Archivo de la categoría: Ovnis

El gas de los pantanos (final)

LA VERSIÓN DE QUINTANILLA

En 1963 la nueva cabeza del Proyecto Libro Azul era el Mayor Hector V. Quintanilla. A su cargo estaban un oficial (Hill Marley), un sargento (David Moody) y un civil, como secretaria (Marilyn Beaumer Stancombe). Casi al entrar Quintanilla comenzó a tener problemas con el doctor Hynek, e incluso le comenzó a llamar «Doctor problemas».

«Antes de abril de 1964, sólo había tenido unos cuantos problemas con el doctor Hynek. El se quejó de que Dave Moody no lo trataba de acuerdo con su nivel científico o alguna puerilidad como esa. Yo hablé con Dave acerca de esto un par de veces y él me dijo que, de ser así, estaría tan ocupado en ser su niñera o en besarle el trasero que no tendría tiempo en evaluar los casos que le llegaran, por lo que había decidido en olvidarse de la «estatura» científica del doctor. El doctor Hynek y Dave tenían que resolver sus propios problemas. Después de analizar la situación, estuve de acuerdo con Dave. El doctor Hynek venía a la oficina y pasaba las dos primeras horas socializando o chismorreando o contándonos muchas tonterías acerca de quién había escrito libros, artículos, etcétera. Fue en una de estas sesiones de chismes que le dije firmemente a Hynek que se limitara a estudiar los casos y dejara al resto del personal hacer su trabajo. Hasta este momento, Hynek no había tomado tan en serio los OVNIs ni los fenómenos relacionados. Pero así como el viento cambia el desierto, Hynek comenzó a cambiar y yo nunca supe lo que estaba por venir. El nos avergonzó a la Fuerza Aérea y a mí en varias ocasiones; pero me mantuve ecuánime ante el público, y no gasté palabras con él en privado. Varias veces le pedí que clarificara sus comentarios y observaciones y todo lo que obtenía era una débil explicación en un tono chillón. Comencé a preocuparme porque en varias ocasiones no podía creer lo que veía escrito. Por ejemplo: en abril de 1966, el doctor Hynek dijo, ante el House Armed Services Committee que tenía veinte casos que él podía «certificar como buenos reportes» que no tenían explicación. En una carta a la revista Science del 21 de octubre de 1966, escribió que «Tengo en mis archivos varios cientos de reportes que son realmente rompecabezas y fácilmente podrían ser sujeto de discusión entre físicos y científicos sociales». El 17 de diciembre de 1966, en un artículo en el Saturday Post, declaró que, «de los 15,000 casos que he revisado, cientos son enigmáticos, y algunos de los incidentes más raros, quizás 1 de cada 25, son aturdidores». De acuerdo con mis cálculos esto podría ser unos seiscientos casos. Eso no me sorprende, algunos de los casos que le maravillaron a él, no eran tan impresionantes para mi, Dave Moody, Hill Marley o el doctor Menzel. El artículo del Post, que fue firmado como «J. Allen Hynek» decía lo siguiente: «Por años la fuerza aérea los ha relegado como fraudes, alucinaciones o errores. Hoy el mismo consultor científico de la Fuerza Aérea declara que muchos de estos avistamientos no son tan fáciles de explicar». Yo quisiera reiterar que el doctor Hynek nunca fue un buen consultor de la Fuerza Aérea sobre OVNIs»¦ En varias ocasiones trató de minar mi posición. Envió una carta al doctor Harold Brown, secretario de la Fuerza Aérea, en la cual recomendaba que me reemplazaran por el teniente coronel Robert J. Friend, mi antecesor. Tengo una copia de la respuesta de Brown a Hynek, fechada el 7 de febrero de 1967, en la que le expresa estar satisfecho con mi trabajo y al año siguiente recibí dos cartas de recomendación del general LeBailley y del general Giller».

Hynek, quien inicialmente no quería saber nada de la prensa, pronto le encontró el gusto por aparecer en los encabezados de los periódicos. Cuando Quintanilla le envió a investigar el caso de Socorro, el reporte que redactó era muy pobre.

«»¦ era uno de sus típicos reportes que contenían pocos detalles técnicos y que no añadían nada a lo que ya me habían enviado Connor y Moody. Realmente Hynek añadió muy poco a la investigación, sin embargo, sus típicas entrevistas de prensa si añadieron más leña al fuego».

Aún más frustrante fue lo que ocurrió en Dexter.

«Hynek llamó temprano en la mañana1 y me dijo que los reporteros y camarógrafos de la televisión le estaban siguiendo por doquier que él iba. Le dije que debía parar eso y hacer su mejor trabajo, pero me di cuenta que hizo un mohín. Me dijo que no podía hacer el trabajo con tanta gente alrededor. Me preguntó si podía dar una conferencia de prensa y yo le dije que no. Esto ya había ocurrido anteriormente y a mí no me gustaba. Al día siguiente2 Hynek llamó de nuevo, y me informó que tenía una posible solución al avistamiento de Frank Mannor, y yo le pregunté los detalles. Mi secretaria, Marilyn Beaumer Stancombe, estaba en la línea tomando toda la información en taquigrafía. El me dijo que la solución era «gas de los pantanos». Le dije que verificara eso con sus colegas en la universidad y luego me dijera su reacción. Al mismo tiempo yo lo checaría con los químicos y botánicos de la base. De nuevo me pidió que arreglara una conferencia de prensa en la Oficina de Información de la Base de la Fuerza Aérea de Selfridge. Yo estaba en contra de esto desde el principio, pero él insistió y yo le dije que lo verificaría con el Pentágono. Hablé con el mayor Davis y Sara Hunt del SAFOI sobre la conferencia de prensa y ninguno de ellos les pareció una idea apropiada, aunque, en este caso particular podía tener algunos méritos. Ya que esto iba a sentar precedente, la decisión debía venir de los altos mandos. Esa tarde, a las 6:30 p.m. tuve una llamada del Pentágono. Era el mayor Davis, quien me dijo que el general Garland había aceptado la conferencia de prensa, con ciertas recomendaciones. En esta ocasión él haría una excepción, pero yo no volvería hacer solicitudes de este tipo en el futuro. Hynek me llamó a mi casa alrededor de las nueve de la noche y yo le di la noticia. A primera hora de la mañana llamé a Selfridge y les dije que arreglaran la conferencia. Alguien sugirió el Club de Prensa de Detroit como el sitio para la conferencia y no tuve ninguna objeción al respecto. La razón para cambiar el sitio fue por conveniencia de los reporteros. El Club de Prensa de Detroit es mucho más accesible que la Oficina de Información de Selfridge. «Le di instrucciones específicas a Hynek de que quería ver una copia de su declaración a la prensa antes de que la distribuyera a los reporteros. También le pedí que leyera ese documento a Sara Hunt para el SAFOI, dos horas antes de la conferencia, para que así se prepararan copias para la Prensa Nacional de parte del Departamento de Defensa. Hynek leyó su comunicado a Sara y se distribuyeron las copias al tiempo asignado. Mientras Hynek llevaba a cabo su conferencia en Detroit3, el Pentágono enviaba las copias a los periódicos de Washington D.C. «El proyecto tuvo sus contratiempos porque mucha gente no había oído sobre «el gas de los pantanos», Miasma, Fogtails, Jack o»™ Lanterns, Will o»™ the Wisp, Foolish Fire, o Ignis Fatuees. Los periódicos pusieron este avistamiento en la primera plana. La publicidad que recibió el avistamiento fue increíble. Hynek se transformó en una celebridad y los avistamientos comenzaron a derramarse a cántaros por todo el país. Tuvimos un total de 1,112 avistamientos en 1966 y ese total nunca ha sido igualado desde entonces».

El flap de Michigan llegó hasta el congreso con el resultado de que tanto Quintanilla como Hynek fueron llamados a reunirse con el general Corbin y con el Secretario de la Fuerza Aérea. De acuerdo con Quintanilla, el general le pidió a Hynek que hiciera una declaración pública durante su audiencia en el Congreso, pero Hynek le dijo que no. Sin embargo, en la audiencia, Hynek inició su plática con una declaración pública.

«El general Corbin estaba sentado detrás mío y a mi izquierda. Cuando Hynek anunció que quería hacer una declaración, oí que el general dijo «Â¡Oh demonios!». No lo dijo fuerte pero supe que estaba disgustado. Nadie maldijo mientras Hynek hacía su declaración. Recuerdo que estaba muy disgustado. No estaba disgustado por su declaración; la verdad es que, desde que estuve en el programa, Hynek nunca hizo una observación profunda o con sentido, con respecto a los OVNIs. Estaba enojado porque sentí que Hynek estaba siendo desleal al general Corbin. Le había dicho al general que no iba a hacer una declaración y luego leyó una de cinco páginas. Del modo en que lo entiendo, él tenía motivos premeditados y deliberados para mentir al general Corbin. Perdí la confianza en Hynek y él nunca la recuperó».

