Los ovnis como síntoma del estrés moderno

¿Son los ovnis sólo un síntoma de las tensiones de la vida del siglo 21?

Por Stephanie Dearing.

Cuando se trata de ovnis y extraterrestres, hay dos principales grupos de creyentes: los que creen que los extraterrestres visitan la Tierra de manera rutinaria, y los que buscan activamente la evidencia de vida extraterrestre.

Al último grupo, representado por organizaciones como el SETI Institute, les encantaría encontrar formas de vida de otros mundos, pero están decepcionados de que sus 50 años de búsqueda de vida en el universo sin encontrar nada.

No hay escasez de noticias sobre el primer grupo de creyentes. Historias de mutilaciones de animales presuntamente atribuidas a los extraterrestres, mientras que los avistamientos de ovnis aparecen en las noticias de manera regular.

Es la obsesión del último grupo, con reivindicaciones de avistamientos de ovnis, así como de secuestros, que exige una explicación, sobre todo porque la creencia en extraterrestres es ahora ampliamente aceptada.

El Dr. David Halperin, profesor emérito de Estudios Religiosos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill fue una vez lo que se describe como investigador ovni adolescentes que creció para convertirse en un erudito, autor y novelista. Como erudito, el doctor Halperin escribió cinco libros sobre misticismo y mesianismo judío, así como unos 20 artículos sobre el mismo tema. El doctor Halperin ha estado examinando sus propias creencias de la infancia en los extraterrestres, una introspección que ha dado lugar a su primera novela, Journal of a UFO Investigator, disponible en 2011.

«No sé si hay extraterrestres o no. Mi conjetura es que hay vida inteligente en alguna parte ahí fuera. Pero no tiene sentido que los ovnis sean naves espaciales que nos visitan, las distancias entre nosotros y la estrella más cercana posible es demasiado grande. Los ovnis son sobre nosotros, nuestros anhelos y nuestros terrores. Y por eso son tan importantes», dijo el doctor Halperin en un correo electrónico. Sugirió que existe una relación entre la creencia en la ascensión al cielo, y la creencia en extraterrestres, algo que comparten algunas sectas religiosas.

El doctor Halperin podría tener algo, porque los que creen en las visitas extraterrestres a la Tierra también citan el miedo como una emoción que nubla la verdad. Una promoción para un libro sobre abducciones extraterrestres, llamado Awakening dice

«Hasta ahora, el fenómeno de abducción extraterrestre se ha presentado de una manera sombría, opresiva, amenazante, y llena de miedo. Como todos «saben», los secuestrados son víctimas y los asesores les ayudan a afrontarlo.

Pero ¿y si su no fuera así en absoluto? ¿Qué pasa si solo es nuestro temor el que nos hace ver de esta manera? ¿Y si el miedo nos impide ver la verdad? ¿Y si las «abducciones» extraterrestres no son acerca de experimentación y exploración, sino del despertar espiritual y el contacto galáctico?

Al preguntársele cuándo se inició la creencia en extraterrestres, el doctor Halperin señaló un incidente que se produjo en las montañas Cascade, en los EU en 1947, cuando un piloto privado vio 9 «discos plateados» volando sobre las montañas, diciendo: «Los ovnis comenzaron -como un sistema de creencias, la gente siempre había visto cosas extrañas en el cielo- en 1947, menos de dos años después del final de la Segunda Guerra Mundial. Mi conjetura es que el inicio de la creencia tiene algo que ver con la aparición de las armas nucleares, la constatación de que El Final de la humanidad era una posibilidad real. Jung dijo algo por el estilo en los años 1950, en su libro Platillos voladores. Un mito moderno de las cosas que se ven en los cielos».

Uno de los mayores temores que tienen los seres humanos es el del fin del mundo. La mayoría de la población mundial se adhiere a una religión, muchas predicen un final catastrófico para el mundo. Con el apoyo de la conducta humana cotidiana, como los conflictos armados, la degradación del medio ambiente, el despotismo político y la incertidumbre económica, la idea del apocalipsis siempre ha tenido una fuerte influencia en las creencias.

Los temores sobre posibles apocalipsis destacan el miedo general que tenemos sobre nuestra desaparición definitiva. Esto, dijo el doctor Halperin, es fundamental en la comprensión de nuestra creencia en los extraterrestres. «Considere lo siguiente: mi muerte es una parte íntima de mí mismo. Nació conmigo, creció conmigo, está conmigo todos los días de mi vida, es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Sin embargo, es también la cosa más extraña que posiblemente pueda concebir -la cosa por la que dejo de ser yo, dejar de ser y convertirme en nada. ¿Qué mejor manera de expresarlo que con un mito de los extraterrestres entre nosotros?»

El doctor Halperin atribuyó su propia creencia juvenil en los extraterrestres a lenta decadencia física de su madre y finalmente su muerte por enfermedad cardíaca, una declinación que todos conocían, pero algo que su familia no discutía abiertamente. Sabiendo que algo andaba mal, Halperin estaba buscando una respuesta, pero no sabía cuál era la pregunta en ese momento.

