Bola de furia convierte la noche en fuego
Los observadores se aterraron cuando los remanentes del meteorito dejaron un rastro flamígero hacia la tierra
Christian Cotroneo
Cynthia Crowther acababa de encender un cigarrillo fuera de su hogar en Newmarket cuando el cielo se incendió repentinamente.
«Oh mi dios, pienso que vi la caída de un avión», le dijo a su marido, mientras corría al interior.
Una bola de luz blanca volaba en las alturas, escupiendo chispas.
Ella llamó a la policía, al gobierno, a las autoridades del aeropuerto.
Viendo a su esposa tan frenética, Russell Crowther imaginaba lo peor.
«Pensé que era una cabeza nuclear», recuerda. «Sólo estaba escudriñando, esperando que nos evaporara».
Casi al mismo tiempo que Newmarket parecía programado para la demolición divina, Scott Sweeney conducía a casa de casa de sus padres, sobre Wisconsin de la Interestatal 94. Se dirigía hacia Milwaukee en una carretera de cuatro carriles flanqueada por campos y árboles cuando, «algo atrajo mi atención»¦ iba hacia abajo».
De hecho, la bola de fuego blanco verdosa estaba en un curso tan dramático de colisión que, desde su posición ventajosa, el técnico IT de 35 años imaginaban dos escenarios: una poderosa bala de cañón en el lago Michigan. O Milwaukee sufríría un golpe celestial.
«Honestamente esperé para ver algo subir de la tierra».
Pero lo que realmente cayó del cielo la noche del domingo, visible a los observadores de aquí a Milwaukee entre las 8 P.M. y 8:30 P.M., probablemente aterrizó como una roca no más grande que un puño, pesando alrededor de un kilogramo.
«Todo lo que he oído sugiere que fue un bólido – un meteorito que se incendia a través de nuestra atmósfera», explica a Paul Delaney, una profesor de física y astronomía de la Universidad de York. «Probablemente cayó en alguna parte. Pero nadie sabe dónde».
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