Ovni en Kolkata

Científico de Kolkata desinfla la teoría ovni

Kolkata, Oct 30: Los informes de los medios sobre un objeto esférico brillante, que pasó a través de la región oriental del cielo han dejado intrigados a muchos residentes de Kolkata, pero los científicos dijeron que podría ser sólo una «ilusión óptica», una consecuencia de las nubes que reflejan las luces de la ciudad.

«Las imágenes, como se muestran en los canales de televisión tienen que tomarse con una pizca de sal. No parecen ser objetos no identificados como los denunciados por algunos residentes, sino parecen ser una ilusión óptica, una consecuencia del reflejo de las luces de la ciudad en las nubes, un fenómeno que puede ser causado por la refracción de la luz. No parece ser un fenómeno natural», dijo Debprosad Duari director del Planetarium de M. P. Birla, a IANS.

La afirmación de un alto ejecutivo de una empresa privada de que había capturado en vídeo un objeto no identificado en el cielo oriental, el Lunes por la mañana, habían dejado sorprendidos a los científicos y los medios de comunicación, provocando un frenesí entre la gente por ver el objeto.

Farhan Akhtar afirmó haber capturado el objeto brillante multicolor desde su departamento en el décimo piso en Kalikapur, al Este de Kolkata, alrededor de las 3.20 am del lunes. Dijo que el fenómeno duró alrededor de tres horas y desapareció cuando apareció la luz del día.

«De lo que puedo entender, que podría ser sólo un engaño digital ya que ningún fenómeno natural pueden durar tanto tiempo y cambiar su color y forma tan rápidamente», dijo Duari el martes.

Las grabaciones en vídeo del objeto, como fueron mostradas en un canal de televisión bengalí, muestran el cambio de forma de la bola de fuego, de una forma ronda a un triángulo y luego convertirse en una línea recta.

El objeto, descubierto a unos 30 grados del horizonte, también emitía una luz intensa que formó un halo y emitió varios colores.

«Si se le cree a la persona que filmó el objeto con su handycam, la bola de fuego fue vista en movimiento desde el Este al Oeste. La primera vez pensé que podría ser un fragmento del cometa Holmes que se había fracturado el 24 de octubre, pero si se trata de los restos del Holmes, debería haber sido visto en el cielo occidental y también a 60 grados por encima del horizonte. Pero este no es el caso aquí», dijo Duari.

«El objeto podría ser Venus, porque se le puede ver en el cielo oriental. Pero uno no puede filmar a Venus con su handycam tan cerca y tan brillante. Por lo tanto, si no es Venus o un fragmento del cometa Holmes, entonces debe ser una ilusión óptica o simplemente una invención de la imaginación», dijo.

Duari dijo que le gustaría evaluar las declaraciones formuladas por un ciudadano de los EU recientemente en relación con el avistamiento de un objeto volador no identificado y compararlas con las afirmaciones del ejecutivo.

El físico de astro partículas del Instituto de Física Nuclear de Saha, Kamalesh Kar, dijo: «Un cuerpo cósmico no puede cambiar de apariencia tan rápidamente. Un experto debe observarlo durante un período más largo para hacer comentarios. Es muy difícil sacar conclusiones sobre la base de las imágenes de la televisión».

http://www.newkerala.com/oct.php?action=fullnews&id=15538

Salva un marcianito (o mejor dona tu dinero a la caridad)

Has lo correcto: Salva un extraterrestre

Michael Arrington

Si una aplicación Facebook apoyando a Stephen Colbert pudo conseguir 1 millón de miembros en nueve días, entonces tal vez Save An Alien, un Facebook israelí, pueda llegar a su meta de 10 millones de usuarios en seis meses.

Yo espero que lo hagan, de alguna forma. De lo contrario un grupo de lindos y pequeños extraterrestres van a morir.

