Biólogos de la universidad de Manchester desean ayuda para romper su «milagroso» descubrimiento de tres peces dentro de un huevo sellado.
El grupo encontró el huevo de pato en una charca pequeña en un viaje al campo, a los Alpes franceses, y notó que algo se movía dentro de él.
Cuando rompieron la cáscara, había tres charales vivos adentro.
Han solicitado la ayuda de otros expertos, pero a pesar de su gran conocimiento combinado, los biólogos admiten que están «deslumbrados».
El Dr Matthew Cobb, conferencista en el comportamiento animal de la universidad, dijo: «Como científicos del siglo XXI, más que anticuarios del siglo XVII, pensamos que esto representa un modo inverosímil, hasta ahora desconocido, de reproducción de los peces.
Ataque rapaz
«Quizás el huevo cayó en la charca después de un cierta clase de ataque rapaz pero nos asombra cómo consiguieron entrar los charales.
«Ciertamente, no vimos ninguna grieta en el huevo».
El Dr Cobb y su colega, Henry McGhie, jefe de ciencias naturales en el Museo de Manchester, ha escrito a la revista New Scientist en espera los lectores ayuden a solucionar el misterio.
Los Minnows (charales) son peces de agua dulce pequeños, los ingleses los usan frecuente como cebo.
Supongo que todo es una broma de Cobb, McGhie o del mismo New Scientist.
Conozco una forma de meter cosas dentro del cascarón de un huevo. Reblandecer la cáscara con un ácido débil como el acético (vinagre) y hacer un pequeño orificio sin maltratar el huevo. Se introduce algún objeto, pequeños insectos o arañas (que luego saldrán cuando el brujo haga la «limpia»), o en este caso los charales. Para que los charales estén vivos y puedan tener espacio para moverse, se deberá eliminar toda la clara y la yema e introducir los peces en agua. El orificio se vuelve a tapar con una masilla fabricada previamente con otro cascarón disuelto en vinagre. Se deja secar (se evapora el acético) y no hay forma de encontrar fracturas en el cascarón.
El anterior es uno de los trucos que utilizan los brujos mexicanos que acostumbran hacer «limpias» y «sacar» los males y embrujos.
Un misterioso ovni ha sido solucionado por una invitada a una recepción de boda.
Una pareja de Longwalk, Istead Rise, quedó perpleja después de que encontraron luces extrañas en el cielo de la noche. La pareja asegura que vieron seis luces rojas en forma de V invertida con una cola larga moverse lentamente. Helen Hanreck, de 49 años, buscaba sus gatos en el jardín cuando notó una luz brillante en el cielo. La gerente de seguros llamó a las 9:45 a su socio, Nick Claydon, para que echara un ojo al espectáculo.
En la misma noche la enfermera Becky Linehan fue a una fiesta de bodas japonesa en The Leather Bottle, The Street, Cobham. Es una tradición japonesa soltar velas hacia el cielo para bendecir la unión. La mujer de 23 años, que vive en Barr Road, Gravesend, dice que las velas deben ser la explicación al avistamiento. Ella dijo: «Encendimos las velas a las 9.30 pm y alrededor de la misma hora la gente dijo haberlas visto. Estaba histérica cuando vi que la gente pensaba que era un ovni».
La policía de North Kent dijo que ellos tenían un informe de alguien que vio luces que destellaban a las 10.01 pm.
Hace algunos años Rubén «Gurú» Morales mostraba una fotografía y hacía una pregunta en la lista de discusión de ufología crítica Anomalist. La fotografía mostraba un anillo en un jardín de Buenos Aires, junto a un puente y una avenida. El círculo era casi perfecto y cualquier ufólogo apostaría a que fue hecho durante el aterrizaje de un ovni. La pregunta que hacía Rubén era simple: ¿Qué creen que formó este anillo? O ¿Cómo se formó este anillo? (ya no recuerdo).
Para Héctor Escobar y para mí la respuesta era obvia. Ya habíamos tenido una experiencia con un caso similar investigado por Óscar García: se trataba de caballos. Héctor respondió rápidamente, pero no se ganó nada.
Supongo que Rubén se sorprendió con la velocidad de la respuesta.
El caso que mencionamos, que fuera investigado por Óscar García es el siguiente:
Hace algunas semanas se publicó en este Semanario, en el número 100, una nota en torno a una entrevista que tuve con el máximo experto en el denominado asunto de los «Crop Circles» (círculos en las cosechas): Colin Andrews. En aquella nota, el reportero Jonathan Monti resaltaba que yo me había interesado en este fenómeno y lo había estudiado profundamente, algo que es muy cierto.
Debido a ese estudio del fenómeno, uno de mis anhelos más grandes era investigar la aparición de un caso de esta índole en México.
El hecho se ha presentado, aparte de Inglaterra, en diversos países como Canadá, Australia, Japón, Estados Unidos. En éste último país, l pasado 29 de mayo apareció un círculo en Washington, y más recientemente en España, donde según me informa mi amigo, el ufólogo Javier Sierra[2], el fenómeno se manifestó específicamente en la provincia de Zamora. Entonces, debido a esa proliferación, en muchas ocasiones yo me preguntaba: ¿Cuándo aparecerán en México?
