticia del embrión se convirtió en la historia del día. Todos deseaban saber sobre el acontecimiento, y las historias de conspiración comenzaron a funcionar alrededor del hombre que fue asesinado por las fuerzas oscuras en el gobierno después (posiblemente) de robar tal evidencia de las instalaciones del gobierno. Otra teoría era que podría haber dos facciones del gobierno que luchaban por el control de los informes OVNI extraterrestres, y que quizá él transportaba el espécimen a la Roosevelt Roads Naval Station cuando lo mataron. Ésta era especulación pura».
Mientras tanto los periodistas trataban de obtener una declaración del doctor Weissman, del Instituto de Ciencias Forenses, pero lo único que se informaba es que se hacían los análisis químicos correspondientes. Eso alimentó aún más las historias de conspiración. Según Banojian y Cruz habían entrado en contacto con una fuente confidencial dentro del mismo Instituto de Ciencias Forenses, este doctor declaró que la «cosa no era ni ser humano ni cualquier tipo de especie animal conocida por la ciencia humana».
Pronto se fueron obteniendo más datos. Se dijo que el hombre asesinado no era militar, sino que trabajaba como empleado en el hotel El Conquistador, en Fajardo, o que trabajaba como técnico en máquinas de fotocopiado y que había llegado recientemente de Luisiana y que había vivido en Luquillo.
Luego se conocería la verdad. En el noticiero de las 5:00 p.m., conducido por Ada Torres Toro, se hizo un resumen de lo conocido hasta el momento. El superintendente de la policía Pedro Toledo, dijo que la criatura tenía un parecido notable con el chupacabras, aunque afirmo no haber tenido contacto con el frasquito.
Luego, Ada Torres dijo que algunos televidentes habían informado que se trataba de un souvenir, de una artesanía, de un amuleto o de un llavero. La reportera Maritza Díaz mostró algunos de estos llaveros comprados en un supermercado. Era una figura de plástico dentro de un frasco de vidrio.
Entonces se llegaba a la conclusión de que todos los implicados en el asunto habían sido engañados. Obvio que Martín puso el grito en el cielo:
«Ridiculizaron a todos y cada uno de los implicados con la investigación del embrión de una manera repugnante, incluso sus propios reporteros fueron ridiculizados».
Pero el ufólogo no estaba convencido de que eso fuera verdad. Para él no se trataba de un simple llavero o de un juguete. O en todo caso, ahí había una conspiración. Según él, el llavero mostrado en el noticiero no era el mismo que había visto en el video de Sánchez. Es más, como en el noticiero de las 10:00 p.m. todavía se informaba que el Instituto de Ciencias Forenses continuaba haciendo análisis con el «feto», según Martín, eso demostraba que algo se estaba ocultando
«¿Si el espécimen de embrión extraterrestre era un juguete plástico, por qué el Instituto hacía análisis químicos y otras pruebas? ¿Podemos creer que los funcionarios de policía, los investigadores forenses, los detectives del homicidio, el fiscal de distrito Lourdes Acevedo y los patólogos del Instituto de Ciencias Forenses no saben distinguir un juguete plástico de un organismo biológico de la carne y del hueso? Dudo que éste sea el caso».
Aunque esto sonaba lógico, Martín no contaba con la ley 13, que deben cumplir los oficiales del servicio forense en Puerto Rico. El protocolo que establece dicha ley indica que todas las evidencias relacionadas con un crimen deben ser evaluadas por los especialistas. Alma Rivera, vocera del Instituto de Ciencias Forenses dijo que era su deber analizar todas las evidencias:
«Por ejemplo, el líquido dentro del frasco habría podido ser un cierto tipo de veneno, o un cierto tipo de droga ilegal, podría estar relacionado con la muerte de la víctima, por lo tanto debemos comprobar todo a fondo. Era parte de la evidencia recolectada, y tuvo que ser tratada como tal.»
