IMPACTO AMBIENTAL
Al rescate del birich k»™éek»™en[1]
Juan José Morales
Decir que el cerdo se encuentra amenazado de extinción, se antoja absurdo y ridículo, sobre todo a la vista de las granjas porcícolas tecnificadas que han hecho de la península «”y de Yucatán en particular»” una de las principales zonas productoras de carne de puerco en México. Pero hay una raza de ese animal que efectivamente se halla en peligro de desaparecer: el llamado cerdo pelón, Sus scrofa en la clasificación científica, birich k»™éek»™en en lengua maya. Es el cerdo rústico de traspatio, de color gris o negro, que durante siglos los campesinos mayas, e incluso los habitantes de las zonas urbanas, han acostumbrado criar en patios y huertos familiares.
Introducido por los conquistadores españoles, el cerdo pelón «”que recibe ese nombre por su escasa pelambre»” se aclimató muy bien en el área maya, se convirtió en un elemento básico de la dieta y la economía familiar, e incluso pasó a formar parte de ciertas manifestaciones culturales, como el baile de la cabeza de cochino que se realiza en las fiestas populares de los pueblos.
Pero en los últimos tiempos, dice el investigador yucateco Ãngel Carmelo Sierra Vásquez, las poblaciones de este animal han disminuido marcadamente debido al desplazamiento de la porcicultura doméstica por la de tipo industrial y a la cruza de los animales de traspatio con razas de más alto rendimiento realizada sin ningún estudio previo ni bajo una adecuada dirección técnica, y sin tomar en cuenta las cualidades del cerdo pelón.
Así, mientras en 1910 el 95% de los cerdos criados en Yucatán eran pelones de raza pura, se calcula que actualmente la gran mayoría de los llamados cerdos criollos «”los que se crían en instalaciones domésticas»” presentan diversos grados de cruzamiento y solamente el 0.3% son de raza pura. Por ello al cerdo pelón puede considerársele en peligro de extinción. Así lo señalan tanto los científicos mexicanos como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la FAO.
Ante esta situación, se ha iniciado un programa de rescate y conservación para evitar que desaparezca. Entre las acciones propuestas o en marcha, pueden mencionarse estudios para conocer mejor las características de esta raza, conservación de ejemplares, formación de un banco de células sexuales y de tejidos con miras a su ulterior uso en programas de mejoramiento genético, perfeccionamiento de los métodos de cría y alimentación, y búsqueda de alternativas de aprovechamiento de la carne y los subproductos, para darle mayor valor agregado y hacer económicamente más atractiva su cría.
Entre las ventajas que tiene el cerdo pelón, destacan su resistencia a las altas temperaturas imperantes en la región y a la insolación, muy superior a la de los cerdos llamados finos criados en las granjas. Puede mantenerse en instalaciones rústicas y es resistente a muchas enfermedades y parásitos que aquejan a los animales de las grandes instalaciones porcícolas. Además, por la forma en que se le cría contamina muy poco el medio ambiente con sus excrementos. Su alimentación a base de tubérculos, plantas forrajeras y desperdicios de alimentos del hogar, facilita su cría como animal de traspatio en condiciones caseras y representa para los campesinos una buena posibilidad de mejorar su dieta y obtener ingresos económicos de relativa cuantía cuando sacrifican o venden uno, cosa que por lo general hacen tres veces al año. De hecho, puede ser un elemento fundamental en la economía familiar.
Desde el punto de vista científico, conservar al Sus scrofa es muy importante ya que constituye una fuente de diversidad genética para cruzamientos con otras razas de cerdo a las cuales se transmitirían, por ejemplo, su resistencia al calor y a los parásitos.
En fin, nuestro birich k»™éek»™en, nuestro cerdo pelón, es un animal que merece ser protegido y conservado, no por romanticismo, sino por sólidas razones económicas, pues constituye un valioso recurso natural.
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Viernes 5 de abril de 2013.