Avi Loeb abraza la civilización prehistórica perdida como posible explicación de los ovnis
22 de noviembre de 2023
Jason Colavito
En un post de blog esta semana, el astrónomo de Harvard y cazador de extraterrestres Avi Loeb completó su metamorfosis, alcanzando la forma final de los ufólogos de la cultura pop: Ahora está metido en misterios antiguos y secretos de civilizaciones perdidas de la prehistoria. Loeb anunció que los ovnis pueden ser una reliquia tecnológica de una civilización prehistórica perdida destruida por una catástrofe geológica, con sólo sus naves espaciales en órbita para marcar su paso:
¿Es posible que el devastador calentamiento global fuera causado hace 252 millones de años por la contaminación industrial de una civilización tecnológica? Esto habría requerido que la primera inteligencia surgiera sólo un 6% antes en los 4.540 millones de años de historia de la Tierra.
Cualquier infraestructura tecnológica que quedara en la superficie de la Tierra de esa primera civilización podría haber sido demolida por la actividad geológica, incluida la subducción, cubierta por el agua o empañada por los impactos de meteoritos y la meteorización.
Sin embargo, las reliquias funcionales podrían haberse conservado en el espacio. En el último siglo de tecnología moderna, nuestra civilización ha lanzado muchos miles de dispositivos funcionales en órbita alrededor de la Tierra. Una civilización tecnológica más avanzada o longeva podría haber utilizado dispositivos más sofisticados. ¿Hay reliquias tecnológicas desconocidas en nuestro cielo?
Creo que Loeb disfrutó demasiado su tiempo en Ancient Aliens. Incluso escribe como la narración de la serie. Por supuesto, Loeb se basa en un paper científico de 2019 que especulaba sobre algo similar -la llamada “hipótesis silúrica”-, pero aquí Loeb parece estar proponiendo realmente que una civilización perdida de este tipo podría proporcionar la explicación que necesita para las muchas razones por las que todas sus especulaciones anteriores sobre ovnis han fracasado. Ahora que se ha demostrado que sus microesferas “interestelares” proceden probablemente de este sistema solar, o incluso de este planeta, y no de otras galaxias, está retocando sus afirmaciones para preservar el misterio sin admitir el error. Y como todos los especuladores basados en la fe, concluye con un mensaje milenarista, sugiriendo que “la información recuperada a través del gobierno” “elevará” a la humanidad.
Pero los científicos detrás de la hipótesis silúrica reconocieron que quedarían algunos rastros de una civilización global de alta tecnología, mientras que Loeb sigue a Graham Hancock al imaginar que alguna gran catástrofe -una versión casi científica del Diluvio Universal de Noé- limpiaría la Tierra y haría todo prístino y nuevo. El argumento no funcionó para la Atlántida y no funcionará para una raza desaparecida de tecnólogos prehumanos, a menos que Loeb adopte las afirmaciones “OOPART” de los creacionistas, desacreditadas desde hace tiempo.
Al final, Loeb se está acercando al sospechosamente similar Shaver Mystery, en el que el paranoico conspiranoico Richard Shaver propuso que una civilización prehistórica no humana perdida que había desaparecido bajo la Tierra había enviado naves espaciales a la órbita, y que el gobierno estaba ocultando la verdad al respecto. De alguna manera, seguimos volviendo a la misma ciencia ficción de la Edad de Oro, no importa por qué camino tropiecen los ufólogos.