Pero eso no convencía a Martín que, como todos los ufólogos se vuelven escépticos (en el sentido equivocado), cuando alguien les destruye sus casos. Jorge Martín entrevistó a los detectives forenses que habían llegado a la escena del crimen: Jesús Pérez Cruz y Héctor Santiago. El primero le dijo que lo que estaba dentro del frasco parecía estar hecho de carne, pero para el segundo no había dudas: se trataba de un juguete.
¿Convencido el señor Martín? ¡No! ¡Claro que no! En su programa de radio, Evidencia OVNI, en Notiuno afirmó haber establecido contacto con una fuente anónima al interior del Instituto de Ciencias Forenses, quien le informó:
«Esto no es una broma, allí hay oficiales federales implicados con esto. Tan pronto como el espécimen fuera traído al Instituto por los agentes, fue llevado, por órdenes del doctor Weissman, a un cuarto estéril. En caso de que usted no esté bien informado de esto, los cuartos estériles en el instituto se utilizan cuando hay una cierta preocupación por la posibilidad de bacterias, virus o cualquier otro tipo de contaminación».
«El espécimen fue sacado del frasco de cristal y ambos, el cilindro y el pequeño cuerpo, fueron colocados encima de bandejas del metal, sobre algunos cojines de la gasa, para comenzar el examen y el análisis de las muestras».
«El doctor. Weissman estaba a cargo, pero repentinamente un patólogo americano, que no sabemos quién era, se unió durante el examen. Los dos fueron dejados solos en el cuarto estéril».
«Dos agentes federales, vestidos en trajes finos, que habían escoltado al especialista americano, quedaron de guardia fuera de la puerta del cuarto estéril, evitando que cualquier persona entrara. El cuarto estéril fue declarado sin acceso al personal del Instituto y se dieron ordenes en el sentido de que nadie podía hablar del trabajo que se hacía en el instituto sobre el examen del espécimen».
«Puedo asegurarle que esto es verdadero. Vimos el cuerpo pequeño que estaba en el frasco, y era diferente de los que fueron mostrados en la TV. No era un llavero. No era un juguete. Era un cierto tipo de organismo… No se que era. Parecía un feto pequeño, pero si era un feto no parecía a algo que hubiéramos visto antes… Lo qué vi estaba hecho de carne, de tejido fino, y su carne parecía a un tejido fino crudo… con el tejido fino fetal, piel pelada en algunos lugares… y lo qué se parecía como sangre. Tenía una piel muy pálida. Parecía un feto pequeño o embrión… pero era extraño. Realmente extraño. Usted puede creerlo, es extraño, pero cierto. Era una cosa pequeña y fea».
No fue hasta que la gente de WAPA TV le mostró nuevamente, cuadro por cuadro, el video de Sánchez, que Martín aceptó que, en verdad, se trataba de un llavero. En sus propias palabras:
«Las imágenes del frasco cristalino que contuvo el «supuesto embrión» lo mostraban siempre de lado, nunca fue mostrada su tapa, su casquillo. ‘Alguien’ hizo todo lo posible para no filmar la tapa, pero inadvertidamente la tomó un par de segundos. Mientras que lo revisábamos cuadro a cuadro, nosotros vimos un agujero pequeño en su tapa, un agujero compatible con el de los llaveros mencionados en el informe de TV. Esto implicaba que alguien en el canal 4 tuvo que saber que era un figura y no un «embrión extraterrestre» desde el principio, de que toda era parte de una identificación errónea… o de una broma».
«Sospechando juego sucio en este incidente, debido a las muchas contradicciones y ángulos extraños en él, continuamos investigando más, llegando a la conclusión que era toda una broma diseñada para desconcertar y para desacreditar los OVNIs y los extraterrestres en Puerto Rico, así como para desacreditar a los implicados en la investigación seria de este fenómeno».
¿Entonces qué ocurría con la información de su fuente confidencial y anónima al interior del Instituto de Ciencias Forenses? ¿Era todo mentira? ¿Lo había inventado Martín?
