II «“ EL INCIDENTE DE FALKVILLE
La comunidad de Falkville, con una población de 1,200 habitantes, esta situada en el Estado de Alabama, al Norte, en el condado de Morgan, entre Decateur y Culliman, a 35,400 kilómetros (sic) al Suroeste del Arsenal de Redstone.
El 17 de octubre de 1973, a las 22 horas, una mujer asustada (el nombre fue suprimido en el reporte de la Policía de Falkville) telefoneó al comisario, diciendo que había aterrizado una nave espacial al Oeste de la ciudad, en un prado, propiedad de Bobby Summerford, de Falkville-Campagne.
El cabo de policía Jeffrey Greenhaw subió a su carro patrulla y se dirigió al lugar, inspeccionó en los alrededores, pero no vio nada. Después viró a la izquierda, de una carretera pasó a otra, y los faros de su automóvil se reflejaron sobre un ser humano que parecía metálico, que se encontraba en medio de la carretera. Greenhaw paró, salió del automóvil, saludó amigablemente a la extraña criatura… pero no obtuvo respuesta. El extraño caminaba hacia él.
Entonces, Greenhaw sacó un aparato Polaroid, y cuando el ser estaba aproximadamente a 50 pies (115 metros), después a 20 pies (6 metros), siempre caminando, sacó dos fotografías. Más la criatura continuó hasta 10 pies (3 metros) del automóvil y paró. Se apresuró a retirar los negativos del aparato (un minuto), que salieron bien. Mientras se daba prisa, la criatura se volteó y comenzó a alejarse. Entonces Greenhaw encendió la luz azul de su automóvil, y dirigió el faro móvil, y vio que el ser corría por la carretera hacia el Sur, en dirección a Lacon.
Entró al automóvil con la intención de detener al sujeto, excitado por la forma no humana de huir del personaje. En ese momento parece que comprendió que el extraño podía ser un mimbro de la tripulación del ovni reportado. En su reporte al ICUFON explica:
«… en mi excitación debo haber pisado brutalmente el acelerador de mi patrulla. El automóvil derrapó, viró en medio de la carretera y casi fui a parar a un hoyo. Retomé el control del automóvil y lo hice retroceder, lo controlé y guié para afuera del polvo de la grava de la carretera».
Con toda esta pérdida de tiempo, la criatura había desaparecido de vista. Greenhaw, con el faro móvil, recorrió toda la zona, dirigiendo el faro hacia los campos, el prado y el bosque, pero no vio nada. Por eso regresó a la estación de policía, en donde encontró el guardia de la noche, que tomaba su servicio; un poco más tarde llegó un amigo; pero ninguno de ellos podía dar crédito a la aventura, a pesar de las cuatro fotografías Polaroid que la probaban.
III «“ ANÃLISIS
Cuando se examina el comportamiento general táctico de los ingenios espaciales, se notan desde luego dos tipos diferentes:
Los ingenios, reaccionan inmediatamente a cualquier acción terrestre sobretodo eludiendo cualquier confrontación, deberían ser calificados como ocupados y pilotados por seres inteligentes. Mas ciertos tipos de ingenios reaccionan con algunos segundos o minutos de atraso, o cu comportamiento parece provocador, y deberían considerarse como ingenios de prueba teleguiados. El 3 de diciembre de 1967, en Ashland, Nebrasca, el comandante de un ingenio espacial mostró al patrullero de la policía del estado, Herbert Schrimer, como una sonda de reconocimiento teleguiada era lanzada y después traída a la base (caso examinado por la USAF y por el Comité Condon del Proyecto Colorado).
Desde el punto de vista de una operación militar que toma en consideración la hostilidad de los terrícolas, parece muy normal que las fuerzas espaciales produzcan un robot «de aspecto humano» para sus operaciones en el suelo. En este sentido, la criatura de Greenhaw, después de analizarla psicológica y cinéticamente, presenta una inteligencia tal vez más mecánica que viva (biológica).
La criatura: La criatura tenía unos 5 a 6 pies de altura (1.52 a 1.82 metros), era corpulenta, de una estructura corporal humana bien proporcionada. El cuerpo estaba dentro de un traje de una sola pieza, del género de traje espacial, con hojas metálicas brillantes, con largas manchas. La cabeza estaba cubierta con una capucha, con una antena corta en la punta. No era visible nada detrás de la visera en forma de corona, que daba vuelta a la nariz al nivel de los ojos, a pesar de que los falsees enfocaron la región de la cara (fotos 3 y 4). Un elemento de la cabeza lleva a pensar en un sistema de ojo eléctrico rotatorio por detrás del visor.
