Ahora que hablé del príncipe (rey o san) Mongo de Zambodia me acordé de otro personaje excéntrico. En efecto, Mongo no es el único contactado (ufólogo o extraterrestre) estrafalario. Hace algunos años, allá por 1978, conocimos a un brujo vudú y contactado mexicano llamado Luis A. Espinoza Morales. Si, ya sé que de por sí resulta extraño encontrar a un contactado (abducido, ufólogo o brujo), resulta más extraordinario poder hablar con un brujo que además es contactado y practica los rituales vudú. Pero estamos en México, el país que maravilló al padre del surrealismo André Bretón.
Luis Espinoza, o «Güicho Espinoza» para los cuates, era el principal discípulo del gran Francisco Siete Rayos, o «Pancho 7 Rayos» para los carnales.
¿Pero cómo? ¿Qué no sabe usted quien es el gran Panchito 7 Rayos? Bueno. Por ahí deberíamos comenzar.
Resulta que Panchito es el «Zambia Palo Monte», o «Ser Todopoderoso Sobrenatural», el máximo grado del sacerdocio de los seguidores de «La Religión Pura del Vudú», como nos explicó Güicho. Paco Siete Rayos, dicho de otra forma, es el Dios extraterrestre que enseñó la religión vudú a los africanos.
El Siete Rayos, haciendo honor a su nombre, viajaba «como de rayo» desde su planeta de origen hasta la Tierra. Güicho decía que todos los días llegaba a su consulta a visitarlo desde lejanas galaxias. Pero no venía solo. Otros extraterrestres le acompañaban.
«Viajan desintegrados en sus moléculas» explicaba Espinoza.
Pero Luis Espinoza no era el único contacto de Frank Seven Rays. En México había otros dos «colegas» y en América Latina un número no determinado inferior a 20. Desafortunadamente los demás continentes no tenían la suerte de tener contacto con Frank. Ni siquiera Ãfrica que fue el primer lugar que visitó en este planeta.
El Zambia Palo Monte le explicó al Güicho que en todo el universo sólo había 20 planetas con vida: «Solamente existen 20 puntos en donde hay conciencia de ser», le dictó el gran Zambia.
Si usted piensa que entre esos 20, además de la Tierra, esta Zambodia, el planeta de Mongo, se equivoca. Paco Siete Rayos le explicó a Güicho que los «nombres de los planetas o sistemas solares donde existe vida en estas dimensiones son»:
(Aclaremos, antes de pasar a la lista, que eso de los «nombres de los planetas o sistemas solares» fue error de «dedo» o confusión atribuible a Panchito, pues ni Güicho ni el que esto escribe somos capaces de confundir planetas con sistemas solares. Además, Panchito es el único que no está presente y fácilmente le podemos echar la culpa).
Ahora sí, la lista, «en orden de inteligencia», como dijo Paco:
Alepeh
Venceno
Saldadion
Crepto
Mensa
Irisp
Coat o Arriet
Gino
Saraz
Delton
Ñaoa
Flagelos
Tierra
Gectus
Zoniero
Phila
P
Hazán
Weellincnnz
Arc C
Que algunos nombres nos parezcan con alguna reminiscencia matemática o química (como Arc Cos, Aleph, o Benceno), es pura coincidencia, pues Güicho se encargó de decirme que era Venceno «con V chiquita». Tampoco tiene nada que ver que Arriet sea Tierra escrito al revés. Ni hay relación entre Ñaoa con alguna canción de Juan Gabriel.
Claro, Pancho Siete Rayos vive en el sistema solar, perdón, en el planeta de mayor orden de inteligencia: Alepeh. Precisamente de este planeta proceden los platos voladores, pero Güicho no me supo explicar para qué necesitaban de platos si podían viajar mediante «desintegración molecular».
Güicho dice que él y los seguidores de Pancho son los únicos y auténticos brujos vudú. Todos los demás: «los que hacen limpias con huevos de guajolote; los que preparan amuletos y brebajes para atrapar al ser amado; y sobre todo, aquellos que hacen negocio con los poderes que les dio Dios, no son mas que falsarios que deberían estar en la cárcel».
Todo iba bien y hasta creo que pude llegar a conocer los más oscuros secretos de la religión vudú, pero metí la pata cuando le pregunté sobre el letrero que tenía detrás del escritorio en el que se leía: «Toda consulta causa honorarios». A pesar de ser tocayos me sacó a empujones. Tuve que salir casi «desintegrándome molecularmente».
El príncipe Mongo, alias Robert Hodges regresó de Zambodia para descubrir que su patio delantero era «un desastre total».
«Acabo de descubrir que los grupos de sanidad de Memphis, ante la solicitud de los vecinos, limpiaron mi patio».
La escena ocurrió el 12 de noviembre de 1976. Más de una docena de trabajadores sacaron tres camiones llenos de basura, incluido un viejo ataúd, tinas y hasta un par de retretes. Fue la primera vez que conocí la historia del príncipe de Zambodia.
Robert Hodges nació en 1662 en el planeta Zambodia, de un sistema solar a unos 9 años luz de la Tierra. Mongo dijo que fue enviado a la Tierra con la misión de salvar a cientos de miles de personas cuando llegue el fin del mundo. Actualmente se encuentra trabajando para evitar el contagio de la gripe aviar.
«Cuando choqué con la tierra, me fragmente y me desperdigué por todo el mundo. Desde entonces estoy en el proceso de ensamblarme».
Su primera identidad en la tierra fue como jefe indio de los Pies negros en las Dakotas. Desde entonces, él ha tenido 33 esposas, todas han muerto. «No pueden durar lo que yo», explica.
A pesar de haber nacido en 1662 dice tener 333 años. El número 3 es su preferido porque tiene algún significado especial en Zambodia; algo que no ha explicado.
