El enigma de las centellas (40)

El enigma de las centellas (40)

Junto a mi familia, tuve oportunidad de observar un (rayo en bola) durante una intensa tormenta de verano.

Estábamos guarecidos en casa observando por una puerta abierta la tremenda ensalada de rayos, truenos y agua. ¡Todo un espectáculo!

De improviso apareció sobre el patio una bola traslúcida en cuyo interior podian verse luces cambiantes. Media algo menos de 1 m de diametro, y flotaba bamboleante en el aire como una pompa de jabón, permaneciendo silenciosa y semiestática así como cosa de medio minuto.

Repentinamente se dirigío hacia nosotros y nos pasó por entre las piernas sin dañarnos ni dar sensación alguna. En el interior fue a estamparse contra la nevera, y esa si se averió.

Emilio

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