Charles Wykeford-Brown: Viene de Urano (1)

Charles Wykeford-Brown: Viene de Urano (1)

El libro de Wykeford-Brown It Come From Uranus (Viene de Urano ) se basa en el encuentro del propio autor con un platillo volante en Seckleston el 13 de diciembre de 1952. Existen muy pocos datos biográficos sobre Wykeford-Brown. Ocupó un alto cargo en el Ministerio del Aire de 1935 a 1946, se cree que Wykeford-Brown realizó trabajos de inteligencia para el Ministerio, y fue miembro de una pequeña unidad altamente secreta dentro de DDITech. Desde hace algunos años circulan rumores sobre la participación de Wykeford-Brown en la operación FORK y, posteriormente, en la operación KNIFE. La operación FORK era un proyecto secreto del gobierno que investigaba el posible uso de fantasmas u otras entidades sobrenaturales como agentes secretos. KNIFE amplió esta investigación examinando las posibilidades de utilizar fantasmas para ejercer “control mental” sobre el público. Recientemente se sabe que varias grandes empresas han realizado sus propias investigaciones en este campo, los recientes anuncios de dispositivos de protección personal (pistolas taser) pueden haberse basado en “anuncios de fantasmas”

“Controlaré mi propio destino. En el mundo actual, mantener la confianza en uno mismo implica la necesidad de protegerse. Para las mujeres independientes y autosuficientes, el TASER C2 ™ es un dispositivo de protección eficaz que se adapta a cualquier estilo de vida … Comprar ahora”.

En una carta a su viejo amigo el reverendo Freddy Birkswell, Wykeford-Brown admite que quedó profundamente perturbado por la experiencia.

“Todo este asunto me ha angustiado bastante, ¿qué puedo hacer? Confío en usted como amigo y como hombre que sabe algo del mundo más allá de nuestra experiencia común”.

El Rev Birkswell era un erudito y reconocido experto en lo oculto. Se cree que hubo correspondencia entre Wykeford-Brown… y Albert K. Bender. Wykeford-Brown hizo varios dibujos de la nave y sus ocupantes.

brown1La criatura

brown2El platillo volante

http://www.ipcress.org.uk/truth_out/wykeford.html

Cedric Allingham (36)

Flying Saucer from Moore’s? (¿Platillo volante de Moore’s?)

Magonia 23, julio de 1986.

Christopher Allan y Steuart Campbell

aa allinghamEn 1953, un mundo atónito se enteró de que un hombre de Venus había conversado con un gurú californiano que trabajaba en una cafetería a los pies del monte Palomar. Los increíbles relatos de George Adamski se hicieron públicos en la segunda parte de un libro sobre platillos volantes del escritor irlandés Desmond Leslie. Pero esto permitió al editor afirmar que Flying Saucers Have Landed (Los platillos volantes han aterrizado)[1].

Para no quedarse atrás, un autor británico hizo una afirmación similar al año siguiente. En Flying Saucers from Mars (Platillo volante de Marte)[2], un tal Cedric Allingham afirmó que durante unas vacaciones en caravana cerca de Lossiemouth (noreste de Escocia) en febrero de 1954 conoció a un marciano y habló con él. Además, afirmó que mientras observaba aves en una playa desierta vio el “platillo volante” en el que este ser llegaba y partía.

Pocos se tomaron el libro en serio. Por un lado, contenía fotografías claramente artificiales: en una de ellas se podía ver el cable de sujeción, y otra mostraba una vista trasera desenfocada del extraterrestre en retirada (la nave del marciano, por desgracia, estaba “justo fuera de la imagen”). Aunque el misticismo está ausente y se intenta la objetividad, el libro está mal escrito, con una conversación cómica entre Allingham y el marciano.