Los continuos esfuerzos de Hynek para que tanto el mayor Quintanilla como la USAF se vieran mal, llevaron a que no renovaran su contrato en junio de 1969. Antes de la comparecencia de Hynek había hablado Quintanilla. El mayor utilizó un mapa y señaló los puntos en donde se habían visto los OVNIs.

«Hubo dos avistamientos: uno en Hillsdale y otro en Dexter. Tomando en cuenta los reportes originales de la Oficina del Sheriff, éste comenzó a las 8:35 P.M. Del 20 de marzo, cuando Frank Mannor llamó a esa oficina y reportó un objeto extraño sobre el área del pantano, al final del camino».

Luego leyó parte del reporte del Sheriff, que decía:

«Atendiendo al llamado, me dirigí, sobre el camino Dexter Pinckney hacia el camino Territorial y luego di vuelta en el camino Quigley… En donde se tenía un buen punto de observación… En línea directa con la casa. En este punto bajé del vehículo y me adentré en el bosque, en un intento de localizar el límite del pantano y el objeto. «Lejos de los límites del área boscosa se veía una luz brillante. Mientras me acercaba, la luz disminuía su brillo. Cuando llegué al límite del bosque, en la parte superior del risco, volvió a aparecer la luz, y luego desapareció. Se realizó una búsqueda continua en el área, sin ningún resultado. «Cuando regresé a la patrulla me informaron que uno de los objetos estaba sobre el área a donde apuntamos nuestros reflectores, pero que se había alejado hacia el Oeste a gran velocidad»

Quintanilla continuó con los antecedentes del caso:

«Una entrevista con Frank Mannor reveló la descripción del objeto: El objeto observado tenía un color café, y parecía tener una superficie aborregada. Parecía tener un fondo plano y terminaba en una especie de cono, sin embargo, cuando estaba mas bajo se podía ver una especie de ventana en el centro. En ambos extremos parecía tener dos pequeñas luces, destellando con luz azul verdosa y de un tono rojo intenso. Otros reportes concuerdan con el de Mannor».

Poco después de que el OVNI dejó de ser visto en el área de Dexter, el Departamento de policía de Chelsea recibió reportes similares de un objeto que se movía a gran velocidad sobre el pueblo. El patrullero Robert Huniwell reportó:

«Los objetos voladores que vi tenía luces rojas y verdes y uno bajó hasta unos 3 metros de mi patrulla. Cuando se volvió a elevar, se juntó con otros objetos similares…»

El policía de Milan, John Stewart dijo que el objeto siguió a su patrulla y cuando intentó comunicarse a su base «no pude utilizar la radio… El aparato continuaba a unos 25 metros sobre mí durante media milla. Parecía un enorme pastel, bien iluminado con luces rojas, azules y blancas que giraban a su alrededor. Quintanilla añadió:

«Debido al gran número de reportes de diversas fuentes respetables, le pedí al doctor Hynek fuera al lugar a investigar el caso».

RESUMEN Y CONCLUSIONES El excelente The New York Times siempre ha evitado, en lo posible, el tema de los OVNIs, pero en el caso de Michigan tuvo que enviar a sus reporteros para que investigaran el asunto. En uno de sus editoriales, escrito por Russell Baker, se puede leer lo siguiente:

«Los entusiastas de los platillos volantes muestran debilidades humanas que probablemente seguirán siempre entre nosotros»¦ La posibilidad de los platillos volantes es un sano antídoto contra el aburrimiento humano. Los cuidadores de los zoológicos de Pittsburg y Nueva York han estado buscando recientemente un antídoto similar para sus gorilas enjaulados».

En el flap de Michigan, todo comenzó con algunos rumores sobre luces que maniobraban en los pantanos de Dexter (14 de marzo). Mannor se enteró de ello a través de unos amigos. Era una persona muy sugestionable. Campo fértil para convertirse, el mismo, en testigo OVNI. No tardo en ocurrir un hecho fuera de lo común que, para la mente condicionada de Mannor se transformó en una nave de otro planeta. Las condiciones eran adecuadas: informes previos que prepararon el terreno, psicosis de OVNIs, un pantano con materiales putrefactos (según el informe de los patrulleros de Dexter), pésima visibilidad (había bruma), y una distancia de observación mayor a los 500 metros.

La descripción de los objetos coincidía, según Hynek, con la de los fuegos fatuos: forma de «pirámide o de gota de agua invertida», fulgor rojizo, blanco o azul, desaparición súbita»¦

Pero existe un suceso al que se le dio poca difusión y que podría dar un giro a la interpretación del avistamiento de Mannor y al flap de Michigan. Varios vecinos de Whitcomb, cerca de North Campbell observaron tres objetos circulares con una cola luminosa que se movían en forma de espiral, circundándose unos a otros. Un reportero del Daily Tribune of Royal Oak también vio los objetos pero dijo que eran anuncios luminosos del Universal City Shopping Center. Se trataba de reflectores que anunciaban la apertura del Key Oldsmobile, en el ala Este del centro comercial. Dick Hodges, gerente de la agencia de autos, dijo que efectivamente tenían en operación esos reflectores el día de la observación, pero que uno de ellos se apagó. Los reflectores consistían de luces blancas, rojas y azules. Si recordamos la mayoría de los avistamientos hablaban de, precisamente, luces blancas, rojas y azules.

Quien ha tenido oportunidad de ver este tipo de reflectores en días nublados o con bruma, puede confundirse fácilmente. En esas fechas los cielos en los alrededores de Ann Arbor tenían bruma. Los giros, subidas, caídas, movimientos espirales, paradas abruptas, etcétera son típicos de las luces de los reflectores. La apariencia, «como de waffle» o «como un coral» podría ser la reflexión de los conos de luz sobre la superficie irregular de las nubes o en la bruma misma. Las velocidades increíbles no tendrían mayor complicación en una velocidad angular pequeña en el reflector: mover ligeramente el reflector produce un movimiento acelerado en el cono de luz. Las desapariciones abruptas se obtienen con sólo apagar la luz.

¿Pudieron haberse confundido los testigos? Tal vez sí, ya que este tipo de publicidad no era muy conocida por entonces.

Mannor, aunque confundido, actuó de buena fe, sin tratar de mistificar. Esto no ocurrió en el caso de la escuela de Hillsdale, en donde unos bromistas, aprovechando la psicosis, lanzaron luces de bengala, tratando de engañar a los estudiantes. Luego llegaron los locos: los que trataban de entrar en contacto con los OVNIs a través de fórmulas matemáticas o de tonos musicales. O también aquel otro que trató de hacer pasar una fotografía de exposición prolongada de objetos astronómicos como un auténtico OVNI. O el que mostró una foto de un reflejo en la cámara como si fuera una nave de otro planeta.

Por otra parte Hynek no actuó de buena fe, ni para con la Fuerza Aérea, ni para con la opinión pública americana. Se comportó como un oportunista. La idea del gas de los pantanos no fue de él sino de dos profesores de física, los doctores Chihua Wu Hsiung y Tyler Pett, del departamento de física de Hillsdale College, quienes supusieron que se trataba de fuegos fatuos o fuegos de san Elmo, cuyo efecto se había magnificado por una condición de inversión de temperatura. Su explicación apareció en The Hillsdale Daily News, del 23 de marzo. Alguien se lo comentó a Hynek o él mismo lo leyó en el periódico. Llamó a un amigo botánico de la Universidad de Michigan y luego a Quintanilla. A este último le pidió que organizara una conferencia de prensa. Ya había experimentado lo que era estar ante los micrófonos y las cámaras y eso le había gustado. Por el resto de su vida buscó ávidamente estos espacios. Se dejaba fotografiar tomando poses de gran científico o intelectual, con su inseparable pipa. Pero en su carrera profesional como astrónomo nunca hizo nada interesante, y de no ser por los OVNIs no hubiera pasado a la posteridad. Sin embargo, después de que todo mundo se burló de su explicación del gas de los pantanos Hynek invirtió las cosas, quiso dar a entender que por las prisas y presiones había dado esa declaración. Acusó a la Fuerza Aérea de ser ella la que le había obligado a dar la conferencia, pero la realidad fue otra. Los ufólogos pensarán que la culpa la tuvo la Fuerza Aérea y no Hynek, pero hay más datos que nos pueden orientar sobre la verdadera imagen del astrónomo. Su explicación sobre el caso de los policías que habían visto la estrella Arturo, tampoco fue de él. La doctora Helen D. Prince, del Observatorio McMath Hulbert, en Lago Angelus, atribuyó los avistamientos a la estrella Arcturus, una estrella de primera magnitud que en ese momento se encontraba a unos 20 grados sobre el horizonte. Hynek nunca dio crédito ni a los profesores de física, ni a la astrónoma. Por la burla que le generó, Hynek trató de desligarse del asunto echándole la culpa a la Fuerza Aérea. Sin embargo nunca se desdijo, a pesar de la presión de James McDonald, y siguió sosteniendo su idea del gas de los pantanos como explicación a los sucesos de Dexter.

