SEMIRAMIS
Semíramis, la antigua y semilegendaria reina asiria Sammu-rammat del siglo 9 a.C. es uno de los personajes más interesantes de la antigüedad. Existen diferentes versiones de su leyenda. Según el historiador griego Diodoro Sículo, Semíramis fue la hija de la diosa pez y paloma Derceto de Ascalon o Derketo de Askalon, de Siria, y un mortal. Otras versiones griegas la consideran como hija de Neptuno. Según otras leyendas, Semíramis fue hija de una sacerdotisa que la abandonó en el desierto para que pereciese. Otros más identifican esa sacerdotisa con la diosa Atagartis.
Según la primera versión Derketo (Attar) la abandonó al nacer y se suicidó ahogándose. Derketo fue una sacerdotisa del culto a las aves que en su desesperación se lanzó a un lago. Al morir se convirtió en una especie de sirena, se le elevó al rango de diosa de los peces y sus devotos se abstenían de comer estos animales y sólo los utilizaban en sus ritos y sacrificios. En el templo en que fungió como sacerdotisa se colocó la imagen de un pez de oro.
«Yo tenía», dice Luciano, «la imagen de Derceto en Fenicia. Era un espectáculo maravilloso. Una mitad es una mujer, pero la pieza que se extiende de los muslos a los pies termina con la cola de un pescado».
Atagartis era muy parecida a Derketo. Se suponía que había nacido de un huevo que los peces sagrados encontraron en el Eufrates y empujaron a tierra. Ambas están emparentadas con Afrodita que, según Hesiodo, nació de la espuma del mar y flotó en una concha:
Las olas primero la llevaron a Cythera el divino:
Entonces una ola circular vino a ella de Chipre,
y adelante emergió, una diosa,
con encantos de belleza tremenda.
Donde sus pies delicados habían presionado las arenas,
floreció verde la hierba.
Su nombre mortal y de diosa Afrodita,
la diosa nacida de la espuma;
y su nombre se conoce como Cytherea con la guirnalda floreciente,
porque ella tocó la costa florida de Cythera;
Y Chipre, porque en la orilla de Chipre ella se levantó,
en medio de la multiplicidad de ondas.
Los animales sagrados dedicados a Afrodita incluían al gorrión, el cisne y la paloma.
En Babilonia la diosa de los peces era Nina, una forma desarrollada de Damkina, esposa de Ea de Eridu. En la inscripción en la estatua de Nebo, se menciona a ese dios como el «hijo de Nudimmud» (Ea). Nina, posteriormente conocida como Ishtar, era la diosa que dio su nombre a Ninive, y es posible que Nebo fuese considerado como su hijo durante el período de Semíramis.
Como mencionamos, Semíramis fue abandonada en el desierto en donde fue alimentada por las palomas hasta que fue encontrada y criada por Simmas, el jefe de los pastores reales. De hecho, su nombre asirio Sammu-rammat, se cree que deriva de «Summat» (paloma), y significa «la diosa paloma la ama». En sumerio, Sammur-amat significa «regalo del mar». El elemento inicial «sammur» cuando es traducido al hebreo se convierte en «Shinar» (el nombre bíblico para la baja Mesopotamia), y es la palabra de la cual derivamos «Sumeria». Esta mujer tuvo un impacto tan duradero en la historia del mundo que llamamos con su nombre la tierra en la cual nació la civilización.
CULTO A LAS AVES
Para la tradición armenia, Semíramis fue una meretriz hija de la diosa pez Atargatis, conectada con las palomas de Ishtar o Astartë. La misma asociación con los peces y palomas se encuentra en Hierapolis (la Antigua Bambyce o Mabbog), el gran templo que, según una leyenda relatada por Luciano en su De dea Siria, fue fundado por Semíramis, donde su estatua la mostraba con una paloma de oro en su cabeza.
Algunos escritores conectan a Semíramis, en su personaje como diosa paloma, con la diosa madre Angitis de los Medos y los antiguos Persas, y miran como arbitraria su identificación con la diosa de los peces Derketo o Atargatis.
El culto a la paloma estaba muy generalizado en la antigüedad. En algunos de los himnos dedicados a Ishtar, la diosa dice: «como una paloma sola descanso». Ishtar parece haber tenido una forma de paloma. En la epopeya de Gilgamesh ella dice haber amado al «brillante pájaro Allalu« («la paloma de madera brillante-coloreada», según Sayce), y haberla herido luego rompiendo sus alas. En otro salmo la diosa se refiere a las palomas que hacen sus nidos en las paredes de sus templos:
Como una paloma en su casa, cuanto tiempo me perseguirán a mi casa, A mi santuario»¦ al lugar sagrado me persiguen»¦ Mi lugar de descanso, las paredes de ladrillo de mi ciudad Isin, destruyen mi arte; Mi santuario, capilla de mi templo Galmah, destruyen mi arte.
La paloma tenía más prominencia en las casas que en los templos de la religión oficial, y tenía una relación especial con las estaciones.