La subcultura de los platillos volantes acogió este best-seller, aunque escandaloso, como una prueba de que sus creencias estaban justificadas, y muchos buscaron al autor. Desgraciadamente, se mostró muy esquivo. Cuando apareció el libro, en octubre de 1954, se decía que estaba de gira por Estados Unidos y que esperaba visitar a Adamski. Más tarde, sus editores dijeron que había enfermado gravemente de tuberculosis y que había sido ingresado en un sanatorio suizo. A principios de 1956 se anunció su muerte. El único testigo de Allingham, un pescador llamado James Duncan, tampoco pudo ser localizado. El escritor científico Robert Chapman, en su libro UFO[3], llegó a la conclusión de que nunca existió tal autor y que toda la historia era “probablemente la mayor tomadura de pelo en materia de ovnis jamás perpetrada en Gran Bretaña”.

Sin embargo, Chapman se enteró que un hombre que pretendía ser el autor había dado una vez una conferencia a “un grupo de platillos volantes en Kent”. Más sobre esto más adelante. En el libro, el supuesto autor aparece junto a su “telescopio reflector de 10 pulgadas”, que guardaba “en su casa de campo de Yorkshire”. Claramente, Chapman estaba en lo cierto; el libro era un engaño. Pero, ¿quién era el autor?

En los últimos años nos pareció que esta cuestión debía resolverse, y que había que intentar encontrar al autor culpable. (Habíamos oído que estaba detrás una persona muy conocida, pero no se dio ningún nombre, ya que el informante había jurado guardar el secreto). De las pruebas internas se desprendía claramente que el autor sabía mucho de astronáutica y de su historia, y que conocía el Journal of the British Interplanetary Society y el Journal of the British Astronomical Association (ninguno de los dos está a disposición del público, ni antes ni ahora). También conocía el nombre del actual presidente (1954) del BPI y el de su fundador. Esto sugiere que el autor era miembro tanto del BIS como del BIA. También estaba familiarizado con los trabajos de astrónomos lunares en activo como H. Percy Wilkins y Patrick Moore. Sin embargo, ningún Allingham aparece en la lista de miembros del BIS de 1953.

Se observaron similitudes entre el estilo del autor y el de Moore, y en una búsqueda de los escritos de Moore aparecieron varias referencias a Allingham. En un libro[4], Moore dice que conoció a Allingham en una conferencia que éste dio en un club de ovnis de Tunbridge Wells. De hecho, Moore es la única persona que afirma haber conocido a este misterioso hombre. Así, Moore se convirtió en el principal sospechoso, y las investigaciones revelaron que otros también sospechaban de él.

Patrick Moore tiene fama de bromista. Ha admitido que una vez envió un falso avistamiento de ovnis a su periódico local para comprobar la reacción del público. En 1957 publicó cartas falsas en el boletín Cosmic Voice de la Sociedad Aetherius. Inventó a un experto australiano en cohetes (el Dr. Robert Randall) en el momento de un supuesto aterrizaje de un ovni en Wiltshire en julio de 1963, y fue el responsable de una broma del Día de los Inocentes en la televisión de hace unos días relacionada con la gravedad y las alineaciones planetarias. Siempre se ha burlado de los ovnis y los ufólogos. También descubrimos que Moore ya era bien conocido por Muller’s antes de que se publicara Flying Saucer from Mars [FSFM], y que habían publicado dos de sus libros en 1954.

Una comparación del libro con los escritos de Moore revela una serie de casos en los que se utilizan palabras y frases idénticas para describir determinados acontecimientos de la ciencia y la astronomía. Hemos encontrado 24 casos de este tipo, demasiados para citarlos en su totalidad, pero algunos de los acontecimientos son: La historia de Tales cayendo en un pozo; incidentes en la vida de Galileo; los descubrimientos de Messier sobre los cometas; la descripción de los canales de Marte; una “explosión atómica” vista una vez en Marte. Estaba claro que había motivos para creer que Moore era el responsable, pero ¿podía demostrarse? El método científico moderno para probar la autoría es la estilometría, una técnica estadística desarrollada por A. Q. Morton, en asociación con la Universidad de Edimburgo. La estilometría analiza los patrones de las palabras utilizadas por todos los autores y, de hecho, por todos nosotros, escribamos o no. Los compara entre sí y permite diferenciar a los autores según el ritmo al que producen determinados patrones.

