ESCRUTINIO
La guerra como solución a la crisis económica[1]
Juan José Morales
Mientras la economía china crece vertiginosamente, y algunos países del Tercer Mundo logran avances sustanciales en ese terreno, Estados Unidos y la Unión Europea atraviesan una grave y profunda crisis, con recesión, estancamiento, desempleo galopante y otros problemas.
Por eso es muy probable que pronto estalle otra de las llamadas guerras limitadas. Es decir, dirigida contra un solo país, militarmente poco o nada poderoso y que no represente mayor riesgo para el ejército norteamericano, al estilo de las guerras contra Irak, Afganistán y Libia.
Desde luego, habrá quienes se pregunten qué relación puede haber entre la mala situación económica de Estados Unidos y una guerra. Pero es que, según señala el economista norteamericano Paul Farrell, una acción militar de mayor o menor envergadura es la solución a que habitualmente ha recurrido el gobierno norteamericano para salir de apuros cada vez que se enfrenta a una crisis económica.
De la Gran Depresión «”la profunda crisis iniciada en 1929″”, recuerda Farrell, pudo salir Estados Unidos gracias a su participación en la Segunda Guerra Mundial, que reactivó la actividad industrial y el transporte y generó millones de empleos en la fabricación de armas, municiones, vehículos y demás abastecimientos para las fuerzas armadas. Luego, la guerra de Corea sirvió para los mismos propósitos. Y no mucho después, vino la larga guerra de Vietnam, que igualmente fue una bendición para los empresarios norteamericanos. Luego, la Guerra del Golfo, y más adelante las de Irak y Afganistán, que todavía no concluyen a más de una década de iniciadas y en las cuales se invierten miles y miles de millones de dólares.
«La guerra es un negocio», dice en inglés esta caricatura tomada de Internet. Y, ciertamente, no sólo hay muchos que se enriquecen con ella sino que funciona como motor de la economía norteamericana, que de tiempo en tiempo necesita una para salir de sus problemas.
Aparte, hay que considerar las numerosas incursiones militares de menor magnitud realizadas por las tropas norteamericanas durante los años recientes en diversos países, como «”para citar sólo naciones latinoamericanas»” Granada, Haití, la República Dominicana y Panamá, y las mil bases norteamericanas dispersas por todo el mundo, cuyo mantenimiento demanda cuantiosos pedidos, no sólo de armas y municiones, sino también de un sinfín de otros productos.
Para tener una idea de lo que representa la guerra en la economía norteamericana, dice Farrell, basta señalar que a la par que el presupuesto militar de Estados Unidos se duplicó, pasando de 260 000 millones de dólares en 2000 a 550 000 millones el año pasado, el producto interno bruto del país aumentó en 50% de 10 billones a 15 billones de dólares. (Dicho sea de paso, se estima que acabar con el hambre en el mundo costaría 200 mil millones de dólares.)
Todas esas guerras e invasiones, por lo demás, han sido financiadas no tanto por Estados Unidos sino por el resto del mundo, por aquellos países que adquieren los bonos del Tesoro norteamericano que permiten al gobierno de Washington endeudarse cada vez más, y utilizan los dólares que no cesa de imprimir el gobierno. La deuda del gobierno de Washington aumentó prácticamente en igual proporción que el presupuesto militar, pasando de 5 billones (millones de millones) de dólares en 2000 a 15 billones en 2012.
Pero, como decíamos al principio, la situación no es muy halagüeña e incluso este año hubo que reducir ligeramente el presupuesto militar debido a la retirada parcial de tropas de Irak y Afganistán. Por ello, a juicio de Farrell, una guerra parece inminente. Sólo falta saber dónde. ¿Acaso en Irán, al que se acusa «”como en su momento a Irak»” de estar fabricando armas de destrucción en masa? ¿O en Corea del Norte, a la cual se presenta como una amenaza nuclear? ¿O quizá en Siria, donde no se ha podido derrocar al régimen y los rebeldes apoyados por Estados Unidos están empantanados desde hace dos años en una guerra civil?
Comentarios: kixpachoch@yahoo.com.mx
[1] Publicado en los diarios Por Esto! de Yucatán y Quintana Roo. Miércoles 29 de mayo de 2013