Culpó a un marciano y le bajaron la pena
Arrojó a un hombre a las vías de un subte en Barcelona, pero aseguró que lo hizo porque un marciano le había robado su identidad. Profesionales coinciden en que estaba enajenado.
02.10.2008
Un hombre, acusado de arrojar a otro al metro de Barcelona, consiguió que rebajaran su pena después de declarar que quien había cometido el crimen no era él sino un marciano que se apoderó de su identidad.
En un principio, la Fiscalía solicitó una condena de 20 años, pero los peritos de médicos psiquiatras y forenses sobre el trastorno mental del acusado cambiaron la decisión y terminaron por decretar 14. Si bien ambos profesionales aun no se ponen de acuerdo respecto a la salud mental de David F, los dos coinciden en que en ese momento padeció una enajenación mental, informa el portal español adn.
El relato bien podría pertenecer a un cuento de Ray Bradbury. En él, David F. contó al médico que lo atendió en la cárcel que el día del asesinato él estaba en la entrada del metro de Navas cuando un rayo de sol se reflejó sobre su reloj, miró al cielo y vio una nave extraterrestre de la que descendió un marciano con sus mismos rasgos físicos.
Según el acusado, apenas vio a los marcianos se dio cuenta de quiénes eran los que en los últimos días estaban cambiando la identidad de las personas, ya que, días antes del crimen «le habían cambiado a su hermano, que tenía un color diferente», por lo que llamó a los Mossos d´Esquadra para denunciarlo, explicó el médico.
Si bien la pena ya fue definida, los médicos todavía no se pusieron de acuerdo para decidir un diagnóstico determinado. Por su parte, los médicos forenses defienden la idea de que se trataría de una esquizofrenia paranoide, ya que David negó los hechos desde el principio con un discurso «razonable y persistente».
Sin embargo, los médicos psiquiatras de la cárcel aseguran que el joven actuó bajo los efectos de un brote psicótico. Teoría refutada por los forenses, por tratarse para ellos de un crimen que fue bien planificado: el procesado se cubrió el rostro para no ser identificado y se colocó muy bien para dar el empujón.
El fiscal, quien manifestó que «aquí no habla de marcianos, ni de San Pedro ni de extraterrestres», pidió que el acusado cumpla su pena en la unidad psiquiátrica de prisión porque si se le interna en un hospital, «al año el médico dice que está bien, y a la calle».