Príncipe Mongo no es alto, mide unos 1.65 metros, y tiene una panza prominente. Su cabello «hace cosas divertidas todo el tiempo. Algunas mañanas, soy rubio. Otras, soy un arbusto. Y otras más, es negro profundo. Hay gran energía en mi pelo; ayuda a protegerme contra los demonios que intentan atraparme».
Sus padres de la tierra se llamaban Roebuck y Minnie. Se sabe que tiene un hermano millonario. De hecho el príncipe Mongo también es millonario. Posee una casa de $2 millones en Fort Lauderdale, en el fraccionamiento exclusivo Las Olas Boulevard, así como su hogar en Memphis. También tiene una casa en Virginia Beach. Acostumbra esquiar en Vail y su casa de Florida tiene un muelle privado de madera conectado al canal Intracostal en donde amarra su yate.
En Memphis, llegó a poseer varios nightclubs, incluyendo Planeta del príncipe Mongo, una discoteca gigante de 30,000 pies cuadrados, y otro llamado el Castillo, que estaba en una mansión de piedra centenaria que parecía como si hubiera pertenecido a Nosferatu.
Sin embargo Mongo no usa zapatos, incluso cuando esquía en Vail. El príncipe de Zambodia duerme en una pequeña estera, y usa viejas camisetas y shorts. «No necesito el dinero», dice. «Vivo de las estrellas la tierra y la energía del sol».
Existen diversas versiones en torno al origen de la fortuna de Mongo. Unos dicen que compró un seguro contra la pérdida de sus facultades mentales. Luego fingió estar loco y la compañía de seguros le tuvo que pagar varios millones, con el único inconveniente para Mongo que debe continuar pareciendo loco, o por lo menos, excéntrico. Otros afirman que su hermano millonario es quien le proporciona el dinero, pero tal vez lo más simple es pensar que Hodges heredó su fortuna de Roebuck y Minnie.
Si no se conoce con toda seguridad el origen, por otra parte sí se sabe que Mongo ha tenido buena mano en los negocios. A mediados de los setenta tenía una pizzería llamada «Prince Mongo»™s». Luego abrió un bar en la calle Beale y lo llamó Planeta del príncipe Mongo. El establecimiento cambió dos veces de nombre, primero a Planeta del rey Mongo (esto fue cuando murió su padre, el rey de Zambodia, y el príncipe fue promovido de puesto); y luego a Planeta de San Mongo, cuando Hodges comenzó a pregonar su santidad.
Bueno, así es como Mongo cuenta la historia, pero la realidad es que le retiraron la licencia de cerveza por vender alcohol a menores de edad. Mongo, hábilmente, cambió los papales para que uno de sus empleados apareciera como dueño del local. Luego abrió otro local en un edificio llamado Ashler Hall, adyacente a un área residencial. En 1992 fue acusado por las muertes de dos adolescentes que murieron en un accidente automovilístico después de que les sirviera cerveza en el Castillo.
No sé que ocurrió en el caso de la muerte de los adolescentes, pero lo que sí se es que fue encarcelado por descargar basura en el patio de uno de sus enemigos.
En la vecindad de Midtown, en donde él vivía, el patio delantero estaba constantemente lleno por completo de chatarra. Para Mongo se trataba de obras de arte, pero la razón principal era hacer enojar a sus vecinos. En su pórche de entrada, por ejemplo, había seis árboles de Navidad rodeando la puerta. «Mi Navidad no comienza como todos. La Navidad cambia para mí dependiendo de la luna y de las líneas de energía. Este año, es en febrero».
Durante años luchó con sus vecinos de Midtown hasta que finalmente anunció que mudaría sus «reliquias sagradas» hacia el centro de la ciudad. En septiembre del 2002 recibió nuevas demandas de los vecinos La Shelby County General Sessions Court le ordenó quitar los objetos de su patio delantero incluyendo escusados, muebles de patio, cabezas de maniquí y sombrillas de playa.
Principe Mongo se negó a acatar la orden y apareció para su audiencia en la Corte del Ambiente usando una capa verde, una peluca gris, anteojos de soldador y un pollo de goma. Fue enviado a la cárcel por diez días y se lo multó por casi $14,000. Dos años más tarde aceptó la culpa y pagó una multa de $500.
Hodges ha competido por la alcaldía del condado innumerables veces; siempre ha perdido, aunque en 1986 quedó en tercer lugar (de tres candidatos). Dice que ha ido a varias universidades -incluyendo la universidad de Virginia, Tulane, Columbia, y William and Mary- y que tiene un doctorado, aunque nunca ha explicado en qué es su doctorado.
Algo que se conoce muy poco de Mongo es su altruismo. Siempre trata de ayudar a los desposeídos, o a la gente de la calle, como él prefiere llamarlos.
Mongo dice que es a ellos, entre otros, a quienes salvará en el final de los tiempos. Cuando llegue ese día, «tomaré a la gente que voy a salvar para regresar a Zambodia.»
Tratemos de analizar los datos que tenemos disponibles hasta el momento para dar un juicio en este caso. En realidad hay muchos puntos oscuros que nos remiten a un probable fraude, independientemente de los análisis computarizados que dieron resultados negativos, pero que von Keviczky no acepta.
En primer lugar esta el hecho de que Jeffrey Greenshaw no estaba en servicio aquella noche del 17 de octubre de 1973. La llamada fue recibida en su casa (¿?) por una vecina a la que no quiere identificar (para evitarle molestias con los curiosos). Sin embargo, sí da el nombre del dueño del prado en donde, supuestamente, aterrizó el OVNI: Bobby Summerford. Esta actitud incongruente tendría fácil explicación si pensamos que en realidad no existió ninguna llamada telefónica, y por lo tanto tampoco existió ninguna vecina. Además, lo lógico es que la señora se hubiera comunicado a la oficina de la policía (en donde había un guardia) y no a la casa de Greenshaw.