La trama es sencilla: un meteoro va a estrellarse en un planeta extraterrestre en seis meses y matará a toda la población (10 millones de extraterrestres, cada uno generado por un algoritmo). Nos piden que adoptemos dichos extraterrestres. Cuando haya seleccionado el que le gusta, lo adopta y el extraterrestre es transportado a la Antártida. A continuación, puede hacer algunas otras cosas descargar sus imágenes, utilizar una herramienta para añadir imágenes de su extraterrestre en su propia foto, etc.

Y si usted realmente quiere a su extraterrestre puede comprar una camiseta con su imagen. Me imagino que se considerarán más adelante otras mercancías para generar ingresos de comercialización.

Buena idea. Veremos si la gente con tendencias altruistas ayudan a los extraterrestres de ficción. Si lo hacen, esta empresa podría hacer unos pocos dólares a lo largo del camino. Hasta ahora e han salvado 14,000 extraterrestres, haga su parte (o mejor done su tiempo y dinero a un lugar real de caridad).

http://www.techcrunch.com/2007/10/27/do-the-right-thing-save-an-alien-and-this-startup/

El computador cuántico desatador de nudos

EL COMPUTADOR CUÁNTICO DESATADOR DE NUDOS

Kentaro Mori

La promesa de la computación cuántica se puede materializar a través de lazos y nudos. Obviamente cuánticos.

Si usted posee una computadora, este seguro que es una «clásica». No es que sea vieja o de un modelo anticuado, sino porque funciona básicamente de acuerdo con la llamada física clásica creada por el inglés Isaac Newton hace trescientos años. En este sentido, no difiere mucho de un ábaco de más de 2,500 años «“que era un poco más que piedritas movidas manualmente para efectuar cálculos. La diferencia es que en lugar de piedras, las computadoras de hoy trabajan con electrones, y en lugar de manos, poseen chips repletos de componentes minúsculos para moverlos de allá para acá a la velocidad de la luz.

Isaac Newton.

Sin embargo, más allá de la física clásica existe la física cuántica desarrollada al inicio del siglo XX. Es una física desconcertante: Niels Bohr, el danés que ayudó a crearla, ya decía que «cualquiera que pueda contemplar la mecánica cuántica sin quedar perplejo es porque no la entendió correctamente». Y si la física cuántica es así, las computadoras basadas en ella no serían muy diferentes. Capaces de realizar literalmente «todo al mismo tiempo», calcularían innumerables posibilidades y resultados en una sola vez. Frente a ellas, nuestras computadoras no son sólo clásicas, sino serían realmente obsoletas.

Niels Bohr.

Sin embargo las computadoras cuánticas siguen siendo hasta ahora poco más que una gran promesa. Es muy difícil construirlas, principalmente porque la misma característica que les garantiza que efectúen cálculos simultáneos es fruto de una frágil condición, una superposición de estados. En ellas, en lugar de bits digitales (unos y ceros) podríamos tener cuabits «“bits cuánticos, capaces de ser unos y ceros al mismo tiempo.

Lo más lejos que se ha llegado en esta área fue alcanzado al final del 2001, cuando los científicos del centro de investigación Almaden de la IBM reunieron nada menos que un trillón de moléculas especialmente alineadas para funcionar como una computadora de apenas siete cuabits. Aisladas del mundo externo en su frágil superposición de estados, los siete cuabits pueden asumir 128 estados diferentes de una sola vez. Este complejo sistema factorizó el número 15, esto es, descubrió que 15 = 3 X 5.

OK, no parece muy impresionante, pero demostró sus posibilidades, que de forma concreta, son inmensas. La factorización de un número es el tipo de problemas para el cual las computadoras cuánticas podrían demostrar su superioridad sobra las clásicas (ver Box P/NP)

NUDOS MATEMÁTICOS

La física ya sea la clásica o la cuántica puede ofrecer modos esencialmente diferentes de realizar un cálculo, pero las matemáticas no se quedan atrás en ofrecer nuevas perspectivas. Estas pueden surgir en donde menos se espera, como el estudio de los nudos.