Para salvar la honra del ufólogo apareció una nueve fuente anónima al interior de dicho Instituto:
«También, después de una doble comprobación con otra fuente que tenemos dentro del Instituto de Ciencias Forenses, fuente en la que confiamos, concluimos que todo lo que nos dijo la otra fuente confidencial, que supuestamente trabajó en el instituto, con la que habíamos entrado en contacto a través de un amigo común, nos dijo que la noche posterior al incidente, se había hecho una operación secreta del gobierno federal en el instituto, no era verdad. Era todo el desinformación, una mentira».
Pero, ¿quién es el que esta desinformando? ¿Quién es el que miente? Jorge Martín lleva años hablando de OVNIs, extraterrestres, chupacabras, grises y otras lindezas, sin haber proporcionado una sola prueba. En muchos de sus casos sus fuentes son anónimas (tan convenientes como para que investigadores independientes no encuentren la verdad). Estas fuentes anónimas poseen otra virtud, siempre pueden aparecer nuevas fuentes anónimas que desdicen lo afirmado por las primeras, todo a beneficio del ufólogo.
Martín se sintió usado, vejado y burlado. Afirmó que había una conspiración para desinformar al público de Puerto Rico y ridiculizar y desacreditar a los ufólogos. Pero lo que nunca dijo fue el origen de esa «conspiración»: son los propios ufólogos los que debido a su falta de criterio y cultura se tienden sus propias trampas y enredos al seguir entelequias que los llevan a inventar mentiras y fantasías. Son ellos mismos los que se ridiculizan y desprestigian. Dice un refrán mexicano: «El que por su gusto es buey, del cielo le caen los cuernos»
REFERENCIAS
Martín Jorge, The ‘Alien Embryo’ Enigma – Hoax or Cover Up?, artículo en Internet, http://www.mufor.org/puertor.html
Martín Jorge, The ‘Alien Embryo’ Hoax : Disinformation Ploy?, 10 de octubre de 1997, artículo en Internet, http://www.mufor.org/puertor2.html
Reportes de un «informante anónimo» al interior de la bella isla de Puerto Rico 😉
Supuesto extraterrestre encontrado en un frasco. En algunos sitios de Internet se le relaciona con el caso Salinas.
En esta otra foto vemos que en realidad se trata de un muñeco.
Existen varias versiones de estos juguetes.
Estos se venden en los Estados Unidos, pero se pueden adquirir a través de Internet.
Son conocidos como los Beaker Babies.
¡Los originales embriones alienígenas por tan sólo $ 39.95! (mas gastos de envío. Aplican restricciones)
Este «embrión» se comenzó a vender a principios de los noventa. Se anunciaba en las páginas del UFO Universe. La posición es muy parecida a la del muñeco encontrado en Puerto Rico.
Estos «marcianitos» son altamente radiactivos y sólo pueden ser usados por niños mayores de 8 años o de ufólogos acompañados de sus padres.
No alimente a su «marcianito» dentro del frasco, o aténgase a las consecuencias.
También tenemos el modelo «marcianito aceituna» como botana en una conferencia de OVNIs.
Este modelo de «marcianito frankenstein» se puede conectar a una fuente de poder.
Los japoneses nos muestran su modelo de «marcianito sirena» (Hantu), que haría las delicias de Jaime Maussán. Pero no Jimmy, esto tampoco es cierto.
El modelo «Roswell» es más sofisticado y por lo tanto, más caro. Sólo al alcance de ufólogos cinco estrellas.
El modelo «marcianito P. T. Barnum» viene con todo y vigía militar. Ideal para los ufólogos que dan conferencias y acostumbran cobrar por todo a sus seguidores.
Pero si usted no es ufólogo de las ligas mayores, no se preocupe. Por un módico precio le podemos vender esta cabeza de extraterrestre.
Ya en la década de los cincuenta las películas mexicanas de «Ciencia Ficción», mostraban «marcianitos enlatados».
En aquellos años no teníamos a Maussán para que nos vendiera esos «marcianitos». Afortunadamente «El Piporro» fue el encargado de salvarnos.