Visto así, parecería una confrontación entre las versiones de Hynek y la de Quintanilla. Sin embargo, hay un hecho muy importante ha considerar. Allan Hendry, quien fuera el director de investigaciones del CUFOS, fue el mejor investigador de OVNIs de todos los tiempos. Su obra The UFO Handbook es un libro imprescindible para la comprensión del fenómeno OVNI. Hynek contrató a Hendry para hacer las investigaciones de campo. Cuando Hendry publicó sus conclusiones, que derrumbaban la hipótesis extraterrestre, Hynek lo corrió del CUFOS. Esta es la verdadera personalidad del «Galileo de la ufología» (sic).

Las luces de Michigan fueron una serie de confusiones, bromas y malas interpretaciones de hechos naturales como los fuegos fatuos, las estrellas, reflectores luminosos, luces de bengala y otros. Pero los lectores pro OVNI dirán: «Ninguna de esas explicaciones toma en cuenta la detección en los radares de la Base Selfridge». Pero la verdad es que eso también fue una mentira. Los periodistas del Daily Tribune of Royal Oak (25 de marzo) lograron entrevistar a los controladores aéreos de la base quienes informaron que los objetos nunca se detectaron en el radar. «Si, pero todos sabemos que los militares siempre ocultan la verdad». Tal vez, ¿pero los civiles? Los controladores del aeropuerto de Willow Run dijeron no haber captado nada anormal en el radar (The Hilsdale Daily News, del 21 de marzo).

Los avistamientos de OVNIs se siguieron presentando, en Grand Haven, Macomb, Oakland, Bad Axe. Flint y Ann Arbor, (The Hillsdale News, del 29 de marzo), pero todos eran fraudes obvios que copiaban el avistamiento original, incluyendo los «avistamientos» del ex sheriff de Ann Arbor, Richard Sober, y del jefe de policía Ford Wallace de Linden. O como el del globo de cantoya que construyeron unos bromistas en Yipsilanti.

En abril se vieron unos destellos marinos en Frankfort y Marquette. Van Horn dijo que para ese entonces su organización se había concentrado en los objetos que se movían, ya que los estacionarios habían sido identificados como estrellas.

Al año siguiente se dio el fraude de las fotografías de los hermanos Grant Jaroslaw y Dan Jaroslaw. Al poco tiempo Hynek regresó a Hillsdale y continuó sosteniendo su teoría del gas de los pantanos. Hynek le dijo a la periodista Vivian M. Baulch, que él seguía creyendo que el gas de los pantanos era la explicación lógica para este avistamiento.

Cuando Guillermo Bravo, director del CIIIFOP y organizador del Primer Congreso Mundial de OVNIs en Acapulco, trajo a Hynek a México, para promocionar el congreso, como redactor del boletín del CIIIFOP le pregunté sobre el asunto del gas de los pantanos. No cambio su opinión, pero con una sonrisa forzada me contestó que prefería olvidar el asunto.

NOTAS

1 del 23 de marzo.

2 el 24 de marzo.

3 el 25 de marzo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Anónimo, El fenómeno OVNI, Colección Misterios de lo desconocido, Ediciones del Prado, Madrid, 1993.

2. Anonymous, 40 in Michigan report mysterious flying objects, The New York Times, march 22, 1966.

3. Anonymous, 87 coeds saw a flying objects, The New York Times, March 22, 1966.

4. Anonymous, AF calls in expert in UFO sightings, Daily Tribune of Royal Oak, March 22, 1966.

5. Anonymous, AF expert filters UFO information, Daily Tribune of Royal Oak, March 23, 1966.

6. Anonymous, Air Force claims open mind about UFOs, denies hush up efforts, The Hillsdale Daily News, March 30, 1966.

7. Anonymous, CD chief firm in stand on UFOs, The Hillsdale Daily News, March 23, 1967.

8. Anonymous, Congressman will request investigation of saucers, The Hillsdale Daily News, March 22, 1966.

9. Anonymous, Expert says blinking only twinkling star, Daily Tribune of Royal Oak, March 31, 1966.

10. Anonymous, Expert says marsh gas caused UFO sightings, Daily Tribune of Royal Oak, March 25, 1966.

11. Anonymous, Experts says UFO merely marsh gas, The Hillsdale Daily News, March 23, 1966.

12. Anonymous, Flying saucers reported in area, The Hillsdale Daily News, March 19, 1966.

13. Anonymous, More saucers are reported, The Hillsdale Daily News, March 21, 1966.

14. Anonymous, More saucers are sighted, The Hillsdale Daily News, March 17, 1966.

15. Anonymous, More saucers spotted in area, The Hillsdale News, March 24, 1966.

16. Anonymous, Police, others sight UFO»™s near Ann Arbor, Daily Tribune of Royal Oak, march 21, 1966.

17. Anonymous, Reports indicate objects returned, The Hillsdale Daily News, March 23, 1966.

18. Anonymous, Sighting of UFO continues throughout state and nation, The Hillsdale News, March 29, 1966.

19. Anonymous, Washtenaw deputy snaps flying object. Captures UFO on photograph, The Hillsdale Daily News, March 25, 1966.

20. Anonymous, Ford to ask inquiry, The New York Times, march 26, 1966.

21. Baulch M. Vivian, Michigan at the Millennium: Crowds turn out to chase UFOs near Milan, Artículo en Internet, March 17, 1999.

22. Baulch M. Vivian, The great Michigan UFO chase, The Detroit News, march 14, 1966.

23. Brookesmith Peter, Documentos UFO. Catálogo completo, Editorial LIBSA, Madrid, 1997.

24. Brookesmith Peter, OVNIs Expedientes secretos, Reader»™s Digest México S.A. de C.V., México, 1997.

25. Clark Evert, Saucer sightings vex Capitol Hill. Investigating flying objects might cause public alarm, The New York Times, March 26, 1966.

26. Clark Jerome, The UFO Book, Visible Ink Press, Detroit 1998.

27. Condon U. Eduard, et al., eds. Scientific Study of Unidentified Flying Objects, Bantam, New York, 1968.

28. Craig Roy, UFOs: An Insider’s View of the Official Quest for Evidence, University of North Texas Press, Denton, 1995.

29. Detroit News, marca 14, 1966.

30. Edwards Frank, Platillos volantes aquí y ahora, Colección Realismo Fantástico, Plaza & Janes S. A., Barcelona, 1976.

31. Emenegger Robert, UFOs. Past, present, & future, Ballantine Books, New York, 1974, p. 83-103.

32. Gates Geneva, Public reaction to UFOs varied among downtown shoppers, The New York Times, March 23, 1966.

33. Guirao Pedro, Los OVNIs ¿Próximo contacto?, Teorema S. A., Barcelona, 1979.

34. Hall H. Richard, Michigan Sheriffs Watch High-Performance Discs. «Swamp Gas» Plagues Air Force. Dexter, Michigan, March 14-20, 1966, The UFO Investigator, March April 1966, p. 5-6.

35. Hall H. Richard, The UFO Evidence, Volume II, – A Thirty Year Report, p. 184-186.

36. Harbinson W. A., et al, Platillos volantes ¿de dónde proceden?, Editorial debate, S. A., Madrid, 1986.

37. Hendry Allan, The UFO Handbook, Doubleday & Company, Inc., New York, 1979.

38. Hynek Allen Joseph, The UFO Experience A Scientific Inquiry, Marlowe & Company, New York, 1972.

39. Hynek Allen Joseph, The Hynek UFO Report, Barnes & Nobles, New York, 1997.

40. Jacobs David Michael, The UFO Controversy in America, Indiana University Press, Bloomington, 1975.

41. Keyhoe E. Donald, Los desconocidos del espacio, Pomaire, Barcelona, 1974.

42. Krupp Don, UFO Mystery has another episode, The Hillsdale Daily News, March 21, 1966.

43. LIFE Magazine, April 1, 1966.

44. McDonald E. James, OVNIs. ¿El más importante problema científico de nuestro tiempo?, presentado en la reunión anual (1967) de la Sociedad Americana de Directores de Periódicos, Washington, D. C., 22 de abril de 1967.

45. Minnaert Marcel Giles Josef, The nature of light and colour in the open air, Dover Publications, New York, 1954.

46. Newsweek, April 4, 1966.

47. Quintanilla V. Hector, The investigation of UFOs, Manuscrito sin publicar, 1966.

48. Quintanilla V. Hector, UFO’s: An Air Force Dilemma, Manuscrito sin publicar, National Institute for Discovery Science, 1974.

49. Rugaber Walter, Air Force points to Michigan sightings being made above swamps, The New York Times, March 25, 1966.

50. Schneider Adolf, Visitantes del Universo, Plaza & Janes S. A., Barcelona, 1977.

51. Steiger Brad, Project Bluebook, Ballantine, New York, 1976.

52. Valle Jacques, El colegio invisible, Diana, México, 1981, p. 48-50.

53. Zerpa Fabio, El OVNI y sus misterios, Colección Cuarta Dimensión No. 7, Cielosur Editora, Buenos Aires, 1978, p. 77.

Este artículo es una versión actualizada de uno de los capítulos de mi tesis de maestría: Análisis Discriminante para una población de Fenómenos Aéreos Anómalos.