La forma de andar de la figura era rígida, silenciosa y el testigo no vio ni oyó ninguna voz durante el encuentro. Cuando Greenhaw comenzó a perseguir al humanoide, la fuga descrita en una carta del 17 de abril de 1974 decía:
«Corría de una forma bizarra, con movimientos balanceados de un lado a otro, los brazos abajo y pegados al cuerpo, parecía tener muelles en los pies para propulsarse, podía cubrir cerca de 10 pies (3 metros) en cada paso. Entré en la patrulla para perseguirlo (…) Iba más deprisa que cualquier otro humano que haya visto correr».
Análisis cinético: Comparando las cuatro fotografías de la criatura al caminar con lo observado por el cabo Greenhaw, nos salta a los ojos la misma postura rígida del cuerpo del sujeto. La posición delos miembros son casi idénticas y rígidas y, con relación al tronco, no presentan movimiento, la flexibilidad vulgar de un ser humano al andar, ni como nuestros astronautas al caminar fluctuante, debido a la menor gravedad de la Luna. La forma de andar, la actitud, es más desarreglada. Las piernas constantemente separadas, las rodillas ligeramente curvadas hacia el interior, el tronco un poco colgado, sugieren un equilibrio del cuerpo muy inestable, y que sería mantenido mecánicamente. Esto es observable especialmente durante su giro a la derecha, por las piernas que parecen paralizadas en la foto 4, que es un indicativo preciso del movimiento guiado mecánicamente.
Un análisis cinético de las fotografías corrobora, sin ninguna duda, la declaración del cabo de policía, el que califica los movimientos de la criatura de «andar rígido». Al caminar «con grandes saltos ligeros (…), más deprisa qu3e cualquier otro humano que haya visto», precisamente una velocidad que no podía conseguir un carro patrulla de la policía, sólo podía ser guiado por telecomando, que guiaba al robot de la misma forma como lo había dejado.
Análisis psicológico:
a) La criatura que camina en medio de la carretera de grava no reaccionó al primer golpe brusco y cegador del faro del auto patrulla, no se giró, como un humano hubiera hecho, continuó imperturbable su camino, en medio de la carretera, hasta el automóvil;
b) Durante esta caminata, a 50 pies y a 20 pies dos flashasos lo iluminaron de nuevo, y no provocaron ninguna reacción;
c) La criatura paró de forma desafiante a 2 pies (sic, en realidad a 10) del cabo, y otros dos flashes le iluminaron la cara, sin provocar el más pequeño movimiento de defensa o susto, de manos o de cabeza;
d) Circunstancia notable: cuando Greenhaw acabó de tomar las fotografías y se precipitó para manipular el aparato dentro y fuera del vehículo, el telecomando consideró la situación en su propia perspectiva, sintió peligro, e hizo regresar al robot;
e) Las fotografías del lugar, tomadas a la luz del día, presentan a los lados izquierdo y derecho de la carretera de grava árboles densos y matorrales. Si se piensa que un ser inteligente (humano o criatura espacial) pudiera tener una confrontación desafiante con un agente de policía armado, nadie huiría corriendo media milla bajo la luz de los faros, cuando tenía la oportunidad de esconderse, detrás de los matorrales.
Análisis fototécnico: Las copias negativas de las cuatro fotografías Polaroid de nuestros archivos no muestran que los positivos y los negativos hayan sido «sazonados» (sic) antes o después de efectuarse un contratipo:
a) La superficie de gris esta repartida de manera uniforme en el negativo;
b) El negativo en color, que sigue en el archivo, así como las fotografías del lugar sacadas a la luz del día coinciden en general con las fotografías tomadas en la noche, así como con el relato del cabo Greenhaw;
c) Los reflejos del brillo crecen gradualmente con la claridad de la luz (50, 20, 10 pies) así como la descripción de la criatura que el señor Greenhaw hizo a ICUFON son una verificación honesta del incidente.
Del empleo de un revolver: «Cuando estaba enfrente de la criatura, en ese momento quise huir; pero estaba nervioso y tenía miedo de moverme. No tuve tiempo de pensar en el arma, porque el sujeto metálico no manifestó ningún rasgo de hostilidad. Pues bien, creo que pensé en eso, pero tuve miedo de lo que pudiera suceder si tomaba el revolver. En este momento yo estaba nuevamente sereno, deje que las cosas ocurrieran, y después tomé otras dos fotografías».