Se han utilizado diversas pruebas, como la longitud de las frases, el ritmo de las preguntas, etc., pero la mejor prueba es la colocación de artículos y/o conjunciones. Por lo general, un conjunto de pruebas estándar es suficiente para diferenciar entre autores, y no importa la antigüedad de las obras en cuestión. Los hábitos de un autor se fijan en la primera juventud y permanecen de por vida. Tampoco puede un autor cambiar deliberadamente el patrón básico de su escritura. Estaba claro que la estilometría era la herramienta que podía decir si Patrick Moore era o no el autor de FSFM.

Inicialmente se compararon dos muestras de 1,000 palabras del libro con otras dos de los muchos libros de Moore. Pero en cuanto Morton empezó a examinar los hábitos enumerados por el programa de computadora, fue obvio que los dos autores no eran idénticos. Aparecieron diferencias importantes en los hábitos. Esto era desconcertante, y decidimos ampliar el alcance comparando con otros autores que pudieran ser candidatos.

En agosto de 1984, la Universidad de Edimburgo celebró un Taller de Estudios de Autoría (Estilometría ’84) en el que se decidió utilizar el problema del FSFM como ejercicio de demostración para los participantes. Para ello se amplió la lista de candidatos para incluir a otros escritores de ovnis de los años cincuenta. También se incluyó, como control, a Arthur C. Clarke, ex presidente del BIS, que abandonó Gran Bretaña más o menos en la época en que se publicó el FSFM. Para nuestra sorpresa, el ejercicio eliminó a todos los candidatos excepto a Clarke: Las pruebas estándar no mostraron ninguna diferencia significativa entre los hábitos de escritura de Allingham y Clarke.

¿Podría haber escrito el libro Clarke? Se lo preguntamos. Nos contestó que se sentía ofendido de que alguien pensara que había participado en un engaño sobre ovnis. Llamó la atención sobre su “batalla de cuarenta años contra las tonterías de los ovnis”. Clarke declaró que nunca había visto Flying Saucer From Mars, aunque había expresado su disgusto por el libro a su editor jefe, Jim Reynolds. (Reynolds, ahora jubilado, nunca ha respondido a las recientes consultas nuestras, y de otros, sobre el libro).

Una discusión posterior con Morton reveló que, aunque el conjunto estándar de pruebas suele ser suficiente para distinguir entre autores, la computadora había impreso en realidad algunos hábitos adicionales. Cuando Morton examinó algunos de estos hábitos más raros, aparecieron diferencias entre Allingham y Clarke, lo que corroboraba la negación de Clarke.

Morton nunca había visto un caso anterior en el que dos autores diferentes compartieran tantos hábitos de escritura. Sin embargo, ahora nos encontrábamos con el problema de que, aunque muchas pruebas apuntaban a la autoría de Moore, la estilometría la negaba.

Mientras tanto, habíamos localizado a tres personas que eran miembros del club ovni de Tunbridge Wells. Todos habían asistido a la conferencia de “Allingham” (que tuvo lugar el 3 de enero de 1955 y de la que se hizo eco la prensa local); uno de ellos recordaba que el conferenciante “parecía tener un ayudante”. El conferenciante había afirmado estar enfermo en ese momento; nunca volvió a aparecer en ningún sitio.

Intentando otra cosa, pedimos a los editores del libro (ahora Muller, Blond and White) el nombre y la dirección de “Allingham”. Nos contestaron que aún no estaban dispuestos a revelar la identidad del autor. No obstante, le transmitirían toda la correspondencia que recibiera. Así pues, escribimos a “Allingham” pidiéndole que revelara su identidad, y pedimos al editor que nos dejara ver la correspondencia devuelta. Resultó que el autor se había marchado, y el sobre en el que el editor había introducido nuestra consulta fue devuelto con la leyenda “no se conoce aquí desde hace al menos doce años”. Muller, Blond y White nos escribieron explicando este hecho y lamentando no poder ayudarnos más. Sin embargo, junto con la carta nos devolvieron el sobre que contenía nuestra consulta. En él se indicaba que el nombre y la dirección del contacto cuya identidad se habían negado a revelar era un tal Peter Davies, con domicilio en Oxted, Surry, a sólo nueve millas de la casa que Moore tenía entonces en East Grinstead. Otras investigaciones condujeron a Davies a una dirección temporal en Folkestone, y después a Sevenoaks. Se describió a sí mismo como periodista, pero no es conocido por el National Union of Journalists, el Institute of Journalists o el Newspaper Press Fund.