APÉNDICE

El teniente coronel Hector V. Quintanilla Jr. nació en Monterrey, México. A los seis años, su familia emigró a los Estados Unidos (San Antonio, Texas). Trabajó como empleado postal. En enero de 1943 entró a los Army Air Corps y fue enviado a la Escuela Técnica de Radio en Wisconsin y luego a la Escuela Técnica de Radar en Boca Raton, Florida. En 1944 ingresó al 72 Escuadrón de Bombarderos, de la 13 Fuerza Aérea y fue enviado al Pacífico (Samar, Filipinas), en marzo de 1945.

Al final de la guerra se le asignó al Fuerte Bliss, Texas y se integró a la Universidad Sainte Marie en enero de 1946. Obtuvo su nacionalización el 25 de octubre de ese año.

Estudió Física y obtuvo su título en 1950. En abril de 1951 se le dio el rango de teniente segundo y entró a los servicios de Seguridad, en donde pasó 9 años antes de ser enviado a San Antonio y luego a Alemania y Japón.

De 1959 a 1963 se desenvolvió como Oficial de Proyecto de Sistemas en el Centro de Desarrollo Aéreo en Roma.

En abril de 1963 fue enviado a Wright Patterson a dirigir el Proyecto Libro Azul (julio de ese año), sustituyendo al coronel Friend. Dejó el proyecto en 1969. Murió en 1998.

El coronel Quintanilla fue uno de los primeros escépticos de los OVNIs a nivel mundial, y el primer escéptico mexicano e iberoamericano. Escribió dos libros, The investigation of UFOs; y UFO’s: An Air Force Dilemma. Ambos volúmenes, sin publicar, se pueden consultar en el National Institute for Discovery Science, o con el hijo de Hector, Karl Quintanilla.

En el video escena de una película japonesa que muestra la pelea de un samurai con luces del pantano. A mi manera de ver, los sucesos de Michigan no fueron producto del gas de los pantanos sino al uso de reflectores en una campaña publicitaria.

El ovni-ladrillo de Alemania es un fraude

Dirk Vander Ploeg, del UFO Digest, presenta las pruebas de que el ahora famoso ovni «rectangular» fotografiado por Tushar Bhatt en Magdeburg, Saxon-Annhalt, Alemania, el 6 de mayo de este año, es simplemente una lámpara de alumbrado público que se intentó pasar como nave extraterrestre. La historia había dado la vuelta al mundo y aparecido en las principales webs plativoleras. Dudo mucho que informen a sus lectores que todo fue un truco.

http://www.ufodigest.com/germanhoax.html

El gas de los pantanos (II)

LA VERSIÓN DE HYNEK

En el del Saturday Evening Post, del 17 de diciembre, Hynek explicó los antecedentes de su teoría. Dijo que, cumpliendo órdenes de la Fuerza Aérea, llegó a Michigan, en donde el ambiente estaba tan caldeado que le fue imposible realizar ninguna investigación.

«»¦ A veces tuve que abrirme paso con grandes esfuerzos a través de enjambres de reporteros que rodeaban a los testigos clave a quienes tenía que interrogar. Además, toda la región se hallaba al borde de la histeria. En medio de esta confusión, recibí un mensaje de la Fuerza Aérea: se iba a celebrar una conferencia de prensa, y yo tenía que dar públicamente una explicación acerca de la causa de los fenómenos. De nada me sirvió protestar, decir que no tenía la menor idea de qué era lo que podía haber causado los fenómenos vistos en los pantanos. Lo quisiera o no, se celebraría la conferencia de prensa».

La noche del 24 de marzo, Hynek estaba dentro de una patrulla que le servía de guía, cuando escuchó un informe acerca de un OVNI en el radio de la patrulla. Rápidamente se dirigieron al lugar. Todos en la calle señalaban un objeto brillante en el cielo. «Â¡Allí está! ¡Se esta moviendo! ¡Lo veo, lo veo!», eran los gritos de los testigos. Hynek, astrónomo profesional, reconoció en el objeto a la estrella Arturo.

«No se estaba moviendo «“dijo Hynek a la prensa-. Era la estrella Arturo, innegablemente identificada por su posición en relación al mango de la constelación de la Gran Taza. Una soberbia demostración para mí».

Claramente se estaba viviendo una psicosis OVNI. Hynek tenía que dar la conferencia en medio de toda esta psicosis, y no estaba preparado. Para complicar más las cosas, la conferencia se pospuso varias veces. Originalmente estaba preparada para las 10:30 a.m., luego se pasó para las 12:00, las 13:00 y, finalmente, las 14:00. Hynek recordó una llamada telefónica de un botánico de la Universidad de Michigan, en la que le había llamado la atención sobre el fenómeno del gas de los pantanos. Hynek no sabía más que lo elemental sobre esas manifestaciones por lo que centro su investigación en este punto.

«Después de recoger más datos de otros científicos de Michigan a cerca del gas de los pantanos, decidí que era una «posible» explicación que podía ofrecer a los periodistas» «»¦Sin embargo la conferencia resulto ser un lugar en el que no cabían las discusiones académicas; fue un circo. Las cámaras de televisión me querían en una pose, los periodistas en otra, y durante un momento los dos grupos estuvieron tirando de mí. Todo el mundo reclamaba a gritos una explicación única y espectacular para los avistamientos. Querían pequeños hombrecitos verdes. Cuando ofrecí una declaración que consideraba el gas del pantano, muchos simplemente ignoraron el hecho de que yo dije que era una explicación «posible»».

Los periodistas no sólo ignoraron lo anterior sino que, además, dejaron entrever la posibilidad de aplicarla a todo el fenómeno OVNI, pero Hynek sólo la había aplicado para el caso de Mannors. Comprendo la situación de Hynek porque en lo personal me enfrentado al mismo asunto. Cuando intento una explicación para cierto caso, los ufólogos, muy orondos, me dicen: «sí, pero el caso fulano de tal no se puede explicar con lo que tu estas diciendo», y creen que con eso descalifican la explicación (pobres descerebrados). En ningún momento he mencionado que exista una explicación simple del fenómeno OVNI. Aquí hay que utilizar la explicación caso por caso.

«Demasiados reportajes el día siguiente no sólo dijeron que el gas del pantano era definitivamente la causa de las luces de Michigan, sino que daban a entender que también era la causa de otros avistamientos de OVNIs. Salí de la ciudad tan rápida y silenciosamente como pude».

Mucho tiempo después de los sucesos de Dexter, a principios de 1967, Hynek dio una conferencia en el acto de celebración del Día de los Fundadores de la Asociación de Alumnos de la Universidad de Nort Western. Ahí presentó varias diapositivas de los chistes que había dado lugar la famosa explicación del gas de los pantanos. Uno de ellos representaba una nave espacial en forma de disco y muy adornada, que había aterrizado en el campus de la universidad. Por una escotilla del aparato salían unos curiosos humanoides mientras otro, con una especie de arma extraña, corría por un sendero tras una pareja de asustados estudiantes, gritando:

«Llévenme con ese profesor que nos ha llamado gas de los pantanos».

Los caricaturistas llamaron a Michigan «El estado del gas de los pantanos». EL CONGRESO Las burlas llegaron al Capitolio, el entonces líder de la minoría republicana, Gerald R. Ford (que posteriormente llegaría a ser presidente), y el representante de Michigan (Segundo Distrito del Congreso), Weston E Vivian, pidieron una investigación del Congreso, y otros legisladores apoyaron su petición. Un comunicado interno de la Fuerza Aérea muestra que el congresista Vivian fue muy persistente en sus demandas:

DE: FTD, Wright Patterson AFB, Ohio. PARA: AFSC, Andrews AFB, Md. INFO: USAF, Wash, D.C., Unclass FM TDEW/UFO 14644 Marzo 1966. Para SAFOI-CC, para SCFA (Mayor Gregory). De acuerdo con la comunicación entre el Mayor Gregory (SCFA) y el Mayor Quintanilla (TDEW). El congresista Vivian (Michigan) llamó al Mayor Quintanilla el 24 de marzo de 1966 a las 11:20 y le pidió le informara si se iba a realizar una conferencia de prensa por parte del doctor J. Allen Hynek. Vivian pidió que le informaran al menos tres horas antes de la conferencia de prensa. SAFOI-CC fue informado de la conversación con Vivian y ellos dijeron que se ocuparían del asunto. El 28 de marzo, a las 15:20 Vivian llamó al Mayor Quintanilla y preguntó porqué no le había informado de la conferencia de Hynek. El Mayor Quintanilla informó al senador que SAFOI quedó en avisarle. El senador comenzó a molestarse y pidió el número telefónico del SAFOI. Luego le preguntó al Mayor Quintanilla si tenía estudios universitarios, y de ser así, en qué campo. El Mayor Quintanilla le dijo que tenía una BS en física. Luego el senador preguntó por cuánto tiempo había estado a cargo del Proyecto Libro Azul el Mayor Quintanilla. El Mayor dijo que tenía 32 meses en el cargo. Nuevamente Vivian preguntó a quién reportaba Quintanilla, y se le informó que al Coronel Eric T. De Jonckheere. El senador preguntó a quién reportaba el Coronel De Jonckheere, y se le dijo que al B/G Cruikshank. Luego Vivian preguntó quién asistía al Mayor Quintanilla en sus investigaciones. El Mayor informó que el Sargento Moody, que tenía un grado en psicología, con un trabajo de postgrado de 24 horas. El Mayor Quintanilla informó al senador Vivian que le asistían también otros departamentos de la Fuerza Aérea. El senador pidió que se le enviara el número de personas trabajando para el proyecto y sus credenciales, y de que manera hacían sus reportes. (Firmado) Mayor H. Quintanilla, Jr. 29 marzo 1966.

