No confíes en tus ojos. Especialmente si eres escéptico.
31 de julio de 2007
Kentaro Mori
Haga clic en la imagen para ver el original en su esplendor de 12 megapíxeles y más de 2 Mb de tamaño. Como bien indica el nombre del archivo, se trata de una imagen “photoshopeada”, editada digitalmente, en la que se ha borrado la columna de soporte. Es decir, el disco es muy real, simplemente no vuela. La imagen es especialmente interesante porque, a primera vista, parece completamente digital. O al menos esa es la impresión que tuve cuando lo vi. El disco parecía algo pequeño, o artificial, o en todo caso, cualquier cosa menos un disco real de tamaño considerable en ese escenario. Pero, repito, el disco es real y debe medir varios metros, aunque no sé exactamente qué será: no es un tanque de agua y estoy pensando entre una torre de luz o de sonido.
Años de exposición a películas CGI pueden haber creado una noción falsa de lo que es real y lo que no lo es, incluso para el escéptico. Pero confiar sólo en tus ojos y en un “sentimiento” de lo que es real o falso no es una actitud escéptica en absoluto, incluso si es para profesar tu incredulidad en algo.
Otro ejemplo de cómo nuestro “sentimiento”, nuestra intuición, incluso “escéptica”, puede verse defectuosa son las imágenes tomadas con lentes en movimiento. Simplemente porque tienen diferentes partes con diferentes enfoques y porque estamos acostumbrados a ver este tipo de efectos en fotografías de objetos pequeños, tenemos la impresión de que incluso las escenas grandes son sólo miniaturas. Lo fascinante es que este efecto se puede aplicar incluso a una imagen común, de forma digital. También se verá como una miniatura, así de simple.
No confíes en tus ojos, especialmente si eres escéptico.
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