Los nudos matemáticos son un tanto diferentes de aquellos que surgen para nuestro azar en los cabos detrás de las computadoras o en las mangueras de jardín. Ellos no tienen puntas sueltas, son sólo un círculo. De toda la infinidad de nudos complejos que se pueden hacer, la tarea que asumirán los matemáticos es intentar describirlos de forma de saber cuándo dos nudos aparentemente diferentes son iguales y viceversa.

Quien ya vio «nudos mágicos» puede tener una idea de la dificultad del problema. Los magos pueden enroscar una serie de lazos en una cuerda, pero al tirar de ella, se descubre que no se formó ningún nudo verdadero. Esto no es realmente magia, es topología en acción: el área de las matemáticas que trabaja con estas relaciones de los nudos. Si este fuese un nudo matemático, con las puntas anudadas, un nudo mágico complejo que usted juraría que debería quedar preso revela ser topológicamente equivalente a un círculo sin nudos. Conseguir calcular esto sin necesidad de desenredarlo es tan difícil que todavía no se consigue descubrir una fórmula general para ello.

Vaughan Jones.

Mientras tanto, en 1984 se llegó más cerca. Vaughan Jones, de la Universidad de California, desarrolló un polinomio capaz de describir una serie de nudos a partir de sus diversos cruzamientos y revelar si dos nudos son topológicamente iguales o no. Esto dio un nuevo respiro al estudio matemático de los nudos, aunque el polinomio de Jones ha demostrado ser extremadamente difícil de calcular para nudos más complejos. De hecho, se demostró que calcularlo es tan difícil como factorizar un número primo enorme (es un problema NP-hard).

NUDOS EN LA CUÁNTICA

Hasta aquí solo hablamos de dificultades, pero sorprendentemente, sumando las dificultades de construir computadoras cuánticas con la de calcular nudos matemáticos, surgió una luz. La idea es hacer con eso que la propia naturaleza nos empuje en el nivel cuántico y calcule así el polinomio de Jones. Esto fue propuesto inicialmente por Edward Witten, una de las principales figuras del desarrollo de otra teoría de punta en la física, la de las supercuerdas (las supercuerdas en física son lo mismo que los nudos matemáticos).

Edward Witten.

Así como la naturaleza «calcula» automáticamente el tiempo que le tomará a un martillo caer en su pie con determinada velocidad antes que usted mismo pueda recordar la formula de la gravedad de Newton, ella podría tirar de los nudos y calcular el polinomio de Jones rápidamente. Y entonces, viene la unión final: como un polinomio es equivalente a toda una serie de otros problemas difíciles, poder resolverlo con facilidad significa poder resolver todos los otros también.

La posibilidad conduce a la computadora cuántica topológica, explorada entre otros por el matemático Michael Freedman del centro de investigación de Microsoft, y el físico Alexei Kitev, del Instituto Tecnológico de California. Ellos tratan de concretar tal tipo de computadoras a través de un extraño sistema físico, el fluido cuántico de Hall. En él, surgen «cuasi-partículas» que «recuerdan» el camino que recorrieron en el fluido, y así pueden revelar si se cruzan o entrecruzan, haciendo el equivalente de jalar de un lado para ver qué nudos tienen.

Michael Freedman.

La gran ventaja de esta propuesta es que, al contrario de los frágiles cuabits, tener una información codificada y procesada en lazos y nudos es más estable «“porque un lazo de cuerda puede resistir muchas sacudidas.

Hasta hoy, la computadora cuántica topológica es sólo una promesa: el sistema explorado aún es muy simple para permitir cálculos suficientemente complejos. Pero si los físicos y matemáticos aprenden a amarrarse el zapato de forma cuántica, nuestras computadoras podrán ser clásicas en todos los sentidos. Lo que sería excelente.