Ford escribió una carta fechada el 5 de abril:

Congresista L. Mendel Rivers, Director, Comité de Servicios Armados, Congreso de los estados Unidos Washington, D.C. Querido director Rivers: No dudo que haya notado el reciente torbellino en los periódicos sobre los objetos voladores no identificados (OVNIs). Yo tengo un interés especial en estos casos porque muchos de los que se reportaron últimamente ocurrieron en mi estado natal, Michigan. La Fuerza Aérea envió a un consultor, el astrofísico doctor J, Allen Hynek, de la Universidad Northwestern, a Michigan a investigar esos reportes; y le concluyó que todos eran debidos a bromas estudiantiles o gas de los pantanos o a una impresión creada por la elevación de la Luna y el planeta Venus. Yo no estoy de acuerdo con que esos reportes se puedan explicar tan fácilmente. Ya que creo que en esos reportes puede haber algo sustancioso, y porque también creo que los ciudadanos americanos requieren de una explicación más profunda que las dadas por la Fuerza aérea hasta la fecha, propongo que el Comité de Ciencia y astronáutica o el Comité de Servicios Armados, del Congreso, realicen consultas sobre los OVNIs y pidan el testimonio tanto de la parte ejecutiva del Gobierno como de algunas personas que afirman haber visto OVNIs. Incluyo materiales que creo le ayudarán en estimar la viabilidad de una investigación de los OVNIs. Quiero llamar su atención a la columna de Roscoe Drummond, publicada el pasado domingo en la que el señor Drummond dice, «Tal vez todos estos avistamientos son errores, imaginarios o irreales; pero necesitamos un acercamiento más creíble de lo que se nos ha dado». El señor Drummond va al punto, «Necesitamos tener todos los datos juntos en un solo sitio para examinarlos más objetivamente de lo que nadie lo ha hecho antes. Se obtendrá una opinión pública estable observando con detenimiento la evidencia, y no menospreciándola. «Ha llegado el momento en que el Presidente del Congreso nombre un panel objetivo y respetado, que investigue y reporte todas las evidencias presentes y futuras para saber qué es lo que está pasando». Estoy completamente de acuerdo con las declaraciones del señor Drummond. También sugiero que revise la serie de seis artículos, que incluyo, de Bulkley Griffin, del Griffin Larrabee News Bureau. En el último de estos artículos, publicado en enero, el señor Griffin dice, «Se puede establecer una conclusión principal. Que la Fuerza Aérea está engañando al público en su continua campaña de producir y mantener la creencia de que todos los avistamientos pueden explicarse como malas identificaciones de objetos familiares tales como, globos, estrellas y aviones». Hoy recibí varios telegramas urgiéndome a una investigación por parte del Congreso sobre los OVNIs. Una es del Coronel de la Fuerza Aérea (retirado) Harold D. Brown, de Ardmore, Tenn., quien dice, «Yo he visto OVNIs. Estoy disponible para testificarlo». Otro, de la señora Ethyle M. Davis, de Eugene, Oreg., dice, «9 de cada 10 personas quieren OVNIs verdaderos. Presione para que se investigue hasta el fondo». Ronald Colier de Los Angeles, quien se identifica a sí mismo como «un científico del MIT», me apremia para que usted haga todo lo que este a su alcance para que los archivos del Proyecto libro azul de la Fuerza Aérea (el nombre del estudio de la Fuerza aérea sobre los reportes OVNI), los conozca la gente». ¿Debemos suponer que todo aquel que diga que ha visto OVNIs es un testigo no confiable? Una historia publicada por la UPI, del avistamiento del 21 de marzo de 1966 en Ann Arbor, Michigan, dice que: «al menos 40 personas, incluyendo 12 policías, dijeron hoy haber visto un objeto volador extraño, cuidado por dos naves hermanas en un pantano cerca de aquí, la noche del domingo». Matt Surrell, de la estación WJR, de Detroit, cita un testigo presencial de un reciente avistamiento OVNI. Emile Grenier, un ingeniero aeronáutico de Ann Arbor, empleado en la Ford Motor Company Co. Y dice que un ingeniero aeronáutico no se puede considerar como un testigo no confiable. En la firme creencia de que el publico americano merece una mejor explicación que la hasta hoy dada por la Fuerza Aérea, recomiendo encarecidamente que se forme un comité de investigación sobre el fenómeno OVNI. Creo que se lo debemos a la gente para establecer la credibilidad de los OVNIs y producir el mayor conocimiento posible sobre este tema. Con mis más sinceras consideraciones, Atentamente Gerald R. Ford, Miembro del Congreso.

El Comité de Servicios Armados de la Cámara (House Committee on Armed Services), presidido por el congresista de Carolina del Sur, L. Mendel Rivers, se había reunió aquel 5 de abril y ahí, como veremos más adelante, comparecieron: Harold D. Brown, secretario de la USAF; el comandante Hector V. Quintanilla Jr., director del Proyecto Libro azul; y J. Allen Hynek, asesor del mismo. Con un juego de palabras Rivers les espetó:

«Veamos si ustedes pueden arrojar alguna luz sobre estos objetos tan iluminados»

El panel de consultores científicos del Proyecto Libro Azul había recomendado que se iniciara un nuevo estudio sobre el tema OVNI. Este comité era dirigido por el doctor Brian O»™Brien. El congresista Rivers concluyó haciendo públicas las recomendaciones del Comité O»™Brien: se debía organizar un estudio, independiente de la Fuerza Aérea, que investigara lo que eran los OVNIs. Había nacido el Proyecto Condon.

Continuará…

La foto del molino: lensflare.

Foto de lo que se supone es un foxfire o ignus fatuus (gas de los pantanos).

El doctor Hynek y el jefe de la policía de Dexter, Robert R. Taylor, viendo en un mapa la localización de los avistamientos.

La actitud de autosuficiencia y prepotente que adoptó Hynek en la conferencia de prensa, le quitó puntos ante los reporteros.

Hynek muestra el dibujo que hizo Mannor sobre el lugar en donde observó las luces.

Blandiendo la fotografía tomada por el policía Fitspatrick, Hynek explicó a los reporteros que se trataba de una foto de larga exposición, de la Luna y Venus.

El astrónomo también mencionó casos documentados de fraudes, como las fotografías de George Adamski.

Gerald R. Ford Harold D. Brown.

Para aquellos que piensan que la USAF se gastó enormes recursos para tratar de ocultar la verdad sobre los OVNIs les podemos informar que el Proyecto Libro Azul estaba constituido tan sólo por cuatro personas: un oficial (Hill Marley), un sargento (David Moody) y un civil, como secretaria (Marilyn Beaumer Stancombe) y el propio Hector Quintanilla.

Una de las fotos más conocidas de Quintanilla examinando restos de OVNIs.

El equipo de físicos de la Fuerza Aérea que conformaban el Proyecto Libro Azul. El sargento Charles R. Sharp, el teniente coronel Robert J. Friend, y el capitán Hector Quintanilla.

Foto histórica en la que el teniente coronel Robert J. Friend (sentado a la derecha), sede el mando del Proyecto Libro Azul al coronel Hector V. Quintanilla (de pie en el centro) en presencia del General Brigadier Roger M. Ramey (a la izquierda), Comandante de la Octava Fuerza Aérea, el mismo del asunto del globo de Roswell.

El doctor Edward U. Condon y el único platillo volador real que pudo tener en sus manos.

El jefe de la policía del la Universidad Eastern Michigan, John E. Hayes, examina el OVNI de Yipsilanti que se transformó en una bolsa para lavado en seco, con una cruz de plástico en ambos extremos, para sostener pequeñas velas.

