Extraterrestre vestido con tutú caminando como pingüino
¡Prueba irrefutable! diría el cómico (¿involuntario?) de Maussán. Recientemente uno de los llamados «testigos de élite», en esta ocasión el mismísimo concejal de Winchester, Adrian Hicks, salió del closet para buscar a un extraterrestre vestido con un tutú que caminaba como un pingüino.
El concejal dice que el «marcianito» era como una bella rubia, vestida como una bailarina, que estuvo bailando en la banqueta y que caminaba a la manera de los pingüinos.
El histórico avistamiento ocurrió hace cinco años (enero o febrero del 2004) en la ciudad Guildhall, en ese remanso de tranquilidad que era Hampshire, antes de la llegada de tan «exótica» bailarina.
Hicks dice que la «ballerina» vestía un traje de ballet blanco y tenía amplia sonrisa.
«Fue increíble – por lo general no me quedo sin palabras, pero ese día lo hice», dijo.
«Ella era un humanoide caminando como un pingüino.
«Tenía los ojos muy grandes y ovalados y giraba las manos en un movimiento circular. Se reía y parecía estar disfrutando. Era lo suficientemente humana como para pasar inadvertida», añadió.
No sabemos como es que Hicks supo el género del extraterrestre. ¿Acaso el tutú era tan corto que dejaba ver sus partes pudendas? O es que el concejal ¿tuvo un encuentro cercano del tipo «muy, muy cercano»?
¿Quién sabe? El hecho es que, al parecer, Hicks quedó prendado del tutú, de la extraterrestre o de su forma de andar.
Pagó 400 libras esterlinas para hacer un retrato de su «oscuro objeto del deseo». Y ahora está buscando a cualquiera que le pueda dar informes sobre este extraterrestre tan surrealista, pues dice que en la época del avistamiento no tuvo el valor necesario para hablar con ella.
No había hablado de su experiencia por temor a poner en peligro sus posibilidades de ganar un asiento en el Consejo.
Rápidamente Jimmy Mouse y su fiel escudero Santi Yturria, conocidos como el «dúo dinámico» de la plativología mexicana, hicieron su aparición. Este caso lo ameritaba. Ellos, que se han especializado en los casos más ridículos de la ovnilogía (el pingüino volador, la marcianita verde de Marte, el chupacabras saltarín, por mencionar sólo algunos), no podían dejar que otros les arrebataran el cetro de los «bufones de la ufología».
Además el caso tenía aspectos sobresalientes:
– No era un pingüino volador, era algo mucho mejor, un extraterrestre que caminaba como pingüino.
– Fue visto por un testigo de élite (como los que le gustan a Manuel Carballal), de esos que no saben mentir y nunca se pueden confundir.
– La extraterrestre giraba las manos en un movimiento circular, de la misma forma en que el caballo volador movía sus patitas.
El dúo dinámico contactó con Ray Santilli y éste les prestó su muñeco de la autopsia. Mausi y Santi le pusieron un tutú y juntos bailaron el «Lago de los pingüinos».
Toda la coreografía fue filmada para ser presentada en el próximo congreso de ovnis en Nevada. Desafortunadamente el show»¦, perdón, quise decir la ponencia con estas «pruebas irrefutables» no se va a poder ver en el congreso de la BUFON, perdón, de la MUFON, pues ya todos saben que Mausi está peleado con Carrión porque éste último le sacó sus trapitos al sol.
Esta vez estamos de acuerdo con los ufólogos. Este caso representa la prueba irrefutable… pero de la ridiculez de la ufología.
Con un especial agradecimiento a Jesús Antonio González Corro (Tachi) por la ilustración, http://tachiblog.com.mx.
¿Y de verdad alguien es tan gilipollas para considerar a este tipo como valido para nada?, ¿que hace que no esta encerrado en un psiquiatrico?.
La leche como esta el patio.
¡Uf!…
¿Y Tchaikovsky? ¿Sería el jefe de la avanzadilla de los invasores Extraterrestres con tutú?