El misterio de las centellas (979)
Sábado, 21 de agosto 2010, aproximadamente a las 9:30 p. m., yo estaba sentado en la terraza mirando al cielo. Desde detrás de un árbol grande vino una bola de fuego brillante con una cola (del tamaño de un balón de fútbol), moviéndose a través del cielo – no muy alto – a una velocidad moderada – más bien lenta, en realidad. Viajó de norte a sur, por una larga distancia y luego desapareció. Fue absolutamente facsinante.
Kathleen Keaton
Wykoff, MN USA