El gas de los pantanos

EL GAS DE LOS PANTANOS

«Hace varios meses intenté persuadir al mayor Hector Quintanilla para que cambiase esta explicación por un «no identificado», pero me respondió con énfasis que cualesquiera cambios debían proceder del Dr. Joseph Allen Hynek, y no de él, puesto que la Aviación no tenía que ver absolutamente nada con ello. El Dr. Hynek, cuando le insté a que considerase por sí mismo la retracción, indicó que acaso fuese buena idea, pero hasta la fecha no se ha hecho nada al respecto».

James E. McDonald Dexter, Michigan, lunes 14 de marzo de 1966, alrededor de las 3:50 a.m., los sheriffs del condado de Washtenaw, Michigan reportaron estar viendo unos objetos en forma de disco que viajaban a velocidades fantásticas y hacían giros en ángulos muy pronunciados. Se dijo que en la Base Selfridge de la Fuerza Aérea se captó un objeto sobre el lago Erie a las 4:56 a.m. El informe (Complaint No. 00967) del capitán de policía Broderick y de su ayudante Patterson decía textualmente:

«3:50 a.m. Se recibió la llamada de los policías Buford Bushroe y John Foster, patrulla 19, diciendo que estaban viendo un objeto sospechoso en el cielo, un disco, del color de las estrellas, moviéndose muy rápido, dando giros muy agudos, con movimiento de izquierda a derecha y dirigiéndose en dirección Noroeste. «4:04 a.m. Condado de Livingston (oficina del sheriff) se recibió una llamada diciendo que él también había visto los objetos, y había enviado una patrulla al lugar. «4:05 a.m. El Departamento de Policía de Ypsilanti también llamó para decir que el objeto había sido visto en la US-12 e I-94 (intersección de la autopista 12 y una carretera interestatal). «4:10 a.m. Del (departamento del sheriff del) condado de Monroe se recibió otra llamada diciendo que ellos también habían visto los objetos. «4:20 a.m. La patrulla 19 dijo haber visto cuatro más en el mismo lugar moviéndose a gran velocidad. «4:30 a.m. Se llamó al coronel Millar (Director de Defensa Civil del Condado); justo para que echara un vistazo a los objetos, que no supo qué eran, y para que preguntara en el Aeropuerto Willow Run. «4:54 a.m. La patrulla 19 llamó y dijo haber visto otros dos objetos llegando desde el Sureste, sobre el condado de Monroe. Los objetos volaban lado a lado. «4.56 a.m. La (oficina del sheriff) del condado de Monroe dijo que habían visto el objeto, y que también habían recibido llamadas de varios ciudadanos. Llamaron a la Base Aérea de Selfridge, en donde les dijeron que ellos también tenían otros objetos (presumiblemente en el radar) sobre el lago Erie pero no podían identificarlos. De la Base Aérea se llamó a Operaciones en Detroit pidiendo información. «5:30 a.m. El policía Patterson y yo (capitán Broderick) nos asomamos fuera de la ventana y vimos una luz brillante que aparecía sobre el área de Ypsilanti. Se veía como una estrella, aunque se estaba moviendo de Norte a Este. «6:15 a.m. Hasta este momento no hemos tenido confirmación de la Base Aérea».

Los policías Bushroe y Foster declararon:

«Esta es la cosa más extraña que hayamos presenciado. No creeríamos esta historia si no la hubiésemos visto con nuestros propios ojos. Estos objetos se podían mover a velocidades fantásticas, y hacer varios giros. Subían y bajaban y tenían gran maniobrabilidad. No tenemos idea de lo que eran los objetos, ni de dónde venían. A las 4:20 a.m. había cuatro de estos objetos volando en formación, en dirección Norte a Oeste; a las 5:30 estos objetos desaparecieron de nuestra vista, y no los vimos nuevamente».

Bushroe subrayó:

«Se movían de adelante hacia atrás, como un péndulo, luego subieron hacia el cielo a una gran velocidad, para luego dejarse caer a la misma velocidad». «Se veía como un arco. Era redondo. Giramos alrededor y comenzamos a seguirlo durante 8 kilómetros. Se dirigía al Oeste cuando paramos. Lo perdimos en los árboles. No sabemos si las luces se apagaron o desapareció a tremenda velocidad. Estaba a unos 500 metros de altura y se movía a unos 150 kilómetros por hora. Nosotros íbamos a 120 cuando lo perdimos cerca de Wylie Road».

Dos días después, el sargento Nuel K. Schneider y el policía David Fitzpatrick, de Milan, Michigan, estaban atendiendo un reporte de accidente de tráfico a unos 20 kilómetros al Oeste de Saline, cuando vieron, a las 4:25 a.m., varios objetos que se mantenían estáticos en el cielo, pero luego se elevaban o descendían rápidamente, a una velocidad similar a la de un jet. Su brillo aumentaba y disminuía periódicamente. En un reporte al NICAP, los oficiales dijeron que los objetos se movían sincrónicamente, en una formación de vuelo, mientras que un tercer objeto permaneció estático a poca altitud. Ambos policías descendieron del auto. Fitzpatrick colocó su cámara miniatura sobre un trípode y dejó abierto el diafragma por unos 10 a 12 minutos. Los negativos los envió a Forest Hills, New York, para su revelado (las fotos se las entregarían el 22 de marzo). Fitzpatrick dijo que los dos objetos que él fotografió tenían una luz amarilla. Los estuvo observando entre las 4:25 y las 7:00 a.m. El jueves 17, William (Bud) Van Horn, Director de Defensa Civil, reportó unos objetos que cambiaban de rojo a azul verdoso. Su hijo, David, de la secundaria Davis School afirmó que, junto con otros 22 estudiantes, vieron los mismos objetos. UNA LUZ EN LOS PANTANOS Fueron los perros de Frank Mannors quienes reaccionaron primero. Habían pasado seis días desde el avistamiento de los policías Bushroe y Foster. A las 9 de la noche los perros estaban como locos ladrando hacia unas luces que se movían por un área de pantanos situada cerca de Dexter. Mannors, de 47 años, un camionero que vivía en el 10,600 de McGuinnes, a 19 kilómetros de Ann Arbor, salió a callar a los perros:

«Cuando me volví, vi este meteoro. Se detuvo, descendió hasta el suelo, y luego se elevó otra vez. Llamé a mi esposa e hijos para que salieran, y lo vimos durante 15 minutos».

El objeto cambiaba de color del blanco al rojo, pasando por el azul. Parecía tener un movimiento de rotación. Según el relato que más tarde hizo a las autoridades, Mannors llamó a gritos a su mujer y al resto de la familia para que acudieran rápidamente. De haber sido un asaltante con una lámpara o, incluso, una nave de otro planeta, esta hubiera sido una acción poco conveniente para un jefe de familia. Pero Mannors, creyó, no exponía a la suya a ningún peligro. Toda la familia se precipitó fuera de la casa (su esposa, la señora Leona Mannors, su hijo Ronald Mannors, de 19 años, su hija y su yerno). Leona corrió al interior de la casa y llamó a la policía a través del teléfono comunitario de la familia. La llamada fue escuchada por varios vecinos:

«Tenemos un objeto aquí afuera que parece lo que llaman un platillo volante. Esta lleno de luces, abajo en el pantano».

El sheriff del condado de Washtenaw, Douglas Harvey, ordenó que todos los policías disponibles se dirigieran a la escena y envió varias patrullas al sitio, a unos 20 kilómetros al Noroeste de Washtenaw. Seis patrullas, con dos hombres cada una, y tres detectives, rodearon el área. Estuvieron persiguiendo el objeto volador a lo largo del camino a Island Lake, sin poder alcanzarlo. Varios policías vieron los objetos, entre ellos John Foster, quien dijo que volaban a unos 3,000 metros de altura. El patrullero Robert Huniwell (en otros reportes aparece como Hartwell), del Departamento de Policía de Dexter, informó que uno de los objetos paso zumbando a unos tres metros sobre su patrulla, cuando se dirigía al hogar de los Mannor. Se encontraba sobre los caminos a Quigley y Brand, entre las 9:30 y 9:45 p.m. Dijo que el objeto tenía luces parpadeantes de color verde y rojo, voló muy bajo sobre el terreno, sobre los autos de los scouts, y luego se elevó, al mismo tiempo que se le unían otros dos objetos, para luego desaparecer. Dijo que parecía un aeroplano con una carcasa como de waffle y luces en el centro y en sus extremos. Los primeros en llegar en respuesta a la llamada de la señora Mannor llegaron el jefe de policía Robert R. Taylor y el patrullero N. G. Lee. Cuando llegaron, el camino estaba bloqueado por los coches de los vecinos. Se habían reunido más de cincuenta personas. Se les informó que el objeto no tenía forma de platillo, sino, más bien, de pirámide o de gota de agua invertida, y su superficie tenía aspecto de coral, y por debajo de él había algo que parecía girar. Poco después vieron otro objeto; no era más que un resplandor rojo. Se le vio con la ayuda de unos prismáticos. Parecía hallarse en una franja de niebla y latía con un fulgor rojo. «Creo que era una ambulancia», dijo Lee. El hijo de Taylor, un chico de 16 años, también vio el objeto rojo en el cielo, alrededor de las 10:30 p.m.:

«Volaba hacia el Este, muy lento, y de pronto aumentó su velocidad y cambió su rumbo al Oeste. Parpadeaba con luces rojas y blancas».