Admitió que estaba implicado en el FSFM y que se trataba de una parodia. También nos dijo que el libro había sido escrito originalmente por otra persona (a la que no quiso nombrar), y que su trabajo había consistido en revisarlo para disimular el estilo. También compartió los derechos de autor. Admitió ser la persona que aparece en el frontispicio del libro, en el que aparece disfrazado. También confirmó que dio la conferencia de Tunbridge Wells y que contó con la presencia de un ayudante que sabía mucho más que él sobre el tema. También dijo que era un viejo amigo de Patrick Moore.

Parecía claro que Moore estaba implicado después de todo, y que él debía de ser el amigo de la conferencia. También era evidente que Davies había revisado un libro escrito originalmente por Moore. Esto explicaba por qué la estilometría no había confirmado la autoría de Moore; la revisión debió de bastar para imprimir los hábitos de Davies sobre los de Moore, aunque sobrevivieron frases características de éste. Davies no tenía conocimientos astronómicos especiales, y muchas de las idiosincrasias de Moore permanecieron. Dos de ellas son el uso de Moore de “Cro-Magnard”, y su ortografía de “Kritias” de Platón (otros escritores invariablemente lo escriben “Critias”), Ver [5] y [6].

La confirmación definitiva de que Moore era el autor de FSFM vino del examen del frontispicio del libro, reproducido aquí como lámina I, y de la comparación entre éste y una fotografía del reflector de 121/2 pulgadas de Moore y sus cubiertas tomada en su jardín de East Grinstead (véase la lámina II). Está claro que se trata del mismo telescopio en el mismo jardín; incluso los árboles y arbustos del fondo coinciden, y el asiento del jardín puede distinguirse tenuemente en la lámina 11. Davies, disfrazado, aparece de pie junto al telescopio de Moore.

allingham ILÁMINA I. “Cedric Allingham” con su telescopio, del frontispicio de Flying Saucer from Mars, titulado “Una fotografía informal del Sr. Cedric Allingham, con su telescopio reflector de 10 pulgadas”. En realidad se trata de una fotografía de Peter Davies con el reflector de 10.5 pulgadas de Patrick Moore en su jardín de East Grinstead.

allingham IILÁMINA II: El reflector de 12.5 pulgadas de Patrick Moore y su cobertizo de escorrentía en East Grinstead, de Observer Book of Astronomy de Moore, edición de 1971.Entre los bromistas de platillos volantes ha habido quienes, como Adamski, contaron sus historias para promover sus peculiares puntos de vista sobre la vida y el universo. Aquí tenemos a una figura pública (él no lo era tanto en aquella época) que inventó una historia que refuerza un mito que, por lo demás, condena.

Si el objetivo era demostrar la facilidad con la que se pueden inventar historias de contacto, entonces el objetivo ha sido derrotado por el fracaso de Moore en reconocerlo. Parece más probable que fuera, como ha admitido Davies, un intento de capitalizar el interés público generado por el libro de Adamski y que el sentido del humor de Moore le superara. Probablemente su silencio se deba a la vergüenza; no admitirá ni negará su responsabilidad, aunque ahora sea un secreto a voces que él fue el autor. Sean cuales sean sus motivos, la broma ha durado demasiado.

El libro fue reseñado en el número de abril de 1955 del Journal of the BAA, donde el reseñador, que firmaba como “P.M.”, afirmaba que el libro “está escrito de forma muy inteligente” y que “el Sr. Allingham no es un chiflado”. Sólo un excéntrico como Patrick Moore podría escribir un libro y luego reseñarlo él mismo.

* Estas imágenes proceden de fuentes secundarias y la calidad de reproducción puede no ser suficiente para que los detalles mencionados se vean con claridad. Hay que remitirse a las láminas originales de los libros citados.

http://magoniamagazine.blogspot.com.au/2013/10/allingham.html


[1] Leslie, Desmond. Flying Saucers Have Landed. Werner Laurie, 1953

[2] Allingham, Cedric. Flying Saucer from Mars. Muller, 1954.