Intentaba justificar la ausencia de estos círculos con el hecho de que el trigo se siembra poco (a diferencia de otros países) en México[3].
Sin embargo, la pasada mañana del martes 21 de septiembre, inicié el día con una noticia, en primera instancia, extraordinaria…
¡CIRCULOS MISTERIOSOS EN MÉXICO!
Esta información se desprendió de un noticiario de TV.
De cuerdo con lo observado en las imágenes, se pudo apreciar que eran 12 círculos perfectos.
Al ver esto en la televisión, me percaté de que no se trataba de círculos en campos de cosecha, sino, más bien, en el pasto; pero resaltaba cierta profundidad en el anillo de cada uno y, sea como fuere, era algo de interés ufológico.
BUSCANDO LOS ANILLOS
Así las cosas, ese mismo día, o más bien, esa misma mañana, me dirigí al Cerro de la Estrella para tratar de localizar esos «círculos misteriosos».
En el noticiario se había dado muy poca información sobre la ubicación de éstos, y el Cerro de la Estrella no es muy pequeño; así que encontrarlos no sería una tarea fácil; más esa es la labor del verdadero ufólogo, y debe aceptarse.
Al cabo de un par de horas, por fin llegue al campo donde se encontraban los aludidos 12 círculos.
Sinceramente, el corazón se me salía, pero no por la emoción, sino por las empinadas subidas y lo mucho que había tenido que caminar bajo la lluvia «“que más bien era aguacero, valga decirlo-, para dar finalmente con el aparente «misterio».
Así que, empapado y cansado, llegué al lugar y… ¡oh decepción!
CABALLOS
Realmente no tuve que investigar mucho, ni pasó demasiado tiempo para enterarme de lo que producía tales anillos misteriosos: ¡caballos!
¡Sí! ¡Caballos!
De acuerdo con lo que me dijeron todas las personas (absolutamente todas), los círculos eran producidos debido a que en ese claro dan vuelta a los caballos para «suertes» en las charrerías.
Poco tiempo después llegó al lugar un joven jinete, quien, muy amablemente, me explicó todas mis dudas en cuanto a la formación del «misterioso anillo».
Me dijo que, desde hacía aproximadamente seis años, ocupaban ese lugar para entrenar los caballos de Juan Alvarado, quien es dueño de un lienzo charro ubicado en Ermita Iztapalapa, llamado Los Pirules, y organiza espectáculos en los estados.
«Una de las suertes de la charrería «“dijo- es dar vueltas al caballo en círculo, y aquí se le entrena».
También me comentó que para que la tierra se hundiera 30 centímetros, que era lo que el círculo más profundo medía, era necesario ocupar ese mismo aro durante por lo menos dos años casi a diario.
Así que, de acuerdo con lo anterior, esos círculos de entrenamiento han estado desde hace mucho tiempo en ese claro, y sólo ese es su uso.
En total conté 12 círculos, y el más grande en su diámetro medía alrededor de 10 metros.
CONCLUSIÓN
Creo que el más decepcionado fui yo, pues creí por un momento, que realmente había algo poco común en el asunto; pero no fue así.
No sé si posteriormente otras personas hayan ido hasta donde se encontraban los círculos y descubrieran lo mismo que yo, pues fui el primer investigador en llegar al lugar.
La experiencia que este caso nos deja es muy significativa. Primeramente, que el misterio de los «círculos de trigo» no ha llegado a México, quizás por lo que antes mencioné del trigo; y en segundo lugar, que muchas veces el entusiasmo de los reporteros que no conocen la ufología, provoca que los que sí la conocemos y sabemos las «bromas» que nos juegan, caemos e investigamos casos simples y burdos que, cuando buscamos respuestas, ni trabajo nos dan.
No hubo más misterio, no hubo «círculos de trigo», no se realizó e sueño que muchos ufólogos mexicanos quisieran, pero, por lo menos, fue divertido… ¿O no?
[1] Este artículo apareció originalmente en García Óscar, ¿Círculos misteriosos en México?,Semanario de lo Insólito, No. 105, México, enero de 1994, pág. 4.[2] En ese entonces Oscarín aún no concluía su etapa de credulón, por lo que sus amigos no eran lo más apropiados. Nota de LRN.
[3] Intenten hacer un cropcircle en un sembradío de maíz. Hacerlo en un campo de trigo es algo sencillo pues los tallos son muy delgados, pero hacerlo en uno de maíz no es nada fácil. Nota e LRN.
En el blog de Kentaro Mori, Ceticismoaberto, podemos ver completo el programa inglés Eamonn Investigates: The Alien Autopsy, en donde vemos la confesión de sus autores. Me pregunto ¿qué dirán ahora tipos como Maussán? quien luego de las declaraciones de Santilli escribió:
«¿Qué oscuros intereses se encuentran detrás las declaraciones de Ray Santilli? ¿por qué cambió su versión de los hechos?
«Y quizá una de las más grandes contradicciones que hemos encontrado ahora en este cambio de versión de Santilli, es en la que precisamente no se ha mostrado la manera en que se hizo «“en todo caso- la simulación de la autopsia, es decir, no se ha demostrado contundentemente como es que se utilizó material de la época…»
A veces es difícil entender la «lógica» inversa de estos charlatanes. Pero ya que lo pide, ahí está la manera en que se hizo el fraude.