Fin a la "mística de los iconos"

FIN A LA «MÍSTICA DE LOS ICONOS»

En la historia hubo batallas campales por la posesión de «imágenes milagrosas». Un libro de Hans Belting, historiador del arte, revela los trasfondos de las «imágenes no fabricadas por mano humana», dando fin a la «mística de los iconos».

Las imágenes o los objetos tenían un poder indefinible, así como la obligación de ser venerados por la «gente de bien». Muchas lloraban o sangraban, sudaban aceite sagrado y tenían fama de alejar a los enemigos, en caso de que se las expusiera en lugar venerable en los muros de los Burgos medievales. Solían ser honradas con incienso, se las besaba y se las llevaba en procesión.

Pero llegó el Renacimiento y se degradaron hasta sólo apreciarse como obras de arte. Así se podría describir una época de la historia de la cultura europea. Una época complicada de pleitos sobre imágenes, pletórica de ceremonias y tendenciosas falsificaciones, llena de creencias milagrosas y de búsqueda teológica.

Esta es la narración sobre alrededor de mil años, con riqueza de detalles anecdóticos, plagada de reflexiones críticas y tan extensa como nunca se había escrito, en el libro del historiador del arte muniqués, Hans Belting, quien con su obra rebasa los límites de su campo de investigaciones: busca narrar circunstancias que rodean a imágenes que existieron antes de la «Era del Arte».

Su tema se podría llamar mejor «Imagen y Culto». Sólo de refilón trata el historiador una obra maestra de la época más reciente como la «Madonna Sixtina» de Rafael, sorpresivamente incluida: un viejo motivo de imágenes de culto religioso, revelado ceremoniosamente detrás de una cortina (pintada), se convierte en una popular «imagen ideal» del genial artista, digna de imitarse en infinitas falsificaciones posteriores.

Un discípulo del maestro expuso al joven genio como un observador del taller del evangelista Lucas, quien se ocupa de reproducir la imagen de una virgen con un niño en brazos en un cuadro, mientras que el original está con la mitad inferior de su cuerpo escondido en una nube que flota en el taller. Esto hizo que la tradición se volviera en contra. Porque antes, en la era antigua tardía y en el Medioevo, el evangelista Lucas no fue visto como un visionario sino más bien como guardián de la realidad histórica de la madre de Dios.

Se necesitaba de testigos clave como él por la razón de la prohibición bíblica: «No harás representación alguna de tu Señor Dios». Y es que los primeros cristianos se guiaron por la tradición judía.

Sin embargo, luego de ser una religión de minorías, la nueva creencia de La Palabra, en el Imperio Romano del siglo IV llegó a ser obligatoria del estado y su práctica original no pudo mantenerse pura. Las imágenes eran más potentes, el pueblo convertido exigía ver algo. «¿Cómo he de venerar a Cristo?», preguntaba una santa poseedora de una imagen de Él, «¿así no me es visible?» Se necesitaba urgentemente imágenes milagrosas.

Esta necesidad la satisficieron los iconos, imágenes que fueron originalmente sólo para el culto, que presentaban a Cristo o algún santo, como era costumbre hacerlo en lo civil con los fallecidos renombrados o con vivos, como el lejano y mítico emperador nunca visto en carne y hueso.

El historiador del arte Bilding mira estas representaciones con escepticismo, por su aparición tardía, en oposición a la «mística de los iconos» usual durante tantos siglos. Y es que el material anterior a esa fecha es riquísimo. Descubrimientos grandiosos, hasta hoy no valorados, de iconos en Roma y en el Monte Sinaí, durante la década de los cincuenta. Las investigaciones apenas están «ante un nuevo principio».