[3] Chapman, Robert. UFO. Arthur Barker, 1969

[4] Moore, Patrick Can You Speak Venusian? Ian Henry, 1977.

[5] Allingham, Cedric. Flying Saucer from Mars. Muller, 1954.

[6] Moore, Patrick. Suns, Myths and Men. Muller, 1954.

Jane Roberts/“Seth”: Evolución de las sesiones 1964-1969 (de El material de Seth)

Jane Roberts/“Seth”: Evolución de las sesiones 1964-1969 (de El material de Seth)

28 de enero de 2018

Mark Russell Bell

The Seth Material_NEWEn The Seth Material (1970), se cita al comunicador trascendental que traía mensajes a través de un tablero de ouija a Jane Roberts y su marido Rob Butts el 8 de diciembre de 1963:

Pueden llamarme como quieran. Yo me llamo Seth. Se ajusta a mi yo, a la personalidad que se aproxima más claramente a todo lo que soy o intento ser. Joseph es todo tu yo, más o menos, la imagen de la suma de tus diversas personalidades del pasado y del futuro.

El mensaje anterior de la ouija había sido: “Para Dios, todos los nombres son su nombre”.

Rob había sido el que hizo las preguntas. Una semana más tarde, Jane empezó a hablar por “Seth” durante las sesiones en estado de trance. Seth utilizaba el nombre de “Ruburt” cuando se refería a Jane. Las sesiones de dictado en trance para Seth se convirtieron en una parte familiar de la vida de la pareja.

Los detalles sobre las sesiones se hicieron progresivamente más elaborados. Jane mencionó: “Seth nos dio un relato detallado de dos vidas pasadas y comenzó una historia reencarnacional de la familia de Rob. El material contenía algunas percepciones psicológicas excelentes; utilizándolas, descubrimos que nos llevábamos mucho mejor con nuestros parientes”. Luego, una sesión de espiritismo experimental guiada por Seth, el 2 de enero de 1964, confrontó a Jane y Rob con fenómenos que incluían la visión de alteraciones en sus propias imágenes especulares. Después de la sesión, Jane se sintió consternada y disgustada: “En realidad, por primera vez en nuestras vidas nos encontramos experimentando sucesos que no podíamos explicar, y dudando de la evidencia obvia de nuestros sentidos -un punto incómodo para cualquiera”.

“Aún no había pasado un mes desde que empezamos con la ouija. Nuestras ideas de lo que era posible se estaban poniendo patas arriba. Decidimos celebrar otra sesión para ver qué tenía que decir Seth sobre el asunto, y de nuevo nos planteamos abandonar los experimentos, con libro o sin él”.

“La noche siguiente celebramos la que pensamos que sería nuestra última sesión. Después de ella, supimos que estábamos comprometidos y, para nosotros, la sesión marcó realmente el comienzo del material de Seth, el final de los datos preliminares”.

“Por primera vez, Seth ‘apareció’ como una personalidad distinta, riendo y bromeando. Rob no podía creer que me estuviera hablando a mí, en términos corrientes. Pero más que eso, el largo monólogo de Seth sobre la naturaleza de la realidad nos cautivó e intrigó. No teníamos ni idea de que en realidad se trataba de una explicación muy simplificada, hábilmente orientada hacia nuestro propio nivel de comprensión en aquel momento. Sin embargo, nos causó una gran impresión”.

Jane comentó: “Fue en esta sesión cuando Seth sugirió que celebráramos sesiones dos veces por semana, diciendo que un horario era mucho mejor que una actividad espasmódica”.

La siguiente es una cita temprana de Seth sobre el tema del tiempo.

El estudio del tiempo les enseñará también la naturaleza de la quinta dimensión. Nuestros cables imaginarios compuestos de vitalidad solidificada son fluidos, espero que lo entiendas, incluso mientras están solidificados. Porque la solidez es ilusión.

Jane reflexionó –

“Durante un tiempo creo que me pasé la mitad del tiempo intentando psicoanalizar a Seth y la otra mitad intentando analizarme a mí misma”.