Una pregunta «nomás» por joder. ¿Qué hubieran hecho Martín y Maussán con las fotos de estos «extraterrestres»?
ADENDUM
Hace unos meses, en marzo de este año, nos enteramos de otro caso similar ocurrido esta vez en Malasia. No nos referimos a que se trate de un juguete, sino a que todo el caso está sostenido en unas fotos borrosas que sólo podrían convencer a los ufólogos.
La información apareció en el sitio de internet del NOL (la revista polaca de ufología) y en los blogs del ufólogo polaco Piotr CielebiaÅ›. Provenía del también ufólogo, malayo, Ahmad Jamaluddin. CielebiaÅ› se preguntaba si el ser de la botella era una especie peculiar de insecto de Malasia, un animal desconocido o un bebé extraterrestre.
Sólo se conservan las fotografías de un reportero de noticias. No se puede observar con claridad porque las fotos fueron tomadas a través de la botella y la reflexión en el cristal distorsiona la imagen.
Aquí tenemos la traducción del artículo de Piotr:
«INCIDENTE CURIOSO
«Este incidente ocurrió el 20 de febrero del 2006 en Kuala Pahang (Pahang), Malasia. El pescador de 22 años, Ahmad Affendi y varios de sus familiares encontraron una botella en una pequeña playa. En su interior había un pequeño ser de unos 15 centímetros de altura que permanecía estático, a pesar de sacudir violentamente la botella. Tenía un color verdoso y un par de ojos rojos. El minúsculo ser estaba envuelto en un paño negro y atado con una cuerda blanca. Affendi llevó la botella a un anciano, Ismail Omar, de 94 años, quien abrió la botella y se dio cuenta de que el mágico ser estaba vivo. Los testigos se trasladaron a la estación de policía en donde se les aconsejó llevarlo a un museo. Fue observado por cerca de seiscientas personas, según informó el ufólogo malayo Ahmad Jamaluddin.
«Desafortunadamente, al día siguiente, debido a la creencia supersticiosa lanzaron la botella al mar. En Malasia se cree que estas criaturas tienen malos efectos para el alma de las personas, por lo que no deben ser guardados.
«Ahmad Jamaluddin cree que este ser no es ningún humanoide malayo, aunque han sido vistos en varias ocasiones en tiempos recientes. Se mencionan reportes de pequeños seres en Argentina, en el estado de Paraná, en diciembre del 2005. En Malasia se han reportado raptos de niños realizados por seres mágicos parecidos al de la botella.
«Aquí presentamos algunas descripciones de observaciones de criaturas similares.
«En el año de 1973 cerca de Gambang Kuantan, dos escolares afirmaron haber encontrado cerca de la escuela 3 seres de una pulgada de alto. Uno de estos seres fue capturado por los niños y al mostrarlo a los profesores se escapó volando.
«Otro caso ocurrió accidentalmente en 1979. Un pequeño ovni aterrizó cerca de un grupo de testigos. Uno de ellos intentó capturar a uno de los 3 tripulantes, pero del disco fue lanzado un rayo que le paralizó momentáneamente la mano derecha. Luego los diminutos extraterrestres regresaron al ovni que se alejó volando.
«Elaboración y traducción de Piotr CielebiaÅ›.
«Fuente Servicios NPN con material de Ahmad Jamaluddin».
http://sladamiprawdy.i365.pl/readarticle.php?article_id=77
http://npn-humanoidy.blogspot.com/
http://npn.ehost.pl/archiwum.php?start_from=105&archive=&subaction=&id=&
http://farshores.org/ufo06v23.htm
http://www.rense.com/general69/hhhn.htm
http://ufoinfo.com/sightings/malaysia/060220.shtml
http://www.iraap.org/rosales/2006.htm
http://iraap.org/rosales/2006.htm
http://www.ufoinfo.com/humanoid/humanoid2006.shtml
[1] También podríamos haber titulado: De cómo después de hacer el ridículo los ufólogos hablan de conspiraciones.