Los iconos fueron motivo de debates y pleitos sobre todo en aquella «Guerra de las Imágenes» en Bizancio, en los siglos VIII y IX de nuestra era. Un icono que representaba a Cristo y que se colocó en la piedra del portón del palacio Imperial en Constantinopla, se destruyó en dos ocasiones sustituido cada vez por una simple cruz, para ser renovado posteriormente. Los teólogos, quienes estaban consagrados como voceros gubernamentales obligadamente pudieron darse cuenta de cómo una imagen simple podía influenciar al creyente. Su experiencia con las imágenes «sagradas», como despectivamente las nombra Belting, todavía hoy «son motivo de oraciones con la misma finalidad sospechosa» ante la que los «autores verdaderos de los iconos se vieron enfrentados». La teología se vio obligada a «justificar» y a «sublimar» posteriormente el uso del pueblo.

Y esto lo realizó con virtuosismo y con una listeza digna de admiración. A la muerte de Constantino V se suceden varios reyes en el trono (León IV, Miguel II, Teófilo), hasta llegar a la emperatriz Teodora quien decide definitivamente «la guerra civil por la posesión del icono». La emperatriz Teodora hace oficial que la imagen de Cristo se comporta como su original; como su persona física terrestre, Cristo, se comportó con el Dios invisible. Inteligente conclusión: aquel que profanara alguna imagen, negaba y perseguía al representado; también el uso de muestras externas simbólicas, sólo hace aparente un déficit en la fe en el representado.

La argumentación de los puristas de que honrar a un icono es también honrar a Dios, se podía reforzar si las imágenes tenían su origen en autoridades auténticas. El supuesto retratista de la Virgen y el Niño, el evangelista Lucas, a quien se atribuyó la creación de tantos cuadros e iconos que hubiera sido difícil que escribiera el Evangelio, siempre fue personaje favorito para autentificar la autenticidad de una imagen. La leyenda creada por los eclesiásticos, cumplía su función de que el tipo de la madre y el niño se convirtiera en una imagen auténtica.

Según la leyenda, Lucas se supone que intentó pintar a Cristo. Pero esto no lo hizo «por obra del hombre», sino «por intervención divina». ¿Quién se hubiera atrevido a discutir y rebatir un origen de imagen tan impecable? Un lienzo, en el que supuestamente Cristo mismo había dejado la impronta de su cara, para curar de una enfermedad al rey Abgar, se llevó hasta Constantinopla en el año 944.

Más tarde, en Roma, una «Vera Icona» o «Verónica» se encargó de crear revuelo. Este pequeño lienzo, el cual se afirmó que una mujer de ese mismo nombre, «Verónica», aplicó a Cristo en el camino hacia su muerte, surgió en Roma repentinamente. La reliquia desapareció en 1527 en el saqueo de la Ciudad Santa por los soldados del emperador. Sin embargo, «como siempre en estos casos», como dice sarcásticamente el historiador Bilding, la imagen «se volvió a redescubrir». En el domo de San Pedro, en el Vaticano, se conserva hasta hoy «un lienzo de lino con dos manchas como de herrumbre».

Por lo demás, es también Roma la que conserva hasta hoy la tradición más larga y menos destruida de «imágenes y culto», derivado de saqueadores diversos, cruzados y finalmente, por los otomanos que se fugaron de Constantinopla. En la Ciudad Santa encontraron refugio y protección los iconos de Oriente, fueran ficticios o reales, y también allí terminaron siendo almacenados algunos iconos luego de la Cruzada de 1204. Fue en Roma en donde el Papa Silvestre, hizo que el Emperador Constantino cambiara su intención de conquistar a la ciudad enemiga, gracias a haberse enfrentado a dos retratos hechos por los apóstoles (en realidad, fueron más de 800 imágenes las que se llevó). Y es en Roma donde está un icono de Cristo que se dice fue iniciado por el Evangelista Lucas, pero que fue terminado por manos de ángeles.

