Un testigo pone en duda que el legendario avistamiento canadiense de ovnis fuera un engaño
30 de noviembre de 2023
Por Tim Binnall
La afirmación de que un legendario caso canadiense de ovnis fue en realidad un engaño involuntario ha sido puesta en duda por un testigo del extraño avistamiento. Conocido como el “Incidente Duncan”, el intrigante suceso tuvo lugar en el Hospital del Distrito de Cowichan el día de Año Nuevo de 1970, cuando una enfermera observó un disco brillante flotando frente a la ventana de un paciente. El caso suscitó un renovado interés a principios de este mes, cuando la Real Casa de la Moneda de Canadá anunció su inclusión en su serie de monedas “Fenómenos inexplicables” y, a su vez, un lugareño llamado Dan Hughes se presentó con la afirmación de que el “ovni” no era más que un artilugio creado por sus amigos.
El proverbial denunciante afirmó que la “nave” no era más que una bolsa de la tintorería colocada sobre una cruz de madera con velas que proporcionaban el aire caliente para hacerla surcar el cielo. Según Hughes, sus amigos vivían al lado del hospital y vieron el ovni en una fiesta de Nochevieja la noche del legendario avistamiento. Insistiendo en que el caso de identidad alienígena equivocada no era de naturaleza maliciosa, indicó que se vio obligado a revelar lo que él afirma que es la verdadera historia tras el incidente después de oír la noticia de la emisión de la moneda. Dado que sus amigos y la enfermera habían fallecido, Hughes consideró que tenía el deber de aclarar las cosas.
Aunque su relato parece ofrecer una explicación sencilla del fantástico suceso ocurrido aquella noche de 1970, en un giro sorprendente de la historia, la paciente que se encontraba en la habitación del hospital aquella noche supuestamente se ha presentado para poner en duda la afirmación de Hughes. La testigo Joan Hieta recuerda que estaba en la cama cuando de repente oyó a la enfermera “gritar” a sus compañeros que vinieran a ver algo fuera del hospital. Curiosa por saber qué estaba causando el alboroto, se unió al grupo para observar una aparente nave que “se acercaba lentamente a la ventana hasta que estuvo a sólo unos metros de distancia”. Al recordar la experiencia, Hieta señaló que observó “paneles con instrumentos y luces en ellos y también dos figuras negras, aunque no eran tan claras”.
Al tener una visión tan increíblemente cercana del objeto, se mostró escéptica ante la afirmación de Hughes de que el ovni era un artilugio construido por sus amigos. “Puede que fuera una broma, pero creo que habría hecho falta toda una proeza para fabricarlo”, reflexionó Hieta. “No me explico cómo alguien podría crear algo que pareciera tan real”. También señaló que todos los presentes en aquel momento creían que el ovni era realmente de otro mundo y “nos sacudió a todos”. Con su versión de los hechos en marcado contraste con lo que Hughes ha planteado como explicación, parece que el caso del “Incidente Duncan” sigue siendo un misterio de la tradición ovni canadiense.
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