IV «“ ESTALLA EL TERROR: DE FUERA …
Que las «autoridades de seguridad no identificadas» (sic) del gobierno usen de intrigas y abusen de la intimidación para con los individuos que producen pruebas irrefutables, contrarias a la política gubernamental en materia ovni, no es novedad y es muy conocido.
Durante el año de 1949, el comandante R. B. McLaughlin, oficial de la Marina diplomado en Anápolis, dirigió una prueba de misiles teleguiados en el terreno militar experimental de White Sands (Nuevo México). La fuerza de intervención galáctica (ovni) neutralizó esta experiencia. El comandante McLaughlin y su equipo científico, después de estudiar seriamente esta actividad extraña, envió concienzudamente un reporte voluminoso y confidencial al Programa de Mísiles Guiados del Almirantazgo. El almirante de la flota, irritado, reaccionó así al reporte científico:
«¿Es que está borracho?»
Algunas semanas después el comandante McLaughlin fue transferido, como sanción, a un destroyer Bristol (cf. Cap. Edward J. Ruppelt, The Report on Unidentified Flying Objects, pp. 70-72).
Otro ejemplo: el comandante (Ret.) Colman S. von Keviczky, M.M.S.E. (Maestro en Ciencia Militar e Ingeniería), cuando estaba empleado en la Secretaría de las Naciones Unidas, presentó un análisis militar de la actividad ovni al secretario general U Thant, en febrero de 1966 y propuso el control general de la ONU sobre el asunto. El Gobierno federal de los Estados Unidos (administración Johnson) exigió su expulsión de inmediato después de dos años de servicio, y lo inscribió arbitraria e ilegalmente en la lista de los «security risk» notorios. El control internacional propuesto por U Thant fue cortocircuitado y sustituido por el estudio de la Universidad de Colorado.
La dimisión forzada del cabo de policía Jeffrey Greenhaw fue más normal, ya que, contra la política pública del Gobierno sobre los ovnis, produjo pruebas contrarias, con un cuidado muy especial, para las agencias telegráficas y la prensa, y también porque la criatura de la serie de fotografías no podía ser… identificada como de origen terrestre, y si, nos referimos a una táctica militar, podrían considerarse como un puesto de avanzada de una fuerza de intervención galáctica operando en el perímetro exterior del Arsenal de Redstone.
La actividad terrorista incalificable, dirigida contra el cabo Greenhaw para privado de su puesto y forzarlo a dimitir es única:
Hecho 1.- El 19 de octubre de 1973, lavado de cerebro preparado por un equipo anónimo, incluyendo burlas e intrigas, cartas anónimas, llamadas telefónicas a la casa a su mujer, acusándolo de ser un idiota, un mentiroso, un caso patológico, etc.;
Hecho 2.- El 21 de octubre, tres días después, una verdadera amenaza contra su vida le forzó a abrir los ojos ante esta situación: el motor de su automóvil explotó;
Hecho 3.- El 21 de octubre, los resultados de las llamadas telefónicas ininterrumpidas hicieron que su vida familiar se destruyera: la mujer dejó el domicilio y levantó una demanda de divorcio el 29 de octubre;
Hecho 4.- El 9 de noviembre, la casa rodante en la que vivía ardió y fue completamente destruida, ciertamente con el fin de reducir a nada sus fotografías y documentos;
Hecho 5.- El 11 de noviembre, como un último aviso, una amenaza de muerte fue colocada en el parabrisas de su automóvil. Es notable verificar que durante todo este periodo el presidente de la Cámara y todos los miembros del Concejo Municipal enmudecieron (¿o fueron educidos al silencio?), que nadie levantó la voz para defender a u cabo de policía, para parar con esta serie de amenazas. Su mismo superior, el sheriff del condado de Morgan, estuvo contra él;
Hecho 6.- El 15 de noviembre, el Concejo Municipal lo forzó a dimitir. En un comunicado de prensa, el Concejo negaba que «su dimisión tuviera que ver con la serie de incidentes en que Greenhaw estaba implicado, incluido las fotografías que obtuvo de la criatura».
Otra vez el Gobierno y los grupos científicos oficiales, otra vez las naciones de todo el mundo, a pesar de los millares de testigos oculares, a pesar de las heridas y accidentes que suceden, las muertes que se registran de personal civil y militar, no quieren admitir el hecho de una operación de fuerzas extraterrestres sobre la Tierra, el ICUFON y el DUIST e. V proponen la simple pregunta que sigue:
¿Quién es responsable de perseguir, de haber destruido la carrera y la vida familiar de un joven cabo de policía lleno de alegría, muy conocido por su conciencia profesional y el cuidado que tomaba en la seguridad de los habitantes de la comunidad?
Continuará…