En el capítulo final de The Seth Material, Jane reconoció que no pretendía que el material representara un “conocimiento puro y sin distorsiones” y mencionó acerca de Seth: “… a él lo que más le preocupa es que el material esté lo menos contaminado posible por distorsiones”. Se cita a Seth sobre el tema de las distorsiones a partir de lo que se designó como la 463ª sesión:

Ahora bien, esté o no un médium en un trance tan profundo como el Océano Atlántico, el médium no será un canal puro. El ego simplemente será puenteado, pero las otras capas del yo, y las estructuras neurológicas en particular, continuarán operando como siempre. Serán alteradas por las percepciones que pasen a través de ellas.

Las palabras que te digo transmiten información, pero las palabras no son la información, sino sólo sus portadoras verbales.

La información rara vez puede fluir como agua cristalina, con el medio [como] un grifo que se abre y se cierra a voluntad. Hay que tamizarla a través de las capas de la personalidad del médium. El sistema nervioso reacciona a los datos incluso cuando los traduce. Nada es neutro en estos términos. La información se recibe y se traduce, como debe ser, en mecanismos que el sistema nervioso puede manejar e interpretar. Como cualquier percepción, la información pasa a formar parte de la estructura del sistema nervioso. No puede ser de otro modo.

El comentario sobre las “distorsiones” recuerda al lector la necesidad de pensar y discriminar cuando se consideran las perspectivas de los aspectos metafísicos de la realidad. La transcripción de la Sesión 34 del 11 de marzo de 1964 en The Early Sessions Book 1 (1997) incluye la respuesta a la pregunta de Rob: “¿Todas las religiones son distorsionadoras?”

Todas las religiones son distorsionadoras. Del mismo modo, gran parte de su ciencia es distorsionadora. Ambas llegan a aproximaciones, en el mejor de los casos, de la realidad. La religión ha sido la causa de muchos prejuicios y crueldades, pero la bomba sobre Hiroshima no fue causada por la católica Santa Teresa regando rosas. Las distorsiones de la ciencia y la religión han sido verdaderamente desastrosas. Hablaré de ello en otra ocasión.

La ciencia puede convertirse en otra religión, si no lo ha hecho ya. Cualquier fanatismo es verdaderamente vicioso, unilateral, limitador, y provoca una alarmante contracción del enfoque que es explosiva y peligrosa. Y tendré más que decir al respecto más adelante.

Una sesión de 1968 relatada en el capítulo diecisiete de El material de Seth se introduce con Jane recordando: “A estas alturas ya estaba acostumbrada a Seth. Las sesiones, tan extrañas al principio, eran una parte familiar de nuestras vidas. Había muchas cosas que no entendía -todavía las hay-… nos acomodamos para nuestra habitual sesión de los lunes por la noche… Yo me senté en mi mecedora. Rob estaba sentado en el sofá, como de costumbre, tomando notas. Según Rob, la voz de Seth era inusualmente potente aquella noche… Seth comenzó la sesión, nuestra 406ª, contándole a Rob la dirección que tomaría el material en los años siguientes”. Se cita a Seth:

“Te hemos dado un esbozo, pero tenemos tiempo para completarlo”, dijo sonriendo. “Por lo demás, el propio esbozo apenas está terminado… Queremos tratar la naturaleza de la realidad tal y como existe en su sistema de camuflaje y en otros sistemas, y estudiar las características generales que la caracterizan, independientemente de cualquier materialización.

“Parte de este material responderá automáticamente a muchas de las cuestiones que les preocupan, problemas que han estado tratando sus científicos. Discutiremos la interrelación que existe entre todos los sistemas de la realidad, incluyendo ciertos puntos de contacto que los incluyen a todos. Estos diversos puntos pueden reducirse matemáticamente, y servirán, en algún futuro suyo, como puntos de contacto, ocupando el lugar de los viajes espaciales en algunos casos”.

Este material ocupó varias páginas, mientras Seth discutía el contenido futuro de nuestras sesiones. Justo después de esto hicimos nuestro primer descanso. Ninguno de los dos se dio cuenta, ni siquiera en ese momento, de que la sesión iba a ser diferente de lo habitual. Sin embargo, en cuanto reanudamos la sesión, sentí de repente que una poderosa oleada de energía fluía a través de mí, de modo que en su interior “yo” parecía casi perdida y arrastrada.