Según la leyenda, Semíramis era una mujer de impresionante belleza (se cree que ella inventó el maquillaje), inigualable talento político y gran destreza para la guerra. También conocida como Semíramide, Semíramida, o Shamíram en Arameico. Se han acumulado muchas leyendas alrededor de su personalidad. Varios historiadores como Diodoro Sículo, Justiniano y Ctesias de Cnidus se encargaron de reunir estas leyendas.
Su primer marido fue el gobernador de Niniveh, Menones u Onnes (Omnes), que también era uno de los principales generales del rey de Babilonia, Ninus o Ninyus. El historiador judío Flavio Josefo relaciona a Ninus con el rey cazador bíblico Nimrod.
Durante el asedio a la ciudad de Bactria. Semíramis acompañó a su esposo y se dice que lo instruyó en la forma en que esa ciudad debía ser tomada. Algunos dicen que Ninus quedó asombrado por su valor en la captura de Bactria por lo que forzó a Onnes a cometer suicidio colgándose, y se casó con ella. Otros afirman que fue cautivado por su belleza, y después de que su primer marido se suicidara, la tomó como consorte. Otros más indican que él la conoció en un mesón/burdel del que ella era encargada en la ciudad de Erech-. Semíramis era natural de Erech, que según lo evidenciado por su nombre parece haber sido construida por una familia Hamitica (se dice que la esposa de Ham descendía de Cain quien construyó Erech en honor de su hijo).
Todo parece indicar que Semíramis era una de las cortesanas de Nimrod. Por supuesto, no era bueno tener una ex-prostituta en el trono, así que desde aquella época se inventó la «política ficción». Se dijo que era una virgen salida del mar en la tierra de Nimrod, y por lo tanto una novia conveniente para el emperador. Posteriormente se convertiría en la más alta sacerdotisa de la religión babilónica y fue llamada la «reina del cielo».
Según la Biblia (Génesis 10:6-11; Jeremías 51:7; Miqueas 5:6), el padre de Nimrod había sido Cus, su abuelo, Cam, y su bisabuelo, Noé.
El historiador Will Durant lo identifica como el rey sirio Tiglath-Pileser I, quien tenía fama de gran cazador, matando a ciento veinte leones en combate cuerpo a cuerpo y ochocientos desde su carreta. En Génesis 10:8-9 se dice que Nimrod «llegó a ser el primer poderoso en la tierra. Fue vigoroso cazador delante de Jehová». Según el doctor David Livingstone, en hebreo también se le conoce como Marad, que significa «nos rebelaremos». Este es el bíblico constructor de Babel «en la tierra de Shinar» (en la baja Mesopotamia), Calah y Ninive
Semiramis tuvo un hijo de forma milagrosa. Afirmó haber sido embarazada por un rayo de Sol. Ninus se lo creyó. Lo llamaron Damu (del sumerio «dam», sangre), que en la lengua babilónica se convirtió en Dammuzi, en hebreo Tammuz, y en griego Adonis.
SEMIRAMIS TOMA EL PODER
La conmemoración de la subida al trono de Ninus se festejaba con cinco días de fiesta que comenzaban en lo que en nuestro actual calendario corresponde alrededor del 24-25 de diciembre. Durante estas festividades había banquetes en los que participaban los principales generales y sumos sacerdotes. En estas «bacanales» o «saturnalias» se consumía alcohol y drogas. Al término de las mismas se sacrificaba un cordero, de un año de edad, que simbolizaba el Año Viejo. El animal era desmembrado vivo y su carne era comida cruda, lo mismo que la sangre, en una última cena, en la que era presentado un cordero recién nacido que, simbolizando el Año Nuevo, sería guardado y cebado para las ceremonias del año próximo.
Semíramis tenía mucha influencia sobre el rey Ninus. Durante una de estas festividades persuadió a su consorte para que la proclamara su reina de Asiria por cinco días. Ninus accedió y la reina dirigió el ritual. Recordemos que ella ya tenía el control de los sacerdotes y la religión.
El primer día dio un gran banquete, y en el segundo metió a Ninus a la prisión, ordenando a sus carceleros que lo mantuvieran muy bien alimentado. Al final del quinto día, durante la cena, cuando llegó el momento de matar al carnero, el rey fue descuartizado por los sacerdotes enloquecidos por la droga y el alcohol. Su cuerpo y sangre fueron consumidos por los comensales, y él fue declarado dios del Sol (Er). Ninus resucitaría todos los días, cada mañana (hay un mito similar sobre la diosa Ishtar, en el que ella implora a los otros dioses para regresar el sol a la vida). Su hijo, Tammuz, debería subir al trono. Por supuesto, Semiramis asumió la regencia para su hijo que aún era niño, y gobernó como monarca absoluta por 32 años más.
Johan Boccaccio, en su De las mujeres illustres en romance dice:
De Semíramis, reyna de los assirios, la qual muerto su marido Nino, en lugar de su fijo se vistió como hombre y fizo y exerció muy ásperamente la arte militar y del campo. Y no solamente conservó el reyno de su marido, mas ahun fizo el adarbe de Babilonia y acrescentó su reyno fasta la India.