Otro punto sospechoso es la curiosa coincidencia de que la policía llevara una cámara Polaroid. Según von Keviczky, la utilizaba para fotografiar las infracciones cometidas en el sitio. Pero el mismo Jeffrey dice que «como había oído hablar de los OVNIs, llevaba conmigo un aparato Polaroid», es decir, iba con todas las intenciones de fotografiar una nave o un extraterrestre, ¿por qué estaba seguro de que lo iba a lograr?
La actitud de Greenshaw al ver el humanoide es otro interrogante. Normalmente los patrulleros se acercan al sospechoso, pero este policía se paró a más de 15 metros de distancia y desde ahí interrogó al ser. ¿Por qué le preguntó si era extranjero? Lo más lógico hubiera sido que preguntara quién era, su nombre, la razón de que se encontrara en ese sitio a esa hora, etc., pero no si era extranjero.
Greenshaw habla de un minuto, tiempo que utilizó para retirar los negativos. Si consideramos que ese fue el mismo tiempo que utilizó el humanoide para trasladarse de 15 a 3 metros de distancia, eso nos da 12 metros por minuto (0.72 Km/h): una velocidad sumamente lenta. Lo anterior contrasta con su declaración de que el ser «corría de una forma bizarra»¦ parecía tener muelles en los pies para propulsarse, podía cubrir cerca de tres metros en cada paso»¦ iba más deprisa que cualquier otro humano que haya visto correr». Hay que hacer notar que esta última declaración la hizo exactamente 6 meses después de su avistamiento (17 de abril de 1974), en una carta dirigida a von Keviczky. Originalmente no mencionó esa velocidad de vértigo. ¿Qué fue lo que provocó que hiciera esta declaración? Algunos investigadores se preguntaron ¿por qué había dejado escapar a un ser que se desplazaba tan lentamente? Él tenía una patrulla y fácilmente le hubiera dado alcance. Para pasar por alto esta crítica Greenshaw primero descalifica su patrulla: «en mi excitación debo haber pisado brutalmente el acelerador «¦ y fui a parar a un hoyo»: pero esto no es suficiente ya que a esa distancia, aún habiendo perdido algunos segundos en esa maniobra, podía alcanzar fácilmente a la criatura; por eso es necesario que diga que el humanoide corría a una velocidad increíble. Por otra parte, el mismo análisis del ICUFON indica que la anatomía del humanoide «sugiere un equilibrio del cuerpo muy inestable», es decir, que un movimiento a tal velocidad sería prácticamente imposible.
En sus primeras declaraciones el policía dijo que creyó que el ser estaba relacionado con el «platillo volador» en el momento en que se dio cuenta de la extraña forma en que estaba vestido, justo antes de tomar su cámara. Fue precisamente esa la razón que lo indujo a tomar las fotografías. En su reporte a ICUFON (6 meses después) dice que comprendió que el sujeto podía ser miembro de la tripulación del OVNI cuando lo vio huir. Ambas declaraciones son inconsistentes entre sí.
Existe un detalle curioso en la serie de fotografías, señalado en el análisis de von Keviczky: en todas ellas el ser mantiene la misma postura, la posición de sus miembros no presenta movimiento y las piernas aparecen constantemente separadas. Tal pareciera que el ser no está en movimiento o caminando. Hasta se podría suponer que fue el fotógrafo quien se movió mientras que el humanoide permanecía estático, como maniquí o como modelo para ser fotografiado. A esa misma conclusión llegó Charles Bowen cuando escribió que el ser volteaba «gentilmente su cara hacia la cámara».
ERRORES Y MÃS ERRORES
En todo este asunto se han cometido diversos errores en ambos bandos. El primero que habría que señalar es el de Antonio Ribera, quien dijo que se trataba de «la única fotografía «¦ de un ser del espacio». Como vemos en este sitio, ésta no es una fotografía de «un ser del espacio» y mucho menos es «la única».
Von Keviczky menciona que Falkville es una población de 200, pero luego dice que es de 1,200 habitantes. ¿Cuál es el dato correcto? También dice que la criatura se paró a 2 pies del policía («Análisis psicológico» inciso C). Afirma que Falkville «es una pequeña comunidad en donde toda la gente se conoce» (en un lugar con 200 habitantes sería posible, pero en uno con 1,200 es un poco más difícil) y que por lo tanto no se mantiene una simulación perpetrada por Greenshaw. En realidad ese argumento no tiene ningún sustento; Greenshaw, o cualquier otro, podría haber hecho la simulación en un lugar en donde todo mundo se conoce o en otro en donde todos son desconocidos. Por otra parte, en cuanto al segundo argumento de von Keviczky («Si fuera una simulación perpetrada por un tercero tampoco se sostiene, pues implicaría muchas más personas incluidas en el golpe») tampoco es válido porque en nada afectaría al caso que estuvieran más personas involucradas.
En cuanto a la negativa de ICUFON de que Marion Web analizara de nueva cuenta las fotos originales sólo indican el miedo de sus miembros de que se demostrara que esas fotos son falsas. Cuando von Keviczky pide que se demuestre que las cartas del Arsenal son falsas, está utilizando la vieja táctica de los ufólogos de desviar la carga de la prueba y con ello la atención. En ese punto nadie está dudando de la veracidad de esas cartas; eso no es lo que está en discusión. Y el pedir que Webb presente un acta notarial del cómplice de Greenshaw implicaría, de poder hacerlo, que ya no sería necesario analizar las fotos.
Un ejemplo más de esa misma táctica lo vemos en el punto 6 de la réplica de von Keviczky a los análisis del GSW. Según von Keviczky, Spaulding da esos datos (altura del ser entre 5 pies 6 pulgadas y 6 pies, a unos 12 metros de la cámara) «para echar abajo la estimación de Greenshaw». Sin embargo la estimación del propio von Keviczky fue de 5 a 5 pies a 10 pies de distancia. Luego entonces ¿en dónde está la contradicción?
En el inciso «a» del punto 6 se sugiere que «las fotos 1 y 2 fueron recortadas de una imagen negativa mayor». Si esto es cierto, entonces el sujeto estaría más allá de donde lo ubicó originalmente Greenshaw, y ahí sí habría una contradicción, pero esta sería en contra del relato del policía y no contra el análisis del GSW.