Tiempo después llegaron también los comisarios del condado de Washtenaw, Stanley McFadden y David Fitzpatrick. Los policías estacionaron la patrulla 34 en un área cercana y comenzaron a rastrear el lugar en compañía de Mannor Hacia la misma hora llegó otro policía de Dexter: Robert Hunawill. Los agentes informaron más tarde que el objeto se «desvaneció» en el pantano cuando trataban de acercarse a él. En su reporte indican que:

«Mientras que en el bosque, a lo lejos, se observaba una luz brillante, mientras nos acercábamos disminuía su brillo»¦ Entonces, la luz brillante apareció de nuevo y luego desapareció. Se hizo un rastreo del área, a través del pantano y de las altas yerbas, con resultados negativos. Cuando regresamos a la patrulla, se nos informó que uno de los objetos había estado volando exactamente sobre el área en donde se veían nuestras lámparas, y luego desapareció en dirección Oeste a gran velocidad».

El Jefe de Policía de Dexter, Robert Taylor, dijo que él vio el objeto en las cercanías del pantano. Era un objeto pulsante de color rojo sacó sus binoculares y observó a través de ellos:

«Vi un fulgor rojizo en el pantano. Era una luz roja pulsante que creció. Saqué mis binoculares y vi que tenía una luz a cada uno de sus lados».

El policía Stanley McFadden, de 27 años, dijo que al menos 60 personas vieron las luces en el aire o sobre el terreno. Varios coches repletos de estudiantes de las Universidades de Michigan y de Eastern Michigan llegaron al sitio, después de oír en la radio los reportes del avistamiento. Se le preguntó a Mannor si no podía ser alguna broma de los estudiantes y él negó tal posibilidad.

«No pudieron perpetrar algo así. No había nada ahí. No hay forma de salir. Sólo había dos coches de scouts en la colina y más en la casa».

Los Mannor indicaron que uno de los objetos tenían «la forma de una pelota de base ball, de color gris amarillento». Parecían estar sobre el pantano envueltos en una especie de bruma o vapor. Las luces del objeto parpadeaban y tenían un halo a su alrededor.

«No se veía como en las fotos de platillos voladores y tenía una superficie que parecía un coral. Conozco cada recoveco de este condado y nunca vi nada como esto. No hay nada malo con mis ojos y mi hijo tiene una visión 20/20. Ambos no podíamos equivocarnos».

Se elevó sobre los árboles y luego descendió. Cambio de colores, pues mientras en el suelo era azul, sobre los árboles se tornó rojo, y luego volvió a cambiar de color cuando descendió nuevamente. Su sonido era una mezcla entre el rebote de una bala y el sonido de una sirena de alta frecuencia.

«Tenía forma piramidal, con una luz azul verdosa en el lado derecho, y una blanca en el izquierdo. No vi ninguna antena ni escotilla»¦ Luego el objeto adquirió una intensa coloración rojo carmín, como de hierro fundido, mientras nos acercábamos y en el momento en que Ronald exclamó «Â¡Mira esa cosa tan horrible!», el objeto desapareció».

Al día siguiente los policías registraron el lugar donde parecía haberse posado el objeto. El hijo de Mannor ayudó en la búsqueda ya pertenecía al equipo de rastreo de la Dexter High School. Era justo sobre el pantano y los policías no pudieron encontrar ningún rastro, mas que restos en descomposición. Tampoco los contadores Geiger-Muller revelaron ninguna radiactividad anormal. AL DIA SIGUIENTE»¦ El lunes 21 de marzo, nuevamente por la noche, hubo una extraordinaria agitación en el lugar en que se habían desarrollado los sucesos de la noche anterior. La carretera que conducía a la casa de los Mannor se hallaba atestada de coches ocupados por curiosos. Un individuo dirigió hacia arriba el foco de su linterna y la estuvo haciendo parpadear durante una hora conforme a una pauta que, según dijo, era parte de una fórmula matemática que los tripulantes de los OVNIs reconocerían sin duda alguna. Otro sujeto tocó el violín para atraer a los platillos. Nada sucedió. Mientras tanto cerca de Hillsdale, a 100 kilómetros al sureste de Ann Arbor, en la Universidad, y en medio de una tormenta acompañada de truenos, a eso de las diez de la noche, varios profesores y por lo menos 87 de las alumnas de la secundaria mixta, presenciaron un fascinante despliegue de luces en un pantano, no lejos del campus. Entre los que contemplaron el espectáculo había varios policías locales y, nuevamente, el director de la Defensa Civil del condado de Hillsdale, William van Horn. Este último vio el objeto a través de unos binoculares. Van Horn dijo que las niñas de la secundaria Hillsdale College (un internado mixto) dijeron haber visto varios objetos fuera de sus dormitorios. Su unidad se encuentra entre la calle Hillsdale y el camino Barber. Van Horn les indicó que le volvieran a llamar si el objeto no desaparecía. Tiempo después las niñas volvieron a llamar y Van Horn llamó a la policía. Junto con los policías se dirigió al internado.

«Ãbamos al sitio en donde las estudiantes habían reportado haber visto el objeto, pero no pudimos encontrar nada que nos indicara su existencia, por lo que me dirigí al dormitorio para hablar con las niñas y ellas me llevaron hacia una ventana del segundo piso desde observaron el objeto. ¡Y ahí estaba!».

Van Horn dijo haber visto el objeto desde las 10:30 p.m. hasta la 1:30 a.m. Luego regresó a su casa con la intención de volver al día siguiente a investigar. Las chicas dijeron que el objeto pasó zumbando por la ventana de su dormitorio, se estrelló en el suelo y luego se volvió a elevar para desaparecer detrás de la arboleda. «Se desvió, se tambaleó y brilló» fueron sus palabras textuales. Los objetos desaparecieron cuando llegó la policía para investigar, y reaparecieron cuando ésta se fue. Los testigos afirmaron haber visto pequeñas esferas de fuego que lanzaban destellos rojos y verde azulados. La señora Kelly Hearn, profesora de inglés y directora del dormitorio, pidió a sus alumnas que tomaran notas de lo que habían visto. Barbara Kohn, de 21 años, de New Castle, Pa., y Cynthia Poffenberger, de 18, de Cleveland, fueron las primeras que los vieron. Lo describieron como una especie de balón de fútbol americano La señora Roger Norton, residente en el 308 de Barber, también vio un objeto indescriptible a través de su ventana, entre las 10:00 y las 11:00 p.m. La señora Jason L. Merrill, del 263 de la calle Union, su hija de 12 años, Susan y la señora Jimmie Jones, del 276, de la misma calle vieron tres objetos al noreste de Hillsdale la noche del martes 22, entre las 7:30 y las 8:00. La señora Merril dijo que los objetos volaban en formación. Uno de ellos se separó y se apagó en la distancia. Los otros permanecieron volando «como si fueran unos cometas al final de su cuerda». La señora Jones dijo que el movimiento «parecía estar controlado». Ambas mujeres vieron las luces durante unos 10 minutos desde sus respectivas casas, mientras que la hija de Cerril estaba en Simpson Field, un área pantanosa, cercana a su secundaria. Ella sólo vio un objeto. Lo dibujó en forma de balón de fútbol americano, con tres círculos de luz en su centro. Se movió a la derecha, arriba, de nuevo a la derecha, abajo, y finalmente a la izquierda, desapareciendo en los árboles. Cientos de gentes se aglomeraron en las calles de Hillsdale la noche del miércoles 23. Susan Merrill dijo haber visto de nueva cuenta el OVNI. Ese mismo día un adolescente de Monroe dijo haber tomado fotos de lo que parecía una gran gota cerca de un molino de viento, pero que en realidad era un lensflare. Frederick E. Davids, comisionado de la policía estatal, quien también dirigía la Defensa Civil en Michigan inició una investigación. LA FUERZA AÉREA ENTRA EN ACCIÓN Jacques Valle, el astrónomo y ufólogo francés, para entonces ya residía en los Estados Unidos. El 21 de marzo escuchaba una estación de radio de Chicago y se enteró de los sucesos de Michigan. De inmediato habló con el doctor Joseph Allen Hynek y éste, a su vez, se comunicó con la Fuerza Aérea. A la mañana siguiente Hynek estaba en Michigan. Las autoridades de la cercana Selfridge Field, perteneciente a la Fuerza Aérea, remitieron el caso a Washington. El martes, 22 de marzo, la Fuerza Aérea anunció el envío del doctor Hynek director del Observatorio de Dearborn a la Northwestern University, Evanston, Illinois, para que investigara el enigma de las apariciones de Dexter e Hillsdale. Hynek viajo por 2 horas 45 minutos, para llegar ese mismo día. El doctor Hynek dio una conferencia el 25 de marzo en el Club de Prensa de Detroit. Indicó que, de acuerdo con sus investigaciones, las apariciones de Hillsdale College eran obra de unos bromistas que habían jugado con bengalas. Explicó que la fotografía tomada por un policía de Milan (Michigan), «no era más que una fotografía de larga exposición de la Luna naciente y el planeta Venus». Los policías que habían tomado la placa siguieron insistiendo que eran los «OVNIS» que ellos habían observado. Hynek hizo notar que los únicos dos testigos que habían estado lo suficientemente cerca del teatro de los acontecimientos como para poder describir bien el fenómeno, habían reconocido haberse hallado a una distancia mayor a los 500 metros. «Demasiado lejos «“observó- para que alguien pudiera determinar los detalles».