Evaluando es diario estrés de los seres humanos, es fácil entender por qué la gente le gusta creer en unas especies benignas de extraterrestres que llegan a la Tierra para prestar asistencia, o deslumbrarnos con juegos de luces. Pero muchos relatos de la interacción humano-alienígena involucran un miedo, incertidumbre, falta de control e incluso dolor. Esto, dice el doctor Halperin, es un reflejo de la condición humana. «Dios nos da un sentido de orden, de seguridad, que las cosas están siendo atendidas. Los ovnis expresan nuestro sentido terco de que hay algo extraño y siniestro entre nosotros que no puede ser arrancado de raíz».

Hay una descripción comúnmente aceptada de cómo se ven los extraterrestres. El doctor Halperin piensa que la caricatura arquetípica de los extraterrestres «… fue fijada por la pintura en la portada del best-seller de Whitley Strieber Comunión, que salió a principios de 1987 y creó la imagen del extraterrestre», del que destaca también la mirada extraña, increíble. Estos surgen una y otra vez en los recuerdos de los secuestrados ovni. También surgen, extrañamente a menudo, en la antigua documentación judía que describe ascensiones celestes, que nos hablan de cómo en la travesía han de encontrarse con seres con enormes y aterradores, ojos «abiertos». Creo que hay algo aquí que es fundamental para la psicología humana, que se cultiva una y otra vez en diferentes tierras y siglos diferentes. Y ese «algo», junto con la influencia directa de cosas como Comunión, está detrás de las semejanzas».

Los extraterrestres es casi seguro que existen, en función del tamaño del universo. Pero, ¿son lo suficientemente avanzados para crear naves para viajar por el espacio? Y si es así, ¿nos visitan con regularidad, realizan experimentos, enseñando a nuestros niños especiales, y tomando muestras de animales? Si están de visita, ¿por qué hacen caso omiso de los científicos de SETI, que tratan de hacer contacto?

En última instancia, cuando se trata de extraterrestres que vienen a la Tierra, no hay ninguna prueba científica dura. Como el Dr. Paul Davies dijo recientemente, en la promoción de su libro, Eerie Silence, los extraterrestres «probablemente ni siquiera saben que estamos aquí».

http://www.digitaljournal.com/article/290706

Las mentiras de Billy Meier

Las mentiras de Billy Meier

Nos escribe (es un decir) un magufo que se identifica sólo con el nombre de Luis. Parece que leyó nuestra serie sobre el farsante de Billy Meier, y no le gustó. Ponemos que «es un decir», pues Luis sólo escribe 5 palabras y luego nos copia un artículo que estuvo circulando en Internet hace algunos meses.

En su momento, cuando fue publicado el dichoso artículo, pensé en dar una aclaración aquí, en Marcianitos, pero fue pasando el tiempo, se me acumularon otras notas y nuca escribí sobre el asunto.

Ahora, con el «comentario» de Luis, no pienso dejar pasar más el tiempo y expondré, otro de los engaños de Billy Meier y sus seguidores.

Luis, que nos da su mail como luis@uncojon.com (realmente lo siento por ti, mira que faltarte uno y además ser un analfabeta funcional; pobre de ti). Comienza su comentario con:

un poco de tu medicina:

Y ahí termina. Eso es todo lo que su mente, su incultura o su analfabetismo le permitieron escribir. Luego nos copia el artículo

«National Geographic» confirma las afirmaciones de Billy Meier

El siguiente artículo de la revista «NEXUS NEW TIMES» (Edición Julio-Agosto 2002) nos llego vía fax desde Norteamérica

Por fin se ha aportado la prueba que ratifica la afirmación de Eduard (Billy) Meier de haberse contactado en los años setenta con los extraterrestres procedentes de las Pléyades.

En la edición de Enero del 2002 de la revista National Geographic se imprimió una interesante confirmación de la autenticidad de las ratificaciones de Meier. En aquella edición encontré una anotación (newsbrief) que confirma que el monte Everest no es la montaña más alta del mundo, exactamente tal como lo afirmó Meier en los años setenta (según la conversación del contacto No. 31 del 17 de Julio, 1975; nota del traductor).

Meier afirma en sus escritos que los pleyadianos le dijeron que el monte Chimborazo en Ecuador es 2150 metros más alto que el monte Everest, puesto que la tierra no es totalmente redonda, sino que es más abollada en el medio; por eso es que la medida desde el nivel del mar no es suficientemente exacta como para medir la altura de una montaña.

National Geographic afirmó que los científicos habían determinado que la tierra se abolla en su mitad debido a la rotación terrestre. Por ello, el monte Chimborazo es 2200 metros más alto que el monte Everest cuando se mide desde el centro del planeta. La noticia dice que, medido desde el centro de la tierra, el monte Chimborazo tiene 6384450 metros de altura y el Everest tiene 6382250 metros.