No podía decirle a Rob lo que estaba experimentando, por supuesto, pero él empezó a sospechar que algo estaba ocurriendo. Por un lado, Seth se puso muy enfático y vigilaba a Rob de cerca. Por otra, Seth empezó a enfatizar cada palabra.

“Si mantienes estos canales abiertos y libres, obtendrás material lo menos distorsionado posible”, dijo. “El alcance de Ruburt es excelente, y el plano de la realidad en el que tengo mi existencia está mucho más allá de aquellos a los que suelen tener acceso las personas del sistema físico… Tú y él deben procurar que Ruburt no coloree sus experiencias de lectura con material distorsionado. Este [tipo de material] tiene sus propósitos, y hace algún bien, explicando la realidad en términos que la gente puede entender, porque los accesorios y las fantasías son familiares. Sin embargo, aquí no son necesarios”. Continuó, sugiriendo que me mantuviera alejada de los libros que “tratan exclusivamente de temas religiosos convencionales, interpretando la realidad en esos términos limitados”.

En ese momento, Rob se dio cuenta de la nueva y extraña energía en la voz de Seth, a medida que su discurso se volvía más enérgico. Tenía los ojos muy oscuros. Rob empezó a levantar la vista cada vez que podía dejar de tomar notas.

Seth dijo: “Haremos un esfuerzo en el futuro para darles a ambos alguna experiencia directa en conceptos. Estos experimentos se llevarán a cabo a la vez que la expresión vocalizada de los conceptos implicados. Le proporcionarán un pequeño atisbo de la desafortunada pero necesaria pérdida de significado que se produce cuando cualquier concepto debe comunicarse en términos físicos. Este será un tipo diferente de aprendizaje en profundidad, un desarrollo bastante único y original que estará tan desprovisto como sea posible de símbolos estereotipados, que suelen superponerse casi automáticamente a tales experiencias. ¿Lo entiendes?”

“Sí”, dijo Rob, pero hablaba casi automáticamente; la entrega se había acelerado y le costaba seguir el ritmo de las notas. Más tarde íbamos a releer ese párrafo muchas veces cuando -como verás enseguida- me encontré casi “sobrepasada”.

La voz de Seth seguía haciéndose más fuerte. “Soy el Seth que digo que soy, pero también soy más. La personalidad de Seth que forma parte de mí es la porción que puede comunicarse más claramente contigo. ¿Me sigues?”

Rob asintió: “Sí”, volvió a decir.

“La porción Seth de mí ha estado íntimamente conectada con ustedes dos y, en ese sentido, yo también. Esto está estrechamente relacionado con la definición de esencia energética de la personalidad, de la que, por supuesto, brotan todas las personalidades”.

La voz se hizo aún más potente. Rob pensó en pedirle a Seth que fuera más despacio, pero no estaba seguro de lo que estaba sucediendo y pensó que era mejor no interrumpir.

“Hay un rincón particular dentro de la personalidad de Ruburt, también desviado hacia la tuya, que le permite un acceso bastante claro a los canales de información más difíciles de alcanzar desde tu sistema. Durante esta sesión, y en este momento, el contacto es particularmente bueno. También hay acceso a una energía muy superior a la que se experimenta habitualmente. Ruburt sintió esto en el pasado, y temió abrir estos canales hasta que se sintió adecuadamente preparado”.

“Existe lo que casi podría compararse a una urdimbre psicológica y psíquica en las dimensiones, y ese rincón de la personalidad de Ruburt es un punto ápice en el que puede tener lugar la comunicación y el contacto”.

Entonces, para sorpresa de Rob, Seth le dijo que terminara la sesión. Rob debía seguir el procedimiento dado, recientemente, para poner fin a mi trance. (Últimamente había empezado a entrar en trances particularmente profundos en comparación con otros anteriores, y Seth había sugerido que Rob gritara mi nombre tres veces). Seth dijo: “Esta noche has llegado un poco más allá de la personalidad mediante la cual suelo darme a conocer a ti. Aunque continúe hablando, termina el trance”.