«Un sombrío pantano es el lugar más impropio para ser visitado por seres del espacio exterior. No es el lugar que un helicóptero sobrevolaría durante varias horas, ni en el que fuera probado un silencioso ingenio secreto».

Manifestó que una explicación verosímil consistía en que se trataba simplemente de «gas de los pantanos» y explicó que era causado por la putrefacción de sustancias orgánicas de los vegetales a animales en las áreas cenagosas, «las cuales genera metano, que se inflama al entrar en contacto con el oxígeno del aire».

«Si (el objeto) estaba en ambos casos en un lugar muy localizado, creo que este punto es el más importante. El destello fue visto aquí (señalando a los periodistas en un mapa). Esto se pudo deber a la emisión de cantidades variables de gas». «Las llamas surgían en un lugar y de pronto aparecían en otro, produciendo la ilusión de movimiento. No se notaba calor, y las luces no quemaban o chamuscaban el suelo. Pueden aparecer durante horas, y a veces durante toda una noche. Generalmente no se notan olores, y a menudo tampoco sonidos, excepto el ruido burbujeante de pequeñas explosiones, como el de las palomitas de maíz o similar a la ignición de un gas. Este producto se forma por la descomposición de la vegetación».

Concluyó con estas palabras:

«Enfatizo que no puedo demostrar ante un tribunal que ésta es la explicación plena de esos avistamientos».

El astrofísico subrayó que su explicación no «cubría todo el fenómeno OVNI visto los pasados 20 años» y que sólo algunos casos podían atribuirse al gas de los pantanos. Los periodistas no esperaron más y publicaron esta explicación en un tono amarillista. Cuando le preguntaron a Mannor su opinión sobre la teoría de Hynek, dijo:

«Yo no soy profesor, no tengo su educación, pero creo que está equivocado. Yo sólo soy un tipo común y corriente, pero vi lo que vi y nadie me va a decir lo contrario. Eso no era el foxfire ni una ilusión. Era un objeto».

Tiempo después, el 17 de diciembre de 1966, el doctor Hynek manifestaba al Saturday Evening Post que, cuando investigaba los sucesos de Dexter, le fue indicado por la Fuerza Aérea que debía celebrar una conferencia de prensa y preparar una explicación, si bien él afirmaba que no tenía idea de cuál había sido la causa de los fenómenos observados. Se quedó petrificado al ver que los periodistas daban como solución la hipótesis del gas de los pantanos, pero la sacaban de contexto porque no habían entendido el concepto.

«Inmediatamente después de la conferencia vi con horror cómo un reportero leyó rápidamente (el comunicado de prensa), encontró el enunciado «gas de los pantanos», lo subrayó, y corrió hacia el teléfono».

Echando más leña al asunto, otros periódicos habían publicado titulares tales como: «La Fuerza Aérea insulta al público con su teoría del gas de los pantanos», publicado por el South Bend Tribune.

«Siempre nos hemos mantenido en la primera línea de los escépticos cuando surgían noticias acerca de objetos volantes no identificados «“indicaba el periódico-. Pero hemos de reconocer que algunas de las explicaciones dadas por el investigador oficial de la Fuerza Aérea sobre las recientes apariciones, parecen casi tan descabelladas como las historias de los «hombrecitos verdes». «La reciente conclusión oficial de que una serie de apariciones de OVNIs en Michigan podían ser explicadas como gas de los pantanos es, por decirlo con suavidad, un tanto forzada. «»¦ Los que consideramos tales apariciones como insuficientes para quitarnos el sueño, preferimos que nuestro sentido común no resulte insultado por disparatadas teorías «oficiales»».

John F. Sullivan, ingeniero químico, comunicó el 26 de marzo al Daily Tribune of Royal Oak, de Michigan que:

«El metano (gas de los pantanos) no se eleva en el aire, ni permanece suspendido, ni se mueve a grandes velocidades. Como máximo, ardería sólo durante unos minutos. Tendría el aspecto de una antorcha»¦ nadie podría confundirlo con una llama».

Sullivan añadió que el empleo de esta hipótesis por parte del doctor Hynek revelaba que éste sabía muy poco acerca del gas de los pantanos, o que no decía la verdad, o que sus credenciales no eran auténticas. Poco después de los incidentes de Dexter, Johnny Carson entrevistó en su programa Tonight Show, de la NBC, al doctor Albert Hibbs, científico del Instituto Tecnológico de California. Se le preguntó al doctor Hibbs si estaba de acuerdo con la teoría del gas de los pantanos. Hibbs respondió:

«Las características del gas de los pantanos no concuerdan con lo que se dijo allí».

El NICAP Investigator, publicación distribuida regularmente entre los miembros del NICAP (Comités Nacionales de Investigación de los Fenómenos Aéreos, por sus siglas en inglés), citó el libro de Marcel Giles Josef Minnaert, «The Nature of light and colour in the open air», en el que se dice que:

«El gas de los pantanos o de las marismas se compone de metano, dióxido de carbono y nitrógeno, desprendidos de materias vegetales en putrefacción en zonas cenagosas. Estos gases pueden producir luces que son conocidas como Fuegos Fatuos».

De las luces producidas por estos gases dice:

«Semejan a veces pequeñas llamas, cuya longitud oscila entre uno y doce centímetros y cuya anchura no rebasa los cinco centímetros. Unas veces reposan en el suelo; otras, flotan a unos diez centímetros por encima de él. No parece ser cierto que dancen en el aire»¦ aunque ocasionalmente el viento los impulsa unos centímetros antes de que se extingan».

El sheriff Buford Bushroe.

El doctor Donald Menzel pudo haber hecho un mejor papel, como consultor del proyecto Libro Azul, que el doctor Hynek. Sin embargo, Menzel tenía un mejor nivel académico que Hynek, y sus investigaciones en astronomía eran más importantes que andar persiguiendo OVNIs o apareciendo ante las cámaras. Fotografía de Fitzpatrick. Desde la entrada de su casa, Mannor señala el sitio en donde apareció el OVNI. Frank Mannor y su hijo revisan el área del pantano en donde vieron las luces. Recorte de prensa en donde aparecen los Mannor. El pantano de los Mannors atestado de curiosos. Las chicas del Hillsdale College. Cynthia Poffenberger y Barbara Kohn, de izquierda a derecha, en la ventana de su dormitorio, desde donde vieron los OVNIs. A petición de la profesora Kelly Hearn, las niñas dibujaron el objeto que habían visto. La maestra de inglés tuvo un acierto al pedir esto, pero en lo que falló fue en separar las niñas. Los dibujos podrían mostrar un objeto desconocido, pero también indicar que las niñas se copiaron. El primer dibujo es de Susan Merrill. El siguiente es de una alumna no identificada. La profesora reunió todos los bosquejos y configuró este dibujo en la oficina del sheriff del condado de Washtenaw, mostrando todos los detalles: luces, superficie en forma de waffle o de colcha, y antenas. No todas las niñas dibujaron lo mismo. El dibujo de Susan no muestra ni las antenas ni el domo, y las luces están justo en el centro del objeto. La forma de platillo es similar en todos. Recorte de periódico con algunos de los dibujos de las chicas.

Ovnis "fortuitos" 1

Recientemente nos encontramos en las listas ufológicas un nuevo término: ovni fortuito. Dicen los expertos en ovnis que se trata de objetos voladores no identificados, y además fortuitos, que han sido fotografiados por testigos que no se habían percatado de su presencia. Como diría mi tía Eduviges, pura chiripa, pues. No vaya a creer el lector que son una o dos fotografías las que ya circulan por la red, de lo que podíamos llamar «la nueva moda platillera». Son docenas las que podemos observar en las web plativoleras y en las listas de discusión marcianescas. Una pregunta nos viene a la mente: ¿de dónde sacarán tanto dinero estos «marcianitos verdes» para malgastarlo enviando cientos de naves de plasma para recorrer los confines del universo infinito (y más allá), con el único fin, al parecer, de salir en unas fotografías borrosas? Como Marcianitos Verdes se precia de ser una web que corre al ritmo de la moda, les mostraremos nuestra propia galería de «ovnis fortuitos».