Supongo que cualquiera estaría de acuerdo conmigo, que sería una hazaña extraordinaria que un pobre campesino suizo sin alta educación escolar escoja precisamente esta montaña y la declare la más alta del mundo, más alta que el Everest, y se acerque a su altura hasta los 50 metros – medido desde el centro de la tierra – y por cierto, años antes de que los científicos descubrieran este hecho.

En el año 1997 escribí «Star Wisdom», un libro sobre los esenciales mensajes espirituales de los pleyadianos (basándome en los escritos de Billy Meier sobre los contactos con Semjase) en el cual yo había mencionado la afirmación sobre el Chimborazo.

ChimborazoEverest La nota fue escrita por Gene Andrade, un fiel seguidor de Meier. Está redactada como si el National Geographic hubiera publicado algo como «Confirmamos las afirmaciones de Meier». En realidad lo que la revista publicó fue una pequeña nota (newsbrief) con un dato curioso: considerando que la Tierra está «achatada» en los polos y que el Ecuador está más elevado, entonces el Monte Chimborazo es más alto que el Everest.

De hecho los seguidores de Meier cometen un error de traducción. Dicen que la Tierra está abollada en el Ecuador (en lugar de decir que esa zona es más elevada). Si fuera así, si estuviera abollada en el Ecuador, entonces el Chimborazo sería mucho más pequeño que el Everest. Pero no podíamos esperar que los seguidores de Meier tuvieran la inteligencia suficiente para entender eso.

Luego, Gene Andrade afirma que Meier conoció este dato muchos años antes de que los científicos lo descubrieran. Mentira.

El dato, que podría servir de pregunta para juegos de mesa como el Maratón, ya era conocido mucho antes de que Meier lo mencionara. Fue publicado en revistas como Scientifc American y divulgado por autores como Isaac Asimov.

Pero incluso por mucho tiempo se consideró que el Chimborazo era la montaña más alta del planeta. Fue hasta 1852 que se descubrió el pico XV, actualmente conocido como Monte Everest. Luego entonces, los extraterrestres de Meier sólo habían reciclado un dato ya muy viejo.

Se pueden hacer otros trucos con las alturas de las montañas. Todo depende de la definición o la forma en que se mida su altura. Si se considera la altura desde el nivel del mar, el Everest es el más alto. Desde el centro de la Tierra, el Chimborazo se lleva las palmas. Pero si las medimos desde su base, entonces el Mauno Koa, de Hawai es el más alto.

Este volcán tiene 4,201.38 metros sobre el nivel del mar, pero se levanta sobre un fondo en el mar, que tiene 5,488.40 metros bajo el nivel del mar. Desde su base hasta su cima mide más de 9,500 metros. La cumbre del Monte Everest está a 8,839 metros sobre el nivel del mar, pero se eleva sólo 5,181 metros a partir de una meseta que a su vez tiene 3,650 metros de altura en números redondos.

Pero como el Everest ha crecido 30 centímetros en el último siglo, si continúa con esa tendencia en un futuro sería más alto que el Chimborazo o el Mauno Koa (sin importar la forma en que se midan).

En fin, me parece completamente estúpido que unos extraterrestres que vienen de lugares tan alejados como las Pléyades sólo vengan a decir superficialidades como definir cuál es la montaña más alta del mundo.

Pero parece que con eso se conforman los magufos seguidores de Meier.

El misterio de las centellas (161)

El misterio de las centellas (161)

Verano de 1992 en Dallas, Texas. Íbamos a casa durante una terrible tormenta en la noche. Nos detuvimos en una señal de alto al lado de un parque. Un rayo golpeó un poste de luz en el parque, a unos 100 metros de nosotros. Hubo una fuerte explosión y chispas, todas las luces de la calle se apagaron.

A continuación, una centella flotando justo en el poste de luz de la calle donde había golpeado el rayo. Era de 3-4 pies de ancho, muy luminosa y blanco azulada. No hacía ruido. Flotó lentamente hacia arriba durante unos 10 segundos, entonces se desinfló haciendo un ruido como una bengala y dejando una bola de humo reticulado. Muy bonito y surrealista.

Julie Moseley

Austin, TX USA

Machu Picchu falsa pareidolia

MachuPichu1 La revista magufa «Más allá», editada en España, publicó una fotografía del conjunto arqueológico de Machu Picchu. La fotografía, rotada 90 grados, parecía un perfecto rostro humano.

No sabemos si fueron tan ilusos de creerse este engaño o si ellos mismos lo forjaron. De cualquier manera MachuPichu2 mostraban el cobre: o eran unos completos crédulos que se tragan todo, o sacaban provecho de sus lectores haciéndolos caer en el engaño.

En realidad la fotografía había sido manipulada digitalmente para que pareciera un rostro humano.

Hay una tenue nube que fue usada para recortar lo que sería la nariz de la montaña.

En el original se ve que esta protuberancia es mucho más alta.

La boca también fue modificada. En fin, uno más de los engaños a los que nos tienen MachuPichu3acostumbrados este tipo de revistas.