Cuando el director del ICUFON, en el inciso «b» señala la vieja ecuación para determinar el tamaño real de los objetos que aparecen en una fotografía, tratando de enmendarle la plana a Spaulding, también está cometiendo un error. Si el director del GSW hubiera analizado por métodos convencionales (sin ayuda de la computadora) las fotografías de Greenshaw, la llamada de atención del multicitado von Keviczky tendrían razón de ser (y habría que tomar en cuenta todo lo de las lentes astigmáticas). Sin embargo el análisis se hace digitalmente, por lo que la «distorsión» de los bordes de los píxeles (y no de la imagen, como escribe mañosamente el ICUFON) no proviene del astigmatismo del objetivo, sino del propio píxel.
No obstante no todo son errores de parte del ICUFON, también hay aciertos y encontramos errores de la otra parte. Durante mucho tiempo Spaulding dijo que sus análisis eran válidos si se hacían con el negativo original o con copias de primera, o cuando mucho de segunda generación. Pues bien, los análisis se hicieron sobre copias de una revista. Este es un punto a favor de von Keviczky.
EL FINAL
Llegados a este punto éstas serían nuestras reflexiones finales.
En primer lugar, el origen de la oleada del 73 de los Estados Unidos fue la serie de pruebas atmosféricas a gran altitud que realizó la Fuerza Aérea de la Base Aérea de Elgin. Los primeros reportes, simples luces y fenómenos aéreos, se deben a estas pruebas. Posteriormente se generó una psicosis avivada por la prensa, que llevaría a la generación de reportes más sofisticados, como la presencia de humanoides. Los comentarios del ICUFON en cuanto a que esas pruebas no explican la persecución de taxis, camiones agrícolas, la aparición de vacas muertas o la de seres humanoides, nuevamente caen dentro de las tácticas de desviación ufológicas.
El cabo Greenshaw no era el ciudadano ejemplar que nos quisieron presentar los ufólogos. Posteriormente se sabría que tenía una personalidad desequilibrada: era un mentiroso redomado, con problemas pendientes con la justicia. Esa fue la razón y no otra (mucho menos la relacionada con los OVNIs) de que fuera despedido de su puesto. Ni siquiera su propio jefe, el sheriff del condado de Morgan, John C. MacBride dio la cara por él, puesto que ya sabía de qué tipo de persona se trataba.
Por otra parte resulta pueril afirmar que su divorcio fue a causa de unas llamadas telefónicas. Ninguna esposa se comporta de esa manera. En doce días (del 17 de octubre, día del avistamiento, al 29 de octubre) no puede decidir un divorcio debido a un OVNI, por más presionada que se encuentre. Al contrario, eso haría que se unieran más, para presentar un frente común. La realidad es que los problemas del matrimonio venían de más antes. Greenshaw trató de solucionarlos con el dinero que obtendría de las fotos, pero sus planes fracasaron.
Otra fuente dice que, después que Greenshaw reveló las fotos y se las enseñó a su mujer, ésta, «espantada, tuvo una reacción bastante insólita: se fue inmediatamente de casa y el día siguiente acudió donde un abogado pidiendo el divorcio». Todo son simples leyendas que contribuyen a engrosar más la literatura OVNI.
Si verdaderamente existieron esas llamadas anónimas, lo más seguro es que fueran hechas por los clásicos bromistas que en todas partes abundan. Nadie puede demostrar que la NASA, la CIA, la Fuerza Aérea, el Opus Dei, los escépticos, etc., tuvieran nada que ver con el asunto. Pensar de otra manera sólo sería paranoia.
Tampoco existe ninguna prueba de la explosión del motor del automóvil de Greenshaw, y el incendio de su casa rodante en nada contribuiría a cancelar la difusión de sus fotografías, ya que habían sido impresas en infinidad de medios. Por otra parte, sí podría ayudar a la mermada economía del policía (al cobrar el seguro y vender la historia).
Ahora bien, resulta altamente significativo que diversas fuentes independientes: El Arsenal de Redstone, el Centro de Vuelos Espaciales George C. Marshall, el NICAP y el GSW llegaran a la misma conclusión de que se trataba de un hombre vistiendo un traje ignífugo de bombero. También es sorprendente que varias de esas fuentes, incluyendo el propio ICUFON, encontraran la presencia de «fragmentos de hojas de aluminio pegados sobre el traje». El ICUFON las describe en el capítulo III ANALISIS, La criatura, con estas palabras: «»¦ hojas metálicas brillantes, con largas manchas». Esos pedazos de papel aluminio, como dice el GSW, servían para ocultar algunas marcas que pudieran ser reconocidas en las fotografías.
Marion Webb pensó originalmente que el policía Greenhaw había sido víctima de algún bromista, pero sus posteriores investigaciones la llevaron a concluir que fue el propio Greenhaw, ayudado por un amigo, quien montó todo el fraude.
Queda un detalle por contestar ¿por qué se escogió la figura de un bombero para representar al humanoide? Si recordamos, uno de los casos más sonados de aquella oleada ocurrió pocos días antes del avistamiento de Greenshaw, el 11 de octubre, no muy lejos de Falkville, en Pascaguola, Mississipi. Ese día y en ese lugar fueron abducidos dos pescadores (Charles Hikson y Calvin Parker). Su relato, la descripción de los humanoides y los dibujos y pinturas que de ellos se hicieron, aparecieron en infinidad de periódicos y revistas. Si vemos esos dibujos, no nos será difícil comprender cuál es el origen del «Robot de Falkville».
REFERENCIAS
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Keviczky Colman S. von, The Falkville Story, en Mundo Desconocido, No. 30, Barcelona, diciembre de 1978, Págs. 54-59.
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Knight C. David, UFOs: A pictorial history from antiquity to the present, McGraw Hill, 1979, Pág 174.