"¦Y como ésta fuesse muy moça y el fijo niño, pensando y arbitrando no ser cosa segura encommendar el govierno de tan grande y oriental imperio a edad tan tierna, fue de tan esforçado coraçón que osó emprender de regir con fuerças, industria, maña y ingenio aquellas naciones que su marido, hombre feroce y guerrero, havía con armas sojuzgado.
Ca ella, pensada una astucia mujeril y un grande engaño, la primera cosa que fizo [fue] que decibió las huestes de su marido ya muerto, y no maravilla ca era Semíramis en las aposturas y faciones de la cara muy semejante a su fijo. Ca ambos no tenían pelo alguno en el rostro y la voz femenil, por su edad, no era differenciada de la del infante; y en la statura del cuerpo, nada o un poquito mayorcita no era desemejante de la del fijo. Y ayudándole todo esto, porque ninguna cosa le contrastasse por adelante que pudiesse descubrir el engaño, púsose en la cabeça la real corona y con luengos vestidos cubrióse los braços y las piernas. E porque los assirios no tenían en costumbre aquella manera de vestir, porque la novidad del hábito no diesse causa de admiración a los moradores y c[o]marcanos, fizo que todo el pueblo se vistiesse de aquella manera. E assí fingiendo, la que fue mujer en tiempos p[a]ssados de Nino ser su fijo, y desfreçándose la muger como mochacho, con maravillosa diligencia alcançó la majestad real y guardó la disciplina militar.
SEMIRAMIS LA CONSTRUCTORA
Poco después de la muerte de Nimrod, varios de sus generales se levantaron en armas. Para defenderse Semíramis tuvo que construir un sistema de paredes, torres y puertas alrededor de Babilonia. De esa manera se convirtió en la primera en construir fortalezas. Para recordar lo anterior, diseño la forma actual de las coronas, que representan las torres y paredes de Babilonia.
El historiador y moralista romano Valerius Maximus en su De Factis Dictisque Memorabilibus Libri (vol. IX, p.3, ext.4), una colección de historias cortas que ilustran ejemplos de la buena y mala conducta a partir de las vidas de figuras importantes, nos cuenta esta parte de la leyenda. Dice que Semíramis estaba bañándose cuando fue interrumpida por las noticias de la rebelión. De inmediato salió del agua, lanzó el peine, se puso sus armas y salió para conducir a su ejército para calmar la rebelión, sin terminar de peinarse. De este hecho se hizo una estatua de cobre que la mostraba con una trenza en un lado y con los cabellos sueltos, del otro.
Ella tenía el control de algunos generales, pero toda la casta sacerdotal la apoyaba. Los sacerdotes azuzaron al populacho y pronto se logró controlar la revuelta. Los generales sublevados fueron pasados a cuchillo y enterrados bajo montículos de ladrillo.
Al paso del tiempo Semíramis logró tener el control absoluto y se declaró «Rhea», es decir, «Madre de los dioses», ya que Tammuz era el hijo y encarnación de Nimrod, el dios Sol, y puesto que sólo un dios puede engendrar a un dios, ella debía ser una diosa, y se instaló como «la reina del cielo» representada en la constelación Cassiopeia. Su antiguo título oficial era «Baalti», es decir, «esposa de Baal», puesto que Nimrod era Baal, es decir, «Señor» o «Amo». A Nimrod también lo llamaban Kronos. A éste los romanos llamaban Saturno, que era el hermano y esposo de Rhea. Pues bien, traducido al latín Baalti significa «Mea Domina» (mi señora). Traducido al italiano, el nombre del título es Madonna.
Los escritores clásicos identifican a Tammuz con Bacus, nombre que significa «Hijo lamentado». Este «Hijo lamentado» algunos lo asocian con la profecía de Génesis 3:15. La semejanza entre Tammuz y Cristo es evidente. De ambos se dice que su nacimiento fue milagroso. «Hijo lamentado», o «hijo de sufrimiento», son aplicados a ambos.
Aún más. La trinidad cristiana proviene de la trinidad babilónica Nimrod, Semiramis, Tammuz. Y la cruz viene de la primera letra del nombre de este «Hijo de sufrimiento» que fue Tammuz.
El «sufrimiento» se refería a todas las penas por las que tuvo que pasar Semíramis para que su hijo pudiera vivir. Desde el engaño a Nimrod respecto a su embarazo, hasta su protección para evitar que el muchacho fuera ofrendado en las siguientes fiestas de Año Nuevo. Para este propósito, ella instituyó una competencia deportiva anual a escala nacional, cuyo ganador tendría el «honor» de tomar el lugar de Tammuz y ascender en cielo para convertirse en un dios.
Sir James George Frazer ve en esta leyenda una reminiscencia de la costumbre de designar a un rey y una reina falsos que gobernaban por cinco días. Estos reyes falsos eran sacrificados al término del plazo
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Demasiado interesante, muchísimas gracias, pido permiso para compartirlo.