Rob me llamó varias veces, sin obtener respuesta. Entonces me tocó el hombro y di un respingo bastante violento. Esto interrumpió el estado de trance. Yo tampoco sabía lo que estaba pasando. La poderosa energía seguía fluyendo a través de mí. Si me levantaba como si fuera a salir volando por la pared, impulsado por esta fuerza. Sentía la cabeza enorme, como si mis orejas sobresalieran varios metros. Esta última sensación no era nueva; la había tenido en algunas experiencias Psy-Time. Pero intentar contener esa energía era otra cosa.

Sacudí la cabeza: “Vaya. Si alguna vez tuve alguna duda… lo que sea que esté pasando, no viene de mí, no de mi propia personalidad”. Más tarde, en mis propias notas, escribí: “Una energía tremenda parecía fluir a través de mí, con la certeza definitiva -que Dios- de que esto venía de más allá de mí, y se traducía automáticamente en palabras en mi extremo. Lo considero un acontecimiento tan significativo -casi- como la sesión original de Seth. La sensación de contacto era innegable. La sensación que tuve fue que realmente estaba en contacto con una realidad que lo abarcaba todo”.

Los extractos que figuran a continuación proceden de las transcripciones de comunicación trascendental de dos sesiones siguientes, tal como se presentan en el capítulo diecisiete de El material de Seth.

“Hay razones por las que se han establecido estas conexiones particulares. Hay acontecimientos que nos unen y que han servido como puntos de inflexión en el desarrollo de nuestras diversas personalidades. De alguna extraña manera, lo que yo soy ahora está vinculado a lo que tú eres”.

“Esta comunicación, aunque tiene lugar en su tiempo, es, sin embargo, responsable en otras dimensiones de lo que ustedes llamarían desarrollos futuros de sus propias personalidades con las que, a su vez, pueden contactar. Los contemplo como los yoes de los que broté, y sin embargo soy más que la suma de lo que serán cuando hayan terminado con las dimensiones y los tiempos que he conocido”.

“Porque he surgido completamente lejos de ti y sería ajeno en tus términos. Que puedas contactar conmigo es un hecho extraordinario. Sin embargo, si no hubieras podido contactar conmigo, yo no sería lo que soy”.

Aquí la voz era muy distante, alta y clara, tan distinta de la voz habitual de Seth que Rob se sintió bastante sorprendido. “Soy más, sin embargo, que esta porción de mí con la que contactas, pues es sólo una porción de mí la que experimentó esa realidad”.

“He hecho todo lo posible por darte una comprensión como base para futuras sesiones. Seth, tal como lo conociste, también será Seth tal como lo conoces, pues tanto si hablo como yo mismo o a través de él, sigue siendo el intermediario y la conexión entre nosotros. Es más, seguirá apareciendo tal y como le han conocido. Hay elementos emocionales necesarios que son exclusivamente suyos”.

“La estructura de mi personalidad es muy diferente, muy gratificante para mí, pero desconocida para ti… No quiero que sientas que te he quitado a un amigo. Yo también soy un amigo. En muchos aspectos soy el mismo amigo. Otras partes de mí están preocupadas en otros lugares, porque soy consciente de mi propia existencia en otras dimensiones y les sigo la pista y dirijo mis muchos yoes”.

“Te he dicho quiénes somos. Somos Seth, y siempre que hemos hablado se nos ha conocido como Seth. La entidad tuvo su comienzo antes de la aparición de su tiempo. Fue instrumental, con muchas otras entidades, en la formación temprana de la energía en forma física. No estamos solos en este empeño, pues a través de tus siglos otras entidades como nosotros también han aparecido y hablado”.

“Crecen a través de mi memoria como un árbol crece a través del espacio, y mi memoria cambia a medida que ustedes cambian. Mi memoria de ustedes incluye sus yos probables, y todas esas coordenadas existen simultáneamente en un punto que no ocupa espacio…”

Este artículo continúa con “Jane Roberts/’Seth’: Desarrollos en las sesiones de 1971 (de Seth Speaks)

https://www.metaphysicalarticles.org/2018/01/jane-robertsseth-developments-in.html