El mayor retirado Colman S. Von Kevitzky contestó con lo que sigue al artículo de William Spaulding.
LA HISTORIA DE FALKVILLE
Por Colman S. Von Kevitzky
La ICUFON (USA) y la DUIST (Alemania) designaron a expertos científicos y militares que estudiaron en conjunto y precisamente, durante más de año y medio, la maniobra de fuerzas imitando una invasión, entre el 11 y el 20 de octubre de 1973, más arriba de la zona centro oriental de los Estados Unidos.
Uno de los acontecimientos más clásicos de esta operación, emprendida por encima de los terrenos militares y de las zonas prohibidas entre el Golfo de México y la región de los Grandes Lagos, fue el incidente del robot espacial de Falkville. Fue fotografiado por el agente de la policía Jeffrey Greenhaw, a 17 millas del mayor complejo industrial del mundo para la investigación militar y espacial, el Arsenal Redstone, situado en Huntsville, Alabama. El principal motivo de nuestro análisis ha sido la información publicada por el Pentágono, según la cual, en la misma época, el MTU (Mobile Test Unit) del tanque «Rayo de la muerte» (Láser) estaba en construcción y en experimentación en el Arsenal (véase Newsweek, 30 de septiembre de 1974, Ciencia).
Al exponer estos hechos, no hay ninguna duda de que los servicios de información de los Estados Unidos se aprovecharon de todas las posibilidades de desacreditar, en todo o en parte, el análisis del experto que reveló las implicaciones militares disimuladas de esta operación (ovni) extraterrestre, cuya existencia ha sido negada durante mucho tiempo.
La primera puesta en duda pública comenzó con el diario de la capital de Alabama, The Birmingham News, en el cual Frank Sikora, redactor jefe y Marion Webb, investigadora de ovnis para el NICAP en Georgia, declararon que las fotografías de Jeffrey Greenhaw eran una farsa. La investigadora Webb declaró que Greenhaw fotografió a su cómplice vestido de bombero, traje que se había sacado fraudulentamente del Marshall, Space Flight Center del Arsenal. Como prueba posó ante una cámara con este atuendo decorado con fragmentos de chapa, foto que fue publicada en el artículo, para su comparación. La idea gratuita de M. Webb y su fotografía comparativa sin pruebas tangibles (véase e análisis publicado por ICUFON) fueron autoritariamente sostenidas y defendidas por el señor John L. Acuff, director del NICAP, en The UFO Investigator.
Cuando en agosto de 1975 el análisis de la ICUFON (USA) y de la DUIST (Alemania) fue publicado por primera vez en The Official UFO (dirigida por Bernard O»™Connor), con las cartas del Centro de Vuelo Espacial y las del Ejército, del Arsenal, se exponía que la declaración de M. Webb en The Birmingham News era una mentira elaborada con mucho cuidado. El resultado de la publicación del análisis fue que M. Webb, en el verano de 1976, intentó engañar con argucias a Greenhaw para volver a examinar (¿?) su caso. Jeffrey Greenhaw abrió la puerta mediante un mensaje de la ICUFON: revisión aceptada, si M. Webb prueba antes que las cartas del Arsenal son falsas o están trucadas, si presenta un acta notarial del supuesto cómplice de Greenhaw, y si presenta la combinación de bombero con su casco como pruebas fácticas de su duda. M. Webb, al ser incapaz de reunir el más mínimo indicio de prueba se volvió hacia Walter Andrus, el respetado director de MUFON, quien transmitió un ejemplar de The Oficial UFO a su asociado el señor William H. Spaulding, director del G.S.W. (Ground Saucer Watch) para análisis.
El señor Spaulding publicó su análisis en el MUFON UFO Journal de noviembre de 1976, sin ninguna referencia, como de costumbre, al Copyright de la ICUFON sobre esas fotografías (véase The Official UFO, agosto de 1975). Después de todo, el análisis por IBM del señor Spaulding, del Ground Saucer Watch, es como el Papa de Roma: ¡Infalible! Lo que quiere decir: «Spaulding ha hablado: el asunto está juzgado» (Viejo proverbio: Roma locuta, causa finita). Pero analicemos a nuestra vez, en nombre de la ICUFON (USA) y de la DUIST (Alemania) el propio análisis de Spaulding:
Spaulding posee una analizador digital IBM. Es una computadora sofisticada, que reproduce por entero, o aumenta en parte, toda fotografía, separando y presentando bajo fuerte contraste las densidades oscuras, grises, claras, de su superficie. Un fuerte engrosamiento de una parte de la imagen revela, bajo contrastes extremos, los granos de la emulsión. Utilizar la separación de los colores con una fotografía en blanco y negro no constituye sino un detalle espectacular más, sin ningún valor.
El equipo de análisis de la ICUFON (USA) «“ DUIST (Alemania) trabajó con mucha más precisión, al utilizar un microscopio Zeiss de máximo aumento, para la evaluación y el control de un negativo (en diapositiva sobre el portaobjetos) y, por las posibilidades de reproducción fotográfica, ha obtenido un resultado mucho más válido, en todos los detalles, que el ofrecido por un análisis digital bruto.
Para los investigadores de ovnis, yo me permitiría aconsejar que, en lugar de ese material tan costoso, vale más una buena lupa con mango, y, para los aumentos extremos, un negativo aumentado en el cuarto oscuro (en su propia casa, en el sótano), o en color, que un analizador digital.
1) Ante todo, Spaulding y su equipo de analistas en el Analizador Digital IBM establecieron que, según la foto de Falkville el sujeto «se parecía a un humano». ¿Hace falta un analizador para lo que es visible a simple vista? ¡Pero esa computadora ha sido incapaz de «digitalizar» (discernir) las poses contorsionadas y excéntricas fotografiadas del movimiento «humano», que contrastan marcadamente con la pose natural simulada por M. Webb con su atuendo de bombero!
