Requieren exorcistas en Malta después de un «repunte en las prácticas de culto al diablo»
Jueves, 9 de enero 2014
La Iglesia Católica está entrenando más sacerdotes para ser capaces de llevar a cabo exorcismos – incluyendo, aparentemente, Malta, «donde un aumento en las prácticas de culto al diablo ha causado preocupación entre los católicos» – en un intento de hacer frente a un crecimiento en la adoración ocultista internacional, informan los medios de comunicación.
Según The Daily Beast, los programas de capacitación para formar a los sacerdotes que buscan llevar a cabo exorcismos se han puesto en marcha en Italia, España y Malta.
Fr Vincenzo Taraborelli, un sacerdote de 76 años de edad, con sede en Roma, que ha estado llevando a cabo exorcismos en los últimos 50 años y que ha formado a cientos de sacerdotes para llevar a cabo el rito, es uno de los sacerdotes que participan en los nuevos programas de formación puestos en marcha en Italia.
Sus servicios son de gran demanda – realiza hasta 100 exorcismos en algunas semanas – a pesar de que admite que la necesidad de un exorcismo es realmente muy rara.
Sin embargo, la Iglesia Católica también está tratando de abordar el control de calidad y poner fin a lo que el P. Taraborelli describe como la práctica «peligrosa» del exorcismo por los principiantes sin formación.
Quizás la percepción más popular de lo que hacen los exorcistas se basa en la película de terror de 1973 El exorcista, pero los exorcistas reales a menudo hacen hincapié en que el rito no es tan sensacional como la gente puede creer.
P. Taraborelli explica que la Iglesia es muy clara en el rito, señalando que la persona que solicita el exorcismo debe ser vista por los profesionales médicos para asegurar que lo que se percibe como la posesión demoníaca no es una enfermedad mental – que puede presentar síntomas similares.
Los exorcistas deben a su vez ir a la confesión o de otra manera limpiar su propia alma antes de que oficien el rito, vistiendo una estola púrpura sobre una túnica sencilla.
La persona poseída se arrodilla ante el sacerdote, que rocía agua bendita sobre sí mismo, el penitente y cualquier transeúnte que puedan estar presentes. Sigue una cadena de oración, antes de los intentos exorcista para sacar al demonio con una oración especial.
El proceso puede repetirse tan a menudo como sea necesario. En caso de que funcione, explica el P. Taraborelli, se insta a la persona recién liberada a pasar mucho tiempo en oración seria, que compara con el consumo de vitaminas después de deshacerse de un mal proceso gripal.