Misteriosos amigo-enemigos: Houdini y Conan Doyle
«Masters of Mystery» de Christopher Sandford, explora la rara amistad que se formó entre dos tipos muy diferentes de genios: el mago Harry Houdini y el creador de Sherlock Holmes Arthur Conan Doyle.
Por Adam Woog
Especial para The Seattle Times
Christopher Sandford ha escrito una serie de biografías de músicos de rock, y divide su tiempo entre Seattle y Londres. Un resultado de esta confluencia es la notable página de agradecimientos que da inicio a su último libro. Voy a apostar dinero que ningún otra sección «gracias a…», en la historia ha incluido a Keith Richards, Kidd Valley Burgers, Charlie Watts y el Old Renton Book Exchange
Por no hablar de Roman Polanski y la Universidad de Puget Sound.
El tema aquí – extraños compañeros de cama – da paso muy bien al tema del libro en cuestión: Sandford absorbe e investiga prodigiosamente «Masters of Mystery: The Strange Friendship of Arthur Conan Doyle and Harry Houdini» (Palgrave Macmillan, 304 pp, $ 27).
De hecho, el término «extraños compañeros de cama» podría haber sido inventado para estos dos. Houdini, el ilusionista y artista de escapismo, y Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, eran amigos-enemigos mucho antes de que la frase fuese acuñada.
De alguna manera, los dos fueron similares. Ambos fueron brillantes, de fama mundial y maestros de sus respectivas carreras. Ambos tuvieron padres ausentes, adoraban a su esposa y tenían una estrecha relación con sus madres.
Por otro lado, hubo algunas diferencias profundas. Uno de ellos fue un escéptico, agresivo, matón, de origen húngaro y judío-americano. El otro era un hombre alto, modesto, medio loco y asombrosamente ingenuo, inglés con modales perfectos. Y a pesar de que compartían una fascinación por lo paranormal, la brecha entre sus creencias no podría haber sido más amplia.
En resumen, los dos hombres eran dudosas almas gemelas materiales, que sin embargo, mantuvieron una relación por décadas que fue por momentos respetuosa y amable, burlona y hostil. En su mayoría, sobre lo paranormal. Houdini desesperadamente quería creer. En especial anhelaba ponerse en contacto con su difunta madre, amada.
Al mismo tiempo, como un ilusionista con experiencia, que conocía todos los trucos que utilizaban los falsos psíquicos. Houdini así pasó gran parte de su carrera desacreditando las sesiones de espiritismo, viajando por el mundo y revelando vigorosamente la forma en que se falsificaban.
En contraste con esta actitud de amor/odio estaba Conan Doyle, cuya actitud hacia lo paranormal era estrictamente de amor y no de odio. El interés de Conan Doyle en lo paranormal fue de toda la vida, pero se intensificó después de la muerte de su hermano y su hijo mayor en la Primera Guerra Mundial. Su falta de escepticismo lo convenció de toda teoría descabellada, desde fotos falsas de «hadas» a psíquicos descaradamente falsos, era real. Esto a pesar de haber creado un detective cuya frialdad racional de cerebro y de ojo infalible le hizo la máxima máquina lógica.
El libro de Sandford se aproxima a sus sujetos de manera pausada, relatando su vida en secciones alternativas hasta que se encuentran, luego de 100 páginas. A partir de ahí relata su relación cordial/mordaz, llevada a cabo principalmente a través de la correspondencia, sus apretadas agendas les permitieron reunirse sólo en raras ocasiones. Sandford cuenta su historia en una prosa clara y sin pretensiones, y su actitud es siempre imparcial.
Una objeción: Aunque en la bibliografía es citado otro de los libros de Ruth Brandon, su excelente libro sobre Houdini no lo es.
Houdini y las historias de Conan Doyle es la vida, juntos y por separado, se han contado antes, pero «Masters of Mystery» es una buena adición a la gran plataforma de trabajos ya existentes acerca de estos hombres notables.
http://seattletimes.nwsource.com/html/books/2016839694_br25houdini.html