2) Basándose en las particularidades, infladas y publicadas a bombo y platillo, del «realce de los contornos», del «contorneado de color» declarado en la parte (A), que la «supuesta criatura» llevaba una «combinación antifuego» y «“lo que es más «hecha de un material ininflamable (sic) con amianto, recubierta con un revestimiento de aluminio».
¿Todo eso explica un analizador digital IBM? Vamos, Bill: el material de base de The Official UFO es un papel de periódico de muy mala calidad que, con su tinta grasosa de imprenta, es verdaderamente combustible. Comprendo ahora cómo descubrió su analizador que la combinación de la criatura no era combustible: fue porque, durante el período de digitalización, no se inflamó.
3) El análisis digital densométrico (sic), en la parte (C), encontró también que la combinación estaba aquí y allá «remendada» con hojas de aluminio, para recubrir botones, cremalleras, insignias, símbolos y marcas de fábrica. ¡Su analizador psíquico es un mentiroso redomado! Echen un vistazo a la foto auténtica del traje de bombero del Arsenal Redstone: no hay nada de esto en él.
4) Vuestra computadora señala también el hecho de que las fotografías fueron tomadas con flash. ¿Necesitan un analizador para eso? Enseñen las fotos a un escolar, que les dirá lo mismo, sin computadora IBM.
5) Pero su analizador, al pretender que las manchas luminosas son «hojas de chapa», truca la realidad. Su equipo de analistas debería analizar la fotografía de Marion Webb vestida de bombero del Arsenal, y compararla con las imágenes de las reflexiones, representadas por formas redondeadas, «contornos realzados» del traje de la criatura. Es interesante saber que las hojas de chapa se cortan y se pliegan según líneas rectas y ángulos (sic), y ¡no según líneas curvas!
6) Según la página 4 del MUFON UFO Journal, analizaron los clisés de la evaluación cinemática de The Official UFO para establecer datos métricos, es decir, el tamaño de la criatura, que oscila entre 5″™ 6″ y 6 pies, a unos 12 pies aproximadamente dela cámara, para echar abajo la estimación de Greenhaw, diplomado de la Academia de Policía.
a) Sus analistas han olvidado estudiar la primera instantánea, que es muy granulosa con relación a la segunda, a la tercera y a la cuarta. ¿Su pericia no les ha sugerido que las fotos 1 y 2 fueron recortadas de una imagen negativa mayor? El aumento de los efectos de reflexión sobre el sujeto, a propósito de la determinación de la distancia, no requiere en absoluto a un experto analista.
b) Para determinar la distancia entre el aparato y el sujeto fotografiado, deben saber el tamaño del sujeto sobre el negativo (positivo Polaroid) de la imagen, la focal del objetivo y añadir a la ecuación un tercer dato, bien el tamaño original del sujeto, o la distancia del sujeto al aparato (matemáticas de bachillerato):
P/O = P»™/i
De donde
P = P»™O/i
c) Su hábil computadora deduce esta distancia sin ecuación matemática, de la distorsión de los bordes de la imagen, que proviene del astigmatismo del objetivo. Pero ¿no sabe su IBM que los fabricantes de objetivos corregían desde hace ya mucho tiempo este astigmatismo, componiendo diversos sistemas de lentillas astigmáticas, cuyos datos de amoldamiento de las curvaturas cóncavas y convexas constituyen sus secretos? Vuestro método de determinación de los datos es, manifiestamente, erróneo.
7) En febrero de 1978 otro Sherlock Holmes de la ufología, un «hijo predilecto» de los analistas de la Luna de la NASA, James Oberg, proclamó bien alto, en el curso de un programa de radio que se emitía a media noche, el de Long John Nebel y destinado a los cazadores de fantasmas de la ciudad de Nueva York, que según vuestro análisis las fotografías del agente Greenhaw eran una farsa. Cuatro años y medio después, ningún investigador ha conseguido todavía la menor prueba (combinación , botas, casco, guantes, etc.) del «incidente Greenhaw». ¿Por qué? ¿Es por una preocupación por la seguridad nacional?
Lo sentimos con toda el alma, pero un análisis sin prueba analítica tangible bien explicada y que la sostenga, sigue siendo para la ICUFON (USA), la DUIST (Alemania) y la IGAP del mayor ret. Hans C. Petersen tan sólo fraseología gratuita y vacía.
Pueden encontrárselas pruebas sólidas que responden al análisis del GSW y del MUFON en la bibliografía siguiente:
En inglés:
Official UFO Magazine, agosto 1975; Official UFO Colector»™s edition, otoño 1976, Countrywide Publishers, Nueva York, EU; Flying Saucers, diciembre 1975, Palmer Publications Inc., Amherst, Wisconsin, EU.
En francés:
Durrant Henry, Premières enquêtes sur les humanoïdes extraterrestres, Robert Laffont, éditeur, Paris 1977.
En alemán:
UFO Nachrichten (bimensual de información) D-62000 Wiesbaden-Schierstein, Postfach 17185, Alemania.
Paralelamente a la supresión del testigo como tal, también era necesario negar su credibilidad, ciñéndose a los cuatro documentos fotográficos originales.
A partir del 5 de noviembre de 1973 comenzaron a correr rumores de que las cuatro pruebas negativas eran falsas: Greenhaw habría fotografiado un traje noflamable alquilado a los bomberos de la NASA, del centro de Vuelos Espaciales de Huntsville.
El 5 de septiembre de 1974, el señor Frank Sikora, periodista de The Birmingham News, publicó las fotografías comparativas con el título «La criatura espacial de Falkville tiene buenas señas de ser falsas». Entretanto, en contacto con el representante en Georgia del NICAP, vistió un air force fire-fighting silvery uniform de la NASA (un uniforme plateado contra incendios de la Fuerza Aérea), colocó aquí y allí algunas piezas metálicas y posó delante de la cámara fotográfica. Dejando caer algunas lágrimas de simpatía por ese pobre Greenhaw que se había dejado engañar, pretendía que todas las desgracias que le habían acontecido eran puras coincidencias.
