Nueva teoría sobre las centellas

Grandes (y pequeñas) bolas de fuego

Las centellas, por mucho tiempo desechadas como mito, podrían ser el resultado de los relámpagos y se han recreado en el laboratorio, dice Ricki Nabeshima

El 21 de octubre de 1638, una extraña oscuridad descendió sobre Widecombe, Dartmoor. En la iglesia de San Pancras unas 60 personas que asistían al servicio de la tarde, se refugiaban de la tempestad de truenos.

Según informes escritos se escuchó un trueno repentino y una «gran bola del fuego» atravesó la ventana. Parte del techo se quemó por la bola de fuego que voló a través de la iglesia, quemando a docenas de los testigos lanzándolos como muñecas de trapo, matando a cuatro. Entonces, con otro trueno, la bola de fuego desapareció sin dejar rastro.

Muchos consideran que éste es uno de los reportes más tempranos (y más dramáticos) de las centellas, un fenómeno raro que ha eludido la explicación científica por décadas. Descrito a menudo como «uno de los más grandes misterios sin resolver de la física», no es ninguna sorpresa que las centellas han capturado la imaginación.

Sin embargo, en ausencia de explicación científica, se ha convertido en el dominio de abducidos y teóricos de la conspiración, lo que le ha dado cierto estigma dentro de la comunidad científica. Ciertamente hay científicos que son renuentes aceptar su existencia. Pero el número creciente de avistamientos, combinado con sus aparentes similitudes, sugiere que la centella es más que un mito.

Típicamente, los observadores describen una esfera luminosa pequeña (de alrededor de 1 pie) que flota un poco sobre la tierra durante algún tiempo (generalmente menos de un minuto). Casi todos los avistamientos ocurren durante el tiempo tempestuoso y terminan con la esfera que desaparece en una explosión violenta o que simplemente se desvanece.

Hay algunos informes de centellas que aparecen en o al lado de aviones -los «foo-fighters» observados por algunos pilotos de la Segunda Guerra Mundial se piensa que eran centellas que seguían a los aviones.

La mayoría de los testigos de centellas escapan ilesos, pero hay evidencia que sugiere que el contacto con el fenómeno puede quemar y matar.

No hay explicación científica riguroso probada para la centella, pero una de las más populares es la propuesta por el ingeniero químico John Abrahamson de Nueva Zelanda.

La teoría de Abrahamson explica la centella como una rara consecuencia del relámpago normal. Una descarga de relámpago en suelo «hace un agujero en la tierra, formando un canal muy caliente» que se enfría dejando un tubo, llamado fulgurita.

El suelo mismo contiene óxidos de silicio y carbón. Con la suficiente temperatura (3,000C) la mezcla de silicio-carbón se puede reducir a silicio elemental (un proceso que es de uso general en la industria para extraer el silicio puro de la arena).

El silicio es vaporizado por el calor del relámpago y lanzado hacia arriba de la tierra «como el humo de un fumador». El vapor entonces se condensa en un polvo fino de «nanopartículas» que reaccionan lentamente con el oxígeno del aire.

Abrahamson propone que las nanopartículas forman una «red filamentaria» -una pelusa compuesta de minúsculos filamentos de silicio. Una combinación de fuerzas electrostáticas y corrientes de aire es entonces responsable de transformar esta «pelusa» en una esfera flotante que emite energía en forma de calor y luz.

La capa del óxido en cada uno de las partículas retrasa la reacción total, dando a las centellas una vida de hasta 30 segundos y terminando cuando se ha oxidado todo el silicio.

Los científicos israelíes han puesto la teoría en práctica. En febrero de este año los científicos de la universidad de Tel Aviv crearon lo que afirmaron era una centella en miniatura utilizando microondas de la alta energía que encendían en un substrato de cerámica.

Utilizaron las microondas para crear un «punto sobrecalentado» que perforaba el material. Esto crea una «gota caliente» que, aunque es de breve duración, se convierte en una convincente bola de fuego flotante.

Abrahamson continúa refinando su modelo y dice que ahora su ambición está en «probar sistemáticamente la teoría de partículas, usando situaciones experimentales más simples».

http://www.telegraph.co.uk/connected/main.jhtml?xml=/connected/2006/10/10/eclight10.xml

Más información sobre las centellas en:

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/centellas-1.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/centellas-y-2.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/centellas-y-3.html

http://marcianitosverdes.blogspot.com/2006/05/el-caso-de-la-centella-asesina.html

2 pensamientos en “Nueva teoría sobre las centellas”

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