Esta imagen de cuerpo entero de Cristo, guardada en el «Sancta Sanctorum» papal, la capilla privada del «Laterans», está allí desde el siglo XIII y lo que se suponía que hacía era proteger a la ciudad contra un ataque de los lombardos bárbaros. En el siglo X, esta imagen pintada en un lienzo había sido tan dañada por los desplazamientos nocturnos y por los intentos de limpieza del humo y cochambre de velas e incienso que tuvo que envolverse en seda fina de trama y su cabeza tuvo que pintarse nuevamente. Y es únicamente esta cara repintada la que aún se puede ver, luego de que el Papa Inocencio III mandó que el lienzo se envolviera en una capa protectora de plata con relieves en 1200. Una pequeña puertecilla en el recipiente de plata, permitía que se le besaran los pies a la imagen en el día de pascua.

Este icono del «Sancta Sanctorum» era llevado solemnemente en procesión a la iglesia de Santa María Maggiore, para que se reuniera allí con el icono de María «Salus Populi Romani», igual que si este hijo divino visitara a su madre en el lugar de su muerte. También aquí las imágenes se diferenciaban entre sí- como lo hacía el icono de la cercana ciudad de Tivoli.

Porque las imágenes originales también tenían sus copias, algunas en otras iglesias de la ciudad o en la provincia, réplicas que reproducían el tipo de misticismo pero que se diferenciaban en partes del original, creyendo que la fuerza misteriosa de la original se transfería así en la copia. El hecho de que en Occidente se copiaran las imágenes en forma mucho más esquematizada que en Constantinopla, es una observación del historiador del arte Belting, con la que «las imaginaciones relacionadas que aún hoy persisten, bien pueden ponerse de cabeza».

El icono «Salus Populi Romani» se consideraba un original hecho por el evangelista Lucas, así como otra imagen de María en un convento de monjas muy humilde, que hoy está en la iglesia de San Sixto. Esta tabla pintada con la imagen de María, al igual que muchas otras más, participaba en las procesiones que se hacían en honor de la Asunción de María. La diferencia es que no tenía fama «de que el día de la muerte de Cristo se volviera toda pálida», además que se opusieron las monjas enérgicamente a que se les expropiara la imagen logrando en cierta ocasión regresar al convento por sí misma, luego de que se la apropiaron esbirros papales. Pero la certificación de que una imagen hacía milagros siempre fue «el certificado de autenticidad» papal.

Pero si el milagro se orientaba contra la jerarquía eclesiástica (o en ciertas ocasiones contra la estatal), se volvía manifiesto el poder secreto de las instituciones, no importa lo profundo que estuviera arraigado el culto a una imagen determinada. Y no fue sin razones de peso que finalmente, en 1566, el Papa prohibiera simultáneamente toda procesión para el día de la Asunción de la Virgen.

El camino histórico hasta entonces lo sigue el autor Belting por medio de la pintura italiana en tallas y lienzos de los siglos XIII y XIV, parte de ella una «pintura con alma» bizantina adaptada a Occidente con retraso pasando por la creación de las imágenes destinadas a los altares de iglesias y hasta la «privatización de los iconos» que sucedió en los Países Bajos. Y termina con su narración, muy adelante dentro «de la Era del Arte», con el pintor Peter Paul Rubens, quien al «anacronismo del culto a las imágenes» le incorporó un escenario de barroco.

En la iglesia romana llamada Chiesa Nuova, este artista flamenco, en 1608 tuvo que incorporar en sus estrategias gráficas una imagen antigua de un mural de María. Como una cortina que en un famoso icono en Constantinopla solía alzarse milagrosamente y que está también pintado en la «Madonna Sextina» de Rafael, o bien como el recipiente de plata que esconde casi toda la obra pictórica del «Sancta Sanctorum», la pintura de Rubens se colocó con angélica ayuda por encima de la obra de cortinas santas, artísticamente representadas.

Cargada por angelitos, una imagen de la Madonna, también pintada por Rubens, aparece entre nubes. Sin embargo, por medio de un truco mecánico, esta imagen puede quitarse y entonces se puede ver el mismo sujeto de la pintura directamente del antiguo mural. Sólo en rarísimas ocasiones se ha visto la posibilidad de que el culto a las imágenes se manifieste como una forma de mirar las cosas por parte del arte.