La sustancia de este artículo, así como la comparación fotográfica, fueron publicados en el boletín del NICAP, The UFO Investigator, de octubre de 1974, con el título: «La pesadilla del cabo: ¿verdad o mentira?»
A primera vista, la comparación es impresionante. Un examen más minucioso reduce la similitud; y ésta aún es menor (si se puede escribir así) porque:
El Dr. Ralph Blum1 señaló en los simposios de MUFON y del APRO, durante junio de 1974, los rumores que corrían sobre estas fotografías. Fue por eso que el 14 de noviembre de 1974 el señor Colman S. Von Kevitzky envió una fotografía del robot al Centro de Vuelo Espacial George C. Marshall; recibió una respuesta, fechada el 22 de noviembre y firmada por Joseph M. Jones, director de asuntos públicos (ref. CAOI) negando el empleo de cualquier traje plateado ignífugo, siendo el servicio de incendio del Centro asegurado por el Ejército.
Poco más tarde, el señor Colman S. Von Kevitzky escribió, el 6 de diciembre de 1974, al Departamento de la Armada, Arsenal Redstone, Alabama 35 809; recibió una respuesta fechada el 13 de diciembre y firmada por David G. Harris, oficial de información (ref. AMSMI-G). Ahí, el señor Harris da los pormenores sobre los trajes utilizados por el Ejército; asegurando que, habiéndose sugerido el caso de utilización sin autorización, se hizo una inspección minuciosa en Redstone; junto a la carta se envió una fotografía de un traje ignífugo. Es gracias a esto que, en comparación con los pormenores de la estructura, se puede percibir la evidencia de la maniobra de descrédito emprendida por The Birmingham News y proseguida por The UFO Investigator.
Si esto fuera una simulación perpetrada por Greenhaw no se mantiene, por el hecho de que Falkville es una pequeña comunidad donde toda la gente se conoce. Si fue una simulación perpetrada por un tercero tampoco se sostiene, pues implicaría muchas más personas incluidas en e golpe, y hacer una verificación en los almacenes de uniformes del Ejército.
Por todas estas razones, el 18 de junio de 1975, el señor Colman S. Von Kevitzky dirigió un pedido cortés al Honorable George C. Wallace, Gobernador de Alabama, con vista a la rehabilitación pública del cabo de policía Jeffrey Greenhaw.
Este pedido fue apoyado, el 24 de junio de 1975, por una carta al gobernador, firmada por el señor Jerome Eden, O.S.J., Caballero de Malta.
VI «“ RESUMEN DE LOS DATOS MILITARES
La llegada de las fuerzas de intervención comenzó el 11, y se volvió más activa entre el 17 y el 19 de octubre, sobre los Estados del Este de los Estados Unidos y parece constituir la primera manifestación militar de su operación estratégica coordinada. Esta llegada tiene un carácter limitado, bien planificada y organizada, sobre el territorio nacional de una de las mayores potencias militares y espaciales, y nos ofrece una demostración indudable de la superioridad estratégica y táctica de las fuerzas de intervención.
Este plano estratégico enfocó los territorios americanos y objetivos de importancia militar, como los campos petrolíferos y las industrias costeras sobre el Golfo de México; el mayor y más moderno complejo de investigación espacial, misiles guiados de carácter militar, el Arsenal de Redstone, que cubre 65 millas cuadradas al Suroeste de Huntsville (Alabama); el Centro de Vuelo Espacial George C. Marshall, en Huntsville; el depósito del fondo monetario de los Estados Unidos, y su reserva de oro, notas, tesoros de arte nacionales del fuerte Knox (Kentucky); la industria minera del carbón de Wheeling (Virginia Occidental); el ciclotrón, de Sandusky Bay; la instalación nuclear de la NASA, en Plum Brook; los canales y presas (barrera de Keystone Dam, Oklahoma); las instalaciones de defensa nacional, la Guardia Costera, las bases aéreas militares, los depósitos de municiones de la Marina, las otras zonas vitales no identificables en el «perímetro de seguridad» desconocido por censura gubernamental.
La experiencia de unidades tácticas y las operaciones sobre los objetivos físicos y vivos prefiguran las repercusiones de una invasión futura. Son: una actitud agresiva con un helicóptero; «picadas» sobre objetos y vehículos terrestres; persecución de vehículos comerciales; el terror utilizado contra los seres humanos; el empleo de robots de aspecto humano en operaciones sobre el terreno. ¿Por qué utilizar especialmente robots en la operación del Arsenal de Redstone? El número del 30 de septiembre de 1974 del Newsweek, en la columna de Ciencia, nos informa que en el momento de la» invasión» al arsenal estaba muy ocupado en la experiencia de una unidad móvil experimental (M.T.U.) llamada «el tanque del rayo de la muerte», a base de láser, y que corrobora perfectamente los análisis precedentes, mas por la cuestión de obtención de informaciones sobre estas pruebas de material militar estrictamente confidencial. Según una agencia espacial (NASA), el «navío fantasma» del Golfo de México se debe considerar como una nueva arma estratégica de las fuerzas de intervención. Ya hace mucho tiempo que las autoridades navales (capitán Chevlan de la flota británica: «dos discos surgieron del Atlántico Norte y se elevaron verticalmente…»; capitán Torgrim Lien, del T.T. Javesta: «Un ingenio en forma de torpedo, escoltado por pequeños ingenios, surgió verticalmente del Atlántico, el 6 de julio de 1965») observan armas anfibias en los Océanos Atlántico y Pacífico.
Luego de leer el análisis completo del mayor Colman S. Von Kevitzky leamos lo que publicó al respecto William Spaulding.
EL ANALISIS DE LAS FOTOGRAFÃAS DE FALKVILLE
POR: WILLIAM SPAULDING
«Desde que iniciamos con nuestros modernos medios de investigación (1974) nos han enviado fotografías de supuestos fenómenos no identificados, para ser evaluadas en nuestro centro. Es muy raro tener oportunidad de poder evaluar fotografías de presuntos ocupantes. Durante la oleada de 1973 (en los Estados Unidos) hubo docenas de noticias sobre «criaturas» directamente asociadas a la observación del fenómeno OVNI.
«Una imagen de estas, obtenida en la oleada de 1973, fue enviada para su análisis, por Walt Andrus, director del MUFON. Hemos utilizado nuestras técnicas de evaluación por computadora en más de 600 fotografías de OVNIs. Si podemos analizar un «objeto», evidentemente también lo podremos hacer con la imagen de una criatura de aspecto humano. Las fotografías del humanoide de Falkville, Alabama, han sido sometidas, con la ayuda de una computadora, a las evaluaciones siguientes: realce de los contornos, separación de los colores, análisis de distorsión de los píxeles y digitalización.
«Realce de contornos. Toda la serie de imágenes ha sido sometida al análisis del relieve de los contornos, para poder ver los detalles de la criatura y conocer el estado de la superficie (fotográfica). Al realzar los contornos se consigue suavizar algunos de los reflejos de la luz, que estallan desbordando ampliamente el traje de color aluminio y ocultan los detalles.
«Al suprimir los reflejos y las facetas de la luz, este contorneado detalla también la superficie del traje. Esto permitió a los técnicos observar los detalles de su superficie, e identificar algunos fragmentos de hojas de aluminio pegados sobre el traje.
«Todos los diferentes modos de evaluación y de examen utilizados en estas fotografías se detallan en la Nota Explicativa del Análisis.
«Separación de colores: Todas las imágenes fueron sometidas a la técnica colorimétrica, a fin de comprobar en cada una de ellas su verdadero valor de gris (densidad), que se combina continuamente en densidad (nivel) y en espacio (zona). Esta técnica proporciona al fotógrafo analista datos sólidos sobre la fuente luminosa, su dirección con relación al tema fotografiado y la densidad real de la imagen. Se utilizó este método de comprobación para evaluar los datos del último plano. El resultado fue que se encontraron densidades anormales, difícilmente perceptibles por el ojo humano.
«Se examinó toda la serie de fotografías mediante escaneo, utilizando un densitómetro digital. Se registraron las zonas interesantes para una ulterior comparación entre las imágenes.
«Análisis de distorsión de los píxeles: El análisis de los píxeles (celda-imagen) se utilizó para evaluar la distancia aproximada de la imagen a la cámara o al testigo. Un programa especial subraya los contornos de la imagen; luego, esos mismos contornos (zonas) se aumentan y se miden los distintos cuadrados de los píxeles para verificar su rectilinealidad o la falta de esta. Debemos remitirnos a la imagen No. 4 que da la información píxel de distancia.
«Por regla general en materia de distancias, medidas a partir de datos de los píxeles es que: si los píxeles son rectilíneos, la imagen está cerca; si son ondulados, el objeto fotografiado está a la distancia.
«Digitalización: Se efectuó una digitalización de las imágenes para realzar los detalles ocultos. Los diversos modos de digitalización añaden claridad y resolución a la imagen con relación al original, y por lo mismo, aclaran las zonas oscuras, ponen de relieve las sombras, las partes bien definidas sobre la película y acentúan el contraste general de la película.
«Esta técnica pone de relieve los detalles de cada imagen, a fin de permitir medidas precisas sobre el tamaño, altura, anchura, posición, etcétera. La digitalización se realizó sobre video-micrómetro, que mide las dimensiones con un margen de error de una milésima de pulgada.
«Conclusiones: El consenso de los analistas fotógrafos es que las fotografías en cuestión no deben considerarse como una prueba sólida de una entidad extraterrestre. Los siguientes son los datos que determinan esa conclusión:
«a) La vestimenta de la criatura es un traje de bombero, fabricado con materiales ignífugos, como el amianto y otras fibras no conductoras e ignífugas, y después recubierto con una capa de aluminio.
«b) En las fotografías se utilizó un flash, que sobreexpuso la superficie y se reflejó en ella de forma brillante, enmascarando así detalles de fabricación evidentes.
«c) La densitometría digital reveló ciertas zonas de baja reflectancia, no atribuible a sombras. Un análisis posterior reveló que esas inconsistencias (anomalías) eran atribuibles a pedazos de hojas de aluminio, fijadas aquí y allá sobre el traje. Estos pedazos fueron colocados, probablemente, para ocultar los detalles de fabricación, tales como botones, cremalleras, insignias, etc.
«d) Los detalles anatómicos que figuran sobre las imágenes se consideran como normales (de aspecto humano) y comprenden: la longitud de los brazos, la posición de los miembros y sus tamaños correspondientes. El efecto de hinchazón de las piernas y los pies se debe al tipo de traje y no al cuerpo en el interior del mismo.
«e) La descomposición de la imagen, calculada teniendo en cuenta los puntos de referencia (sin tomar en cuenta las declaraciones del testigo) ha revelado que la criatura tenía una estatura de 5 pies 6 pulgadas a 6 pies (1.67 a 1.83 metros).
«f) En ausencia de datos seguros referentes a la cámara, parece ser que la fotografía se tomó a una distancia relativamente cercana. Se calcula que fue inferior a 12 pies (3.66 metros).
«En el mejor de los casos, estas fotografías no representarían sino una tentativa de una alegre serpiente de verano con la intención de asemejar una criatura espacial; el G.S.W. opina que ésta habría sido suscitada por la influencia de los medios de comunicación en los Estados del Sur en el curso de la oleada de 1973.
1 El Dr. Ralph Blum es diplomado por las Universidades de Harvard (EUA) y de Leningrado (URSS); recibió becas de estudio de la Fundación Fullbright, Ford y National Science Foundation; publicó The Simultaneous Man (1970) y Old Glory and the Real Time Freaks (1972), que le valieron los premios de la American Library Association. En 1974 escribió, con su mujer Judy, Beyond Earth: Man»™s Contact with UFOs.Continuará…